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Activismo - Feminismo - 7N narraciones y análisis

Volver a 7N 2015 narraciones y análisis La alegría subversiva. Reflexiones post 7N

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Han asesinado alrededor de la centena de mujeres en lo que llevamos de año. Como se presentan las noticias, el lenguaje, la invisibilización de la violencia, la ausencia de responsabilidades del estado frente a este estado de sitio ha generado una respuesta lógica desde el movimiento feminista. Las redes empezaron a arder el pasado agosto sangriento, las "feminazis" vínculo externo, como nos llaman las personas que se asientan en una complacencia cómoda desde los privilegios que les da no ser "objeto" de agresión o considerar que los micro machismos no son tipos de agresiones y que todas las que los evidenciamos somos unas histéricas y unas locas.

Hablas con unxs y otrxs, todxs en nuestra vida personal tenemos un papa, un amigo, que dentro de su burbuja de privilegios siente, piensa que hay unos/ los otros/ psicópatas, pero que todos sus amigos y ellos se encuentran perfectamente. Es muy complicado pasar por el cuerpo de otrxs tus propias experiencias sobre la violencia, evidencia por tu parte dejarte ver, hacerte vulnerable. Y por parte de quien escucha, confiar en su capacidad de simpatía (acompañamiento) - empatía (ponerse en tu piel). Ambas cosas son complicadas, en un mundo consumista, donde cada vez nos desvinculamos más de las emociones y afectos, y lo que prima es la cifra, la razón patriarcal, lo que se hace público y evidente dentro de los medios de poder. Es triste ver que mucha gente no se habría planteado marchar en una marcha feminista, si tal o cual personaje público - famoso, no apostará por ella, no lo comunicara. Hasta qué punto somos gregarios, meta-religiosos, cuando necesitamos un gurú de turno que nos indique hacia dónde va el viento, cuál es el orden correcto y cómo nos tenemos que posicionar.

Si bien es cierto que las redes sociales han democratizado, diversificando, cambiando los focos de interés, hasta qué punto esto cala en la mentalidad y día a día del común. No es suficiente con que el #feminismo sea "trend topic" y esté de moda, necesitamos más, realidades, políticas, cambios en el sistema político social que se llama hetero-patriarcado y debería de mudarse a otra forma de gobierno no capitalista y donde el género no fuera un parámetro de poder. Para que eso sea posible tienen que cambiar desde los libros de historia escritos por hombres, donde siempre se invisibilizó-za el papel de las mujeres-sujetos disidentes, desde el diccionario de la RAE, donde las definiciones de muchísimas palabras asientan y refuerzan el imaginario patriarcal, hasta los manuales médicos que tratan todos los asuntos relacionados con el cuerpo femenino, con menos importancia, que a la larga implica una violencia obstetricia y ginecológica, que se vive en silencio por miles de mujeres. A mis amigos varones, me gustaría invitarlos a una revisión ginecológica en la que no es casual que el ginecólogo de turno te suelte machiruladas al meterte el espéculo como esas de: "No se queje tanto, que a muchas les gusta". Si hiciéramos un esquema de las capas de violencia y niveles, no sería solo un esquema en horizontal, también tendría diagramas en vertical, oblicuo.

Hasta que no seamos conscientes de que hasta las que nos nombramos feministas estamos en algún sitio de nuestra mente intoxicadas por el imaginario patriarcal, no podremos pensar en avanzar en ir más allá hacia una sociedad mas justa para todas como individuxs diversos, que cada cual se sitúe sea, ame desde donde elija y le plazca. Y las violencias no se ejerzan frente a lo que se considere como una "insubordinación" al orden establecido.

Todxs somos responsables de la violencia machista cada vez que reproducimos esquemas que fortalecen que las mujeres sean cosificadas, ninguneadas… y esto lo hacemos cuando consumimos por ejemplo coches que se venden con imágenes de mujeres, cuando evaluamos los cuerpos de los otros en base a paradigmas patriarcales, cuando establecemos la belleza de unos cuerpos frente la fealdad de otros en base a un paradigma heteropatriarcal. Cuando enfocamos nuestros afectos dentro de una estructura cerrada como el "amor romántico", plagada históricamente de drama y violencia: "la maté por que era mía" "quien te ama, te hará llorar". La muerte social que implican muchas relaciones afectivas, donde la simbiosis "pareja" excluye la individualidad de las personas y la libertad de movimiento, afecto, relación. La autodeterminación sobre su cuerpo como seres autónomos. ¿Cuan tóxicos somos todxs? Hasta qué punto la descodificación de este sistema nos afecta en mayor o menor medida. Cuando la medida de la felicidad de una amiga está directamente vinculada como un "click" en tu cerebro a su vida amorosa. Y si directamente no tiene "vida amorosa" pensamos que es un ser triste y solo. Hasta hace poco se ha empezado a valorar la soltería elegida como un valor de independencia y que no implica tristeza, ni fracaso, ni falta de amor.

Y dentro de todo esto, me pregunto: ¿Qué fuerza queremos tener los sujetos disidentes del género? Las mujeres que no son mujeres, aquellas que no asumen el "rol" de sumisión marcado por el heteropatriarcado, aquellas que viven su vida de una forma autónoma, independientemente de que sus afectos y sexualidad sea heterosexual, bisexual, pansexual o lésbica. Y cuando hablamos de fuerza, a qué nos estamos refiriendo. Para mí la fuerza real se cimienta en alianzas con círculos afines en confianza y principios, aquellos con los que puedes establecer relaciones de cuidado. Esas redes, en las que si existe una agresión se pueda generar una respuesta de autodefensa.

En la mañana de ayer, esas microredes interelacionadas generaron una gran red, masa humana, que sacó la voz, la rabia… para decir que basta ya, que estamos hasta el coño. Llegaron buses de todas partes, hasta aviones desde las islas.  Abuelas que lucharon por una ley del aborto hace 30 años, marchaban con sus camisetas violetas al lado de niñas que llevaban carteles indicando: "No soy una princesa, seré lo que yo quiera" "La talla 38, me toca un pie".

No faltaron partidos oportunistas con políticas heteropatriarcales claras y castrantes como el PP & PSOE… que se sumaron a la marea, "lo políticamente correcto", porque ante la avalancha de gente no aparecer hubiera sido escandaloso. Esos partidos que lanzan declaraciones demagógicas y buenistas, con el beneplácito del poder hegemónico de los medios de comunicación a los que les pagan, declaraciones del tipo de la portavoz del PP ayer: "Nosotros hemos puesto todos los medios y medidas de acompañamiento, para apoyar a la mujeres. Vean las cifras que hablan por si solas. No ha habido recortes".

Gracias a las redes sociales, que no están monopolizadas, sabemos y podemos decir que mienten, mienten como bellacos, con premeditación y alevosía. Y ese mentir suyo, esas políticas y mala gestión suya, han costado vidas humanas. No solo por la ley del aborto, también los recortes de apoyo y asistencia a mujeres en casos de emergencia por violencia. La no sanción de jueces machistas y de su partido que han "agredido" a las víctimas culpabizandolas de la situación sufrida. Porque las cifras indican las mujeres asesinadas, pero cuántas más fueron violadas, agredidas en la calle, trabajo, escuela… y viven con miedo. Y curas y arzobispos, normalizando situaciones de abuso como la violación o abuso sexual, con declaraciones machistas en los medios de comunicación, que debería implicar o ser considerado un delito. Cuando se hacen declaraciones que alientan los delitos "de odio" debería existir una normativa que penalizara a estas personas que con sus palabras alientan a que se reproduzca infinitamente la cadena de "violencia". Así que volvemos al mismo "eje" todxs somos culpables en no parar la rueda.

Lo personal es político, como estrategia de supervivencia y posicionamiento, para mí implica dar el paso de víctimas a sujetos de cambio. Plantar cara, evidenciar esa vulnerabilidad, hacerla tu fuerza, crear alianzas desde ahí. Evidenciar tu historial de agresiones, contarlo, hacerlo visible, favorece a que otrxs lo hagan. Ayer cuando estábamos pintando nuestra pancarta para el bloque de amigxs que habíamos hecho alianza para marchar juntxs: Bloque LatinajeMadrileño friendly y feminista 7N. Unas compañeras del sur estaban haciendo unas entrevistas a distintas mujeres participando en la marcha. Comentaron: "nos gustaría hacer un mapa de las agresiones, contar qué agresiones sufrimos como mujeres individuales y feministas. Por qué participamos en la marcha". Accedí, siendo un video, si aclare: "No tengo el privilegio, de poder dar la cara a cámara, si puedo responder de espaldas, lo prefiero". Y así respondí a sus preguntas: Sí me han agredido verbalmente por ser feminista, sí me han agredido por ser lesbiana, en los últimos seis meses sí me han hecho comentarios machistas desagradables por la calle, sí vuelvo en las madrugadas con las llaves en la mano por si acaso se produce una agresión. Sí me han perseguido por la calle, sí me han acosado sexualmente en un trabajo, sí me han pegado, sí me tocaron donde yo no quería cuando era una niña, sí he vivido relaciones afectivas de maltrato psicológico, sí sufrí un intento de violación que pude parar a tiempo. Mostrarme vulnerable, evidencia una situación que sucede a muchas mujeres, sacar la voz, sacar la rabia… es decir, no me da la gana ser "víctima", si esto ha pasado, es mi mapa de cicatrices, por eso para mí es importante ser feminista. Pero no, no voy a llorar, soy vulnerable, pero no voy a entrar en tu esquema de poder, no necesito "la ayuda del sistema", lo que necesito es que todo el sistema cambie, que el heteropatriarcado deje de existir para que construyamos un modelo donde el cuidado y el respeto esté en el centro. Y como le decía ayer a compañeras, claro que tengo rabia y claro que si me atacan responderé con todas mis herramientas, la violencia puede ser una de ellas, pero no voy a hacer apología de violencia. La violencia como autodefensa sí, pero no como medio ni fin.

Y si marcho sonriente y feliz con mis afines, no es porque tenga menos rabia, ni porque no me duelan las mujeres asesinadas en España, o las miles de mujeres que mueren en el mundo, o las agresiones a todxs lxs disidentes del género. Si sonrío es porque mi alegría es subversiva, porque miles de personas salen a la calle y dicen que ya está bien. Sonrío por esa unión, por saber que no estoy sola, no estamos solas, que algo se mueve, poco a poco, pero que va cambiando.

Les dejo con el audio de un poema con el que exorcicé la violencia psicológica que sufrí durante una relación afectiva hace muchos años: Amor cruel.

Bloque LatinajeMadrileño friendly y feminista 7N

Asor en el 7N

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Publicado en mujerpalabra.net en noviembre 2015