Canción del Hombre blanco conservador
¡Qué ocurrencia, mujer!
–resuena sólida mi risotada
en el burdel. Si no fueras puta
podría llevarte a la tertulia.
Cómprate algo, y hasta el próximo.
Me espera la bruja de mi esposada
para ir a misa a comulgar.
Canción del Hombre blanco progresista
Tu cuerpo es dulce, bonita,
pero no haces más que decir
tonterías –escucha mi bonachona risa
y no protestes. Soy magnánimo al decírtelo
sin darte una paliza, con humor
y con ternura. Venga, te follo y luego
me traes un café,
que tengo mucho que hacer.