De qué me sirve leer a Hemingway si yo aprendí el valor de mi madre
y no nacía del egocentrismo y los mitos,
sino del amor a vivir, la imaginación libre y la empatía.
Si yo no tengo que aprender a ser el desahogo de los Héroes,
a tortas en sus caídas, a violaciones en sus frustraciones y alegrías,
porque las mujeres me hablaron en mi adolescencia del placer,
y aunque tardé algunos años (por los acosos e insistencias),
finalmente seguí su consejo: elijo cuándo y con quién.
Si mi lenguaje es claro por distintas razones, como ves,
puentes de lianas para vuelos que arriesgan,
vegetación espesa con olor a bosque o a mar,
raíces entrelazadas, olor a estratos de tierras,
nada que ver con la imposición, la prevalencia,
esa triste y violenta identidad. Si pertenezco
a la saga de lo invisibilizado que es evidente porque
no recibí la suerte de nacer con esa arma que es Tener Cojones,
bolas de plomo para aplastarlo todo y así, ¡así¡, elevar
al Hombre a su gloria… El Hombre –lo último que yo querría ser, psicópata–
ese guerrero violento de paja, abuso y miedo.
No soy de tu mundo, aunque lo conozco bien. Tú, sin embargo,
no sabes nada del mío. Nunca nos has echado de menos,
nunca nuestras mentes… humanas como la tuya,
tuyo y vuestro ese crimen contra la humanidad.
Yo aspiro a otra cosa, a mucho más.
Lee tú a Hemingway, si lo necesitas.
(Modificado el 11 de septiembre, 2012)
« Sobre la crueldad patriarcal: «mujer» (primer borrador) Mayo 98 »
Es muy cierto eso que dices, aunque en mi caso, leo también por el placer de comprobar cómo «juntaban» palabras las mentes expertas en el arte de escribir, pero me he propuesto como reaprendizaje, escuchar y aprender de las olvidadas, de las escritoras, que salvo excepciones muy nombradas y poco estudiadas como Rosalía de Castro, Ana Mª Matute e Isabel Allende, el resto de las mujeres escritoras, pasaron por excéntricas y locas y es hora de reivindicarlas ¿Verdad?
Hola, Sofía!
Sí… Yo, hasta COU, de la única mujer que supe de todas las asignaturas que hiciera algo para la humanidad, por decirlo de alguna forma, fue de Rosalía de Castro, que en realidad no dimos, sólo la mencionaron, porque dimos, claro, a los que escribían con mérito, los hombres.
Yo entonces no me di cuenta de que no nos habían enseñado nada que procediera del trabajo de una mujer, claro. Y tampoco me di cuenta en los primeros 5 años de universidad. Por suerte, dejé la carrera en quinto, para hacer cosas más interesantes, y cuando volví, 8 años después, ya sí había dado con el feminismo, lo que me había ayudado a recuperar la sensibilidad mínima que te capacita para notar que no están las mujeres, más que como decorativas, como dice Ferlosio. En esa segunda fase universitaria, por tanto, cuando di literatura estadounidense, noté que el programa incluia a dos únicas mujeres, ¡en Estados Unidos!, Anne Sexton y Sylvia Plath. Las llamaban de «poesía confesional», y yo tenía muchas ganas de que llegaran esas clases. Pero cuando tocó, el profe se las saltó. Yo no estaba integrada en la vida universitaria, ya me veían mayor, por lo que inicialmente no dije nada. Pero me sentí mal de no hacerlo, y fui al Departamento a pedirle al profesor que cumpliera con la programación, y a decirle que ya era bastante grave que sólo hubiera dos escritoras, cuando había tantas en EEUU. El profe me dijo que es que él no las había leído, o que no sabía suficiente como para darlas bien, y yo le respondí que era su obligación darlas y nuestro derecho tener aquellas clases. Con buen ánimo, me propuso que las diera yo. Y yo dije que yo no era profesora universitaria, sólo lectora. Y me fui, humeando, sintiéndome muy mal. Pero de nuevo, mi compromiso social me tiró de la oreja: «Cómo puedes desperdiciar así la oportunidad de hablarle a tu clase, de hacerles notar que no hay mujeres de las que nos digan que haya nada que aprender, y de presentarlas leyendo poemas de ellas, para alentarles a leerlas». Así que volví al Departamento, y quedamos en que yo daría a las dos escritoras en una clase. Ya ves.
Como siempre, «me meto en líos» como lo llama la gente, que como lo llamo yo es «me toca hacer lo que no quiero hacer, porque si no, se queda sin hacer». No me gusta hablar en público, lo paso mal, aunque me haya ganado luego la vida como profe (este hablar en público es muy distinto). Preparé un texto para fotocopiar titulado «De la necesidad de leer también a mujeres, de que nos sirvan como modelo», 1 página. Y me copié unos cuantos poemas. Hice las fotocopias para no sé, vendrían 80, creo (era quinto de Lit EEUU), posiblemente menos. Tuve la genial idea de invitar a mis amigas, y vinieron 5 o 6, eran feministas unas y casi feministas otras.
El profe iba a introducirme, pero se puso a narrar muy dramáticamente el hecho de que Sylvia Plath se suicidara (que la pobre dejó incluso el biberón ). En lo que llevábamos de curso, varios escritores se habían suicidado, y él no había mencionado si dejaban bebés, por cierto. Creo que cuando yo empecé mencioné brevemente esto. Y añadí: «no debemos juzgar a quien se suicida, no sabemos nada». Y empecé a leer la fotocopia que repartí. Y luego algún poema.
Levantaron la mano rápido. Para decir, con indignación, que estaba muy mal que una madre se suicidara, bla, bla, bla. No quiero recordar más. Sé que mis amigas intervenieron. Yo estaba como pasmada y a ratos creo que furiosa, respondiendo para centrar el tema en lo que nos ocupaba: la literatura de aquellas mujeres, conocer sus poemas. No hubo manera. Fue una salvaje carnicería.
Y quién me manda a mí. Un gran odio al feminismo, a las autoras (la otra también se suicidó) y a mí. Todo tan irracional que me da dolor de cabeza sólo acordarme!
A raíz de aquello, yo había hecho unas tiritas de papel con unos 10 libros y sus autoras y el título: ¿POR QUÉ NO LEER A MUJERES?, y lo había chichetado en los tablones de Filología. Pues bien, los habían roto y pintado: en uno ponía «PORQUE NO». …
Pero mira, cuando Napoleón invadió España, se cargó la Inquisición, creo (tendría que confirmarlo, si te enteras avisa!), y sin embargo la gente española gritó «Arriba las cadenas», para echarle. Por eso yo no celebro el 2 de mayo. De esto tengo noticia por Goya, creo. Algo debí leer hace mucho al respecto, por eso no me atrevo a asegurarlo. Pero hay miles de ejemplos, de violencias así, secundadas por la mayoría incluso. No voy a recordar ahora cómo hablaba la gente «normal», la obediente del orden y poco sensible a los derechos, del dictador al inicio de la democracia.
Este poema es una metáfora, en realidad, y muy afortunada, pienso. Me dejó electrizada escribirlo, la verdad. Está lleno de amor y de furia, al menos así lo sentí. Es desesperante la especie, lo poco sensible que es a ver las mentes de las mujeres como mentes humanas. Su docilidad y falta de criterio. Su falta de amor, siempre criminalizando (demonizando) a quienes justamente hacen cosas por mejorar la sociedad.
Yo me eduqué en un insti público a la muerte de Franco. Era experimental y fue increíble estar allí. Todo lo mejor de profes felices de iniciar una democracia lo mamé yo. Y todos los debates tras el fracasado golpe de Estado. Y eso que yo no entendía nada, ni sabía nada, porque aún estaba muy perdida en mi mundo. (Creo que conseguí aterrizar después de los treinta y tantos!) Pero nadie era feminista. Hace poco, leí algo del inicio del feminismo en España, y lo entendí. Y aunque mi gratitud al centro aquel ha sido siempre grande, no me enseñó el feminismo. Tardé varios años más en encontrarlo. Y fue un shock: me habían arrebatado todo un mundo posible por omisión!!! Ade´mas de todo lo que se podía ver si te sensibilizadas a superar el velo en los ojos, había un arma brutal que era la invisibilización. Y es tan fuerte hoy como antes, para la inmensa mayoría: fíjate en cómo se conciben los derechos de las mujeres ahora, que los tienen. Como si siempre hubiera sido así, como si eso no hubiera tenido nada que ver con el feminismo. Nadie lo cita como la revolución noviolenta del 20, que deja claro que se puede cambiar profundamente algo social sin usar la violencia y sin acceder a puestos de Poder!
Pena de especie. Pero ya lo dijo Orwell, Freedom Is Slavery, Peace Is War, Ignorance Is Strength. 🙁
Yo me alegro de ser feminista con todo mi ser. Cuando ves, ya no puedes dejar de ver, y aunque sea dura la injusticia, la incomprensión, eso es lo que siempre hemos tenido como especie. Pero al menos ha habido gente que ha sabido vivir de maneras más inteligentes, no? 🙂
Siento los rollos!
PS: Yo sí leí a Hemingway, con el respeto de estar leyendo a alguien de la Generación Perdida. (Que por cierto, nunca nos hablaron de Gertrude Stein, de la época, y de todas las mujeres que poblaban la Cultura en esos días.) Y aunque estaba incómoda con cosas, desde un protofeminismo, hice, como feminista después, sin duda, la mejor lectura posible de él, el aprovecharle al máximo para ver el tesoro que compartía. Con todo, sólo recuerdo El viejo y el mar. La lucha a brazo partido para supuestamente nada, nada material, digamos. Y esto lo entendí no desde su masculinidad promulgada y prototípica, porque los AntiHéroes patriarcales son como los Hijos Rebeldes, son Machos, son el Hombre, no son hombres de otro estilo. Porque las feministas podemos todo! 😀
Pero ahí va la pregunta: ¿Por qué en Filosofía nunca nos han hablado al menos al final del curso (siempre celebrando aunque sea una miaja) de qué pensaban los filósofos de las mujeres? Si lo hubieran hecho, no habría prosperado, como ha prosperado, la mentira moderna de que el masculino es neutro. ¿Por qué en la universidad se lee a Rousseau y nunca se llega al Libro V del Emile? (los cuatro primeros son sobre la educación del hombre, y el quinto sobre la de la mujer). Me estuvo Atticus contando cosas de Rousseau, no que yo le haya leído, pero preguntaba, por lo del mayo 68, que le tenían amor, y leyendo trozos del Emile.
Si podemos aprovechar cosas de autores que subestimaban e ignoraban a las mujeres, cómo no vamos a poder aprender cosas de las mujeres, cosas que no sean «maternales» (de maternidad patriarcal, que por cierto, siempre nos lleva a degradarla de algún modo).
Joe, Sofía! Disculpa el rollísismos!!!
Sobre autoras: al volver de vivir en Londres, vi que las únicas mujeres que habían publicado y eran conocidas (pero no notábamos que eran mujeres) eran Agatha Christie y María Moliner (para quienes tuvieran la suerte de tener madre/padre que entendiera que en una casa debe haber varios diccionarios, como que deben leer fuentes distintas de noticias). A María Moliner la odiaron los RAEnígenas. Y la literatura de Agatha Christie se considera menor. Cómo no. Cómo no. Como si leer a Reverte fuera toparse con buena literatura!
Uau, bueno, deja de disculparte por alimentar nuestras neuronas!!!!! Lo único que siento es que la letra de los comentarios que aportas es diminuta.
Mi colegio también fue experimental pero jamás desde la perspectiva de la mujer y mira que eran mayoría… el instituto, público igual, fue muy reivindicativo en los 70 pero poco a poco se fue apagando y desde luego, tampoco nos enseñaron sobre mujeres ni feminismo. Mi entorno más cercano bebe del patriarcado amistosamente aunque se divierten criticando a los maridos vagos, alimentan orgullosas (las mujeres) esa situación a la que me enfrento con gran cansancio. Espero que mis sobrinas, hijas de sangre nórdica, refresquen un tanto por su forma de vida y su educación lo retrógrado que aún permance en mi familia.
Sobre la universidad… me pasó algo lejanamente parecido (por cierto, qué genial tu intervención, aunque no lo creas y te moleste el recuerdo en la memoria, estoy convencida de que alguna semilla hiciste germinar sin darte cuenta) en mis clases de Filosofía y mi profe incluyó en el temario a Judith Butler y me hizo leer un capítulo de uno de sus libros pero como además, siempre tiendo más a defender las especies no humanas, pues me encomendó otro trabajo sobre la pederastia con esa cansina cantinela de que la gente que amamos y defendemos la Naturaleza nos olvidamos a propósito de lxs niñxs…
Quiero decir con esto que Mujeres/Naturaleza son las asignaturas pendientes de Los Hombres, del Hombre, del género masculino. También en Expresión y Comunicación hablaron del lenguaje inclusivo, quería el profe debatir, pero sólo aportó información en contra. Yo le envié decenas de artículos (linkeados la mayoría de MP) pero él nunca los divulgó en la clase. Y cuando tocó debatir le dije que estaba en contra de sus argumentos pero que no rebatiría porque me había dejado en inferioridad de condiciones y no quería parecer la «histérica» de turno, le dije a la clase que había mucha información en la Intranet de la Universidad, en esa asignatura, y que no se podía dejar para la última media hora del curso un tema así. Pero también a mi me pareció que a nadie le interesaba mi protesta.
Y te digo que la inmensa mayoría de aportes que he compartido en estos años de universidad sobre mujeres, han provenido de las discusiones y reflexiones que abres en Fbk en Mujer Palabra y que yo me he llevado, a mi manera, con mi pequeño bagaje, a clase a través de trabajos «transversales». ¿Que me pedían un trabajo sobre literatura inglesa? Pues yo les hablaba del movimiento gay a través de El Retrato de Dorian Gray o de la necesidad de la mujer en pleno siglo XXI de tener «su propio cuarto» con mi querida V. Woolf.
Hay que hablar de la mujer como si no la mencionaras y así entra todo «hasta el fondo». Lamentable.
¡MÁS DE UN PENIQUE POR TUS PENSAMIENTOS!
P.S: Sobre «patriotismo» y Pepe Botella http://foro.artehistoria.net/foro/viewtopic.php?f=7&t=4981
Sofía!! OH! No vi el tamaño! Siento que hayas tenido que leer así!!!! Mira, es del blog, pero en tu ordenata puedes siempre aumentar o reducir la visión, yendo a VISUALIZACIÓN, o yo aquí le doy a Control (del lado derecho) y al tiempo al signo + He tenido que darle varias veces para poder leer esa letra!
Te leo con más calma pronto. Abrazos!!!
Michelle: cada dia aprendo algo de vos, leerte me produce calor, compañía, bueno no sé explicarlo, pero es así. yo recibé similar educación pero no la juzqué por mucho tiempo, nadie era feminista y ni se sabía qué era, pero desde chica mis libros eran los escritos por mujeres, así que algún germen habría. Igual no tengo muy bien educado mi ojo que lee y caigo en pavada a veces Te quiero mucho
Leída, por fin! Joe, es todo tan pesado, cierto! Por eso tenemos que ser fuertes psicológica o emocionalmente. No se dan cuenta de cuánto machacan… siempre tan cargados y cargadas de razón! Cómo me espeluzna esa actitud! Hay un problema gordísimo con eso de que la gente no sepa tener una opinión sin que sea a costa de otra gente…
Esto que dices, del tema, «Quiero decir con esto que Mujeres/Naturaleza son las asignaturas pendientes de Los Hombres, del Hombre, del género masculino. También en Expresión y Comunicación» es totalmente cierto. Yo no sé cómo tanta gente de izquierdas puede vivir sin necesitar mejorar en su percepción de los seres humanos y l@s animales. Desprecian el feminismo, como desprecian la defensa de que animales somos todxs y también debemos convivir con otras especies sin hacer tantísimo daño.
Ah! Es MUTUO!!! El mundo está lleno de gente, pero encontrar con quien comunicarse o sentirse en buena compañía a veces es lioso y trabajoso. Yo por eso amo internet: te permite encontrarte/nos!!
Sí, a mí me pasó igual, sí, o sea, también estaba dentro, pero no lo sabía. Yo también te quiero, Vechita! Nos damos fuerza mutua! 🙂 Es una manera extraña pero real de acompañarse, verdad?! Mua!
Me gusta lo del «guerrero violento de paja, abuso y miedo», pero no tienes ninguna razón en lo de que no os echamos de menos. Tú has vuelto a mi «Avecia» perdida apenas hace unas semanas, y celebro infinito que estés de vuelta. Me supone un acicate para volver a la escritura. Gracias, es un poema espléndido.
Ahí va! Pacoooo! Qué guay leerte! Qué alegría! Pues sí, a escribir! A escribirnos el mundoooo! 😀 Hoy he modificado un verso para meter un encabalgamiento, creo que se llamaba! Sí, a mí me gusta. No me gusta lo de «Tener Cojones», claro, ha sido una lucha ponerlo. Pero si suena mal, es por esos que los tienen y que lo dicen y cómo lo dicen, y todo como significando VALOR, huevos = valor! Si fuera alienígena, fliparía! Es casi infantil en cosas este sistema! 🙂
Eh, no me mandaste el poemaaaa! Siempre me he acordado de «entre el algodón de tus sienes», porque me sorprendió mucho que tuvieras una visión tan bonita de mí, entonces me odiaba. Y aún me sorprende, pues hay gente que me ve como una malota! (pero soy buenota, más bien, es que la lucha por la justicia te hace parecer malota, pero es todo por un Noble fin! 😀 )
Me voy a cenar! Abrazos!
Hola Michelle, sería posible que le abrieras un registro de aprobación, interesante o no me gusta al blog. No suelo escribir, pero me gusta alentar a quienes lo hacen cuando su producción es buena y una buena forma de hacerlo, creo yo, es dejar mi opinión en el registro del blog. Si está, indícame donde que no la encontré. Mucha suerte.
Hola, Rosa Amelia! Gracias por postear! No sé si entiendo bien lo que pides. Voy a pensar. Talogo!
He pensado y creo que lo que dices es una opción Me Gusta, no? Pues verás: no sé cómo hacerlo. Aunque este blog lo tomé de regalo del WordPress, me lo instalaron en Mujer Palabra, y al parecer no tengo las mismas cosas que los blogs que están alojados en el servidor del WordPress. Será eso lo que dices?
Saludos sororos!