He andado muy oscura, amarga,

como la raíz del tejo, como su mirada verde,

un lobo perdido, hasta encontrarte.

 

Y ahora no sé dónde colocar las letras de la humareda,

los sólidos signos que anuncian las catástrofes,

ni este pesado cofre de la madre asesinada y muerta,

el amor perdido para siempre,

los espejos del odio gigante.

(Pero me esfuerzo en apartar las leñosas raíces negras,

para quererte como si fuera otra).

 

Ésta es la historia:

Caes sobre mí como la lluvia de un mundo antiguo y fresco,

y me haces mirarte con un brillo inocente,

de infancia salvaje y buena.

 

Madrid, 1 y 2 de junio, 1998. A JM

 

Caramba! Me lo acaban de leer!!

No lo recordaba, ni lo tenía…

Bueno, una alegría, no suena mal, aun hoy, en el 2012! Es una gran «prueba» resistir el tiempo para la autocrítica… Quizá sirva, pues. Iría a Poemas de mucho amor (y tengo que quitar el poema en inglés, que no me gusta nada!)

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