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Creadoras - Narraciones

Volver a Narraciones Dos feministas y la torre Eiffel

Silvia (Gómez) fue a París y visitó la torre Eiffel. michelle vínculo externo (renyé) tuvo un sueño con la torre Eiffel y lo escribió. Intentó dibujarlo, pero no le salía. Un día en la red social (2015) vio esta foto de Silvia, que le trajo de golpe el sueño, y compartieron un momento de comprensión feminista en torno a la metáfora de una mujer, feminista, trepando por el interior de la Torre Eiffel y viéndose poco acompañada en su esfuerzo de ayudar a la población...

Foto de Silvia dentro de la torre Eiffel (antes de trepar...)

silvia antes de trepar

Poema de Silvia, "Despertarnos"

Relato de michelle del libro "La saltadora. Relatos feministas" vínculo externo

15. Dos sueños de cuando la saltadora cayó en un pozo

I

En la Torre Eiffel
(Ocurre que en un momento tienes que subir)

He seguido subiendo los escalones de hierro intentando ser lo más ligera posible, y cuando éstos se han terminado, he tenido que empezar a escalar. Ha sido relativamente sencillo: la columna central de la torre tiene refuerzos como vértebras cada metro y medio, calculo, y me apoyo en ellos. Ahora el viento es muy fuerte, por lo que me abrazo con firmeza al hierro.

Miro abajo y no comprendo nada: estoy sola, la distancia que me separa de todas esas personas es tan grande que no pueden verme. Creo que es esto: yo las veo porque sé que es posible (estoy aquí); ellas no ven porque no pueden imaginar que se pueda llegar a la cima, ni miran siquiera hacia aquí. (No sé por qué mi relación conmigo misma es tan mala si soy capaz de realizar hechos como éste. Tendrá algún valor, medito.)

Sosteniéndome ahora con las piernas, uso los brazos para empujar hacia arriba con todas mis fuerzas y mi coraje porque tengo que mantener la torre completamente quieta para ir posándola casi imperceptiblemente. Cualquier movimiento, por leve que sea, podría lanzar despedidas a los seis millones de personas que continúan subiendo. Una masacre.

La torre está sólo a dos metros del suelo, pero… Por qué no miran para aquí... No puedo sola. Los músculos de mis brazos empiezan a empaparse de sangre. Me van a estallar del esfuerzo.

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Información sobre uso de este material: contactar con Silvia, contactar con michelle
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