Hoy con el orden mundial bipolar del eje del mal y del bien que nos quieren imponer y cuando los gastos militares se incrementan en todo el mundo, seguiremos denunciando que la carrera armamentista solo nos hace involucionar en términos de desarrollo humano sostenible y sustentable; seguiremos denunciando que la militarización social y las estrategias de destrucción y de terror, son una salida falsa a los conflictos.

Vuestro testimonio nos transmite energía, nos anima y fortalece para persistir, desde nuestras realidades, en la urgencia de construir alternativas a la lógica excluyente y destructiva. Nos desafía a continuar esta caminada permanente de construir la paz desde la ética feminista y pacifista; recuperando la memoria histórica, la superación de la impunidad y demandando reparación como garantes para una verdadera reconciliación postconflictos y así dar paso a democracias fuertes y participativas.

Desde nuestro sentir de Mujeres de Negro, aspiramos a que todos estos macroesfuerzos que realizáis por construir "... éticamente... un país y una casa sin guerras y sin violencias" se concreten a través de la recuperación y visibilización de la voz de las mujeres y hombres del Putumayo; a través de la dignificación del trabajo de las miles de campesinas y campesinos que están siendo afectados por las políticas hipócritas contra el narcotráfico. Y de ésta forma se concreten a través de vuestro empeño de defender una salida política negociada al conflicto armado, social y económico que perdura por varias décadas.

Vuestras opciones de vida digna para todos y todas, nos reafirman el sueño común para toda la humanidad: