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Yo soy una de las Mujeres de Negro en Israel. El gobierno de Israel está cometiendo crímenes contra la humanidad en Gaza
Queridas, queridos:
Esta mañana estuve viendo imágenes de niñ@s en el llamado "Campo de Concentración de Gaza".
Este horror, esta crueldad se hace en mi nombre: una mujer judía israelí que vive en Jerusalén Oeste.
Los crímenes de Israel contra la humanidad en Gaza se hacen en mi nombre: una feminista activista por la paz.
Estas matanzas están hechas en el nombre de los que yo quiero.
Este sufrimiento está causado en el nombre de mi comunidad.
Este crimen contra l@s niñ@s, mujeres y hombres palestin@s en Gaza se hacen en mi nombre.
Siento una profunda vergüenza.
Siento dolor.
Lloro.
Siento rabia.
Siento impotencia.
Soy parte de una comunidad activista.
Mi comunidad actúa todos los días para detener este derramamiento de sangre.
Mi comunidad actúa contra la ocupación que dura ya muchos años.
Mi comunidad actúa para buscar una solución justa para el conflicto israelí palestino.
Mi comunidad actúa en solidaridad con el pueblo palestino.
Mi comunidad reconoce que el pueblo palestino aspira a vivir en paz.
Mi comunidad es consciente de los resultados violentos de la ocupación y de la pobreza y desesperación que conlleva.
Mi comunidad coopera con l@s palestin@s en cuestiones ecológicas y de proyectos de empoderamiento económico.
Mi comunidad actúa contra el racismo.
Mi comunidad actúa contra la pobreza y a favor de la justicia social dentro de Israel.
Mi comunidad actúa por los derechos de las mujeres.
Mi comunidad actúa por la solidaridad entre las mujeres.
Mi comunidad es judía–palestina.
Mi comunidad es joven y vieja.
Mi comunidad actúa por los derechos humanos de l@s palestin@s.
Mi comunidad actúa por sus derechos económicos, sociales, civiles y políticos.
Mi comunidad reconoce que nuestra propia seguridad y bienestar están conectados con el bienestar de l@s palestin@s y su seguridad y prosperidad.
Mi comunidad actúa contra la violencia y la guerra.
Mi comunidad rehúsa participar en la guerra y en la ocupación.
Mi comunidad actúa por la justicia, prosperidad, conciencia ecológica y paz.
Mi comunidad es parte de un movimiento político feminista global por la paz que vincula la guerra con la violencia hacia las mujeres y las ve como una base del patriarcado.
Mi comunidad actúa para detener el derramamiento de sangre y crueldad al servicio de los grandes poderes que combinan estructuras militares, fundamentalistas, capitalistas y nacionalistas.
Mi comunidad está formada por muchos círculos, cercanos y lejanos, de activismos y conocimiento.
Mi comunidad es diversa, variada y rica en sus colores.
Mi comunidad es de mujeres, hombres y multigénero.
Mi comunidad es hetero, lesbiana, gay, bi, queer y transgénero.
Mi comunidad es local.
Mi comunidad es global.
Yo soy una de las Mujeres de Negro en Israel.
El gobierno de Israel está cometiendo crímenes contra la humanidad en Gaza.
Siento vergüenza.
Siento rabia.
Siento impotencia
Nosotras(os) no pudimos detener el mal.
Nosotras(os) continuamos con las protestas en las calles todos los días, para apelar a quienes toman las decisiones, para distribuir información, para firmar peticiones, para enviar ayuda humanitaria, para hacer acciones directas, para escribir cartas y distribuir folletos.
En el sur de Israel, donde sufren la violencia de los misiles también hay voces por la paz.
Nuestras voces no son escuchadas.
Nuestras voces claras y fuertes son silenciadas.
Nuestras voces no llegan a nuestras hermanas y nuestros hermanos en Palestina.
Nuestras voces no paran el fuego y la destrucción.
Continuaremos actuando y teniendo esperanza.
Continuaremos cruzando muros patriarcales impuestos, fronteras y guetos.
Continuaremos escuchando los gritos de Gaza.
Continuaremos escuchando los gritos de Cisjordania.
Escucharemos también los gritos de las mujeres y niños del Congo, de Uganda del Norte, del Sur de Sudan, de Colombia, del Afganistán, de Irak, de Irán y de cualquier otra parte.
El sufrimiento está conectado en todas partes y es parte de la misma cultura política patriarcal.
Decimos en voz alta no en nuestro nombre.
Rehusamos ser enemig@s.
Rehusamos participar en relaciones opresoras.
Continuaremos oponiéndonos a la guerra y al militarismo.
Continuaremos creando una cultura de la no-violencia, justicia y paz.
Continuaremos sirviendo a la humanidad.
Queremos poder aprender y enseñar que todo es uno
Queremos poder aprender y enseñar que uno es todo
Queremos poder encontrar transformación, justicia y cura
Queremos que todo el mundo pueda vivir en Paz
Queremos que todo el mundo pueda vivir en alegría.
Yvonne
Jerusalén, 8 de enero de 2009
Traducción: autor/a desconocido/a
Revisión de la traducción: Laura Moreno, MdN de Málaga