La noviolencia transforma las relaciones entre las personas (empezando por el propio posicionamiento personal), las sociedades y el entorno. No nos sirve una estrategia noviolenta que persiga el poder, pues entendemos que precisamente en este proceso se deben "descomponer" las relaciones de dominio, no sólo sustituirlas.
Hoy, como siempre, pero con más urgencia por la constatación de los efectos negativos que produce la violencia en las personas y en sus derechos, consideramos que es más necesario desobedecer y decir "No en nuestro nombre" a las medidas que los gobernantes o líderes cercanos implementan para reforzarse y mantenerse en su posición privilegiada.
También hay que desterrar la violencia como herramienta política y para ello hay que analizar las responsabilidades individuales y colectivas que han hecho posible su pervivencia durante tanto tiempo. Trabajar para expulsar el militarismo que ha impuesto miedo y desconfianza en la sociedad y así hacer posible la recuperación de la convivencia.
Como mujeres consideramos que la violencia institucional o del colectivo siempre desfavorece a los sectores más frágiles y nosotras hemos sido y continuamos siendo uno de los más vulnerables. Porque el poder y el patriarcado, que es lo mismo, utiliza nuestros intereses y nuestros cuerpos para sus fines. La noviolencia da herramientas para analizar cómo estos han condicionado nuestros derechos, nuestras vidas. Así mismo, la noviolencia ha sido la estrategia con la que las mujeres hemos conseguido nuestros derechos y ha hecho posible construir otro modelo de sociedad
La noviolencia va a ser la compañera que nos facilite defender todo aquello que consideramos necesario defender para hacer una sociedad más solidaria y justa.
Mujeres de Negro (Madrid) contra la guerra - 9 de diciembre 2012
Publicado en las Jornadas de noviolencia (Bilbao, dic 2012)