En 1988 en Israel, durante la primera Intifada, un grupo de mujeres deciden dar respuesta de forma organizada a la política de su gobierno respecto a los Territorios Ocupados. Decían que era una forma de "Organizar su rabia" por tal política. Un viernes de diciembre salen a una plaza de Jerusalén a decir "no a la ocupación". Desde entonces, y de forma ininterrumpida, todos los viernes han estado presentes en las calles y plazas de numerosas ciudades israelíes. Estas mujeres nunca hubieran pensado que esa respuesta iba a ser el germen de la actual Red Internacional de Mujeres de Negro contra la Guerra, presente en varios países. Han sido el catalizador que ha aglutinado el sentimiento de muchas mujeres contra las guerras que nos asolan. Para visibilizar esa respuesta, todas las mujeres de la red de mujeres de negro hablamos diciendo no a la guerra y la violencia; hemos querido ser las portavoces de esas otras mujeres calladas y ninguneadas por los respectivos gobiernos, dirigentes, ideologías totalizadoras, o medios de comunicación de masas.
Este "no" a la guerra es un "no" cargado de contenido, con el que decimos a nuestros líderes, de uno y otro signo, que las guerras son un crimen contra la humanidad y que a todas las consideramos ilegales e ilegítimas, aunque estén declaradas bajo la tutela de la ONU.
Las Mujeres de Negro, independientemente de nuestro lugar de residencia, rechazamos el papel de espectadoras o víctimas que se nos otorga ante una guerra. Nos negamos a seguir asumiendo sobre nuestras espaldas los efectos y el impacto psicosocial que producen las guerras sobre la vida cotidiana de las mujeres y las familias, y asumimos el papel de sujeto responsable de nuestros actos ante nosotras mismas, ante los líderes cercanos, la comunidad y el resto del mundo. En nuestro nombre no se va a resolver el conflicto de forma violenta. Y la respuesta la van a decir de forma pública, activa y noviolenta. No se conforman con la respuesta maniquea de buenos y malos, los nuestros o los otros.
No reconocen la estigmatización de los grupos por su origen o procedencia. Tener que optar por unos u otros. Como decía Cinthya Cockburn en Londres, durante los bombardeos de la OTAN a Yugoslavia, "Poder decir ni esto ni lo otro". Es una respuesta que no gusta a ninguna de las dos partes enfrentadas. Porque con sus acciones al sembrar terror buscan el anonimato, necesitan masas uniformes, que no haya fisuras, que no haya disidentes internos. En suma, que nadie piense por su cuenta. Y Mujeres de Negro precisamente es lo que va a hacer: desobedecer y ser autónoma.
Y además hará otra de las transgresiones explícitas o implícitas, que es la de saltar los muros o barreras que los poderes de turno han impuesto, y establecerá relaciones y lazos con la otra parte, l@s enemig@s declarad@s. Esta es otra trasgresión intolerable, porque se necesita estigmatizar de forma unánime a la otra parte, y el poder hará lo posible para que la comunidad las rechace, considerándolas parte del enemigo, y de esta forma desacreditarlas de cara a la opinión pública. Se va a tener la posibilidad de que juntas busquen otras alternativas, distintas a la de la violencia, para dar respuesta al conflicto e ir sentando las bases a una convivencia basada en otros valores distintos que el del poder, la superioridad de un@ sobre otr@.
Mujeres de Negro mantiene que los conflictos estallan por el ansia de poder, del no reconocimiento del otr@, de la injusticia mantenida. Alegando a la solución de estos, aumenta la militarización de la sociedad y con ella la necesidad de la resolución del conflicto a través de violencia, como forma patriarcal de organizar la sociedad. La historia también demuestra que con este recurso lo que se consigue es la perpetuación o agravamiento del problema y quién sale reforzado es el militarismo local y el global. También es cierto que a lo largo de los siglos se han dado respuestas más imaginativas, de oposición a la guerra, pero que han sido ocultadas para que no sirvieran de modelo. Por el contrario, el modelo que sí se ha usado pródigamente ha sido el de la violencia, como el único posible y viable. Y para que no se olvidara, se ha creado toda una cultura en su entorno.
Las victorias de unos sobre otros, son las fiestas nacionales. La historia oficial gira en torno a los héroes de un lado (casi siempre victimarios de la otra parte) con monumentos por todas partes.
Los conflictos o guerras "estallan" cuando se ha permitido que las causas de los problemas se hayan complejizado. Sí precisan que haya voluntad política para buscar una solución conjunta y justa. Y es para forzar el compromiso en esa búsqueda, por lo que Mujeres de Negro decimos que la sociedad tiene que asumir su responsabilidad en ese conflicto. Con su "no colaboración", desobedeciendo públicamente de forma no-violenta a planteamientos violentos, incidiendo en que haya un compromiso en la búsqueda de una alternativa donde gane la convivencia y la sociedad civil. Por eso, en muchos conflictos actuales Mujeres de Negro pide la inclusión en las mesas de negociación de l@s trabajador@s de DDHH y de grupos pacifistas, de mujeres, para que hagan de catalizadores.
Otra de las reivindicaciones constantes de Mujeres de Negro, es la reivindicación de la memoria histórica. Para que no sea utilizada unilateralmente de forma; para que podamos aprender de los errores y aciertos del pasado, y de esta forma asumir la parte de responsabilidad y culpabilidad que hemos tenido en esos hechos, para que las violaciones de los derechos humanos no queden impunes.
Mujeres de Negro quiere estimular y estrechar los vínculos que hay entre el feminismo y el antimilitarismo para poder ir conformando una nueva sociedad donde imperen otros valores. Ve la necesidad imperiosa que hay de desmilitarizar nuestras vidas y nuestras conciencias, de reeducar a toda la sociedad en una cultura de paz y para la paz e ir haciendo otra historia distinta para las generaciones futuras.
Mujeres de Negro quiere denunciar también que la violación y la tortura a mujeres se han convertido en una práctica recurrente en los conflictos. Queremos expresar nuestra indignación y hacer evidentes los crímenes de Lesa Humanidad que se vienen cometiendo contra las mujeres en medio de los conflictos armados, y denunciar la utilización del cuerpo de las mujeres como botín de guerra.
RED INTERNACIONAL DE MUJERES DE NEGRO CONTRA LA GUERRA
Tras la fundación de Mujeres de Negro de Israel, muy pronto surgieron grupos de apoyo en otros países. Alrededor de las M d N de Belgrado también se desarrolló una red de apoyo muy importante por todo el mundo. En los Encuentros de la Red de Solidaridad de Mujeres contra la guerra se configuró la Red Internacional de Mujeres de Negro contra la guerra, que hoy está presente en los cinco continentes.
La relación de las mujeres en la Red es de intercambio, bidireccional. Somos el eco y la voz de nuestras amigas de los lugares en conflicto. Y hay una coordinación muy importante a través de la red informática.
Los símbolos con los que se identifica a Mujeres de Negro son:
El color negro, por estar de luto por todas las víctimas conocidas y
desconocidas de todas las guerras.
El silencio, porque no hay palabras suficientes que puedan expresar el
terror que genera cada guerra, y es en el silencio donde cada una podemos pensar y reflexionar mejor en las consecuencias que produce en nosotras y nosotros, en la sociedad, en el medio ambiente.
El manifestar públicamente nuestra postura en las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades para que ningún gobernante hable por nosotras.
La noviolencia, por ser la herramienta en la que creemos para trabajar por la paz y el antimilitarismo e ir creando una nueva sociedad donde se pueda "expulsar la guerra de la historia y de nuestras vidas".
ESPAÑA
Trabajamos con las Mujeres de Negro de Belgrado desde 1992 y formamos parte de la Red desde 1993. Hay grupos en varias ciudades. Además de trabajar contra las guerras citadas, cada grupo hace otro trabajo propio más relacionado con su realidad específica, en el caso del grupo de MdN de Madrid se tiene una estrecha colaboración con las mujeres de Colombia: La Ruta Pacifica de Mujeres, La Organización Femenina Popular.
La Ruta Pacífica de las Mujeres nació como una propuesta contra las violencias que aquejan día a día a las mujeres, queriendo vincular esta violencia cotidiana al fenómeno ya largo de guerra que vive Colombia. La Organización Femenina Popular nació en 1972 como una respuesta a la situación de violencia intrafamiliar y socioeconómica que en ese entonces se vivía en Barrancabermeja. Nació básicamente como una forma de brindar alternativas a las mujeres para la educación de sus hij@s, pero también como una propuesta de capacitación técnica para las mujeres.