Category: Manual Qué es violencia


“Soy vieja” no significa lo que entienden

Cuando digo “soy vieja” es normalmente para indicar que lo que expreso lo dice alguien que ha llegado a esa edad humana. (Sugiero que se relea la frase para entender lo que pone, sin interpretar cosas que no expresa.)

Llegar a la vejez me parece increíble, lo celebro a diario, lo disfruto a diario, aunque aquí también hay trabajos de aprendizaje (como en todas las edades humanas, muchos menos, pero importantes). Yo no cambiaría esta fase por ninguna anterior, sin dudarlo un segundo no la cambiaría. Ser mujer en los patriarcados de violencia-prevalencia es muy pesado.

Si eres Mujer, la gente a tu alrededor siempre partirá de dudar de tu inteligencia, de que estés diciendo lo que quieres decir, de tu cordura, aunque te “quieran bien”. Si en general, en esta cultura y sus valores, lo normal es no escuchar, cuando además dices que eres vieja, saltarán todas las alarmas en lugar de entenderse por qué se da esa información. Entre la gente más joven suscitará condescendencia, “No eres vieja” (aunque es lo que eres ¡y lo ven!) y entre gente de tu edad, horror (como si ser vieja fuera tener un pie en la tumba, cuando morir es algo que ocurre mucho a todas las edades, y no te digo si además te matan). Ser vieja no es algo que suscite interés ni curiosidad, en general, ni respeto, claro. Lo que hará pronto la gente es corregirte, orientarte, «apoyarte», porque no piensan ni siquiera leen lo que pones, para entender el mensaje. No cabe en la cabeza que nadie pueda decir “Soy vieja” como información para que te ubiques, pues no igual decir algo desde la vejez que desde la juventud. No quiere decir que en la vejez todo el mundo tenga razón frente a la juventud. Este marco intepretativo patriarcal que perpetúa la guerra en todo y del que yo soy muy consciente para escapar a menudo. Pero sí quiere decir que hay posibilidades que esa persona haya observado, meditado y aprendido algo que podría tener algún valor para quien escucha o incluso la comunidad.

Como soy vieja, es decir, como vengo observando este problema de forzar a la gente a ver la vejez como algo malo, y desvalorizarla, todo principalmente sin mala intención desde que cumplí 50 años hasta hoy casi 12 años después, es decir, como no hablo sin haber observado (soy así, aunque vieja, de naturaleza viva, curiosa, de buscar conexiones y tranformaciones de lo malo, soluciones noviolentas; me gusta observar y/para comprender, y la imaginación la uso para mil cosas pero no para no escuchar lo que la gente dice), voy a recomendar algo:

Que antes de interpretar un mensaje, se lea con atención, sobre todo si el impulso es de inmediato a CORREGIR a la persona, particularmente a quien se identifica socialmente como Mujer (yo ya lo dije de pequeña, cuando me decían a cada paso que “Eso no es de niñas”: seré un saltamontes). Que antes de determinar que una mujer NO SABE LLAMARSE, no sabe lo que se dice, hagáis como se recomendaba cuando empezaron las redes sociales o hacia 2010, al menos entre gente que nos comunicábamos porque sabíamos las posibilidades de transformación social que representaba que cualquier persona pudiera acceder a todas las informaciones y a comunicarse con todo tipo de personas en internet: preguntar antes de responder para verificar si se ha interpretado bien el mensaje (sobre todo si ves muy claro que tienes que decirle algo a esa persona, sea “bueno o malo”). Porque a lo mejor has interpretado mal, y hay que verificar que entiendes lo que ha puesto la persona a la que vas a indicar que no sabe lo que se dice.

Yo no digo “soy mayor” porque es un comparativo, y esta edad para mí no depende de comparación alguna, tiene su propio estatus, su propio nombre: vieja, vejez. Y no digo nunca “soy vieja” desde el apocamiento, si se leen los mensajes donde aparece, se puede verificar porque el resto del mensaje le da un contexto que permite la correcta interpretación.

La edad anciana cubre todos los años de todas las edades anteriores, como dice mi amiga Marie (si no te matan, no te matas, o no mueres por alguna enfermedad). Digo soy vieja con orgullo por haber llegado aquí, me parece increíble y motivo de celebración diaria. Yo ya vivía al día, es una tendencia que heredo de mi madre, y de una familia con tendencias a librarse de la normalización inescapable por su amor al arte, a la creatividad, a la imaginación. Y éste sigue siendo para mí ahora en la vejez un enfoque muy bueno, vivir al día.

Esta edad es un lugar incomparable cuando no te has dejado (todo un inmenso forzarte de continuo), cuando has sobrevivido a tu sociedad y cultura sin perder tus cualidades humanas, cuando has atravesado sin perderte a pesar de la inmensa dificultad mil luchas añadidas a todas las demás, luchas para normalizarte, que es decir, someterte a la visión prevalente, tan destructiva y hostil a todo lo bueno humano. No cambiaría mi cabeza de hoy, por mi cabeza antes, cuando dudé tanto de mi criterio porque la gente no tiene vergüenza de ejercitar la dominación, el intento continuado de forzar a otras personas a ser como ven.

Lo expreso de nuevo. Ser (vista como) Mujer en esta sociedad ha sido un infierno de masiva falta de respeto a todas horas, desde mi infancia, adolescencia, juventud mayor, edad madura, siempre, por la obsesión cultural y social de normalizarnos a una identidad que nos es ajena. Como persona fundamentalmente empática, inteligente y altruista, he escuchado y considerado, por si yo estaba en un error, he incluso dudado de mí misma, dada la magnitud del consenso, hasta ver eso, que la inmensa mayoría no se da cuenta de cómo perpetúa la cultura de violencia-prevalencia a cada paso, porque lo importante es tener razón, ese forzar, para dominar, someter, porque la identidad se tiene necesariamente que construir a costa de otras identidades, es Ley del Padre, y merece todo el desprecio y las violencias posibles si no se acata esta ley. Yo he sobrevivido a todo esto conservando mi cabeza, y me parece un mérito llegar a la vejez, no sólo una suerte. Feliz de ser vieja.

Recomendaría que se prestara más atención al lenguaje que usamos y cómo nos comunicamos. Se vería más claro, aunque requiere un control del miedo o valentía que ciertamente nace de valorar más rescatar lo más humano porque la cultura nos ha perjudicado hasta la médula. Aunque la intención sea buena, interpretar el uso de la palabra “vieja” patriarcalmente sin salvación es perpetuar sus sistemas de capacitismo, edadismo, y misoginia. Es educarnos en decirnos que las mujeres no razonan, no saben lo que se dicen, ¡no saben cómo se llaman! (concebir que esto es posible viene de nuestra perpetuación del lenguaje androcéntrico, tan humillante porque cuando hablamos como personas nos suena mal usar el femenino, que supuestamente es un rasgo fundamental de quiénes somos; si te llamas en masculino, no te tienes ni el mínimo respeto de llamarte sola quien en principio dices que eres, por qué te va a respetar el resto de la sociedad). Es educarnos a pensar que ser vieja es tan malo que no puede ni nombrarse, que las únicas capacidades que importan pasan por ser joven, porque en realidad haber aprendido en la vida en esta guerra perpetua contra las identidades, para normalizar de acuerdo a valores terribles, autodestructivos, no merece ningún respeto.

En fin. Yo seguiré llamándome como me llamo. No existe ninguna posibilidad, desde mi conocimiento y experiencia, de que deje de llamarme vieja.

Fuente: https://www.mujerpalabra.net/blog/?p=6273 «Palabras. Cuaderno de apuntes de michelle renyé» En mujerpalabra.net > Creadoras

Muy contenta hoy porque ya me he dado cuenta (en plenación total) de que aunque no pueda contar con una editora, una editorial, una profesional contratada, una persona con el conocimiento-sensibilidad necesaria para darme feedback sobre algunos de los textos que escribo para Sisters… (nada fáciles de escribir porque una vida exploradora y de ensayos de conexiones, me ha conducido al fin a un lugar donde se ve claro pero complejo y es complejo nombrarlo porque el lenguaje es nuevo pero tiene que hablar de lo reconocible), puedo hacer algo muy eficaz para la autocorrección: traducírmelos al otro idioma. He visto que cuando trabajo un texto mío haciendo eso, al traducirlo al otro idioma siempre hay algo que puedo luego mejorar en el original.

Realmente lo del bilingüismo, lo bueno que da, no está estudiado o apreciado (la de tonterías que dicen sólo porque no se detectan los condicionamientos ideológicos de las culturas de violencia-prevalencia). Y como todo lo que así está, nos da una ignorancia que juega en nuestra contra, y pareciera que fuera sólo malo.

Pero no, tiene mucho bueno. Es un regalo!

Así que bueno, todo es añadir trabajo! 😀 Va a ser superartesanal este libro! Todo cuidado hasta el suspiro. Pero así me quedo tranquila. Abrir caminos da mucha responsabilidad social, a quienes la sentimos. No es un tema que te sientas capaz de hacer sin pensar en las personas!

Ah, por cierto. Estamos hard-wired para aprender idiomas como especie, tenemos una creatividad lingüistica absolutamente maravillosa, tan maleable como nuestro cerebro y mentes humanas, no todo es odio y destrucción, violencia e injusticia, y si lo supiéramos, si supiéramos escuchar y razonar desde otros valores, no los prevalentes, claro, nos podría ir mucho mejor. Dos tercios de la población humana del planeta es bilingüe o trilingüe. El caso de España está muy perjudicado porque la RAE bloquea que se aprenda lingüística, lo que ofrece la observación o escucha del lenguaje, las lenguas, la comunicación, y no se escuchan más que barbaridades porque las narrativas prevalentes son poco fieles a nuestro potencial, o se centran en lo más feocho y no apoyan el desarrollo de lo más precioso. Atender a los idiomas, al lenguaje, la comunicación, a nuestras voces, y nuestra libertad para construirlas a pesar de la cultura prevalente, esa fuente de voz e información en nuestras vidas particulares y sociales, da muchas cosas buenas. Es muy triste que se siga validando el muro de la RAE y se desatienda a algo tan empoderante para lo que más nutre nuestros talentos humanos!

La historia de las culturas patriarcales que yo llamo de violencia-prevalencia porque se basan en la construcción identitaria del modelo de la Historia sancionada que es la única que se reconoce como humana, está atravesada de construcción identitaria a costa de uno de los dos grupos humanos a que se reduce la condición humana: ser Hombre implica dominar y demostrar la inferioridad de la Mujer (la Mujer, como grupo dominado, debe validarle, y eso se hace masivamente a través del uso del lenguaje androcéntrico). Ser cis y heterosexual implica concebir como enfermas a personas con otros cuerpos y sexualidades (incluidas las no-binarias), a pesar de nuestra larga humanstory natural identitaria. Ser persona «blanca» implica explicar la superioridad por color de piel, construida además con ese arma que son las naciones-estado, tan supuestamente homogéneas en identidad nacional o de pueblo humano, construidas sobre aplastar otras culturas humanas. Y así con todos los sistemas de opresión que construyen el mundo prevalente en el planeta, un mundo marcado por la sacralización del odio y la guerra como arma para la “resolución” de los problemas. Ni podemos nombrar este supremacismo cultural construido continuamente para imponerse al precio que sea, incluida la extinción. Ni se puede hablar de esto.

Tengo muy observado en las aulas y la sociedad que nos cuesta mucho aprender cosas “naturales” humanas por influencia de la cultura prevalente, por esos “valores” de «odio y guerra» en todo a todas horas, que construyen modos de hacer las cosas desde la hostilidad al otro grupo, no desde la racionalidad empática, mucho más eficaz para resolver problemas sin complicarlos, sin agravarlos. Desde esa ideología cultural prevalente que niega y distorsiona, que detesta talentos humanos tan fundamentales para la supervivencia y la convivencia como la imaginación y la empatía. Todo lo relacionado con la colaboración desde el respeto a la natural diversidad es visto como ridículo e intolerable si llega el caso.

Pero si pensamos desde la no alienación de la condición humana, desde la empatía y no desde la tradición cultural sancionada, está claro que es perverso que se diga que las personas jóvenes y adultas no representadas ni tenidas en cuenta en las narrativas empleadas en el sistema educativo padecen “fracaso escolar”. De lo que yo tengo visto, las personas que supuestamente se encuentran representadas en esas narrativas también lo padecen. Porque nuestro problema es una cultura irracional y violenta que se nutre de la destrucción, que nos hace creer que eso es natural, que desprecia todo lo que nos permitiría desarrollarnos y convivir, nos convence de que lo natural al Hombre blanco que es imagen del Creador, es percibir “al Otro” como amenaza, no lo que a diario podríamos percibir porque ocurre: que lo natural, como especie, es nuestra curiosidad, nuestra creatividad, que aplicamos a conocer el mundo y a resolver los problemas, nuestra capacidad para resolver problemas colaborando. Eso que debería ser el camino abierto en los lugares del sistema educativo, y no la destructiva Cultura Examen que tan eficazmente representa la cultura prevalente.

La inteligencia humana sabe muchas cosas, y si aprende lento, con dificultad, es que sabe algo importante que no se está reconociendo, no está en el funcionamiento de nuestra construcción social, y por tanto, se nos niega en nuestra propia persona. Yo he visto en el aula cómo cualquier persona, con traumas de ninguneo o vapuleo o teóricamente no, es capaz de aprender todo tipo de cosas y crecer sin traicionar su identidad cuando el entorno no es hostil, ofrece apoyo, amor, respeto, asistencia. Y lo he visto en mi propia vida como persona de una sociedad y cultura, a pesar de sus injusticias y violencias. De hecho, me asombra que con todas las violencias padecidas, esta cultura que deberíamos comprender se supera con nuestra evolución humanizante, no ha logrado cambiar la naturaleza humana, destruir lo bueno de lo que es capaz. Estudiar críticamente la Cultura Examen, cómo destruye la capacidad de aprendizaje significativo de todo el mundo, podría ayudar mucho a que percibiéramos mejor quiénes somos y qué potencial tenemos para superar las violencias, cómo se hace. Todo está a nuestro alrededor, en este caos de confusión y violencia.

Así que a mí, cuando escucho lo de que el pueblo gitano, las personas inmigrantes, las personas creativas y empáticas, las personas con cuerpos o sexualidad no-normativas va mal en estudios, no se esfuerza, no aprende, no me convence. Lo que ocurre es que no somos conscientes, nos cuesta comprender que venimos de la atroz narrativa de nuestro pasado, esa que excluye a la inmensa mayor parte de la humanidad, de nuestras identidades y esfuerzos, de nuestros talentos. Y todo seguirá igual si cada vez que avanzamos en comprender cómo se puede convivir en diversidad sin machacar, volvemos a justificar el orden de que sólo cabe la guerra y sus nombres del ninguneo y el odio.

Traducir para que se entienda lo que se dice en un contexto sociocultural en el tiempo, es decir, con respeto a la identidad, tiempo y lugar de quien escribe y con consideración a los cambios sociales y lingüísticos si se hubieran producido, implica interpretación, porque toda traducción implica interpretación, pero no se aleja del texto original más que traducir para publicar (para que el trabajo sea validado por la institución de la Cultura), sino más bien se acerca más.

Regirse por las palabras literalmente, desligadas de la persona y su momento, no facilita, a menudo impide la comprensión profunda de textos que no hablan como la cultura sancionada, tan llena de trampas y falsedades, textos que transforman la percepción y el conocimiento, generan evolución cultural.

Las instituciones del lenguaje sancionado, de espaldas a la realidad de las personas y la cultura que generan, la evolución que esto supone, trabajan por una perpetuación del Orden de siempre, no sólo respecto a la gran mentira que es el lenguaje androcéntrico para hablar de la humanidad: los sistemas de distorsión de las culturas de violencia-prevalencia patriarcales son incontables y todos operan para reducir, fosilizar, el potencial del lenguaje en sus hechos humanos de vincularnos, ayudarnos a comprender mejor, nombrar mejor, a ser y evolucionar como personas, comunidades y culturas humanas. No es trivial que las editoriales impongan el uso del lenguaje androcéntrico, entre otros muchos problemas del lenguaje que generan con su acatamiento a normas que nada que tienen que ver con el estudio científico del lenguaje, la comunicación, la traducción y las lenguas.

Y como si esto fuera poco, la traducción automática, que no sirve más que para traducir mensajes muy concretos y limitados respecto a todo lo que hacemos con el lenguaje en la especie, sigue estando definida por el Hombre, desde las instituciones del lenguaje, y no es inocente que el resultado esté siendo la destrucción de voces y sus textos.

Yo no dejaría de compartir en redes sociales, donde tenemos más información sobre quiénes somos, cómo nos expresamos y a qué nos dedicamos. Son una fuente directa, que escapa al control o el filtro de la cultura sancionada, tan limitada en su conocimiento del mundo y tan distorsionadora de la realidad.

NOTAS VELOCES GESTADAS EN LA EXPERIENCIA DE VIVIR. IDENTIDADES Y VIOLENCIAS

CONECTAR PARA QUE NO SE SOSTENGA LA CULTURA DE VIOLENCIA-PREVALENCIA

Violencia e identidad: cómo se concibe y ejecuta que la propia identidad se construye a costa de la identidad de otras personas. Todo el mundo participa: todos los sistemas para construir, mantener y desarrollar el mundo de supremacía de las culturas patriarcales de violencias-prevalencia suponen una reducción de todo en la vida a dos “bandos”. Un bando es el Bien y la Fuerza y debe prevalecer sobre el otro. El resto es la Otra identidad, representa el Mal y la Debilidad y debe ser dominado / sometido, y explotado, porque alguien tiene que sostener la vida.

Las guerras identitarias y por la apropiación o dominación se desarrollan a través de múltiples sistemas de opresión binarios, para que no haya opciones, confusión. Hablemos de odio a la naturaleza de otras especies, identidad homogeneizada binaria sexo-género (el Hombre, y la heteronormatividad), nación-estado (apropiación de territorio, homogeneización nacionalista, guerras para apropiar recursos y contra los pueblos, modelos culturales diversos), acumulación de dinero para sostener la explotación de quienes no los tienen, supremacismo blanco, capacitismo…

Que no hay nada tan contrario a lo que es la naturaleza humana, diversa, empática, creativa, de apoyo mutuo, curiosidad y colaboración, como se empieza a escuchar de la denostada y distorsionada “prehistoria” es algo que sé desde mi experiencia en mi mente y cuerpo, a pesar de la brutal “educación”, impuesta por todos lados, empezando por los usos que se quieren imponer del lenguaje, tan del odio y la prevalencia. Y sé que lo que yo soy no es único, sino un hecho en la especie. Que prevalezcan las culturas más violentas, las personas más violentas, no quiere decir que no tengamos fuerza de vida y transformación las alternativas humanas más empáticas, creativas y noviolentas. Más inteligentes para vivir en lugar de estar en perpetua guerra contra todo, incluida una misma. De hecho, culturas violentas se autodestruyen, y mientras se mantienen y transforman, como hemos logrado hacer contra todo durante siglos y se ve en el lenguaje también, no sólo en el arte y los movimientos sociales, y todo lo que nos procuran, es por todo existen otras opciones, de protección de la vida y la convivencia, no sólo las violencias múltiples que enfrentamos como especie a manos de los patriarcados de violencia-prevalencia, esa “opción” cultural basada en el odio a la vida.

Considerando todas las violencias que enfrentamos, pienso que esto de guerras dentro de los movimientos sociales (muchas veces consecuencia de daños que proceden de las ideologías de partido político, con su patriarcal relación con éstos) es falto de inteligencia que podríamos aplicar con algo más de autocrítica e introspección sobre cómo nos impacta la cultura prevalente aunque creamos que no. El tema de la identidad es vital para perpetuarla, negar la realidad humana identitaria, desde los cuerpos, modos de ser, caracteres, sexualidades, a las naciones-estado que niegan toda la diversidad cultural sobre la que se imponen, pasando por todo lo demás.

Cuánto más y mejor avanzaríamos si hubiera más claridad sobre qué es respetar a las personas, los pueblos y la naturaleza, qué nociones que asumimos como “de especie humana” no lo son, y no ayudan.

michelle renyé (enero 2025)

FUNCIÓN PÚBLICA Y PERSONAS OPOSITORAS. En 2011, declararon el sistema de Clases Pasivas a extinguir, por lo que las personas que se plantean ser profesoras de la Pública, hacer una oposición-concurso pública para lograr un empleo de asistencia a la sociedad en su conjunto (incluidas personas sin dinero) ya no pueden elegir, al sacar la plaza, entre Seguridad Social o seguro privado con Muface. Estas dos opciones nada tenían que ver con el funcionariado público de los enchufes durante el franquismo, aquel cuerpo de privilegios: venían establecidas en el marco de la democracia para todo el mundo que opositaba-concursaba públicamente.

¿POR QUÉ ELEGÍAMOS EL SEGURO PRIVADO? Porque los servicios púbicos sanitarios (que todas hemos usado porque esto no es Estados Unidos, donde la gente muere por no tener dinero para pagarse atención sanitaria) están infrafinanciados (sobrecargas de trabajo para el personal, falta de recursos suficientes, etc.) e imponen que todo pase antes por la doctora de cabecera, lo que genera demoras con graves repercusiones en la salud y en la calidad de vida, como sabemos todo el mundo por experiencia (a pesar de lo cual, se maltrata al personal de los servicios públicos).

SOLUCIONES QUE EL ESTADO DESCARTA. ¿Por qué no se reforma la Seguridad Social para que se pueda ir directamente a una especialista? Esto descongestionaría al personal sobrecargado y vapuleado, mejoraría la gestión de los centros, y la salud de la gente. En su lugar, se “acusa” de “privilegios” e insolidaridad por ser un “coste insostenible” a unas personas que habiendo contribuido una vida de trabajo y pago de impuestos para sostener el servicio público logran llegar a la vejez (edad humana que también tiene un papel fundamental en la sociedad por el conocimiento de haber vivido). En lugar de reformar la sanidad pública para mejorar la vida de la población en su conjunto, se hacen campañas para confundir, presentando como aprovechadas a personas que no lo son, que sólo son viejas, porque la vejez es “un coste inasumible” (no como la injusticia y las guerras).

PROPUESTA DE SOLUCIÓN. Por todo lo anterior, dado este mundo violento, como profesora veterana de la pública próxima a la jubilación (hoy de excedencia = sin sueldo ni ayudas, y pagándome Autónomas para que no me repercuta en la jubilación con los ahorros para la hipoteca) para curarme porque las inspecciones de la Pública no cumplieron con su obligación de proteger el derecho a la salud en el trabajo), tengo una propuesta para que sea sostenible nuestra vejez y al tiempo que no nos fuerce ahora que más vulnerables estamos a cambios que difícilmente superaremos: que cuando nos jubilemos quienes estamos en MUFACE, recibamos una píldora, para tener la opción de descansar de una vez procurándonos una muerte digna en casa.

LENGUAJE Y AUTORITARISMO: SIGLOS DE LO MISMO, PRUEBAS ABRUMADORAS Y ¡NO! A COMPRENDER Y MEJORAR: “LOS HOMBRES” NO ENTIENDEN LA VIOLENCIA QUE ENCIERRA NOMBRAR LO HUMANO EN MASCULINO, “LAS MUJERES” LO ACEPTAN, Y SOSTIENEN. ES EL ORDEN DE SUMISIÓN: BASTA NOMBRAR AL DOMINADOR.
ASÍ DE ANTI-HUMANO ES EL MUNDO PATRIARCAL: NO TOLERAR LA CONVIVENCIA EN RESPETO, PERPETUAR SISTEMAS BINARIOS DE OPRESIÓN PARA SEGUIR MACHACÁNDONOS LA VIDA Y LA IDENTIDAD, SIGLO TRAS SIGLO, HASTA LA EXTINCIÓN

TU VOZ ES TUYA, ACOSTÚMBRATE A NOMBRAR CON AMOR A LA REALIDAD, CON EMPATÍA mujerpalabra.net

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Poema antiguerra y antidominación de Bronislawa Wajs, quien escribía su diario en polaco y su poesía en romanó.

Por qué comparto esta versión de NADA OLVIDAN LOS ESCOMBROS de Bronislawa Wajs: Comparto mis notas personal de cómo revisaría yo la traducción al español, y traduzco esta versión mía al inglés para el movimiento social y artístico, por el valor del poema para hablar de la realidad de forma compleja.

Escombros llevamos un año viendo con el sufrimiento del pueblo palestino hoy, a manos de este colonialismo genocida desatado y continuado desde el 7 de octubre 2023, una pesadilla inconcebible para las poblaciones del mundo en el siglo 21 que lo protestamos, inconcebible porque logramos que existieran leyes de protección de derechos humanos y culturales y de la naturaleza con siglos de luchas individuales y colectivas desde las invasiones europeas o Colonización.

Veo el poema también muy relacionado con los efectos a día de hoy del colonialismo, por incontables vías que condenan a estigmatización y pobreza a tanta gente de las naciones-estado que se han construido a costa de naciones o pueblos del mundo, tanto fuera con sus invasiones, como dentro, con su obsesión de homogeneización o borrado de la diversidad cultural de hecho.  

La palabra GUERRA no nombra bien lo que han sido y son estas “guerras” de agresión-explotación-robo-prevalencia de un bando para aniquilar a pueblos y establecer un orden de amenaza y explotación perpetuas.

Que las poblaciones del mundo sigamos gritando BASTA! Y también REPARACIÓN, para que podamos construir un mundo humano con respeto a la diversidad identitaria y cultural, donde se pueda vivir y convivir, porque todos los pueblos o naciones que no son naciones-estado llevan siglos sometidos a estigmatización, pobreza, exterminio, explotación o guerra.

SOBRE LA SUPRESIÓN DE «QUEER» (y lo que siga) en «LGTBIQA+» A PETICIÓN DE UN SECTOR FEMINISTA (de la doble militancia con partido político, España).

No se entiende cómo personas que luchan en los movimientos sociales puedan concebir que la identidad humana se puede imponer. Esto que lleva ocho siglos haciendo la sociedad patriarcal, y contra lo que los movimientos sociales feministas del mundo luchan porque creemos que somos mujeres, hombres y/o personas de mil formas, y no en función del sistema reproductivo de la especie, incluso las personas heterosexuales que quieren tener descendencia, que son muy variadas en sus identidades.

Las cuestiones identitarias, aunque se vean afectadas por la cultura humana, no pueden significar la crueldad de decirle a nadie que su identidad no puede ser, que tiene que ser como le manden otras personas. Creí que todos los feminismos luchaban contra la misoginia social y estructural y que eso no era para cambiar el orden de opresión, sino para construir un mundo menos injusto y violento. Creí que sabíamos las activistas de la importancia clave de transformar el sistema sexo-género patriarcal para transformar además todos los sistemas de opresión que lleva asociados. Que reventar el mandato identitario patriarcal nos liberaba para vivir y dejar vivir a las personas en cuestión de identidad, de cuerpos, sexualidades, de género, tan inventado o no como el sistema identitario prevalente, el Hombre un Macho, la mujer una Niñita y un animal de carga. Que reventando ese sistema de opresión tan íntimo, que toca tan hondo porque nos dice que somos como no somos, se impactarían todos esos sistemas de opresión asociados que ordenan este mundo donde se cree a quien más odia y destruye.

Lo creía sabiendo que existe el separatismo lesbiano, que me parecía bien, justamente porque todo el mundo puede elegir con quién se junta. Yo además le debo mucho porque me ayudó mucho a ser quien soy. Pero resulta que en los últimos años en España ante el crecimiento y diversificación del activismo social, algo positivo porque indica el impacto de tantas luchas individuales y colectivas (hoy puedes tener una vida sexual normal de las que en mi época se llamaba con estigma “tener amantes” y te convertía en “puta” sobre todo si decías que no a alguien), un sector feminista nos está diciendo que sólo se admiten las mismas dos categorías identitarias que plantea el patriarcado, que el feminismo es para aspirar a la “igualdad de derechos” en ese marco identitario que atribuye a los órganos reproductivos un orden jerarquizado y una identidad con derecho a existir. En qué te construyen identidad los órganos reproductivos, me pregunto. Yo tengo una vagina reproductora y jamás he sentido deseos de concebir, y hay mucha gente con un cerebro humano y como si no lo tuviera. Mi vida “de mujer” me habría costado la hoguera si no hubiéramos logrado luchando a diario impactar esta cultura tan primitiva. Sabemos ya muy bien que la biología no explica casi nada de lo que hacemos a diario, de lo que somos, pensamos o hacemos.

Lo más difícil de comprender es que la perpetuación del mandato identitario binario la defienda un sector de feministas que son mujeres cis lesbianas — excluidas siempre en la visión biologicista patriarcal como «anormales, viciosas, enfermas» – y un sector de mujeres cis heterosexuales que han decidido no ser madres. A qué tanta determinación biologicista. Criminalizar y estigmatizar identidades humanas es cruel, un clásico patriarcal, un condicionamiento de esta ideología cultural –que todo lo ve como guerra entre dos bloques donde uno, por ser superior, debe necesariamente prevalecer. ¿Por qué queréis imponer un orden identitario? Como si no soportáramos suficientes violencias.

Las poblaciones del mundo evolucionamos hacia la convivencia en diversidad. Se llama evolucionar la idea de derechos humanos y culturales de personas y pueblos. Cada vez más gente entiende que las personas pueden amarse de muchas formas, no sólo casándose, y al margen de la biología como demuestra la amistad o el altruismo del activismo. Sabemos que la identidad no es motivo para que te hagan la vida un infierno, y que las personas pequeñas no necesitan una «madre y padre» sino a personas que las cuiden, respeten / quieran. Sabemos que ser de una cultura humana diferente a la de las naciones-estado coloniales no te quita el derecho a ser nación y poder vivir de acuerdo a tu cultura.

Los errores los cometemos invariablemente, todo el mundo, pero si hay autocrítica y diálogo, reflexión, hay aprendizaje y evolución. Esto del feminismo no iba a ser una excepción: hay condicionamientos de ideología cultural patriarcal en el feminismo, como en todos los hechos humanos en estas culturas, por eso hay quienes practican la autocrítica y el aprendizaje permanente de todos los movimientos sociales. Porque es todo complejo. Pero no es opción pretender hacerle a otras personas lo que no quieres que te hagan a ti. Sobre este error cruel de cargadas de Razón patriarcal llegarse a modificar en las instituciones ya que tienes acceso tú, algo que es resultado de las luchas de millones de personas y grupos anónimos, hay antecedentes que hemos rescatado en las humanstory que reconstruimos.

Un caso aún bastante desconocido: el error de crueldad de las activistas feministas que como quienes se atreven a decirle a la gente “Tú no eres quien te crees que eres”, escribieron la Historia del Sufragismo en Estados Unidos (7 volúmenes) para tribuirse los logros y todo, porque dejaron fuera a hermanas negras y sus comunidades, a las que les debían, entre otras cosas, que gracias a la lucha por liberarse de la esclavitud racista las mujeres blancas se dieron cuenta de su propia opresión de género. No sólo esto: dejando fuera a activistas hermanas que cuando se abolió la esclavitud fueron claves en su trabajo por los derechos de las mujeres, también en intervenciones de apoyo en los actos de las blancas, donde el público blanco las insultaba y apabullaba, y donde las y los activistas negros tomaban la palabra para argumentar tan lúcida y rotundamente como Sojourner Truth en Ohio, donde no estaba como ponente porque era negra pero donde la presidenta blanca aplaudió su intervención con alivio. Esas sufragistas blancas lucharon por el derecho al voto, pero reivindicaron su racismo de diferentes maneras, y una fue dejando fuera de la historia a sus hermanas negras. A mí me habría dado vergüenza, pero es que tengo mucha conciencia autocrítica, y tiendo a dedicar mucho tiempo a escuchar a gente muy variada, de la que creo que tengo cosas que aprender. Que la sociedad estadounidense tras la abolición de la esclavitud tuviera leyes segregacionistas (racistas) y legalizado el linchamiento (de ejecución racista, aunque decían que era para combatir el crimen), y al KKK, no borra que en el movimiento de activismo social había otras ideas, comprensiones, relaciones.

Llevamos ya unos años, y ha sido y es doloroso atender a esta evolución anti-identidades humanas de personas que son hermanas en la lucha. Pero no tengo ninguna duda de que las ideas que generan sufrimiento, odio y crueldad hacia las personas por razón de su identidad no tienen legitimidad ninguna, no son parte de la lucha por los derechos humanos y culturales, sacan a esas personas del movimiento social y las ubican en una lucha por el poder que ellas entenderán.

El «feminismo patriarcal» no está solo: está también el “pacifismo y el antimilitarismo patriarcal”, ese que no integra en su lucha contra la guerra la realidad de la misoginia porque dicen que es tema del feminismo; está el “ecologismo patriarcal” también, incluso con sesgos de “supremacismo cultural”. Así son los procesos, difíciles, complejos, y por eso nos criticamos, que ya podía ser desde la empatía, y no tan patriarcalmente, eso sí. Yo no soy la misma activista que la persona que empezó en 1980 a ser voluntaria en Amnistía Internacional. He aprendido luchando en el movimiento social, he crecido para superar taras mientras luchaba, y he corregido muchas malas concepciones gracias a eso. Amnistía Internacional tampoco es la misma, recuerdo que yo preguntaba con inseguridad que por qué la declaración de compromiso de lucha mencionaba “sexo” si no se adoptaban como presas de conciencia a personas encarceladas por razón de sexo (ser mujer “adútera”, homosexual, etc.). Era verdad, no se adoptaban, pero hoy no es así, porque han evolucionado a comprender y actuar mejor la inteligencia feminista. Amnistía en eso ha evolucionado muchísimo, aunque quede camino.

Ninguna transformación social o cultural se hace sin un largo y esforzado proceso que nos cuesta el precio de muchas vidas, porque se lucha contra las violencias. La sociedad en que nací era mucho más cruel en el día a día que la sociedad actual aunque no podamos decir que hemos superado las culturas de violencia-prevalencia. La autocrítica la necesita todo el mundo, vigilarse, somos hijas del patriarcado mal nos pese. Pero también somos humanas, y tenemos una capacidad empática que ninguna cultura de violencia ha logrado despojarnos, la que nos ayuda a desarrollar criterios que transforman nuestras vidas e impactan en las comunidades. La que nos salva la vida, y mantiene la vida en estas culturas tan destructivas y autodestructivas. La que nos dice que si alguien es Queer se respeta y se convive, y no se le desprecia, estigmatiza, borra y niega derecho a existir. Desaprender construir la propia identidad a costa de otras identidades es la Lección 1 de la lucha por superar la cultura patriarcal.

Algo que es costoso aprender sobre mundo adulto en culturas patriarcales de violencia prevalencia (que nos machacan tanto la racionalidad empática y la natural solidaridad, juntarse y cuidarse) es que cuando la gente se queja, no quiere soluciones posibles, no quiere más que quejarse y dar voz al afán de hacer(se) daño, validando que eso es lo que alivia y desahoga. Esto es muy difícil de entender o aceptar como estado de cosas cultural para la gente más creativa o racional empática, muy inadaptada en la cultura prevalente (y recordar que puede padecer múltiples sistemas de opresión, dada esta cultura parque temático de lo peor de la especie hecho norma). Lo prevalente es que está gente, ella misma, sobre todo si no está en el grupo Hombre, se crea tonta o incapaz, que tiene que aprender mejor, que no sabe resolver el problema porque no entiende nada, aunque la intuición (inteligencia sin palabras en este caso por tabús culturales a todo lo bueno) te diga que el problema no eres tú. La gente adulta de los patriarcados de violencia prevalencia es transmisora y enforcer (aplicadora) de la cultura de prevalencia y violencia, transmitiendo su irracionalidad y violencias en los modelos de ser y de relacionarse, para dejar claro que no hay más opción que nuestra peor opción.
Escribo esto para que no pierdas mucho tiempo y esfuerzo en dudar de ti. Sigue tu camino sin dudar de ti más que lo lógico. Todo en la cultura prevalente te quiere No-tú, no-humana, y necesitarás mucha energía para perseguir lo que ves posible, lo que eres.


Palabras. Cuaderno de apuntes de michelle renyé

REFLEXIÓN. En mi vida, cuando he hecho algo motivado por cualidades humanas, de la especie, por ejemplo el natural e intuitivo amor o respeto a la gente y/o la comunidad, o la necesidad de cosas tan necesarias para evolucionar individual y culturalmente y en las relaciones, como la honestidad, no ha ocurrido lo lógico o consonante con lo que yo había hecho, porque la sociedad en la que vivo nos adoctrina como cultura de violencia-prevalencia que es, y sí ha ocurrido a menudo que me he visto con los ojos de esos valores destructivos generalizados en la sociedad (aunque no me ha durado lo suficiente como para «adaptarme» a perpetuarlos), que han querido explicarme cómo funcionan las cosas, o darme una lección, para socializarme correctamente, o incluso que malos sentimientos se han apoderado de quienes no tendrían por qué haberse sentido mal, o querido hacerme daño por esos hechos. En esta cultura de violencia-prevalencia, las cualidades humanas, practicarlas, te ubican en el territorio de ser sospechosa e indeseable, aunque o precisamente porque eres prueba andante de que tenemos otras opciones de ser y estar, que son mucho más agradables y alentadoras para vivir y convivir.

Por eso tengo muy informado cómo todo tipo de personas, casi siempre inconscientemente, ayudamos a educar a otras personas y nos educamos para perpetuar la brutal ideología patriarcal, tan irracional y violenta. Una cosa llamativa en su no ser pensada, es esto que dicen del grupo masivo denostado, «las mujeres», que las niñas desarrollan la destreza con el lenguaje antes que los niños. Esta mierda de idea, sustentada hoy con datos empíricos, excluye mucho que es relevante para explicarse de una forma más realista. Nuestros genitales o supuestos genitales no determinan nuestra capacidad de lenguaje. Pero está claro que la lingüística importa un pimiento y nadie va a atender o a querer saber sobre cómo a través del lenguaje somos y podemos evolucionar. Lo que pasa desde pequeñas en este mundo tan misógino entre otros muchos males es que al escuchar el lenguaje sabemos que «los niños», el Hombre, sí son nombrados, y por tanto respetados más que «las niñas» o «las mujeres». Es algo muy importante que se aprende muy rápido y muy bien, y nos lleva a ir como pidiendo permiso para ser y estar en el lenguaje y en todo lo demás, como es lógico, porque el lenguaje NOS HACE cosas. El lenguaje que usa la mayoría y también, por suerte, el que construimos al buscar nuestras voces.

Ojalá antes de morirme pueda escribir al respecto. Ciertamente, tendría que superar muchos obstáculos, pero no lo descarto.

CUIDAR LA COMUNICACIÓN Y PERPETUACIÓN DE SISTEMAS DE OPRESIÓN. Una forma de identificar(se) el superiorismo es notar si contestamos o no según a quién. Esta forma de clasismo se disfraza con encubridores como «No tengo tiempo», «Pensé que se lo envías a todo el mundo», «No entendí» y lo indicativo de que la actitud es más respetuosa o empática hacia cualquier persona es que sea tarde o pronto, haya respuesta positiva o no, se dice algo, o se pide o explica algo. Esto da libertad a ambas partes para seguir o no seguir comunicándose. El victimismo ideológico patriarcal, cuya otra cara es el afán continuado de forzar a otras personas a cosas, es muy feo y pesado, y lo practican y transmiten también las buenas personas, como el machismo y la misoginia, el racismo, el antigitanismo, el anti-identidades humanas, sean corporales, sexuales o de formas de ser y comprender… la lista es larga.

Personalmente, acepto bien escuchar de alguien que no quiere recibir comunicaciones mías, duela o no, porque respeto mucho la libertad, no sólo la mía, también la de otras personas. Sin embargo, creo que hay muchos silencios que a menudo no dicen nada bueno de las personas ni de las relaciones. Lo triste, lo que me preocupa al escribir esto, es cómo por nuestra tara ideológica patriarcal, tanta gente concluye dejar los lugares que son en realidad lugares que nos empoderan.

Sé que está el factor del volumen. Todo es tan masivo que es imposible atender. Pero se pueden establecer criterios más empáticos.

La MENTIRA, el engaño, no sólo se construye por quien lo practica. Se construye por la comunidad, que por su parte construye cultura de violencia validando su orden, cuando da la espalda a la realidad que puede observarse y conocerse, y se niega así a atender, a escuchar a quien no miente ni engaña. Así se construye la respuesta de quienes observan, escuchan, piensan y empatizan cuando gritan: Yo sí te creo. Así se construye la desobediencia al mandato cultural de un mundo que saca lo peor de una especie con cualidades extraordinarias, como saber del valor de todo el mundo en la comunidad, y cuidarse, apoyarse mutuamente. Aprender a mirar lo que está ahí es liberarse del condicionamiento ideológico de la cultura imperante, construida con incontables sistemas de opresión para que nos tratemos a patadas, para que los perpetuemos a favor de quienes dominan.

the men are domestic tyrants, considering them as fathers, brothers, or husbands; but there is a kind of interregnum between the reign of the fathers and the husbands, which is the only period of freedom and pleasure that the women enjoy.
(Letter 19, A Short Residence in Sweden, Norway & Denmark, 1796)

los hombres son tiranos del hogar, como padres, hermanos o maridos; pero existe una especie de interregnum entre el reinado de los padres y los maridos, que es el único periodo de libertad y placer que disfrutan las mujeres.(Carta 19, Una breve estancia en Suecia, Noruega y Dinamarca, 1796) trad. mía

En esta época todo le era obligatorio a muchísimas mujeres. Una cosa muy obligatoria era ser de un hombre y darle descendencia. Nada menos. Una tortura si no era lo k tú harías.

Liberarnos de eso algunas mujeres no ha sido concesión del Hombre. Lo hemos hecho sin crear ejércitos ni guerras, sin matarlos. Entonces ?cómo lo hemos hecho? Luchar es visto hoy igual como cosa de Hombres y algo que se hace con violencia, o con armas?

Kiza se vea ridículo considerar esto que hicieron millones de mujeres a lo largo del tiempo una lucha. Verlo como una defensa, protección, k eso es solo cosas de Hombres, los grandes defensores y protectores, según la tarada mirada patriarcal.

Kiza no se vea mérito, pk no se vea el horror de k te obliguen a casarte, la familia o la sociedad, a k usen tu cuerpo, a gestar, parir, criar, a no poder hacer más k lo k te mandan desde el desprecio y la inferiorización…. Todo es el condicionamiento misógino de la ideología patriarcal.

El Hombre no hace la guerra para proteger a nadie. La cultura de violencia prevalencia patriarcal no va de proteger, ni de cuidar, sino de forzar y destruir para prevalecer, el Hombre. Y su primera guerra es contra las personas gestadoras, puedan o no gestar, y x extensión contra toda persona k no sea ese modelo k es el Hombre, rey de la dominación.

Anónima en mundo de culturas de violencia-prevalencia (pensamiento al despertar, anoche escuchaba a Cristina Morales en la librería La Pantera Rosa de Zaragoza, maravilla de tecnología, vídeos e internet! Esto no es en respuesta a nada de lo escuchado, sólo una reflexión propia)

El problema de no cobrar cuando aportas a la construcción de la cultura, desde la transformación de la cultura que investigamos y ensayamos a diario, es que ni fuera ni dentro de tus mundos valoran o apoyan o cuidan el aporte, aunque les sirva para pensar, ofrezca palabras, enfoques, ideas, conocimientos, base emocional para abordar acciones, caminos abiertos… En el peor de los casos, suponiendo que lo que aportes no les valiera, no hay consciencia de que se atiende a un trabajo, un esfuerzo procedente de esa masa anónima que soporta y mueve el mundo, y que por tanto, a no ser que todo sea el dios dinero, a nivel humano, a nivel comunidad, debe verse, atenderse, que es decir, valorarse, darle existencia porque lo miran otras miradas, debe no usarse a escondidas digamos, ocultándose (fase que no obstante nos deja la libertad que usamos), distorsionarse (fase que puede esclavizar al imponer tener que dar respuestas a la agresión), o destruirse (como hace el genocidio, o lo intenta). Lo que internet nos ha dado es extraordinario, porque hemos multiplicado las huellas de realidad, los rastros de no-enajenación, atendiéndonos se ve de dónde salen las cosas valiosas en este infierno que son las culturas de violencia-prevalencia patriarcales. No sorprende que los documentos de derechos humanos individuales y de pueblos no sean respetados en las naciones-estado, porque esas ideas nacen de las poblaciones, de su impacto, aunque sean los partidos políticos y esas estructuras de gobierno que usan, la mediación, mediadores fagocitadores y distorsionadores, también, que ayudan a borrar la realidad de los hechos de nuestra evolución, para protagonizar.

Las problemáticas que impone el dinero y sus estructuras de destrucción, sufrimiento y muerte, es que nadie puede escapar a necesitarlo, aunque reduzca cuánto necesita para vivir. Y cómo tanto si lo consigues como si no, el dinero se interpone en las relaciones, a quién valoras, cuánto te interesa lo que otra gente comunica. Si compartes tu dinero, te conviertes en una fuente de dinero, deshumanizada automáticamente. Si no cobras el aporte, te conviertes automática en un cuerpo a explotar, sin dar siquiera las gracias. Nadie tiene tiempo ni gratitud para quienes comparten, para quienes no ven que “mis intereses” o “mi familia” sean eso, porque su marco mental-emocional es mucho más empático.

Por otro lado, me parece mejor, dada la existencia de internet y de tecnologías que nos permiten plasmar nuestros mundos, el anonimato. Como creadora y pensadora, no ya como activista quiero decir, y tampoco como humana en un mundo de violencia-prevalencia misógino, de inferiorización absoluta y radical de media humanidad por razones de prevalencia para determinar si podemos o no gestar, como creadora y pensadora, esto de tenerlo que levantar todo con el apoyo que yo pueda darme consiguiendo las máquinas necesarias (el ordenador, la impresora, el papel, la conexión, el software), sabiendo hacer de todo, para crear mis libros, y sacándolos al foro público donde estarán anónimos, es lo menos malo, y al tiempo, muy bueno, aunque la educación que nos damos como culturas humanas de violencia-prevalencia te ubique en momentos de debilidad mental en los que puedes llegar a pensar que no eres si no te reconocen afuera, que no has tenido impacto. Son los espejismos de estas culturas de violencia. La historia de la humanidad no está escrita, sólo cuentos que dan una imagen desempoderante, para tenernos enajenadas de la realidad. Como animal humano, soy de la saga que sabe que el odio y esta demencialidad de destrucción e injusticia, no son lo único que la especie puede generar, que lo que nos ha permitido sobrevivir a diario y durante milenios, no ha sido ese odio, esos “mis intereses-mi familia”, sino la imaginación y la empatía, y sus mundos asombrosos de vida y de construcción de soluciones.

me he encontrado este poema, y no recuerdo ni cuándo lo escribí pero kiza en 2023

¿CULTURA DE PAZ? CUANDO EN LOS CENTROS EDUCATIVOS SE HABLA DE PAZ
¿SE HABLA DEL DERECHO DE OBJECIÓN
DE CONCIENCIA?
SIEMPRE HAY PERSONAS PEQUEÑAS Y ADULTAS QUE SERÍAN OBJETORAS DE CONCIENCIA
¿SE AYUDA A COMPRENDER EL DERECHO HUMANO DE QUIEN NO QUIERE MATAR, VIOLAR, TORTURAR O DESTRUIR Y ROBAR EN UNA GUERRA?
LA GUERRA ESTÁ TAN JUSTIFICADA QUE SE VE COMO CUESTIÓN IDEOLÓGICA LO QUE ES DERECHO HUMANO
LA GUERRA ES UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD

Querida mamá,
Lo más que siento es no haberte conocido mejor. Mi furor adolescente por salvarte no me dejó ver que tú sabrias, ni lo intuí, que había algo profundamente roto al ver la inconcebible brutalidad de la gente. Y ahora, que he llegado a vivir más años que tú, pienso que sí sabrías, que te daría ternura verme tan resuelta a salvarte entonces, y que nada podría nada de aquello ante el hecho indefectible de que la gente no tiene suficiente empatía y abandona construyendo un búnker de justificaciones para cargarse de razón y apisonar lo que saben que nos sacaría de esa mierda espesa de violencia. En estupor y abismo, qué solitario debió de ser, porque la vida te había dado ese revés brutal, que habiendo sido generosa y empática, volcada a vivir tu propia vida sin destruir a nadie, fueras desechable, apisonable, abandonada cuando solo necesitabas un acompañarse para construir mundos vivibles para quien estuviera por ahí. La mezquindad de la humanidad tarada no da belleza.
En la noche más breve y mi vida más larga siento el peso de tu vacío, que no estás, y !cómo lo habrías disfrutado todo esto! De este mundo que abriendo brechas ayudaste a construir.

EXAMINAR EL PRIVILEGIO. El Hombre (las personas que son vistas varón por la sociedad) de las culturas patriarcales creen que atienden a las mujeres cuando él le pide atención a ellas.

Esto es un hecho observable en todos los ámbitos, pero que no se ve (lo evidente no se ve, como siempre) por la tara ideológica patriarcal. Es sólo un síntoma más del complejísimo problema del milenario sistema sexo-género patriarcal.

Si los hombres desarrollaran inteligencia feminista la cosa iría mejor para todo el mundo, y nuestra superación de este tipo de sociedad, irracional y violenta. Pero el mandato es optar siempre por la tradicional sospecha de que las mujeres no saben ni pueden pensar bien, por ser mujeres (excesivamente emocionales), incapacidad (inferioridad intelectual) o maldad (malos sentimientos). La sospecha es inconsciente y continua, observando se aprecia. Es mu pesao. Dijo Ferlosio una vez, «paciencia, la de las feministas». Alguien con mirada clara para ver lo evidente.

La ceguera patriarcal, ese no poder ver lo que está ahí, es también responsable de que incluso hoy, claro que sí, hoy también, no se ve que las mujeres generan ideas, acciones, que transforman la sociedad, aunque no se las identifique como su causa o generación. Es un poco como esto de los medios de masa en manos de la derecha que hoy suenan igual que en el franquismo, masivamente bombardeando mentiras y malas ideas, y que da igual porque no pueden parar el cambio social, como los berrinches de la RAE que tampoco pueden. En España ya pasó en los sesenta y setenta del siglo 20, al final de la dictadura de derechas.

Y es que por más adoctrinamiento sexo-género, las personas somos también humanas, las mujeres también, y ciertamente nos pueden matar, y obstaculizar mucho con todas las violencia que como grupo padecemos en una infinita variedades de grados, pero eso no cambia el hecho de que somos humanas.

Como ocurre siempre en los sistemas de opresión, el grupo oprimido sabe más del opresor que al revés. De violencias y obstáculos las mujeres sabemos mucho, sea conscientemente o no, mucho más que el grupo con el privilegio de ser ubicado como superior y dirigente, como vital para el progreso humano.

Un poquito de por favor, y valentía para la autocrítica. Un poquito más de escucha y atención.

REFLEXIÓN POLÍTICA DE UNA ACTIVISTA SOCIAL. Como veterana en el movimiento social, sé que “política” tiene aproximaciones muy diferentes, no sólo la noción patriarcal operativa en la política de partidos políticos e instituciones que nos organizan la sociedad. Para las personas implicadas en los partidos políticos y las instituciones de gobierno que son de izquierdas, mi amorosa crítica es: si bien se entienden las limitaciones, y porque se entienden las limitaciones, eso no niega que se debe tener más respeto, más reconocimiento de lo que se le debe al movimiento social, siquiera porque todo emprendimiento de leyes y novedades que ayuden a la construcción de un mundo menos violento e injusto nunca se abordan en esos lugares (con más recursos y poder de establecer cosas para toda la sociedad) sin décadas o siglos de trabajo desde el movimiento social. No es cierto que son los partidos políticos o instituciones quienes nos han otorgado la declaración de derechos humanos o las leyes que nos protegen y fomentan un mundo donde se distribuyan los recursos de formas que se permita la vida en dignidad y la preservación del planeta. Los partidos políticos abordan lo que creen que tiene un apoyo en la sociedad, lo que un sector significativo de la sociedad comprende al fin. Y eso viene del trabajo del movimiento social, que no es como las instituciones, por suerte, sino más libre, y se compone de vidas individuales y de comunidades dedicadas a esfuerzos a favor de un mundo que no es el de los valores patriarcales de la guerra perpetua, del superiorismo perpetuo, de la perpetuacion de los sistemas de opresión de genera la sociocultura patriarcal, que llevamos tan dentro de las cabezas, que se cree “ley de vida”, “única realidad posible”. En el movimiento social hay más diversidad en la exploración de maneras de convivir, y que lo único que se planteen los partidos políticos respecto a esto es que hay que fagocitar a sus gentes o hacer como que su trabajo y efecto no existe, es un error, y pura violencia ideológica patriarcal. Las personas de izquierdas en partidos políticos, sobre toda la que además está/estaba en el movimiento social, tienen que desarrollar modos de relación con el movimiento social de colaboración y apoyo mutuo. En el movimiento social, que se mueve con el recurso de vidas dedicadas a esfuerzos por la comunidad, no hay estructuras ni recursos económicos o materiales más que los que se sacan de las vidas de quienes hacen esos esfuerzos. En mi experiencia, cuando se acercan los partidos políticos de izquierda al movimiento social, la idea que mueve el hecho es usar a la gente para el proyecto del partido político, más limitado por su marco institucional patriarcal, y eso no es colaborar, apoyo mutuo, ni respetar la visión, la naturaleza de lo que se hace. Por poner ejemplos pequeños: personas del movimiento social, siempre sacando tiempo del poco tiempo libre que la vida adulta de obligaciones de supervivencia pueda dar, pueden mover ideas en la comunidad, información, generar acciones, pero la carga sería aliviada si hubiera colaboración, consciencia, de los partidos políticos de izquierda de que pueden aportar algo que no es fagocitar sus esfuerzos, sino por ejemplo, convocar desde sus estructuras, ofrecer materiales que no tienen dinero para pagar. Pero si no hay respeto, consciencia de que tú, partido político de izquierdas, no eres nada sin el movimiento social, no puede darse la colaboración o apoyo. No nos hacen falta “enemigos”. Muchas personas del movimiento social hemos visto con alegría que pudiera atisbarse un cambio en la monstruosa maquinaria o estructura de la política de partidos y las instituciones, que lo humanizara, que inoculara valores humanizantes cuya prioridad y apoyo es a un mundo sin sistemas de superiorismo o opresión, explotación, tortura. Pero después del inicio, se entra en la dinámica de partido político, de sistema de gobierno de sociocultura patriarcal, donde que se logre algo que salga de ahí, queda en muy poco porque todo lo demás es incoherente en sus modos de relación, que son lo que da forma y transmite los valores y visiones de futuro. Si se apoya al movimiento social, más allá de la Razón patriacal de gobierno, se genera evolución social, y con esto, cambio estructural y de valores o visiones. No puede ser tan imposible que se vea, se comprenda, se haga. Porque esta sociocultura va hacia la destrucción total de todo lo bueno de lo que somos capaces, que si bien no es valor ni estructura en nuestras sociedades, sí es humano, potencial humano.

Algo que me parece evidente a esta edad, es que para ser capaz de CONFIAR, algo que te proporciona muy vida fundamental buena, es necesario ser capaz de asimilar sin esfuerzo, con curiosidad y alegría, con espíritu explorador de conexiones e inspiraciones, que OTRAS PERSONAS piensas sus cosas de todo y que eso no es una guerra, una ofensa, como impone la sociedad patriarcal con su milenaria mente obtusa que nos niega lo mejor de ser personas, humanas. Por ejemplo, con eso tan básico que es que te importe la gente, la convivencia respetando la libertad de identidad, de imaginación y pensamiento y de elecciones de las personas. Cómo se desprecia eso tan básico y bueno, cómo se percibe como algo intolerable, a corregir expeditamente! Desde la infancia, pobres personas pequeñas! Lo mejor que puede pasarte es que crezcas con márgenes de libertad y respeto, y eso no se facilita nada en esta sociedad. Tienes que tener a gente alrededor valiente, con visión y comprometida con los mejores rasgos humanos. Que entienda que el respeto propio va vinculado por el respeto al afuera. Y que no se líe con esa maravilla de la inteligencia que es el pensamiento crítico, tan positivo. Lo que suele ocurrir en la sociedad que es tan ideológicamente patriarcal y no se ve a ese nivel de profundidad, porque se cree que es así el mundo, es que se alienta lo más mezquino y violento, lo más belicoso, aunque para sobrevivir lo robe, lo use, distorsionándolo perversamente. Confiar es amar el afuera y darle posibilidades de desarrollo, de desarrollar por ejemplo lo que esta cultura nos niega, y persigue, y destroza. Confiar es saber que tú misma llevas esa cultura dentro y tienes que vigilarte y respetarte lo humano, que es incluso más que lo cultural, y que también llevas dentro. Pero para confiar hace falta mucho amor y mucha libertad vital o mental. Y bueno, está claro que no nos portamos de formas no autodestructivas, que no hemos resuelto como culturas cómo hacer con la gente que se porta con violencias e injusticias, y que hay que alejarse, después de darle la posibilidad de que pueda ser de otro modo, porque hay mucho que vivir y explorar y aprender y transformar y sólo tenemos esto, una vida. Lo que yo no entiendo es cómo puede ser que tanta gente acepte vivir con tantas violencias e injusticias reproducidas en su vida propia, es decir, no digo la que nos impone la sociocultura, sino las que reproducimos por no saber ver, por esa forma de superstición de que lo más eficaz, lo único posible, es esta degradación de lo que podemos ser individual y colectivamente. Bueno, con este pensamiento me he despertado. Feliz de no encajar aunque cansada por lo absurdo de la autodestructividad de la opción sociocultural.

(Perdón, a toda velocidad, si eso me paso otro día y lo mejoro. Vuelo!)

Escribir en primera persona

Yo empecé a escribir en primera persona en los años noventa del siglo 20, por lo mismo que un montón de gente, y un montón de mujeres que hicieron y hacen lo mismo: no porque consideráramos si eso era correcto o conveniente para ser consideradas escritoras, o para que se valorara nuestra obra. Me asombra el bajísimo nivel de consciencia que hay sobre esta cuestión, pues nunca se menciona lo evidente: escribimos en primera persona porque tenemos sed de REALIDAD, de EXISTENCIA, porque somos de culturas de la DISTORSIÓN por OMISIÓN y DIFAMACIÓN, culturas que no nos reflejan en sus mandatos de vida. SED de esa realidad no contada durante siglos por el violentísimo sistema de exclusión de todo lo que no fuera la Realidad del Patriarca, esos cuentos y mitos que nos quieren condenar a vidas de injusticia y violencias sin fin. Y si la sociocultura prevalente piensa que la primera persona es sub-literatura, que atiendan y superen su tara ideológica patriarcal.

Bueno, de hecho, acaban de darle un Nobel de literatura (2022) a una escritora que tiene todo (creo) escrito en primera persona, Annie Ernaux, y además, en temas fuera del vetusto canon patriarcal, claro, eso que condenaban a lo inferior con el nombre tramposo de «literatura confesional». Yo llevo desde que descubrí que en toda mi vida educativa no había echado de menos a las mujeres, que no aparecieron para nada (porque no éramos nada, no habíamos hecho nada, nada que aportar de valor para la historia o la Cultura), desde 1989, leyendo a las mujeres, publicadas o en internet, y he encontrado que es muy común y poderoso que quienes no detentamos Poder Establecido escribamos en primera persona. Cuestión de diferentes cosas, claro, y en infinitas diferentes combinaciones y grados, pero hay temas de honestidad, sed de realidad, necesidad de descubrirse, nombrarse, nombrar lo que la cultura prevalente se empeña en borrar, destruir, distorsionar, necesidad de hablar sin mediación, directamente… REBELIÓN, vaya. Por y para ti misma y para quien te quiera leer.

Hace pocos años, como profesora de la pública cerca de la jubilación, vi un curso de Escritura Creativa que me salía gratis por profa, y me animé a apuntarme por eso de no morirme sin probarlo, ya que se me presentaba la posibilidad. Soy muy de montarme en el tren que pasa. Lo daba una escritora española que me descubrió la vida de otras mujeres, cosa que a mí me genera siempre agradecimiento sin que eso me signifique que todo lo que diga esa persona sea lo mismito que pienso yo (en el patriarcado nos educamos a hacer saltos así de ridículos y dañinos para nuestra preciosa mente humana, el absurdo «click patriarcal» que nos forma en la perpetuación de la guerra). Yo llevaba ya décadas de ayudar a la gente en academias y luego en clase a aprender a lidiar con los textos escritos, y como escritora sin saberlo y luego sabiéndolo, escritora de la rama «asilvestradas», cosa muy del arte y nada tolerada en la Cultura patriarcal de la RAE y las editoriales con ingresos masivos, bueno, y también las pequeñas, porque la ideología patriarcal hace mucho daño y la llevamos encima más de lo que creemos).

Según resolvíamos las tareas, veíamos los vídeos de la escritora, y tanto en eso como en lo que me dijo la profesora que se encargaba de atendernos, «aprendimos» que no se debía escribir en primera persona. No el por qué, que no quedó nada claro, sino EL MENSAJE, la prohibición: que si quieres publicar, si quieres aspirar quizá a ser considerada una buena escritora (aunque fijo que tú no, porque no estás en el círculo, si acaso cuando te mueras y otras personas puedan hacer dinero con tu obra o dárselas de voz autorizada, perraflauta), no escribas en primera persona punto.

Así es el mundo de las editoriales y la cultura esa de la RAE de Madrid (tan nada menos que universal, bip), ese pequeño mundo que sigue perpetuando el masculino porque no tolera que se nombre a las mujeres. Y cómo han innovado: se han inventado que el masculino las incluye, las nombra también. Pero ya ven, no han podido parar el cambio lingüístico, no van a parar tampoco el cambio cultural, aunque sentimos que se sientan humillados, no es para humillar, es para existir, porque somos. Ya ves, se puede escribir en primera persona y no pasa nada, quizá lo prefieras, y quizá eso no signifique que hayas «literatura menor».

Lógico, la lengua refleja quiénes somos y el cambio social. Pero hay quien cree en la RAE como una fe, y no puede atender a ideas sencillas razonadas, de estas que no taran la inteligencia. Así es ese mundo de mando-y-ordeno, el prescriptivista. Con las barbaridades que sigue transmitiendo sobre la «corrección» en el lenguaje. Que por cierto, nada tiene que ver con lo que muchas profes que leemos lingüística y sociolingüística como poco explicamos en clase sobre corrección: que dependerá del tipo de texto oral, escrito, oral-escrito, el registro, el tono, la situación, las personas y su relación, el canal, digamos WhatsApp o un papel de examen, las intenciones comunicativas…

Así es el mundo prescriptivista que nos traumatizó con las lenguas durante 40 años de dictadura, enseñándonos a odiar las lenguas, y a despreciar de forma clasista y por geografía las variadades del español y las otras lenguas de España. Y mira qué sigue la cola, cómo se empeñan en seguir forzándonos a mantenerlos, esa RAE que nos metió a fuego en la cabeza que había un español mejor, el de Salamanca, Valladolid, o Castilla, y que la gente andaluza ¡NO SABÍA HABLAR SU LENGUA! RAE la ignorante. RAE negacionista. Distorsionadora ahora además de los logros de la investigación científica, que fuerza sin ton ni son en su marco mental vetusto. Que tienen el efecto ese tan conocido (más popular antes y menos ahora gracias a las profes del mundo de la lingüística, y contra las perversiones de la RAE) que nos ha ilustrado recientemente un cocinero de un programa de concurso, hablándole con total falta de respeto a una concursante con acento cerrado de alguna región, diciéndole ¡que haga el favor de hablar español! Ignorante tú, bestia.

Las personas sí sabemos hablar nuestra lengua materna, y sabemos usarla para expresar afecto y hacer reír, no sólo para dar discursos aburridos y llenos de trampas, o para hablar de nuestros mundos, no sólo como mandan el establishment de la Cultura, y nuestro dominio del lenguaje no tiene límites por nuestra creatividad lingüística, viva a cada paso porque somos lenguaje y evolucionamos.

Llevamos décadas explicando en clase por qué es brutal decir que una variedad de un idioma es «mejor» que otra y recomendando diccionarios descriptivistas, explicando que todo el mundo habla bien su lengua materna, y que lo que se puede aprender si se estudia es a desarrollar o enriquecer la cantidad de «idiomas» diferentes que creamos con nuestra lengua materna según dónde y con quién. Y sin duda, seguiremos explicando que para escribir literatura lo importante es explorar y buscar dar expresión a lo que llevas dentro, y que en el proceso se generará una voz, la tuya, y no que no se puede escribir así o asá.

SISTEMAS BINARIOS DE IDENTIDAD, CRÍTICA. En el mundo humano, la identidad no existe sólo en torno a la reproducción. Yo diría incluso que tampoco entre muchas otras especies. La reproducción marca posibilidades de supervivencia generacional, pero no otorga humanidad o más bien no despoja de condición humana a las personas que no participamos en la reproducción, no nos quita el derecho a existir.

No soy crítica sólo con el que se le diga a gente que no encaja físicamente o por sexualidad en la camisa de fuerza identitaria del sistema sexo-género patriarcal que NO ES lo que dice ser o busca ser o construye para su vida identitaria. Es que como mujer con capacidad reproductora, yo no he encajado en ese sistema brutal, que siempre fuerza a que renunciemos a cualidades humanas por la construcción de su ideología cultural. Cuando se le niega existencia a las personas trans, por ejemplo, lo que se está haciendo en realidad es negar la diversidad identitaria humana, que es tan variada como la naturaleza, porque somos animales de la naturaleza, y además con una gran imaginación o posibilidad de creación de lenguajes. Yo no puedo comprender cómo no se ve la crueldad de no dejar a la gente en paz con lo socialmente se consolida al fin como camino a la superación del sistema identitario patriarcal, en favor del rescate del dejarse en paz y dedicarse más bien a buscar soluciones para convivir y para la autodestrucción y la destrucción del planeta.

Creo además que como el tema de que las mujeres nos neguemos a no nombrarnos, a que no nos nombren (pues toda persona debe ser nombrada como pide que se la nombre, es el respeto mínimo, para ideas de coexistencia al menos), por más que la anacrónica institución RAE se empeñe en prescribir la ficción de que el masculino es genérico, neutro (idea muy nueva de nuestros días porque nunca fue así, siempre fue sobre y para el varón), no han podido parar los usos del femenino, y del más amplio lenguaje inclusivo, porque socialmente por la lucha social de muchos grupos humanos, estamos aprendiendo a nombrar con más respeto y realidad, igual va a pasar con el respeto a la diversidad identitaria humana: creo que iremos hacia respetar a muchos grupos humanos, a comprender mejor, y por tanto, incrementar las posibilidades de convivencia con justicia social, porque se ha extendido el rastro del impacto de estas luchas en el lenguaje, y eso nos modifica para bien la percepción, y los modos de relación.

Yo pediría a la gente que le dice a otras personas: tú no eres esa identidad, esa identidad es sólo mía y no es como tú dices, que reflexionara con más generosidad o racionalidad empática, porque no se trata de prevalecer y reprimir, ignorar y borrar y condenar, sino de justamente salir de esa ideología cultural e intentar convivir potenciando lo más noviolento de lo que somos capaces como especie, que son cualidades que nos dan más felicidad y bienestar, por cierto, es decir, superar el marco ideológico patriarcal de que todo se reduce a dos partes y una necesariamente debe prevalecer porque es superior etc, que nos condena a tener una visión distorsionada de la vida y el vivir y convivir, y muy violenta, por tanto, muy injusta con mucha gente a la que se condena a sufrimientos evitables. Yo creo que se puede escapar a esta cultura de violencia, odio y guerra, defendiéndose sin perpetuarla, aprendiendo a corregir cosas que estén mal sin escabechinas.

SEGUIMOS SIN ESTAR. Ayer, para celebrar el día del Arte, echaron un documental de Picasso. Salía París mucho, lógicamente, pero NADA de las artistas e intelectuales. Diréis, ¿De qué te quejas, si ya hay muchos materiales sobre ellas? Bueno, primero: no es lo mismo una bio escrita con inteligencia feminista que sin ella. El patriarcado puede dedicarnos textos, pero sin una investigación con visión se puede estar haciendo esto mismo: dedicarnos textos, en aislamiento, nunca integrados al contar los tiempos, el contexto. Esto que pasa en este docu de Picasso, donde sólo se menciona a Dora Maar como artista y activista antifascista (GRACIAS PERO…), pero para explicar un tema principal sobre Picasso tratado (Oh, sí, gracias, pero…). Días antes había visto algo de Picasso en una tele y las mujeres sólo salían porque hablaba de él, de que tenía amantes y se acostaba mucho y eso. El progreso era que no lo presentaban como de machote. Pero… Qué migajas nos tocan! LA CUESTIÓN: cómo se va a integrar a las mujeres en las narrativas que conviertan la Historia patriarcal en Historia de la humanidad si aún no se comprende que es vital desarrollar inteligencia feminista, replantearse cómo se mira e interpreta, E INTERESARSE EN APRENDER HISTORIA DE VERDAD, de las mujeres también, PUES HEMOS MOVIDO EL MUNDO. Y lo sé, no tanto por feminista como por persona en este mundo patriarcal, porque gracias sí a mi desarrollo de mirada y conocimiento, feminista sí, pero desde la necesidad vital de las entrañas, lo que significa desde mi ser animal social también, saber que importa mucho aprender de otras personas, que la vida no para, que todo es complejo, inmenso, sino porque en mi propia vida, privilegiada de vivir en el aquí y ahora que me ha tocado, he visto como la sociedad y yo misma me borro. Un temazo que os propongo exploréis desde vuestra realidad. Y una manera de borrarnos es ésta: ver un documental de Picasso y no echar de menos a las mujeres como personas. Resulta que el periodo de entreguerras en París, en esa época trágica, el arte estaba a tope, produciendo, resistiendo, viviendo y con ello combatiendo la violencia y la muerte, y muy importante: la extrema derecha, que cociéndose despacito, llegó a lo que llegó. Porque la gente es muy inconsciente de cómo perpetuamos el patriarcado y sus mundos de violencias. Y el arte estaba por tanto unido a una lucha política (en el sentido amplio, no constreñida a la noción de política de la política de partidos; ese «ser de izquierdas» o «estar a favor de los derechos humanos PARA TODO EL MUNDO» a lo que tiende la gente más igualitaria en el sentido de derechos, de respeto a gente aunque no sea como tú, de dejar vivir) por un mundo sin violencia y con justicia, aunque luchando en la situación extrema de las guerras y sus consecuencias brutales, tanto por tortura, palizas, encarcelamiento, asesinato, como por lavado de cerebro, esclavizar con terror. Y había tantas mujeres escribiendo, editando revistas, haciendo artes, luchando contra todo aquel horror, que DAN GANAS DE LLORAR ANTE NUESTRA OBCECACIÓN DE NO VERLO. ¿Es que no tenemos solución? ¿Es que sólo vamos a construir y defender la sociedad y la cultura patriarcal? ¿Tanto nos da? Que hasta en los programas de concurso de cultura los presentadores y sin duda alguna las invitadas no NOMBRAN A LAS MUJERES porque NOS BASTA NOMBRAR AL LÍDER DE LA ESPECIE. (Yo recientemente envié una felicitación al valiente presentador de La Cazadora porque él lo intenta siempre que puede. Igual que no oculta su acento gallego. Un valiente. Sí, en esta sociedad de la democracia hace falta valor para MIRAR, ENTENDER Y NOMBRAR.) Así que hale, tranquilidad, nos importa una mierda. Llevamos en España desde la década de los 1990s al fin empezando a publicar a mujeres y a personas cuya identidad en el sentido más amplio cuestiona los mandamientos patriarcales, y aún NO ENTENDEMOS de qué va convertir la History en Humanstory, la historia patriarcal en historia de la humanidad. Y eso se paga a diario. A quienes resistís ante esta mierda, todos mis respetos y mi amor y gratitud. Y a quienes no, no pasa nada, es normal, pero, hostias, despertad ya. Dejad de no sospechar de las tradiciones que nos aplastan, de los más violentos, y empezad a confiar en personas NORMALES DE VERDAD! HUMANAS!

https://www.mujerpalabra.net/conoce_a/pages/junejordan/poemasobremisderechos.htm

Contra la cultura de la violación, y el análisis patriarcal de la realidad

Democracia

El Parlamento no puede ser prolongación

de la autodestrucción por los mismos medios.

Apropiación de lo que creamos viviendo, luchando

por vivir, para distorsionarlo, frenar, usar

perversamente nuestro esfuerzo,

y así perpetuar los monstruos de la Razón, su prevalencia.

El terror del fin que justifica la aniquilación,

el puro odio a negar lo evidente: el Agua mueve la vida,

no el código de barras de su comercialización,

nuestro poderío está en cuidarnos.

Son nuestros logros de supervivencia y convivencia,

son nuestras voces abrir caminos,

un caudal y una tormenta de lo posible, latidos

de sonidos humanos hastiados de brutalidad.

El oficio de representar no puede ser proteger

el ansia, alimentar ceguera, reforzar la cobardía,

crear una memoria falsa, espejo deformante

de quiénes somos y bloqueo de todo conocimiento.

El oficio representativo no puede seguir siendo

la continuación de la violación por otros medios.

Camino descalza. Poemas políticos – michelle renyé

8M 2023

¡Basta de distorsionar la ley contra la cultura de la violación! ¡Léansela!

Y vergüenza, PSOE, las leyes “para las mujeres” las hicisteis y muy regular por presión del movimiento social (las luchas feministas), y distorsionasteis sus conceptos, como en la ley contra la violencia de género, que encima tuvimos que agradecer por lo difícil que es la lucha feminista en la sociedad patriarcal. La violencia de género no excluye a otras mujeres asesinadas por hombres, e incluye la violación, los crímenes de terrorismo de género en el patriarcado. Y ahora que se hace una ley contra la cultura de la violación, https://www.pikaramagazine.com/2023/02/ley-del-solo-si-es-si-un-cambio-de-paradigma/, desplegáis recursos para confundir y destruir avances. Clamor el que no escucháis, de siglos con el horror de la violación como si fuera natural. Claridad, que sólo toleráis avances como migajas y cuando se ha pasado el arroz. Ni siquiera habéis apoyado la Biblioteca de Mujeres, una de las cuatro más importantes de Europa para la memoria de sociedad sobre lo que de hecho han aportado las mujeres, a pesar de todos los obstáculos.

La guerra es un crimen contra la humanidad y la naturaleza. Todo es horror, tortura, destrucción, miseria, asesinato, incertidumbre, pavor. Y unos la deciden, justifican y se enriquecen, los k la deciden y la hacen, contra todo. Tenemos inteligencia y empatía sobrada para solucionar los problemas sin esta arma. Pero no sin tomar la clara y rotunda posición de luchar por la abolición de la guerra. Y eso empieza por controlar el aprendizaje a odiarnos.

Yo he practicado el igualitarismo desde siempre porque soy una rebelde y ni de pequeña (y eso que estaba aterrorizada por el mundo humano) podía acatar el mandato (bueno, no sin que ejercieran recursos fulminantes). Pero he de decir que sin que se comprenda la diversidad de las asombrosas mentes-corazón humanos, el igualitarismo, el trato entre iguales, se sigue viviendo en la obediencia al mandato de homogenización o negación identitaria.

            Hubo un tiempo en que sospeché que lo que pasaba era que si para tu desgracia (como persona igualitaria nata, pues además de animales culturales, somos especie humana) se podría identificar en la sociedad prevalente, e incuso en la contrasociedad (esa parte grande que no practica la autocrítica de su Ser animal cultural por más buenas ideas que trabaje), que una persona tuviera lo que en la investigación se ha llamado capacidades para “liderazgo ético”, lo que pasaba era que llegado un punto (al inicio se da esa arma de destrucción selectiva que es la admiración, idea que he desarrollado en mi hipótesis “Estrellas en el jardín”) no se perdona que esa persona no asuma “la obligación” de liderazgo.

            Ahora no lo veo así. Creo que la gente está en cuerpo y mente entera, por educación cultural, activamente cotidianamente por la homogeneización radical, lo que se puede comprobar a diario en las relaciones humanas. La versión de igualitarismo aquí es saber de entrada o antes de atender, lo que la otra persona piensa, lo que la mueve, lo que significan sus palabras que en realidad te son nuevas, al menos en esa versión particular, que es lo mismo que sabes tú, y así se perpetúa la guerra ideológica patriarcal contra la escucha, la expresión significativa, el diálogo y el aprecio (que esto está muy prohibido culturalmente porque todo ser no homogeneizado es desprecio al resto). Y esta creencia es implacable en el contexto de una cultura que construye las identidades a costa de otras identidades porque no permite (y así, no se entiende) que construir tu propia identidad se puede hacer sin que eso sea a costa de nadie, que no tienes, para ser tú, que negar, forzar, ni destruir a nadie.

            Por la poesía, por ejemplo, se pueden saber muy bien estas cosas, porque un poema nace de un detalle o momento de lucidez o emoción de una particular persona en cuya identidad se ha dado una combinación única por todo su estar viva y sin embargo, centrada en eso tan pequeño, puede transmitir algo que comparten muchas personas de la especie. Su fuerte, claro, el poder de eco, de evocar sin nombrar directamente, pues la palabra más literal está cargada de interpretaciones que funcionan como distorsiones y construcción de un mundo ficticio, enajenado de lo que nos hace humanas a las personas. No me extraña que la poesía tenga un afán de belleza, yo lo llamaría rescate vital.

Poema en español y traducido por mí al inglés con revisión de mi sister Veronica Kelly (Irlanda) para las acciones «Alerta» de Café Feminista Fuengirola-Mijas.

Los movimientos sociales son noviolentos por esencia. Sabemos k las acusaciones de violencia vienen de dos cosas: 1. de k no se percibe la violencia k la sociedad prevalente o el poder establecido inflige (y se toma como violencia k se esté explicando), y 2. k no se tolera la protesta de autodefensa, o se la ekipara a lo k en realidad se le está haciendo a kien protesta, pongamos, el afán de borrar y destruir su identidad o causa.

UNA SIEMPRE SABE

I

Que las mujeres se llamen Hombre es síntoma

de irracionalidad y violencia, del odio del Sistema a nombrar

la realidad humana. Es cultura de violación de tu nombre,

un dejarse, para salvar una vida secundaria.

Aceptar la falta propia de respeto: no nombrarse

perpetúa tu boca manchada, tu voz estrangulada,

las magulladuras del cuerpo siempre feo o incapaz.

Es ningunación de una vida de cosa que se usa.

II

Aceptar ser enemiga de tu palabra es aceptar

la insignificancia a que te condena la jerarquía de la tara;

siglo tras siglo, no desarraiga la raíz de distorsión,

no hace visible el esfuerzo y la visión titánicas, nuestros hechos.

Aparecer en la foto del homenaje de la hilera, los cinco minutos,

sostener unos segundos el micrófono, descomprimirte un poco

al ocupar tu asiento, pagarte tú la ropa que es disfraz

es promoción –de renuncia, mutilación, genocidio.

Sin nombre, el espejo está velado, no puedes mirarte, re-conocerte,

el mundo se agolpa de palabras ajenas, reingresas, Sísifa,

al claustrofóbico lugar del Eterno Emparedamiento

tras el actor principal de esta obra falsa, torcida, malsana.

III

Sin poder nombrarte, no cambian las conexiones neuronales,

no se hace trizas la forma y el rumbo, no entra la luz,

el aire no se renueva, el universo no se expande.

¡Nómbrate de acuerdo a tu imaginación y semejanza!

¡Limpia tu mirada y contempla lo que te rodea!

¡Busca nuestra memoria, ahí está!

(Camino descalza. Poemas políticos, de michelle renyé)

Dado que para publicar he tenido que hacerme autora-editora, y después de la experiencia esforzada y un tanto loca de la distribución artesanal de la primera edición que me hice en papel de mis poemarios de los noventa y relatos, he recurrido al único lugar donde gratis puedo distribuir y puedo vender mi obra, por si puedo hacer algo de dinero como escritora independiente (no preocuparse! También me he hecho autónoma como traductora y correctora).

Estoy en Amazon como michelle renyé, y por ahora sólo he subido mi La saltadora. Relatos feministas, segunda edición (hay cambios en el comentario final, respecto a la primera edición, y en todo menos los relatos respecto a la edición experimental del 2015, que tb subí a mi web como ebook; siguen ambas ediciones de descarga gratuita en mi web).

Si queréis apoyar mi trabajo, os agradecería distribución de link, o dar esa información. <3

EMPATÍA E IDEOLOGÍA PATRIARCAL. Una guía a la identificación de la ideología patriarcal es cómo la gente se relaciona con la idea y la realidad de la empatía, obviando su inteligencia y el hecho de que ya incluso hay apoyo de las ciencias para el conocimiento de que la empatía se puede aprender, eso que la gente que no desprecia, subestima y mira paternalmente la empatía sabe por el día a día.

ODIO y LUCHA SOCIAL. Yo entiendo que la gente no comparta afectos o luchas, porque son incontables. Cada cual debe buscar lo que hará y aportará, lo que pueda compatibilizar, y lo que le conmueva, que si no, no durará en esa lucha. Lo que no entiendo es el odio porque todo movimiento social es humanista, en el sentido de no ir jamás contra los llamados derechos humanos de nadie.

Hay otro tema grave también, conveniente para la perpetuación del patriarcado: en el fragor de ese odio se pierde la crítica, que sí necesitamos, por nuestras mentes taradas de ideología patriarcal.

El odio es una gran cobardía y darle la baza a la razón patriarcal frente a la alternativa noviolenta culturalmente de la racionalidad empática es sabotearlo todo en la lucha social, que es el avance a la superación de esta cultura de violencia.

La identidad de nadie debe ser señalada para ir a la hoguera. Si te amenaza, a pensar, dialogar, acordar, convivir, no a obedecer el mandato inquisitorial patriarcal contra las identidades humanas.

CRIMENES IMPORTANTES. Bueno, guerra nuclear amenazando, hambrunas brutales, empobrecimiento masivo, calentamiento planetario grave, misoginia boyante, pero tranquilidad, la ministra trans ha dimitido por el acoso. Estamos a salvo.

NO ME AMENAZAN LAS IDENTIDADES NO TOLERADAS XEL PATRIARCADO SINO SU SISTEMA SEXO GENERO MACHISTA Y MISOGINO. No puedo entender cómo se habla asi en el mov soc de identidades humanas odiadas y negadas x el patriarcado. k no se alegren de la revolución identitaria al fin pk lo k nos ha oprimido y es la base de todos los sistemas de violencia es el sistema sexo género patriarcal.

Yo sé kién soy, y me llamo mujer, aunke me gustaría k ese dato no hubiera k ponerlo en los documentos, un mundo libre me gustaría, no policial como el k impera; y la identidad de otra persona y como se llame, la k me oprime, es la de la cultura machista y misógina k nos asola, y asola x cierto a esas otras identidades.

De verdad, creo kel error está en k piensan en realidad con el pensamiento patriarcal.

BELICISMO NUCLEAR PATRIARCAL. Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki han sido los dos únicos ataques nucleares del planeta y asesinaron a población civil masivamente. Fueron ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, en nombre de «Los Aliados», contra Japón, en la Segunda Guerra Mundial.

El nombre de las bombas es elocuente sobre la demencialidad asesina del patriarcado: Little Boy (Niño Chico) cayó el 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y Fat Man (Hombre Gordo) el 9 en Nagasaki.

A las víctimas del impacto se suman las personas que murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación, y las posteriores muertes por leucemia y distintos cánceres atribuidos a la exposición y a la radiación liberada por las bombas.​

Los Vencedores que tiraron las dos bombas nucleares le prohibieron a Japón poseer armas nucleares.

MALOS SENTIMIENTOS Y DEBILIDAD. La debilidad de las personas con malos sentimientos hacia otras no es tenerlos (eso pasa, a cualquiera, en x momentos). Su debilidad es preferir creer que todo el mundo siente igual Y ACTUA IGUAL, en lugar de optar por soluciones más inteligentes y empáticas para consigo y otras personas, y aprender a procesar y cagar lo que no sirve, lo que degrada, por ser violencia e injusticia, o no ser «solución» sino perpetuación de los mandatos de violencia relacionales culturales; y aprender a luchar por su mejor Yo. La debilidad de las personas atrincherados en sus malos sentimientos es que se condenan a una vida llena de eso, malos sentimientos, que deforman su pensamiento. No hay dignidad en lo que dicen y lo que cuentan, desde el púlpito de la ideología del odio y la destrucción, que se vende como La Verdad de la especie en el patriarcado. Son pobres obedientes que se condenan no a morir por la Causa, sino a algo peor: vivir en un infierno por ella.

Las personas que han nacido en sociedades donde hay leyes que dan alguna protección a servicios sociales y derechos de las personas, y algunas de las personas que han participado en la lucha social y han visto que había logros, pasos, hacia esa consecución, no siendo conscientes las primeras y habiendo olvidado las segundas el Goliat que tenemos delante, confunden queja y crítica con desprecio a lo que hay de avance constructivo, que no nos ha sido regalado, que ha sido resultado de muchas luchas y esfuerzos titánicos de una gama inimaginable de precios a la vida propia por parte de generaciones y generaciones de personas. Creo que caen en la ideología patriarcal que lo confunde todo, enseñando siempre a convertir en objetivo de destrucción lo que no debería ser objetivo de destrucción. Tener derechos y luchar por derechos no es algo que deba concebirse en aislado, pues está en el contexto de un sistema social, de una cultura de siglos de antigüedad, que si bien no ha logrado deshumanizarnos por completo, sí nos inocula con una visión destructiva de lo que nos ayuda, de lo que construye, como un proceso, claro, porque eso del Héroe que lo cambia todo de golpe, o el grupo que quita del poder al grupo malo, o del hada que nos concede un deseo es sólo más narrativa de ideología patriarcal. La racionalidad empática y la autocrítica me parecen clave para estar en este mundo tan violento, tan innecesariamente violento, tan intencionada y estructuralmente violento que tenemos fuera y perpetuamos desde dentro.

Apreciar lo que tenemos que no es abuso y destrucción, por muy imperfecto que sea, no va de la mano del conformismo, sino de no desvariar y caer la perpetuación de la ideología patriarcal y sus guerras, sus bandos de destrucción. Además, hay muchos caminos, se puede trabajar en muchas cosas no destructivas, y con una visión algo menos estrecha o pequeña se puede ver que todas construyen lo que se llama el movimiento, el movimiento de la sociedad, pongamos, a la superación de sus modos de organización y explotación basados en la violencia y la injusticia.

Hablar por hablar,
deshumanización,
reducir al vacío
la comunicación humana
de emoción e ideas,
ese pulso, esa compañía.

Porque antes de dar la mano,
sentir ese calor,
está la descerebrada defensa
del lugar a salvo
que lo ocupa todo,
conveniente,
ordenada,
violencia inusitada
invisible
a quien no quiere mirar.
Qué paz.

La cabeza perdida
en la versión privada
del ansia y el victimismo
del poder.
Desconexión,
miedo que todo lo arrasa.

Camino descalza. Poemas políticos

SOBRE LA LUCIDEZ DEL RESPETO

Los pueblos del frío no comprenden el calor
de la hospitalidad, esa inteligencia.
Lo sé porque he vivido entre ellos, aprendiendo
sus cosas buenas, cosas de libertad
individual, importantes,
yo agradecida, creciendo,
más viva y compleja, más sabia,
e invisible a sus ojos porque
los pueblos del norte saben a ciencia cierta
que no tienen nada que aprender
de la gente del sur.

Camino descalza. Poemas políticos
michelle renyé

ON THE CLARITY OF RESPECT

The peoples from the cold do not understand the warmth
Of hospitality, that intelligence.
I know because I have lived among them, learning
from their worth, say
individual freedom, crucial,
me grateful, blooming,
more alive and complex, wiser,
invisible to them because
the peoples from the north are absolutely certain
about not having a thing to learn
from the people from the south.

Walking barefoot. Political poems
michelle renyé

SER BUENA O MALA PERSONA
Ciertamente, hay gente que se porta bien y gente que se porta mal con otras personas y animales en todas las ideologías, pero hay ideologías que no consideran personas a otras personas, sus iguales. Y esto es un problema para la evolución a sociedades capaces de emplear la inteligencia y los talentos humanos para vivir y dejar vivir. Esto por un lado. Por otro, cuando hablamos de gente buena o mala es peligrosa porque si bien cualquiera puede portarse mal con alguien en algún momento, para causar daños de los no inevitables (por ejemplo, no querer a quien te quiere, eso no es que tú hagas daño, es que sencillamente no te has enamorado) no hace falta estar todo el rato portándote mal con la persona.
Para este segundo caso, comento dos hechos sociales: el maltrato misógino y el problema de odio dentro del feminismo.
Se ve muy claro con el tema de mujeres maltratadas, violadas y golpeadas y psicológicamente esclavizadas por hombres que supuestamente las quieren dicen o firmaron, que te dicen que otras veces son buenos, tiernos, o dan pena, etc. Pero es que si te violan, o te dan una paliza, aunque no sea un continuum de violación o paliza o control sobre tu vida para que no puedas más que pensar en Él y no tener vida, da igual si hay ratos en que esa tortura no pasa. Y ahí, según lo que sea de ese «portarse mal» con la gente, en ocasiones sí que se puede decir que esa es una mala persona. Yo personalmente he visto que una frase que ayuda a una mujer maltratada a avanzar para darse cuenta de su realidad de maltrato es decir esto tan sencillo: que quien se porta mal, no está todo el rato portándose mal.
Otro tipo de casos, pongamos el acoso laboral, cómo participa la gente que lo ejecuta y promueve, y cómo lo hace esa mayoría que lo tolera y se suma así al daño, casos menos extremos u obvios en su abuso o tortura, con lo de lo difícil de nombrar los temas de violencia emocional y psicológica, pueden quizá ayudarse de ideas como frecuencia, la duración en el tiempo, los grados de participación en generación del daño, en fin, habrá otros factores que ayuden.
Respecto al daño de las luchas del odio dentro del feminismo, por ejemplo, donde encontramos formas de hablar de otras personas que parecen de la extrema derecha, por ese odio, por esa superioridad o más bien, inferioridad humana que se le atribuye a la otra persona, que no «merece vivir» y por eso se la insulta y difama tanto, y se la lincharía en la plaza como es tradicional en las culturas patriarcales, lo que sorprende es lo mismo que para el caso de las mujeres maltratadas, que no se vean, que no lo vean, esa violencia, ese portarse mal que no puede justificar el tenerse ideas diferentes sobre las cosas. Pero a diferencia de las mujeres maltratadas, estas personas activistas no son víctimas de una situación de terror. Su actuar mal, usando palabras del odio, no de la comunicación o racionalidad empática, no de la construcción colectiva del conocimiento desde luego, no del diálogo siquiera, es puro afán de mandar, de dominar, de imponer una visión.
Hay algo muy sencillo de observar y comprender: la diversidad de todo en la vida, y en la especie. Convivir no puede construirse sin saber y asumir esto.

GENÉTICA Y DESCENDENCIA. La gente que quiere tener descendencia debería leer un poco sobre genética, para quitarse esa idea desinformada sobre que su descendencia tiene más genes suyos que si adopta, y llegar a la opción brutal que ofrece la sociedad patriarcal a quien tiene dinero de alquilar a una mujer para geste sus genes. Si supiera, creo que se organizaría entonces (todo ese esfuerzo y dinero) para luchar por leyes de adopción que ayudaran a millones de peques del planeta y de aquí que por pobreza (exclusión) necesitan quienes les cuiden.Ciertamente, entre amistades se pueden hacer cosas de prestarse el cuerpo y demás. Pedirle semen a un amigo para chutártelo a ver si te quedas, conozco un caso muy feliz. Quedarte sin formar pareja y haciéndolo con amante(s), libremente (donación de semen unawares, sin saberlo, pero no es oro, vaya, y no te van a pedir cuentas, y tú ya lo vas «regalando» incluso forzando por ahí, incluso sabiendo que la mujer no quiere quedarse embarazada y la estás poniendo en riesgo. Además, ser «padre» es más que echar un polvo, y si cuando lo echas no estás haciéndolo para tener descendencia, y de hecho te importa una mierda si ella se queda embarazada, pues que ella controle y elija si quiere o no es tema de ella, lógicamente, porque es una PERSONA con derechos humanos). O pedirle una pareja hetero a una amiga que le geste su bebé. En general eso ha ocurrido en el mundo libre en los 70 y 80 y no tenía nada que ver con la contratación de mujeres para gestar para desconocidos por dinero, es decir, por necesidad económica.HAY muchas cosas de génetica rulando que apuntan a la realidad que podemos verificar cotidianamente: que quizá, mira, entre hermanas y hermanos, los parecidos son escasos o nulos, y que puedes parecerte físicamente a millones de personas con las que no tienes parentesco familiar. Somos de una misma especie, lo de la semillita propia de una y uno es una mala razón para tener descendencia, un tema que debería, pienso yo que no la tengo ni la he querido tener nunca, relacionarse con el amor a convivir con, cuidar, proveer a una personita hasta que pueda valerse sola.

Recordando a Roberto Echevarría

No le conté a mi amigo (o hermano, feminista) Roberto, de Ecuador, la broma de los gordidedos, porque la reservaba para cuando nos viéramos aquí en España. Aunque trasladáramos el escenario de la terraza de Galdós del Retiro en Madrid (aún no habían aislado la escultura de la terraza) a un chiringuito de Fuengirola en compañía, esta vez, posiblemente, de nuestras parejas (a quienes no conocíamos), pensaba bromear con la tontería de que por qué a él le ponían cientos de gordidedos si posteaba “gatitos” y a mí, una pensadora de la racionalidad empática, la acuñadora del concepto “desarrollar inteligencia feminista” que tanta ayuda a evitar debates muertos, guerras, callejones sin salida, sobre todo en coeducación con personas adultas, la mayoría lectora mía no dejaba rastro alguno de haberme leído, esa pequeña mezquindad –más puzzling o inquietante para el caso de hermanas feministas.

            Roberto sí había expresado su aprecio con un gordidedo, como hago yo (esté yo o no de acuerdo con el contenido), a mi aportación de ideas en la lucha “por la construcción de un mundo menos violento e injusto”, como decimos en mujerpalabra.net, y era una opinión valiosa para mí, por la cabeza-corazón de Roberto y porque Roberto leía habitualmente, mucho, enterándose, no como yo, que no soy una buena lectora desde el punto de vista académico-de-lo-que-existe. Cuando empiezo a leer enseguida entro en diálogo creativo. Roberto leía ensayo feminista. Aparte de fotos de animales y de la naturaleza en general, un descanso y un recreo visual del día, posteaba libros feministas, y obras de escritoras.

            Aquel día del Retiro me regaló un libro de Beatriz/Paul Preciado, porque le interesaba mi opinión (que enseguida le medio di porque había leído la mitad, que es mucho para mí tratándose de ensayo). Me regaló también un CD de jazz, lo tercero que posteaba y nos unía como hermanos. Se trataba de un músico que yo no conocía y cuyas composiciones él veía como un mundo musical parecido al mundo de palabras que yo creaba.

            El regalo de jazz, al escucharlo, me dejó muy impresionada, porque más o menos hasta cerca de los cuarenta yo pensaba que mi inteligencia tenía severas carencias y deficiencias. En mi casa, mi madre siempre la había apreciado, aunque no la tuviera en cuenta para sus decisiones de vida, pero fuera de casa, en el sistema educativo, en el mundo del activismo, en las relaciones de amistad, salvo fundamentales y maravillosas excepciones que no siempre supe usar para crecer en su medida, las personas que no toleran la convivencia con quienes no acatan y repiten, esa mayoría aplastante de autoproclamada “normalidad” o “verdad” (para otros casos), hizo lo que siempre hace, sin querer o queriendo: presionar por todos los medios para tu asimilación por esa masa de acción cultural prevalente, o contribuir a tu destrucción (ese parque temático del horror), por decirlo imitando el estilo de Jo cuando leía sus primeras obras a sus hermanas, en la Little Women (1868) de Louisa May Alcott, que yo conocí por el cine (dirigida por Mervin LeRoy en 1949).

            Roberto, sin duda, ha sido una de las personas hermanas en la vida cuya amistad me ayudó a verme más allá de toda la mierda autodestructiva que la cultura te echa encima por ser una mujer en una sociedad patriarcal. La lucha por limpiar la mirada (otro concepto que él identificó como propio de mi trabajo de escritora) la llevamos cada cual, nadie puede hacerte ver, comprender, es un proceso interno. Pero podemos ayudarnos, acompañándonos de formas noviolentas, eso es una forma de apoyarse. Las cosas más importantes son sencillas en realidad (igual que las cosas más placenteras son “gratis”, para horror del Mercado). Hay gente cuya compañía facilita la tarea de vivir y hacer en la vida, y es que la mera compañía en este mundo brutal tiene un valor y un efecto extraordinario. Fijaos cómo dibujaba y pintaba Van Gogh al mínimo signo de vida de contacto, comunicación, reconocimiento de alguien, y mira que enfrentó mucha mezquindad, pero todo depende de todas las partes, y cómo recibía, con qué extraordinaria amplitud mental. Camille Claudel, sin embargo, al estar encerrada y torturada, sólo pudo responder no volviendo a hacer aquello por lo que de hecho dio su vida, crear esculturas. Además de encerrada y considerada loca, esa atrocidad indescriptible, inasumible, revientacabezas, nadie estuvo a su lado (y mira que su cuerpo la tuvo allí no sé si tres décadas o más). MiCamille.

            En venganza noviolenta por esa arma de destrucción selectiva que es la envidia ejecutada cotidianamente por “buenas y malas personas”, quería hablar un poco de mi vivencia de la envidia, y de por qué importa el tema socialmente, unas pinceladas.

            Aunque he vivido lo de ser objetivo de las personas envidiosas que no solo lo sienten, piensan o imaginan, he tenido un contexto más favorable que me ha ayudado a resistir, y poder ser y crecer por mis caminos. Aunque, como Van Gogh soy muy responsive, creo que si no tengo la obra que ciertamente podría tener como escritora o el impacto en el sistema educativo per se como docente, no ha sido sólo porque mi vida de ideales anarquistas me llevara a trabajar apasionadamente por mi comunidad (la que tenía delante, literalmente), como cuando vivimos en tiempos de guerra convencional, sin una idea del protagonismo del yo y su reconocimiento (nunca me ha sobrado tiempo para presentar proyectos a premios o subvenciones, no sé cómo eso se consigue cuando se coordinan, crean, informan proyectos, no hay tiempo material, y sólo los formularios son una camisa de fuerza y un molde desvirtuadora, porque quienes los elaboran no comprenden, pienso, la innovación, o no tienen tiempo de revisar su trabajo en relación a la realidad).

            Mi comentario de los gordidedos nacía del humor, no de la envidia. ¡Ay, el humor, que se usa tan a menudo nada menos que como coartada de la envidia! Aunque la sabiduría popular en España dice que la envidia es el deporte nacional (de hombres y mujeres, aunque se asocie junto al cotilleo, al mundo femenino, presentado como menor incluso en las democracias del 21), creo que ese sentimiento lo sentí en un par de ocasiones, y muy flojito. Debí de procesarlo en seguida para descartarlo como modo mío de relación o asimilación. Creo que hago esas cosas desde pequeña y no sé si le pasa a más personas. Elijo. Asumo la responsabilidad de mi vida. Va con el amor a la libertad. A los seis años ya lo sabía. Y se ve que cuando experimenté la envidia no me gustó, que no estaba en mí como pasión, porque no la he vuelto a sentir.

            Me pasó algo así con los celos. Los sentí, un vendaval destructor, en algunos momentos de la juventud, al punto en una ocasión de perder la voluntad, el habla, tres días, después de gritar y llorar como una verdadera posesa unos cuantos días antes, y luego ya, si te he visto no me acuerdo. Tengo la suerte de que mi cuerpo trabaja a mi favor, y cuando mi cabeza no me salva de algo malo para mí porque me vence la autodestrucción aprendida o el desánimo, mi cuerpo viene al rescate. Me ha salvado ya de varias destrucciones certeras, la última haciéndome pedir la excedencia voluntaria en la pública para salvar mi salud (aunque en otra esfera, también fue determinante la opinión de mi pareja), precisamente debido a los hechos de personas envidiosas y de ese grupo humano, uso una pintada de Rafael Sánchez Ferlosio, “Tolerante, piel de elefante”. Cero interés en los celos, en el mundo que incluye los celos. En la juventud, puedes llegar por accidente a esos mundos, porque desconoces muchas vivencias, pero luego ya sabes cosas y puedes elegir no entrar ahí. Esto lo pienso y lo he experimentado en mi vida.

            Del mundo de la envidia, he observado a lo largo de la vida cómo se emplea a niveles de complicación y violencia extremos (por eso no debe verse como una emoción “menor”, fea sí, y como el alcohol, con capacidad destructiva potencial), al punto de pretender destruir las vidas de las personas, o intentarlo, claro. Introduzco un punto para subrayar esto: Intentarlo porque para destruir necesitas a todas las partes, ¡también a la que es objeto del afán destructor! Y a veces les sale muy mal, porque la persona no se deja destruir, no está en su naturaleza, a pesar del adoctrinamiento patriarcal a las mujeres, que afecta, pero no a ese punto. Cuántas personas admirables ha habido resistiendo esa brutalidad… Y ciertamente, la especie se ha quedado sin todo lo que podrían haber aportado, que es mucho más de lo mucho que ya es que resistieran y existieran.

            Los movimientos social y artístico deberían abordar el tema de las personas que operan por envidia, siquiera para que seamos conscientes de todos los obstáculos y daños que generan, el espacio que le quitan a la sororidad y la solidaridad, a la colaboración y el apoyo mutuo, que son las cosas que nos ayudaron a sobrevivir en la prehistoria, cuando como especie éramos poca cosa frente a grandes peligros a nuestra supervivencia.

            Como educadora a nivel profesional remunerado, pienso también que hay labor en plantear el tema en el sistema educativo, para ayudar a comprender que vivir en la envidia no es sólo malgastar la vida propia, si sólo se piensa en sí: es vivir cada día así, míseramente, una vida pequeña y mezquina, sin capacidad de mirar al frente y mucho menos contemplar el mundo y respirar. Y es hacer un daño importante a nuestra evolución hacia mundo más justos y menos violentos. Porque en la envidia se practica a diario con el lenguaje, la actitud, los hechos, los sentimientos, las ideas, todas las violencias patriarcales que justifican este sistema de violencias, siempre la sacrosanta violencia, forzar, imponer, juzgar, condenar, por identidad, por la libertad humana creativa y de pensamiento, esa sustancia de ser y estar.

            Creo que el modelo de elegir pasiones (por ejemplo, la de despertar con la resolución de la alegría, por más difícil que lo pongan las personas y sistemas, y aunque a veces se tropiece y falten fuerzas y visión, contando con todo ello, la compleja realidad) tiene que crearse conscientemente como un modelo humanizante que dé más a cada persona y a la comunidad, porque hay una conexión íntima, igual que en toda vida cotidiana se rastrean las grandes guerras.

            Con Roberto, no pudimos reírnos con mi broma de los gordidedos y los gatitos, que amamos con espontaneidad y resolución. Su Thelonius, y por aquí, quienes nos han adoptado y nos traen locatis, la Osipanda Gorgorita Porfavor y el Negrito Marramiaú, que son quienes reciben visitas, no de gatas y gatos callejeros como nos pasaba antes de que llegaran, en las madrugadas (que somos de acostarnos a las tres), sino de gatos vecinos, sobre todo de Totó el Destructor, que viene a descansar y nos bufa cuando le peta, como un poseso, porque lo educaron personitas y no se atreve a hacerlo en su casa por si lo castigan.

Traducido por michelle renyé (diciembre 2021, mujerpalabra.net)

Audios en inglés y español en Soundcloud, Literatura con inteligencia feminista (michelle renyé)

https://soundcloud.com/michellerenye/snow-white-the-seven-dwarfs-by-anne-sexton

https://soundcloud.com/michellerenye/blancanieves-y-los-siete-enanos-de-sexton-traducido-por-michelle-renye

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PERDER

(Tristeza)

A veces captamos un fulgor, un destello,
la silueta
de una idea sencilla fundamental,
y el polvo
de nuestra irracional huida en estampida
la entierra.
A veces nos llega la ráfaga de un olor
propio
y lo juzgamos ajeno, inhumano.
Mezquina,
derrotosamente lo perdemos.
Hábiles
en nuestra autodestrucción,
transformamos
la emocionante posibilidad,
el incierto rescate,
en implacable alienación,
segura condena.

(Comprender)

Es más fácil obedecer
el mandato de odio, más cobarde
continuar sacrificándonos,
por la guerra. Hay días
en que nos prendería fuego.
Vuelo entonces al tomillo,
resisto, persevero.
Me niego a ocultar la alegría,
esa robusta voluntad,
la bondad del pan que amaso,
el impulso, la risa y la tierra del amor,
y así tropiezo, camino y salto
por el alambre, y a veces vuelo,
como el arte o la r.evolución,
invisibilizada y clave para la vida,
incapaz más bien,
de aplacar el furor que protejo
con mi cuerpo colorao de esfuerzo
y mi voz naranja y azul abierta
y mis manos y mis pies descalzos.

(Furiosidad)

Hay momentos
cuando al abrir los ojos
hallo el desconcierto vital
del asco y el miedo,
esa mugre
que invade, pierde y revienta
tantas casas.
Desprecien, subestimen
lo que podría sacarnos danzando
del absurdo
esófago avernícola de la violencia.
Cada cual respira
en la medida precisa de la elección
de sus capacidades.

Poemas políticos (en construcción)
m. renyé

Comparto un Poema político: la niña y el gato. Como éste, así quiero sacar los poemas de este libro que preparo. Sé que en el canon patriarcal no se ahondará en el significado que aporta sobre la identidad humana en la cultura y la identidad humana que la trasciende, pero es un hecho que la cultura patriarcal no ha podido deshumanizarnos con sus siglos de violencias brutales, y lo que pretendo es visibilizar la historia no contada. En fin, seguiré en ello.

«Misoginia (Ella es peligrosa)», de m. renyé, en Poemas políticos

En revisión, para Poemas políticos