La democracia española se construyó sobre el «chitón, borrón y cuenta nueva». Sobre el tabú de hablar de 40 años de dictadura, años en los que una minoría se enteró bien de lo que pasaba y una mayoría no, porque estaba ocupada en No ver, No oír, y Callar.
Cualquier terapeuta sabe bien que no se puede empezar a sanar una herida sin hablar de lo que la produjo. No es saludable.
Y no lo ha sido, saludable, se ve en cómo usa y no usa la gente la democracia.