Me preguntas que cómo puedo apoyar a quienes luchan por los derechos de las personas que trabajan en la prostitución siendo feminista. Es sencillo: vivo en este mundo, y hay personas del mundo de la prostitución que ofrecen un servicio a cambio de dinero. A esto se le llama “trabajar” y quienes trabajan tienen derechos: derecho a no ser esclavizada por un abusón que te golpea cuando quiere, derecho a no ser violada por clientes o hombres que pasan por ahí, a no tener que jugarte la vida y la integridad física, emocional y psicológica teniendo que exponerte en zonas aisladas donde cualquiera puede hacerte daño impunemente incluidas “las fuerzas del orden”, derecho a que si te pones enferma no tengas que pasarte sin comer (y puedas ser atendida por profesionales), a recibir una jubilación cuando no puedas seguir trabajando… Derechos laborales para un trabajo que existe en el mundo patriarcal. Proteger a las personas es algo muy feminista.
Por otro lado, como feminista según entiendes, sí, estoy en contra de la prostitución, y la pornografía (patriarcales), los cimientos educacionales patriarcales (como lo fue la mili) para que aprendamos a cosificar sobre todo a las mujeres, a convertirlas en muñecas hinchables para uso y abuso, y cimientos también para que nunca demos con el placer. En otras palabras, claves culturales para la de-formación mental misógina y para que jamás de los jamases tengamos un acceso libre a la noción y la práctica cotidiana de placer. Yo podría imaginar un mundo con Escuelas de Placer, e incluso con un Servicio de Placer, pero no tendría nada que ver con la prostitución y la pornografía patriarcales, que son un infierno para la inmensa mayoría de personas que se ven literalmente atrapadas en esos mundos. Luchar por la libertad sexual y el placer desde el respeto a todas las personas es algo muy feminista.
Me preguntas cómo puedo llamarme anarquista si trabajo para el Estado. Me pregunto para quién trabajas tú, por cierto, pues seguro que trabajas por dinero igualmente, que es algo que no te paras a pensar bien nunca, porque eres víctima de la creencia que hay maneras de hacerlo todo bien, las tuyas. Pero si contesto tu pregunta a un nivel más superficial que este de la cuestión ¿Tú usas el Dinero?, te diré que prefiero ganarme la vida en el servicio público que en el privado y que trabajo de lo que puedo porque tengo que comer y tener un cobijo (sobre todo por los violadores y el frío, aunque también porque se necesitan espacios propios, aunque sean chiquititos, para relajarte y hacer tus cosas), necesariamente. No tengo la suerte inmensa de no tener que ganarme la vida, como los Grandes Anarquistas que admiras; que lo fueron, y que sólo fueron hombres con unas ideas, por cierto. A ver si dejas de cosificarlos y crear mitos patriarcales, de esos que subiendo a alguien en un pedestal se niega la propia existencia de mucha otra gente.
No son contradicciones: es saber que vives en el mundo que hay y poder pensar más allá de esa realidad que se impone socialmente. Se llama tener una mente capaz de plantearse y resolver problemas, algo muy distante del totalitarismo dogmático.
Me pregunto yo ahora por qué tus preguntas no lo eran. Por qué hablas como un juez, como un vencedor, un sacerdote del sarcasmo, claramente, sin pensar ni respetar nada de lo que de hecho nos da posibilidades de mejora. Aunque esto no lo entiendes, porque desprecias el valor de pensar y de construir pensamiento conjuntamente, e infravaloras, cómo no, la mente de “las mujeres”.
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