Descubro galaxias cuando abro los ojos. Crezco como un universo en expansión. No podrán reducirme. Suya la violencia directa, el arma de la omisión, la distorsión, la ceguera y el silencio. Mía la libertad, el amor, mi viaje.
« Contra la tradición editorial mentirosa Lo profundo del machismo que no se lo ven »