No. Lo que quieren es que no puedan ser amables sólo los hombres y hacia sólo las mujeres. Quieren que todo el mundo, que cualquiera pueda ser amable. Que un hombre pueda abrirle una puerta a otra persona, sin importar sus genitales ni las posibilidades de acostarse con ella. Que una mujer pueda cederle el asiento a otra persona si quiere.
Las feministas hacen por tanto una crítica racional empática al tema de la galantería, que combaten por su machismo y misoginia, pues se cosifica a la mujer en cómo se la concibe y en cómo se la trata y por tanto se degrada o caricaturiza la relación.
Desde la inteligencia feminista, luchamos por ser amables como gesto de cuidarnos y mimarnos las personas, y no como mecanismo para codificar a la gente y conseguir cosas de ella. La amabilidad es un rasgo humano no del Hombre.
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