HÉROES Y NADAS. Cuando un hombre sale al mundo a defender que el resto de las personas tenga derechos, es un héroe. Se le respeta con sólo tener noticia de ello. No hacen falta comprobaciones. Se le venera. Cuando una mujer hace lo mismo, no se la ve, no se la reconoce ningún mérito. Es su obligación: cuidar al resto. Algo biológico, sin mérito, por tanto.
HÉROES Y LOCAS. Cuando un hombre lucha por el resto, es un héroe. No hay duda alguna. Todo es admiración. Muestra nobleza, solidaridad, coraje. Cuando una mujer lucha por el resto, se duda siempre, como cuando denuncias una violación. Ella da miedo. Hay que cuidarse de ella. Y además, en lugar de nobleza, se la ve histerismo, en lugar de solidaridad, exceso, en lugar de coraje, violencia.
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