A gran velocidad: ARTISTAS EN EL PATRIARCADO. Marga Gil Roësset. Sale en las noticias que un profesor ha escrito sobre ella. Se presenta todo centrado en su suicidio por amor por Juan Ramón Jiménez, claro. No en su vida con fin y todo, sino en su suicidio por amor, de histérica. (Oigo a un hombre con inteligencia feminista que dice: «Ahora ellos prefieren matarlas»). Era artista, de una familia llena de mujeres artistas, que no aparecen en los libros de texto cuando estudias la poesía de la Generación del 27, el arte que se hacía entonces. Dicen que tenía «alguna escultura y unos dibujos», alguna ocupación en la vida, nada significativa para el mundo de la cultura, no una obra con un significado para la cultura (patriarcal, constituida sólo por genios), se desprende, para justificar la omisión histórica de siempre a todo lo que hagan las mujeres en especial en relación con el mundo del pensamiento, la investigación y el arte.
En una exposición dedicada a Hilma af Klint, en Málaga 2013-14 (sólo se han hecho tres en el mundo), aprendí que fue una percusora [la máquina correctora me lo cambia a masculino, no me deja el femenino] del arte abstracto pero como en la época, incluso en Suecia (segunda mitad del 19 y primera del 20), se consideraba que las mujeres sólo servían para copiar, que no tenía genio creativo (por eso podían dibujar pero por eso no pasaban a la historia del arte), pues esta otra parte de su obra la hacía en secreto. Supongo que también influiría que si una mujer no hace o es como se la permite hacer o ser, corre un grave riesgo, de posibilidad de vivir normal siquiera. Quizá por eso las mujeres, por ese terror de siglos al saber eso, han defendido como fieras siempre el patriarcado, un sistema terrorista para este grupo tan numeroso de personas. Y es que siempre se las apañan, esa presión social y ese poder patriarcal, para distorsionarlo todo.
Miedo me da leer la biografía que le han escrito a esta mujer. (También soy crítica con la bio novelada de Circe sobre Camille Claudel por mencionar una bio que sí hemos leído muchas feministas y que yo no considero una bio feminista más que en el sentido de que rescata la existencia de una mujer y de una artista.) Hay que ser algo así como espeleóloga para abordar estas tareas. Y siempre me siento mal porque leo poco, pero es que leer es doloroso cuando tienes inteligencia feminista. No es sólo un ejercicio intelectual.
Y me gustaría mucho poder leer datos estadísticos sobre: número de bios sobre mujeres escritas por varones, y escritas por mujeres; al revés: bios sobre varones escritas por mujeres, y escritas por varones; tesis centrales de las bios: cuál es el peso central de lo que se comunica, y cuál es el enfoque fundamental de la obra. Y ventas o difusión, apoyos a la difusión de tales obras. Porque en el patriarcado hay un interés extremo en ocultarlo todo sobre la realidad humana de las mujeres, y si sale algo, en distorsionarlo. Ni nos damos cuenta cómo ayudamos. Así que lo más sano es sospechar, e intentar quedarse con lo menos dogmático, intentar rescatar ideas, datos para ubicarlos en otro marco de interpretación.
El otro día hablábamos aquí de si Mina Loy era o no futurista, y yo mencionaba que era lógico que renegara del movimiento futurista, por saturación y asco a tanta distorsión y autoritarismo de los patriarcas finalmente, pero eso no quita que ella construyera nociones de futurismo en su obra. Leonora Carrington, Remedios Varo, Frida Kahlo, Maruja Mallo, que tuvieron obra surrealista, aporte al surrealismo, no aparecieron en ninguna historia que pudimos estudiar del surrealismo y cuántas más se quedarían fuera en especial si sus vidas no tuvieran «hombres reseñables». Breton y los surrealistas hasta Dalí pasaron olímpicamente de las artistas surrealistas a pesar de que se nutrieron de su obra, y ellas pasaron de ellos e hicieron lo suyo, que es lo que finalmente tenemos que hacer para no pasarnos la vida «respondiendo a» (esa esclavitud cuya denuncia se la leí por primera vez en mi vida a Virginia Woolf) y poder desarrollarnos. Pero es un crimen contra la humanidad, contra nuestras posibilidades de evolucionar a sociedades que descarten las violencias y opten por el empleo de la inteligencia para aprender a convivir y resolver problemas.
Y luego parece mal el poema que escribí, «De qué me sirve leer a Hemingway», por ejemplo, y disculpitas por soberana arrogancia pues soy de la masa anónima y mi aporte a la cultura es nulo en valor. Que digas lo tuyo pero sin meterte con nuestros Héroes y Contrahéroes, porque para algo son quienes lideran la especie.

Marga Gil Roësset

Dibujo de Marga Gil Roësset (1929)

Realmente la gente debería tener interés en plantearse qué es violencia y qué no lo es, porque todos esos conceptos están bastante liados, desde la inteligencia feminista o digamos mejor, desde la racionalidad empática humana.

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