VIENTRES SUBROGADOS Y CUERPOS ALQUILADOS. Si gestar para alguien y servirle a alguien para tener orgasmos fuera un trabajo normal, no veríamos que son las mujeres pobres quienes lo ejercen masivamente en el mundo. Está claro que pueden existir mujeres que lo vean como un trabajo, pero eso sólo es creíble si esas mujeres de hecho tienen otras opciones. Y la realidad de los vientres y cuerpos alquilados no es ésa.
Me pregunto si las trabajadoras del sexo que luchan por la desestigmatización de su oficio, tienen esto muy en cuenta, si se solidarizan con todas las mujeres forzadas a esa actividad por su pobreza o porque las fuerzan a ella. Pues ellas, las trabajadoras del sexo, seguro que saben bien que si el oficio no te gusta, tiene que ser una pesadilla, una tortura. Que no es un oficio tan normal, sino muy especial, requiere mucho asunto especial, pues trabajas con tu cuerpo y tu placer, dolor, hecho sensorial.
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