LJ: Supuestos compañeros que te entran por privado, que alaban tu capacidad intelectual, tu análisis crítico, tu manera de ver y entender el mundo… pero cuyo interés real es puramente físico, porque cuando no cedes ni un milímetro a sus insinuaciones, te eliminan. Es un gusto que se desenmascaren solos.
MR. qué asco de personas. si quieren sexo, que lo digan normal, pero lo que quieren es engañar y liar
MR. es un tema de poder, que les pone, enfermos de misoginia y machismo. Cuando iba a entrenamientos en Acción Directa Noviolenta (ADNV) -no había internet- y luego surgían apasionantes conversaciones de política, digamos, en el sentido más auténtico, yo no entendía por qué siempre eso llevaba a la cama. No era feminista consciente y sin saberlo me acosté muchas veces sin haberlo elegido sólo porque había sido requerida. Qué tendría que ver: poder analizar juntxs con poder tener sexo juntxs, si yo no había enviado ninguna señal de que estuviera erotizada por la conversación? Y claro, me hizo pensar si en realidad me habrían estado escuchando, el análisis, o sólo usando la conversación como preliminar indirecto para hacer lo que unilateralmente les apeteciera.
LJ: Pues yo en ese contexto no, pero muchas, demasiadas veces, he consentido tener sexo… por no usar mi derecho a decir «no». Con todas las implicaciones que ello conlleva.