DEBERÍAMOS LISTAR todos los modos en que se borra nuestro rasto. Tras 30 años luchando empiezo a sospechar que esto es como el día de la marmota. No pasamos nunca a la historia porque sistemáticamente la ideología patriarcal nos lleva a impedirlo, como sociedades, trabajamos con ahínco en ello, por la creencia supersticiosa de que quien lidera es el Hombre, el único, al fin y al cabo, hecho a imagen y semejanza de Dios. Si tenéis cosas para este tema, podéis escribir a mp arroba mujerpalabra.net
Este año vamos a meter crítica a la ONU (Declaración de DDHH, por su lenguaje machista, y porque no aceptan en bibliotecas la palabra clasificatoria Feminismo) y a la wikipedia, que tiene un frente de soldados implacables bloqueando todo lo posible y más.

POSDATA a lo de listar. Anoche leía sobre Mary Wollstonecraft, sobre las mujeres de la época, feministas en realidad, pensadoras, filósofas jacobinas, escritoras, artistas, activistas, todas compartiendo cosas sospechosamente comunes en su vidas, claro, el Gran Obstáculo, no sólo compartían el tener una valentía y generosidad increíble por proteger su criterio. Y decía que en la época aunque eran minoría llegaron a ser sus ideas bastante extendidas aunque siempre con gran «controversia» (como ahora, ni en la declaración DDHH a la que nuestra lucha ha sido fundamental nos nombran, pero siempre nos llaman feminazis, supongo). Y pensé: Exactamente como hoy. La espiral tramposa.
Hablemos del Gran Obstáculo! Y de cómo todo el mundo aporta su granito, machacando, siempre todo lo que pueda dar la esperanza de echar luz en esta tiniebla de violencias sin fin.

POSTADA 2 y con esto completo el marco mental que tengo. Y disculpad la autocrítica, a las compañeras de partidos políticos: no hay que reproducir las estrategias de partido. No hace falta ningunear a otras personas. No sois las únicas personas que luchan, ni las que luchan mejor o más práctico. Esto es muy complejo, hay que respetar a todo el mundo, y que cada cual aporte lo que aporte. Es pesado, y es tirar piedras contra el propio tejado. Sencillamente difícil de comprender. No todo el mundo busca lo mismo, pero cualquier pulsión hacia cosas que no sean violencia merecen un mínimo respeto: no ningunearlas.
A mí de joven un pacifista histórico comentó graciosamente que Quién era yo, si en el mundo del pacifismo no me conocía nadie. Ciertamente, pero el mundo del pacifismo no es el mundo humano, sino el grupo de quienes piensan que están en el mundo del pacifismo. Y de hecho, a mí me habían enviado a un proyecto pacifista porque aunque no era del ovimiento, tenía una experiencia mental y vital impresionante de formación en noviolencia. Pero claro, los varones del mundo del pacifismo no me conocían, ni ellas, las chicas de apoyo. Décadas después sigo topándome con feministas que no conocen a sus compañeras feministas que no son de partidos políticos, que las leen incluso, auqneu jamás las ponen gordidedos, y si les preguntas, no les suena.
Vale ya, caramba. Hay mucho trabajo. Vale ya de mentalidad violenta clasista de grupos elegidos. Un poquito de convivir

POSDATA 3, porque sigo y sigo, sapos y culebras noviolentas! El otro día escuché a hombre joven del pueblo saharaui contestar a la pregunta del periodista Gonzo (El intermedio) que claro que él querría poderse ir a un lugar donde pudiera hacer lo que le gusta, pero que tenía que quedarse con su comunidad, porque era necesario. Me sacude hondo esta crueldad del mundo patriarcal humano que tiene a la gente impedida de perseguir la vida que saben y pueden descubrir que puede perseguir. Y así estamos secuestradas las personas, y las mujeres particularmente, siempre muñecas para uso y abuso. Basta ya. Hay que desarrollar criterio, y dejar de entendernos desde la psicología de guerra patriarcal. Ser diferentes es una riqueza, trabajar en miles de cosas también, porque todo es muy complejo de cambiar. No podemos apoyarnos en todo pero sí podemos apoyarnos en no borrarnos del mapa. La autocrítica tiene que ser más profunda, valiente y generosa. No tenemos que queremos, basta con que sepamos que esto es trabajo en equipo, y que tenemos que superar la tara del pensamiento en blanco y negro. Un poco más de dignidad individual creo que ayudaría mucho, menos psicología de Grupo Elegido, más imaginación. No sé! Estoy en plena furiosidad feminista!

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