Cómo puede tanta gente tener la costumbre de no contestar una pregunta. Contestas a la que formulan, y dejan la tuya al borde del fin del mundo, o peor, mucho peor, como si nunca se hubiera formulado.
No hay ninguna inocencia en no contestar las preguntas, pienso. Qué inocencia puede haber en ello.
« Acción Directa Noviolenta «Lenguaje»: feminazi Sobre la crueldad patriarcal: «mujer» (primer borrador) »