Anotaciones apresuradas 2024: Como feminista, mi postura ha evolucionado a lo largo del tiempo, al ir escuchando la diversidad de voces en el debate prostitución.
Aunque no he trabajado como activista por la abolición de la prostitución, porque siempre he trabajado como activista independiente en temas de educación y autoeducación, otra vía que tenemos en la lucha social, en el activismo, antes del split en el movimiento feminista en España (c. segunda mitad de los 2010s?) que vivimos hoy, sí apoyé con mi firma algunos de sus trabajos, por sororidad, porque yo creo en que nos podemos apoyar aunque no veamos las cosas exactamente igual. Ya no lo hago, porque el movimiento abolicionista parece haber desarrollado posturas para mí incomprensibles respecto a la revolución identitaria humana que pueda reventar el sistema sexo-género patriarcal, estigmatizando identidades humanas visibilizadas al fin en el movimiento social.
Creo que el debate interno que tanto nos ayudó a aprender, y implicarnos en la lucha feminista, se ha patriarcalizado hacia la guerra interna, y creo que los movimientos sociales no son territorio guerra, que el debate no es guerra aunque sea muy complejo. No hay soluciones universales, sino trabajar para ir reduciendo las violencias e injusticias incluyendo a todas las personas que las padecen, no sólo análisis que se consideran lo que hay que hacer.
Como todo el mundo patriarcal, los temas son muy complejos y están atravesados de muchas violencias de todo tipo, pero yo veo esto claro:
La prostitución y el porno patriarcales han sido, junto con la violación y la exclusión de las mujeres de la vida pública y la historia, fuentes de violencia y educación misógina. Superar esto requiere colaborarse para comprender el tema sin perjudicar a las mujeres, y esto incluye a las personas que se ganan la vida en la prostitución de forma voluntaria (que además no es voluntaria exactamente, porque a muchas la sociedad y las estructuras las condenan a la pobreza). No se puede decir que estas personas son marionetas de los lobbies cuando no lo son. Que las habrá, pero sabemos que hay mujeres que trabajan en prostitución porque es lo que han elegido para sobrevivir o vivir económicamente en esta sociedad.
La trata, secuestrar, drogar y explotar sexualmente a las mujeres, a las personas pequeñas, a las personas en general a las que se les haga esa tortura atroz, se llama Prostitución también pero son crímenes de secuestro y esclavización sexual.
No veo cómo se puede decir: soy abolicionista o estoy a favor de la prostitución. Para mí no se puede decir esto. Sí que la prostitución patriarcal es misógina y debe superarse. Quizá exista un mundo de trabajo sexual en el que pueda un día trabajar cualquier persona, y sea realmente «un trabajo» más. Yo no lo sé. Pero ahora me parece inevitable una transición a Trabajo Sexual para los casos de personas que se ganan la vida con ello, donde las prostitutas tengan protección de derechos laborales y a la salud, su independencia como trabajadoras, y dejen de ser estigmatizadas como «putas» incluso por el sistema de salud pública. No creo que esta protección vaya a ser la causa del mantenimiento de la Prostitución patriarcal, misógina, pues ésta se fundamenta en las creencias misóginas de una cultura, de una sociedad, y cuando la sociedad y cultura aprenda a liberarse de la tara ideológica de la misoginia, la prostitución y el porno patriarcal caerán en desuso, serán superadas. Si lo conseguimos.
Igual que no es el movimiento LGTBIQA+ quien amenaza a «las mujeres» sino el milenario patriarcado, no son las prostitutas que se ganan la vida con esta actividad voluntariamente quienes sostienen la prostitución. Y a ellas hay que proteger también, dado el mundo misógino de la prostitución patriarcal.
Reflexiones anteriores :
La mentalidad de los binomios contendientes, donde una parte debe prevalecer, nos marca culturalmente, pero esos valores patriarcales no son lo único posible humano. El modelo sexo-género patriarcal está bajo todo, y no hay manera de convivir así, ni de buscar cómos, soluciones noviolentas a las cosas. Estas postales son un intento de hayar lugares que no acatan el imperativo de los binomios patriarcales que nos enseñan que «las dos posturas son irreconciliables». Pues si no se va a hacer violencia hacia nadie, habrá que encontrar terrenos que no obliguen a la guerra.