Tag Archive: binomios patriarcales


INVISIBILIZACIÓN Y TORTURA. Reflexión sin datos pero con datos. Datos sobre violación y penas. No hay muchos en la conciencia general no? «Gracias a los Códigos penales» sabemos que la tortura puede recibir 3 meses de cárcel y el robo por hambre 30 años. Qué cosas. La propiedad es más valiosa que la gente, pero las mujeres son propiedad de facto (en muy pocos sitios pueden realmente elegir, algo) y no son valiosas, sobre todo como «muñecas hinchables», «cosas para el desahogo del Macho» nos cuentan desde hace siglos. Escucho en las noticias que en India violan a una mujer cada 20 minutos. Leí hace años que en Estados Unidos ocurría cada 3 minutos. Son dos «democracias» con la aberrante legalización de la pena de muerte. En India se quiere mucho asociar la pena de violación a pena de muerte, al menos así lo presentan los medios. En Estados Unidos no sé. En fin, no sé nada de este tema, pero al oír hoy en las noticias que había una cadena humana por «el derecho a decidir» y atender, feliz, pensando que la población apoyaba la defensa del derecho a decidir si quieres gestar, parir y ser madre o no, y ver finalmente que era una cuestión nacionalista, que han tomado la frase para otra cosa, sin reflexionar supongo en las consecuencias para la lucha feminista por este derecho fundamental de las mujeres a ser, he pensado que en el patriarcado, todo el mundo contribuye a borrar a las mujeres, la existencia de las mujeres como sujetas con derechos humanos, radical y de forma total, extrema, y esta inconsciencia sumada a la misoginia y al machismo suman una crueldad insoportable, en mi opinión. La violación es un tema tabú, y como cree la mayoría: no tan grave, bastante natural, biólogico muchas veces. No TORTURA, una de los tipos de tortura más brutales, como el forzar a las mujeres a gestar. Que el Hombre cuando imagina la peor pesadilla, pone en las pelis de scifi a alguien (suele ser una mujer, además!) gestando un alien, que te crezca un ser vivo dentro cuando no lo deseas es brutal. (Luego que me posteen en el blog que pobre yo enferma, que vi así un embarazo, sin quererse comprender nada porque no se entienden los derechos de media humanidad. Que por cierto, jamás he tenido que abortar, una suerte inmensa mía. Tampoco soy negra ni indígena americana ni gitana ni trans y entiendo los derechos humanos de todas las personas e incluso siendo omnívora entiendo que el resto de lxs animales tienen derecho a vivir sin ser torturadxs.)

Lo rescato de una discusión en la red.

Violencia de género. El problema de los crímenes contra las mujeres en el patriarcado es que no son importantes, no se perciben como tales. Siglos de violaciones «maritales» cuando la mujer quería hacer algo más que servir y no se sabe que eso, dejarla preñada, ha sido un arma común en el sistema para la encarcelación de mujeres en casas y su esclavitud. Lo mismo la violación fuera de dejarla preñada, y los asesinatos. No se percibe como un tema de derechos humanos. Basta ver cómo sí se percibe así lo mismo pero hecho «por terroristas»: asesinato o tortura. El Sistema patriarcal está muy profundamente enfermo y sigue educándonos.

Mujeres y violencia. Las mujeres en el patriarcado han sido excluidas del uso de la violencia, que se ha especializado en el macho, u Hombre. Por eso en el imaginario da mucho miedo una mujer con un hacha y quedan invisibles las innumerables violencias del Hombre contra las mujeres, niños, niñas, y otros hombres. Y como ha demostrado el patriarcado la violencia es cultural: las Mujeres han tenido que resolver sus problemas sin usar la violencia física, y los Hombres se han especializado (hasta el s. 20 al menos, en masa) en «resolver» sus problemas usando la violencia física y la intimidación de uso de violencia física, además de todas las otras violencias de un Sistema que basa todo, política, economía, organización social, etc., en el uso de la violencia y la perpetuación de la injusticia.

Yo creo que lo de hablar de «igualdad» debe nunca desubicarse de un marco más importante conceptual: que el tema de fondo no es la igualdad, sino el respeto a las personas. Porque ya sabemos que igualdad de derechos se ha concebido con más vistas que las patriarcales pero en un mundo patriarcal, y queda mucho trabajo por concebir mejor. (Por eso yo casi nunca hablo de «igualdad». Pues claro, si hay un derecho que sólo tienen los varones, se puede denunciar, pero «igualdad» acaba haciendo olvidar -no inocentemente, pues tendemos a justificar el sistema aunque no lo pretendamos, por educación- lo clave, al final, por eso hay ya gente que no lo usa, al menos tanto.)

Un adoctrinamiento cultural clave patriarcal es forzarnos al pensamiento totalitario, no sólo a través de los binomios cuyas partes se enfrentan como opuestos y donde una debe prevalecer, sino también a través de cómo nombramos a las personas y nos agrupamos, el tema de la identidad. No hay persona buena o mala, todo el mundo hace cosas variadas, y claro que una onda puede predominar, o varias ondas, pero el pensamiento totalitario dice: si alguien es UNA COSA no puedes ni rechistar sobre que tenga otra cosa. No puedes decir que Gandhi no te sirve para aprender más, y que de hecho ya aprendiste algo de él, lo posible, y estás más adelantada. No puedes decirles a los objetores de conciencia que se les olvidó decir que se negaban a hacer la mili porque no quieren aprender misoginia ni violar porque lo toman como agresión (al punto que no entienden lo que dices, te responden: es que no estamos de acuerdo, la violencia doméstica es cosa de las feministas…?!!, los que te responden) en lugar de como ayuda hermana. No puedes intentar ser amiga de personas que te ignoran, desprecian o temen (sus mentes, inescrutables) porque sospechan e intentan hacer daño, por si acaso, o justificadamente, piensan siempre que dan un mazazo. La verdad, no sé cómo se las apañó Mandela… Y pienso que quizá el feminismo, por todo eso que enfrenta, es el movimiento social que más espacio nos da para escapar al pensmiento totalitario, porque justamente como movimiento tiene clarísimo que la mierda que se combate fuera la llevamos dentro. Debería generar alguna admiración, siquiera un ratillo, siquiera para compensar el machaque continuo.
Por eso persiguen a las personas pensadoras críticas. Estoy harta de ver a buena gente con comportamientos de manipulación, abuso, mezquindad… De igual manera con los movimientos sociales, siempre con sus posicionamientos gregarios que tanto daño hacen a su propia causa. Como si dar con una buena idea te hiciera automática del bando de Quienes Merecen Prevalecer (!!!).
Y si no nos libramos del totalitarismo conceptual, seguiremos avanzando como caracoles hacia sociedades de racionalidad empática. Porque nos imponemos la mediocridad, y sus innumerables mentiras y violencias, y toleramos consecuentemente las violencias en muchos grados y variantes, ad nauseam, no sólo con nuestros Héroes, sino también con nuestras personas próximas. ¿No sería más fácil decir: Yo hago lo que puedo, y así sabríamos que siempre tenemos cosas que mejorar, y que podemos mejorarlas?

Combatir el constructo patriarcal Hombre-Mujer, la genitalidad patriarcal, la obsesión por asociar límites a la mente humana y funciones en la casa y la calle a las personas en función de sus genitales (esa falacia biologicista tan conveniente para la perpetuación de una sociedad patriarcal), la visión única de que los genitales humanos disponen de la capacidad femenina o masculina de reproducción y que esto es la base de todo lo humano,

no significa

negar que existan los genitales, ni la posibilidad de que existan identidades colectivas «mujer» o «femenino» y «hombre» o «masculino», entre otras, es decir, identidades colectivas que le den a los genitales la misma importancia que el patriarcado porque los relacionen con nuestras posibilidades de desarrollo y naturaleza

sólo significa

negarse a las imposiciones de identidad.

Basta mirar alrededor en la naturaleza y en la evolución de la especie humana para ver que la cuestión masculino-femenino respecto a reproducción no es toda la realidad que existe, ni siquiera la más importante, porque la vida no puede enfocarse desde esa mentalidad primitiva, que constriñe la realidad a ideas manejables.

El problema de los binomios lo ubico en la ideología o los dogmas culturales patriarcales. Esquematizar la complejidad de la vida en binomios extremos que se perciben como contrarios o contendientes podría tener alguna utilidad, algún sentido, pero no puede considerarse una forma de conocimiento de la vida, pues la distorsiona.

luz y oscuridad – oh, y… blanco y negro, día y noche

hombre y mujer

Inevitablemente, en los binomios, se asocia el primer término a todos los primeros términos de los binomios que se puedan formar. (Aunque no siempre, porque asociamos «vida y muerte»: «vida» a «mujer» y «muerte» a «hombre», ¿o no? ¿Y «espiritual y material» y «materia y espíritu»?)

¿Hay algo patriarcal en asociar «luz» y «blanco» con «hombre» y «oscuridad» y «negro» con «mujer», o sería una asociación planetaria (evito la palabra «universal», por exagerada, no? 😉 )

Si introducimos

bien y mal – y… positivo y negativo

ya tenemos montado el gran escenario.

La pregunta que más huele a animal (realidad vital) es, ¿no se desarrollan nuestras vidas sobre todo en la gama inagotable de lo que no son esos extremos?

Con esto no defiendo los contenidos que se comprende que tienen esas palabras en las sociedades patriarcales (no sé si también o otras porque no conozco sociedades no patriarcales). Habrá cosas que valgan, no digo que nada valiera. Pero es una genialidad cómo el mundo patriarcal distorsiona el mundo humano al generar estas falacias biologicistas, por llamarlas de alguna manera.

Escribo esto para plantear una visión más crítica y empática sobre el tema de los binomios, porque sospecho que son una pieza clave en las distorsiones del mundo conceptual patriarcal.

Cada vez pienso con más razones que aunque existan «hombres» y «mujeres» en la especie, debemos abandonar la obsesión por reducir la humanidad a estos dos grupos y asignarles cualidades. Yo ya me lo estoy llamando la «obsesión genital» (patriarcal). ¿Qué gran importancia tiene insistir en estas identidades de género tan rígidas, cuando vemos a nuestro alrededor la diversidad que ofrece la vida en cuanto existe el mínimo margen de libertad, e incluso cuando no existe?

Incluso si tomamos la idea de complementariedad, en lugar de opuestos, ¿no es sospechosa? La complementariedad implica dependencia. Y las dependencias para sobrevivir, en la vida, no son tan primitivas como estas de los binomios que usamos continuamente.

Os pego un gráfico que me parece ilustrativo y, cómo no, par amí, espeluznante.

YIN YANG listado