Tag Archive: feminismo


Querida mamá,
Lo más que siento es no haberte conocido mejor. Mi furor adolescente por salvarte no me dejó ver que tú sabrias, ni lo intuí, que había algo profundamente roto al ver la inconcebible brutalidad de la gente. Y ahora, que he llegado a vivir más años que tú, pienso que sí sabrías, que te daría ternura verme tan resuelta a salvarte entonces, y que nada podría nada de aquello ante el hecho indefectible de que la gente no tiene suficiente empatía y abandona construyendo un búnker de justificaciones para cargarse de razón y apisonar lo que saben que nos sacaría de esa mierda espesa de violencia. En estupor y abismo, qué solitario debió de ser, porque la vida te había dado ese revés brutal, que habiendo sido generosa y empática, volcada a vivir tu propia vida sin destruir a nadie, fueras desechable, apisonable, abandonada cuando solo necesitabas un acompañarse para construir mundos vivibles para quien estuviera por ahí. La mezquindad de la humanidad tarada no da belleza.
En la noche más breve y mi vida más larga siento el peso de tu vacío, que no estás, y !cómo lo habrías disfrutado todo esto! De este mundo que abriendo brechas ayudaste a construir.

UNA SIEMPRE SABE

I

Que las mujeres se llamen Hombre es síntoma

de irracionalidad y violencia, del odio del Sistema a nombrar

la realidad humana. Es cultura de violación de tu nombre,

un dejarse, para salvar una vida secundaria.

Aceptar la falta propia de respeto: no nombrarse

perpetúa tu boca manchada, tu voz estrangulada,

las magulladuras del cuerpo siempre feo o incapaz.

Es ningunación de una vida de cosa que se usa.

II

Aceptar ser enemiga de tu palabra es aceptar

la insignificancia a que te condena la jerarquía de la tara;

siglo tras siglo, no desarraiga la raíz de distorsión,

no hace visible el esfuerzo y la visión titánicas, nuestros hechos.

Aparecer en la foto del homenaje de la hilera, los cinco minutos,

sostener unos segundos el micrófono, descomprimirte un poco

al ocupar tu asiento, pagarte tú la ropa que es disfraz

es promoción –de renuncia, mutilación, genocidio.

Sin nombre, el espejo está velado, no puedes mirarte, re-conocerte,

el mundo se agolpa de palabras ajenas, reingresas, Sísifa,

al claustrofóbico lugar del Eterno Emparedamiento

tras el actor principal de esta obra falsa, torcida, malsana.

III

Sin poder nombrarte, no cambian las conexiones neuronales,

no se hace trizas la forma y el rumbo, no entra la luz,

el aire no se renueva, el universo no se expande.

¡Nómbrate de acuerdo a tu imaginación y semejanza!

¡Limpia tu mirada y contempla lo que te rodea!

¡Busca nuestra memoria, ahí está!

(Camino descalza. Poemas políticos, de michelle renyé)

Dado que para publicar he tenido que hacerme autora-editora, y después de la experiencia esforzada y un tanto loca de la distribución artesanal de la primera edición que me hice en papel de mis poemarios de los noventa y relatos, he recurrido al único lugar donde gratis puedo distribuir y puedo vender mi obra, por si puedo hacer algo de dinero como escritora independiente (no preocuparse! También me he hecho autónoma como traductora y correctora).

Estoy en Amazon como michelle renyé, y por ahora sólo he subido mi La saltadora. Relatos feministas, segunda edición (hay cambios en el comentario final, respecto a la primera edición, y en todo menos los relatos respecto a la edición experimental del 2015, que tb subí a mi web como ebook; siguen ambas ediciones de descarga gratuita en mi web).

Si queréis apoyar mi trabajo, os agradecería distribución de link, o dar esa información. <3

GENÉTICA Y DESCENDENCIA. La gente que quiere tener descendencia debería leer un poco sobre genética, para quitarse esa idea desinformada sobre que su descendencia tiene más genes suyos que si adopta, y llegar a la opción brutal que ofrece la sociedad patriarcal a quien tiene dinero de alquilar a una mujer para geste sus genes. Si supiera, creo que se organizaría entonces (todo ese esfuerzo y dinero) para luchar por leyes de adopción que ayudaran a millones de peques del planeta y de aquí que por pobreza (exclusión) necesitan quienes les cuiden.Ciertamente, entre amistades se pueden hacer cosas de prestarse el cuerpo y demás. Pedirle semen a un amigo para chutártelo a ver si te quedas, conozco un caso muy feliz. Quedarte sin formar pareja y haciéndolo con amante(s), libremente (donación de semen unawares, sin saberlo, pero no es oro, vaya, y no te van a pedir cuentas, y tú ya lo vas «regalando» incluso forzando por ahí, incluso sabiendo que la mujer no quiere quedarse embarazada y la estás poniendo en riesgo. Además, ser «padre» es más que echar un polvo, y si cuando lo echas no estás haciéndolo para tener descendencia, y de hecho te importa una mierda si ella se queda embarazada, pues que ella controle y elija si quiere o no es tema de ella, lógicamente, porque es una PERSONA con derechos humanos). O pedirle una pareja hetero a una amiga que le geste su bebé. En general eso ha ocurrido en el mundo libre en los 70 y 80 y no tenía nada que ver con la contratación de mujeres para gestar para desconocidos por dinero, es decir, por necesidad económica.HAY muchas cosas de génetica rulando que apuntan a la realidad que podemos verificar cotidianamente: que quizá, mira, entre hermanas y hermanos, los parecidos son escasos o nulos, y que puedes parecerte físicamente a millones de personas con las que no tienes parentesco familiar. Somos de una misma especie, lo de la semillita propia de una y uno es una mala razón para tener descendencia, un tema que debería, pienso yo que no la tengo ni la he querido tener nunca, relacionarse con el amor a convivir con, cuidar, proveer a una personita hasta que pueda valerse sola.

Recordando a Roberto Echevarría

No le conté a mi amigo (o hermano, feminista) Roberto, de Ecuador, la broma de los gordidedos, porque la reservaba para cuando nos viéramos aquí en España. Aunque trasladáramos el escenario de la terraza de Galdós del Retiro en Madrid (aún no habían aislado la escultura de la terraza) a un chiringuito de Fuengirola en compañía, esta vez, posiblemente, de nuestras parejas (a quienes no conocíamos), pensaba bromear con la tontería de que por qué a él le ponían cientos de gordidedos si posteaba “gatitos” y a mí, una pensadora de la racionalidad empática, la acuñadora del concepto “desarrollar inteligencia feminista” que tanta ayuda a evitar debates muertos, guerras, callejones sin salida, sobre todo en coeducación con personas adultas, la mayoría lectora mía no dejaba rastro alguno de haberme leído, esa pequeña mezquindad –más puzzling o inquietante para el caso de hermanas feministas.

            Roberto sí había expresado su aprecio con un gordidedo, como hago yo (esté yo o no de acuerdo con el contenido), a mi aportación de ideas en la lucha “por la construcción de un mundo menos violento e injusto”, como decimos en mujerpalabra.net, y era una opinión valiosa para mí, por la cabeza-corazón de Roberto y porque Roberto leía habitualmente, mucho, enterándose, no como yo, que no soy una buena lectora desde el punto de vista académico-de-lo-que-existe. Cuando empiezo a leer enseguida entro en diálogo creativo. Roberto leía ensayo feminista. Aparte de fotos de animales y de la naturaleza en general, un descanso y un recreo visual del día, posteaba libros feministas, y obras de escritoras.

            Aquel día del Retiro me regaló un libro de Beatriz/Paul Preciado, porque le interesaba mi opinión (que enseguida le medio di porque había leído la mitad, que es mucho para mí tratándose de ensayo). Me regaló también un CD de jazz, lo tercero que posteaba y nos unía como hermanos. Se trataba de un músico que yo no conocía y cuyas composiciones él veía como un mundo musical parecido al mundo de palabras que yo creaba.

            El regalo de jazz, al escucharlo, me dejó muy impresionada, porque más o menos hasta cerca de los cuarenta yo pensaba que mi inteligencia tenía severas carencias y deficiencias. En mi casa, mi madre siempre la había apreciado, aunque no la tuviera en cuenta para sus decisiones de vida, pero fuera de casa, en el sistema educativo, en el mundo del activismo, en las relaciones de amistad, salvo fundamentales y maravillosas excepciones que no siempre supe usar para crecer en su medida, las personas que no toleran la convivencia con quienes no acatan y repiten, esa mayoría aplastante de autoproclamada “normalidad” o “verdad” (para otros casos), hizo lo que siempre hace, sin querer o queriendo: presionar por todos los medios para tu asimilación por esa masa de acción cultural prevalente, o contribuir a tu destrucción (ese parque temático del horror), por decirlo imitando el estilo de Jo cuando leía sus primeras obras a sus hermanas, en la Little Women (1868) de Louisa May Alcott, que yo conocí por el cine (dirigida por Mervin LeRoy en 1949).

            Roberto, sin duda, ha sido una de las personas hermanas en la vida cuya amistad me ayudó a verme más allá de toda la mierda autodestructiva que la cultura te echa encima por ser una mujer en una sociedad patriarcal. La lucha por limpiar la mirada (otro concepto que él identificó como propio de mi trabajo de escritora) la llevamos cada cual, nadie puede hacerte ver, comprender, es un proceso interno. Pero podemos ayudarnos, acompañándonos de formas noviolentas, eso es una forma de apoyarse. Las cosas más importantes son sencillas en realidad (igual que las cosas más placenteras son “gratis”, para horror del Mercado). Hay gente cuya compañía facilita la tarea de vivir y hacer en la vida, y es que la mera compañía en este mundo brutal tiene un valor y un efecto extraordinario. Fijaos cómo dibujaba y pintaba Van Gogh al mínimo signo de vida de contacto, comunicación, reconocimiento de alguien, y mira que enfrentó mucha mezquindad, pero todo depende de todas las partes, y cómo recibía, con qué extraordinaria amplitud mental. Camille Claudel, sin embargo, al estar encerrada y torturada, sólo pudo responder no volviendo a hacer aquello por lo que de hecho dio su vida, crear esculturas. Además de encerrada y considerada loca, esa atrocidad indescriptible, inasumible, revientacabezas, nadie estuvo a su lado (y mira que su cuerpo la tuvo allí no sé si tres décadas o más). MiCamille.

            En venganza noviolenta por esa arma de destrucción selectiva que es la envidia ejecutada cotidianamente por “buenas y malas personas”, quería hablar un poco de mi vivencia de la envidia, y de por qué importa el tema socialmente, unas pinceladas.

            Aunque he vivido lo de ser objetivo de las personas envidiosas que no solo lo sienten, piensan o imaginan, he tenido un contexto más favorable que me ha ayudado a resistir, y poder ser y crecer por mis caminos. Aunque, como Van Gogh soy muy responsive, creo que si no tengo la obra que ciertamente podría tener como escritora o el impacto en el sistema educativo per se como docente, no ha sido sólo porque mi vida de ideales anarquistas me llevara a trabajar apasionadamente por mi comunidad (la que tenía delante, literalmente), como cuando vivimos en tiempos de guerra convencional, sin una idea del protagonismo del yo y su reconocimiento (nunca me ha sobrado tiempo para presentar proyectos a premios o subvenciones, no sé cómo eso se consigue cuando se coordinan, crean, informan proyectos, no hay tiempo material, y sólo los formularios son una camisa de fuerza y un molde desvirtuadora, porque quienes los elaboran no comprenden, pienso, la innovación, o no tienen tiempo de revisar su trabajo en relación a la realidad).

            Mi comentario de los gordidedos nacía del humor, no de la envidia. ¡Ay, el humor, que se usa tan a menudo nada menos que como coartada de la envidia! Aunque la sabiduría popular en España dice que la envidia es el deporte nacional (de hombres y mujeres, aunque se asocie junto al cotilleo, al mundo femenino, presentado como menor incluso en las democracias del 21), creo que ese sentimiento lo sentí en un par de ocasiones, y muy flojito. Debí de procesarlo en seguida para descartarlo como modo mío de relación o asimilación. Creo que hago esas cosas desde pequeña y no sé si le pasa a más personas. Elijo. Asumo la responsabilidad de mi vida. Va con el amor a la libertad. A los seis años ya lo sabía. Y se ve que cuando experimenté la envidia no me gustó, que no estaba en mí como pasión, porque no la he vuelto a sentir.

            Me pasó algo así con los celos. Los sentí, un vendaval destructor, en algunos momentos de la juventud, al punto en una ocasión de perder la voluntad, el habla, tres días, después de gritar y llorar como una verdadera posesa unos cuantos días antes, y luego ya, si te he visto no me acuerdo. Tengo la suerte de que mi cuerpo trabaja a mi favor, y cuando mi cabeza no me salva de algo malo para mí porque me vence la autodestrucción aprendida o el desánimo, mi cuerpo viene al rescate. Me ha salvado ya de varias destrucciones certeras, la última haciéndome pedir la excedencia voluntaria en la pública para salvar mi salud (aunque en otra esfera, también fue determinante la opinión de mi pareja), precisamente debido a los hechos de personas envidiosas y de ese grupo humano, uso una pintada de Rafael Sánchez Ferlosio, “Tolerante, piel de elefante”. Cero interés en los celos, en el mundo que incluye los celos. En la juventud, puedes llegar por accidente a esos mundos, porque desconoces muchas vivencias, pero luego ya sabes cosas y puedes elegir no entrar ahí. Esto lo pienso y lo he experimentado en mi vida.

            Del mundo de la envidia, he observado a lo largo de la vida cómo se emplea a niveles de complicación y violencia extremos (por eso no debe verse como una emoción “menor”, fea sí, y como el alcohol, con capacidad destructiva potencial), al punto de pretender destruir las vidas de las personas, o intentarlo, claro. Introduzco un punto para subrayar esto: Intentarlo porque para destruir necesitas a todas las partes, ¡también a la que es objeto del afán destructor! Y a veces les sale muy mal, porque la persona no se deja destruir, no está en su naturaleza, a pesar del adoctrinamiento patriarcal a las mujeres, que afecta, pero no a ese punto. Cuántas personas admirables ha habido resistiendo esa brutalidad… Y ciertamente, la especie se ha quedado sin todo lo que podrían haber aportado, que es mucho más de lo mucho que ya es que resistieran y existieran.

            Los movimientos social y artístico deberían abordar el tema de las personas que operan por envidia, siquiera para que seamos conscientes de todos los obstáculos y daños que generan, el espacio que le quitan a la sororidad y la solidaridad, a la colaboración y el apoyo mutuo, que son las cosas que nos ayudaron a sobrevivir en la prehistoria, cuando como especie éramos poca cosa frente a grandes peligros a nuestra supervivencia.

            Como educadora a nivel profesional remunerado, pienso también que hay labor en plantear el tema en el sistema educativo, para ayudar a comprender que vivir en la envidia no es sólo malgastar la vida propia, si sólo se piensa en sí: es vivir cada día así, míseramente, una vida pequeña y mezquina, sin capacidad de mirar al frente y mucho menos contemplar el mundo y respirar. Y es hacer un daño importante a nuestra evolución hacia mundo más justos y menos violentos. Porque en la envidia se practica a diario con el lenguaje, la actitud, los hechos, los sentimientos, las ideas, todas las violencias patriarcales que justifican este sistema de violencias, siempre la sacrosanta violencia, forzar, imponer, juzgar, condenar, por identidad, por la libertad humana creativa y de pensamiento, esa sustancia de ser y estar.

            Creo que el modelo de elegir pasiones (por ejemplo, la de despertar con la resolución de la alegría, por más difícil que lo pongan las personas y sistemas, y aunque a veces se tropiece y falten fuerzas y visión, contando con todo ello, la compleja realidad) tiene que crearse conscientemente como un modelo humanizante que dé más a cada persona y a la comunidad, porque hay una conexión íntima, igual que en toda vida cotidiana se rastrean las grandes guerras.

            Con Roberto, no pudimos reírnos con mi broma de los gordidedos y los gatitos, que amamos con espontaneidad y resolución. Su Thelonius, y por aquí, quienes nos han adoptado y nos traen locatis, la Osipanda Gorgorita Porfavor y el Negrito Marramiaú, que son quienes reciben visitas, no de gatas y gatos callejeros como nos pasaba antes de que llegaran, en las madrugadas (que somos de acostarnos a las tres), sino de gatos vecinos, sobre todo de Totó el Destructor, que viene a descansar y nos bufa cuando le peta, como un poseso, porque lo educaron personitas y no se atreve a hacerlo en su casa por si lo castigan.

Traducido por michelle renyé (diciembre 2021, mujerpalabra.net)

Audios en inglés y español en Soundcloud, Literatura con inteligencia feminista (michelle renyé)

https://soundcloud.com/michellerenye/snow-white-the-seven-dwarfs-by-anne-sexton

https://soundcloud.com/michellerenye/blancanieves-y-los-siete-enanos-de-sexton-traducido-por-michelle-renye

Fanzine a impresión para el 8M 2022 EDICIÓN BILINGÜE

¡¿CRIMINALIZAR SALVAR VIDAS, LUCHAR POR LOS DERECHOS HUMANOS?! ES DEMENCIAL. Todo lo que nace del amor, de la empatía es Odio para la ideología patriarcal. ¿Multar al Open Arms por salvar a quien se ahoga? ¿Acusar al feminismo de odio? Nos ha costado la vida y la felicidad tener ideas de amor en nuestra sociedad y continuamente enfrentamos la acusación de que odiamos!!
El movimiento feminista odia a los hombres, dicen los irracionales, los padres de la distorsión, en lugar de la realidad verificable: que los movimientos sociales van de amar y proteger la vida. El feminismo ama los derechos humanos de las personas! Las lesbianas odian a los hombres, dicen personas gravemente taradas por la ideología patriarcal, en lugar de la realidad: aman a las mujeres. Las personas veganas odian las carne, en lugar de que aman a otros seres vivos. Las «personas no blancas» y las de culturas diferentes a la patriarcal son peligrosas, dicen, cuando quienes ponen la vida en peligro son personas sobre todo blancas de culturas escritas por unos pocos muy interesados en perpetuar el sistema de violencias, que nos fuerzan a un tipo de vida monstruoso donde lo que importa es abusar de la mayoría, la acumulación de recursos y poder a costa de la inmensa mayoría de personas y del planeta. Violar, torturar, acumular no es odiar. Salvar vidas sí, es peligroso! Debemos dar nuestro trabajo como esclavas y esclavos a quienes más tienen y acumulan, y compartir los poquitos con un montón de gente, para que los ávidos de poder y dinero tengan más. Hacer crítica a la violencia es pedir cabezas, dicen! Es amar la vida en paz para las comunidades, carajo! Pero qué confusión violentísima y terrible! Todo lo que toca esta ideología violenta (y anacrónica ya para cada vez más gente) lo convierte en odio. Y quienes ejercen y hablan odio, para forzarnos a guerras de fronteras, de religión, por los recursos, por esclavizar a gente, los partidos políticos del poder, la corrupción institucional, los clubs de fútbol ilustrando odio de verdad a otras personas, los programas de cotilleo y «debate», las series, las películas que nos meten con embudo en todo, el mercado deshumanizante y deshumanizado, las familias que no dejan vivir, difaman e insultan a quien no comparte su identidad, eso no es odio, eso vale, eso es respetar. El exceso es suyo, la violencia es suya.
Un poquito de racionalidad empática. O a aprender y dejar hacer a quienes sí tienen dignidad humana, a incorporarse a ese territorio de empatía por favor. Saturadas de irracionalidad y violencia. Basta ya. Nuestra inteligencia y esfuerzo da para construir un mundo mejor, pero hay que luchar contra toda esta confusión de ideas! Es una tara ideológica que debemos y podemos superar!

Lo que nos ayuda a rescatar nuestra humanidad son nuestras diferencias

Según lo comprendo yo, el desencuentro dentro del feminismo respecto al tema de la identidad se encuentra en que hay personas con inteligencia feminista que creen que la distinción Hombre-Mujer es biológica, como lo cree la cultura patriarcal, sólo que conciben la superioridad de forma contraria: la “naturaleza femenina” sería superior a la “naturaleza masculina” por las mujeres están vinculadas a la vida y el amor/construcción y los hombres a la muerte y la violencia/destrucción. Ambos pensamientos emplean para su comprensión del mundo lo que llamo los binomios contendientes donde uno debe prevalecer sobre el otro porque ideológicamente se considera superior, es decir, donde uno representa el Bien o llamémoslo ya (que ayudará a evolucionar, pienso) El ideal y el otro el Mal o bien Los peligros.

Matices aparecen en los feminismos respecto a cuántas identidades humanas son “naturales” e incluso entre personas feministas que no se identifican claramente con la visión del feminismo de la diferencia se produce la desconfianza respecto a que la identidad humana, natural y cultural, pueda ser más diversa que una idea algo más borrosa que la patriarcal pero muy parecida sobre que las personas somos Hombres y Mujeres.

El encuentro de los feminismos respecto al tema de la identidad está en el rechazo al sistema sexo-género patriarcal, que define la identidad humana restringida a una versión de lo que es ser mujer y ser hombre, donde la mujer es vista como inferior al Hombre.

La cuestión es, sin duda alguna necesitamos ser conscientes de los puntos donde podemos aunar esfuerzos, para fomentar eso, y no tanto la no comunicación y la perpetuación de la idea patriarcal que lo diferente es el enemigo.

Son ya siglos de patriarcado, y realmente, esto tiene que superarse ya, esta tara ideológica de la que somos objeto culturalmente, que es decir, conceptual, verbal, psicológica, físicamente también.

En los hechos pequeños de la vida cotidiana se puede rastrear el afán de violencia respecto a la identidad humana, y esto no nos ayuda a evolucionar. Por eso en el movimiento social del feminismo (o los feminismos) otro punto de encuentro es saber de la importancia de las palabras y las ideas para transformar acciones y actitudes del mundo de la violencia, porque la violencia física o última se construye, es posible por la existencia de todos estos otros tipos de violencias posibles: ideológica o cultural, sentimental, emocional, psicológica, verbal sin duda alguna (véase la misoginia tolerada por el mundo oficial de la cultura de la Real Academia de la Lengua Española, que no puede soportar que a las mujeres se les deba el mínimo respeto de nombrarlas si te diriges a ellas, buscas su apoyo, hablas de ellas o de la humanidad o las personas).

(Para mí el feminismo pacifista incluye todos los temas que el pacifismo patriarcal obvia, todos los tipos de violencia que el pacifismo patriarcal, espiritual-religioso o ético-político ignora, incluido el hecho de los siglos de lucha noviolenta de las mujeres, con todas las ideas de lucha que nos han proporcionado y no vemos, no se las atribuimos.)

Sobre mi postura personal, por un lado vital, intelectual-vital, yo no puedo entender bien la cuestión de la superioridad como tampoco puedo entender bien la admiración, si no fuera algo así como la superioridad ética, de racionalidad empática, pero no podría llamarse así porque desde esa racionalidad empática no sería éste el mejor nombre, “superioridad”, tendría que existir otro. Y por el lado de observación de la vida humana (esa pasión, ese miedo y esa necesidad de conocer), lo que yo llevo visto en medio siglo de vivir intensamente, me ha conducido a pensar en personas, intentando ver más allá, con más inocencia o libertad, de nuestro adoctrinamiento de cultura patriarcal en los binomios identitarios base a todos los sistemas de violencia patriarcales, de Ser Hombre y Ser Mujer. Aunque entiendo que la cultura prevalente haga que nuestra maleable mente desarrolle más las cualidades que se nos dice tener culturalmente, porque queremos que nos ayuden, o quieran, o admiren, o teman… Yo he visto rasgos y ausencia de rasgos supuestamente correspondiente a un género sólo en los dos, e incluyo la fortaleza física (que además puede concebirse desde muchos enfoques muy diferentes, curioso que sólo se hable de uno) o la capacidad de comprender cosas.

“We can best help you prevent war, not by repeating your words and repeating your methods, but by finding new words and creating new methods” Virginia Woolf (Como mejor podemos ayudaros a evitar la guerra no es repitiendo vuestras palabras y reproduciendo vuestros métodos sino hallando nuevas palabras y creando nuevas formas de hacer las cosas. Citado en Petra Kelly (1983), p. 35, Fighting for Hope, Chatto & Windus. The Hogarth Press, 1984)

Si los genitales nos especializaran en capacidades no habría tantas excepciones como encontramos día a día; y cómo nos pasamos los siglos sobre todo hablando y actuando para juzgar y condenar las “excepciones”. No deberíamos perpetuar esta especie de fe, que no conocimiento, en la identidad de género humana porque ponemos muy difícil poder colaborar en la construcción de un mundo humano donde los valores de respeto/amor, solidaridad/cooperación, honestidad-sinceridad, y noviolencia prevalezcan.

El pensamiento, la ciencia, el lenguaje, las emociones…, son productos humanos, y pueden llevarnos a todo tipo de hechos, constructivos y destructivos en infinitos grados. No creo que los genitales tengan mucha influencia, con su química incluida, dado que la mente humana tiene capacidades como la imaginación.

Termino con una idea que expresó, probablemente entre muchas otras personas a lo largo del tiempo, Einstein, y que yo leí en un artículo de Petra Kelly, del citado libro Fighting for Hope: “Everything has changed except our way of thinking” (Todo ha cambiado excepto nuestra forma de pensar / marco mental).

Saber nombrar las cosas importa mucho para el análisis, pero para eso tenemos que comprenderlas (ese arduo proceso) con cierta profundidad –no sólo es cuestión de diferencias por puntos de vista de los que se parta.

En la ideología patriarcal es más importante usar las ideas como armas para «destruir al oponente» que conocer el mundo a través de la puesta en común de ideas y desarrollar conocimiento en procesos colectivos conscientes.

Podemos decirlo de muchas formas.

En el vídeo de abajo sobre Petra Kelly, Alicia Puleo lo dice de una forma. Al explicar el ecofeminismo nos cuenta (y su opinión está ciertamente informada) que el ecofeminismo se encuentra más asociado a una corriente feminista llamada «feminismo de la diferencia», que es esencialista, es decir, que cree en una diferencia identitaria fundamental entre dos géneros, y nos dice que en cierta forma esta corriente enfrenta dos géneros –como lo hace el esencialismo patriarcal (añado yo), aunque en un sentido diferente, y en un sentido contrario según matizaciones, cuando se plantea con el mismo esquema de superioridad de un género sobre otro en un sistema de dos. Y nos cuenta que la corriente feminista prevalente hoy es aquella que se centra en combatir la discriminación machista y misógina o del Hombre hacia la mujer, y que el ecofeminismo ampliaría eso para incluir la lucha contra la discriminación de otros animales y la explotación del planeta. Dice que por tanto en algún sentido el feminismo (la corriente prevalente) se ha especializado en el tema igualdad entre hombres y mujeres.

Yo creo que esta visión está condicionada por la comprensión del feminismo occidental, de su importancia en la lucha por la igualdad entre sexos, y que tenemos que nombrar o comprender el feminismo de una forma más amplia y eficaz porque explica muchas cosas más y su impacto es mucho más amplio y profundo: el feminismo cuestiona la ideología patriarcal, esa cultura humana de sistemas de violencia (por sexo, sexualidad, piel, estatus social, económico…), y por eso sin desarrollar inteligencia feminista no se puede abordar la evolución a la superación de este tipo de cultura. La construcción de una cultura abarca todo lo humano, y condiciona cómo pensamos, hablamos y nos relacionamos, qué valores prevalecen en comunidad, las prioridades.

Consideremos las luchas de las personas feministas por el lenguaje.

La idea de un lenguaje que nombre la realidad –y no un lenguaje empleado dogmáticamente para invisibilizar la realidad que no se quiere aceptar culturalmente en una sociedad dada (invisibilizar que no destruir, porque siempre hemos existido y aportado las personas denostadas por la cultura prevalente)– en la práctica y teoría de diferentes personas feministas nos ha aportado culturalmente más que la sola cuestión de nombrar a las mujeres. Nos ha descubierto la falta de inocencia en la cultura, en el mirar desde la cultura; cómo vemos lo que creemos, lo que la cultura/sociedad dice que hay que creer, en lugar de comprender (ver, entender que existe) la realidad existente; y cómo viendo así hacemos daño intencionada y no intencionamente, inconsciente y conscientemente, porque juzgamos injustamente, agredimos verbal y conceptualmente, y omitimos o invisibilizamos, que es, ya lo sabemos bien, una forma de matar, obstaculizar y hacer sufrir.

Estoy hablando sólo del mundo del lenguaje humano, que parece un tema solo y que es en realidad un tema transversal a todo nuestro mundo porque constituye nuestra herramienta cotidiana para transformarnos y transformarlo, justamente por eso, porque en él se refleja todo lo que concebimos, sentimos, creemos, soñamos como colectivo –aunque eso no haya podido eliminar nuestra capacidad para el lenguaje individual o no prevalente socialmente, como esta forma de nombrar empática propuesta por el feminismo porque sabemos del daño que hacen las palabras a quienes excluyen o difaman, lo pretendamos o no; cómo las palabras más usadas son culturalmente reguladoras de la inclusión y exclusión, del reparto de funciones en una comunidad, la construcción de la identidad de los papeles admitidos por una sociedad determinada.

2017 Homenaje a Hypatia

Así, el que haya corrientes feministas prevalentes (en el sentido de mayoritarias) en determinado lugar que se centren a la lucha por «la igualdad ¿con el Hombre?» (así lo mal-interpreta mucha gente), o dicho mejor: que se centren en la lucha por la igualdad de derecho de todas las personas a una construcción de su identidad propia y a poder elegir su papel en su comunidad en función de sus decisiones y no de sus características físicas o genitales en el contexto de una sociedad patriarcal (que parte de la deshumanización fundamental que es una definición limitada y distorsionante de lo que es ser persona, asignando dos papeles, «Hombre» y «mujer» a todas las personas, papeles asociados a funciones en la sociedad), no es decir que el cuestionamiento del patriarcado que realiza el movimiento social feminista sólo implique el tema «Hombre-mujer» (ya se ve en mi reformulación, pienso) pues cuestionar la base dogmática fundamental de la cultura patriarcal no es para que las mujeres estén mejor, sino para evolucionar a sociedades menos violentas e injustas, donde se respete la identidad de las personas y se apoye una evolución individual y colectiva hacia realidades más humanas, más fieles y respetuosas con el potencial y la diversidad humana, pues la cultura patriarcal es autodestructiva –y si tras siglos de patriarcado aún no nos hemos autodestruido eso ha sido sencillamente porque la realidad humana no ha podido ser transformada por la ideología patriarcal en el sentido buscado, y ha seguido existiendo y cuestionado el sistema todos estos siglos; por eso hoy tenemos cosas buenas que en realidad no nos vienen del patriarcado sino de lo que esta cultura ha, digamos, robado a mucha gente anónima, y también y sobre todo, de lo que esta cultura ha recibido como impacto de la existencia de esas otras realidades a lo largo de los siglos, que enfretándose al sistema o sencillamente siendo han tenido un impacto como una hoja seca o una piedra que cae al río, en ondas expansivas.

Con todo esto intento explicar que yo no creo que el feminismo sea el feminismo de clase media blanco y de izquierdas, ni tampoco que el feminismo se haya centrado en la lucha contra la discriminación de sexo no trabajando la conexión con otras discriminaciones o sistemas de violencia. Todo va íntimamente ligado porque es complejo, como la vida. Cada persona, grupo, red, como cada sociedad y comunidad, claramente elige temas de trabajo y prioridades, pero como movimiento, el feminismo es una de las razones fundamentales por las que comprendemos la discriminación y asociamos su superación a un cambio de valores y modos de ser y de relacionarnos. De hecho, como movimiento social, en todas partes del planeta, no sólo en España o Europa occidental donde estamos (pero nuestras poblaciones son heterogéneas, aquí vive mucha gente variada en situaciones materiales muy distintas, y que es feminista también), lo que nos hace ingresar en este movimiento, digamos, es un afán de lucha por rescatar nuestra humanidad que va a asociada a un rechazo visceral y racional empático por el uso de la violencia como forma de resolver problemas y conflictos, o como forma de relación en la especie y con la naturaleza, siquiera porque es el planeta donde vivimos, siquiera porque en él encontramos nuestro alimento para poder vivir y no morir.

Así, si bien es cierto que aún no hay palabras, teorías, ideas comprendidas más ampliamente sobre la conexión inevitable de feminismo, noviolencia y ecologismo, según vemos y nombramos las cosas, puede comprenderse legítimamente que todo se contiene en el feminismo como movimiento social que cuestiona la ideología y la sociedad y cultura patriarcal, por ser una cultura basada en sistemas de violencia que parten del sistema primario de reducción de la identidad humana a dos papeles con funciones específicas que se excluyen y que se nombran falsamente como «complementarias».

Volviendo al lenguaje, en mi viaje personal para humanizarme a través de cómo nombro y por tanto de cómo pienso y por tanto de cómo me relaciono, no sólo he aprendido a mirarme a mí misma desde un enfoque diferente (siempre en peligro hasta que llegas a décadas de práctica en resistencia y lucha!, por la presión indescriptible de que sigamos en ceguera), uno que me permita pensar que soy inteligente, fuerte, valiente, creativa, genia, capaz de ofrecer ideas valiosas a la sociedad, capaz de tanto, con mi pequeña vida de minoría en mi sociedad que cuestiona la tradición. Ocurre que al hacerlo, al hacer este viaje, me he humanizado, he rescatado mi racionalidad y empatía como persona, y con racionalidad y empatía no puedes ejercer injusticia y violencia fácilmente, no puedes obedecer el mandato de violencia e injusticia de los sistemas impuestos en la cultura patriarcal, al menos no tan fácilmente o defendiéndolos contra toda razón o sin sentirte autocrítica y con un conflicto ético y vital. Los reproduces por ser un animal cultural, pero por ser humana en evolución, los criticas e intentas superar.

El feminismo como movimiento social que lleva siglos en escena aunque sin siquiera un nombre, es muy joven respecto a la fase actual en que está (la de encontrar nombres y pegarnos), sólo tiene algún siglo, y quizá por eso todavía hay tantas tortas, tantas luchas que nos podríamos ahorrar, y que en realidad nacen de que por más que sepamos que la violencia es negativa y evitable a menudo, la cultura patriarcal nos constituye ideológicamente, y muchas veces usamos la lucha por cuestionar algo para justamente perpetuar algo: el poder de ubicarnos en posiciones que discriminan, no respetan y desprecian a otras personas, por ejemplo. Porque no es fácil concebir algo que socialmente no existe, aunque a nivel individual te conste que sea real, humano. No es fácil nombrarlo. Y sin embargo, tenemos la palabra para pensar, comunicarlo y comunicarnos, entendiendo que todo será como siempre una evolución hacia la comprensión y hasta llegar a un poder nombrar de forma más fiel a la realidad, con mejor conocimiento.

El otro día un periodista español entrevistaba a un científico español en Estados Unidos, creo, y decían algo terrible y terrorífico, como si eso lo dijera el Conocimiento que cimienta nuestras sociedades. Preguntaba el periodista sobre, p.e., hombres embarazados, al tratar el tema de los límites éticos de la ciencia (en el patriarcado), y respondía el científico (cuya inteligencia feminista no parecía muy desarrollada) que la naturaleza era práctica, con una sonrisa de sobresuficiencia patriarcal estremecedora, con un significado muy preciso: era práctica y no iba a permitir cosas raras! Estremecedora porque al no tener inteligencia feminista este científico no se daba cuenta de la brutalidad y la falsedad de lo que decía: «práctica» desde la ideología patriarcal no es «práctica» desde la naturaleza, que en realidad no puede tener nada que ver con la idea humana «práctica» ya que la naturaleza sencillamente es vida. La naturaleza, señor científico, EXPLORA TODA POSIBILIDAD y se caracteriza por su DIVERSIDAD, por eso hay incontables formas de vida, y dentro de éstas, incontables formas o identidades o modos o relaciones. Lo sabemos muy bien las personas cuya identidad no se conforma o explica con el sistema identitario milenario de las sociedades patriarcales, y no hablo sólo de personas con cuerpos o sexualidades diferentes a los del mandato patriarcal, sino también a gente con vidas movidas por valores no prevalentes, por ejemplo. Por eso, porque la naturaleza es VIDA, la sociedad humana genera CULTURA, para acotar, entender, organizarse y poder ubicarse en el mundo de la vida, y por eso las culturas son diversas y van cambiando, evolucionando.

La cultura la creamos, y nos rige el pensamiento y la vida en un casi total porcentaje, en comparación con cómo nos condiciona lo biológico. En el mundo humano, tener ciertos órganos no implica desear o no desear lo que la cultura establece como asociado a esos órganos: hay varones con una maravillosa mente humana que no usan más que para perpetuar la violencia; hay mujeres con útero gestor que no desean gestar vida como única y primordial función identitaria de su vida; hay personas que se enamoran de personas y no entienden por qué si el resultado no es una relación monoparental heterosexual ese hecho es anormal y censurable. No hay nada menos práctico que la violencia para resolver conflictos, por todo el horror, sufrimiento y destrucción a tantos niveles que genera, y sin embargo, la cultura patriarcal nos enseña que en ideas, actitudes, sentimientos, palabras, y otras acciones, debemos ejercer violencia a diario para mantener el sistema social, los valores y los modos de la cultura patriarcal.

Es fácilmente comprensible que si en lugar de ver a otras personas como amenazas constantes a nuestra existencia nos viéramos como una comunidad, capaces de mutuo apoyo, la vida sería más grata, interesante y positiva para todo el mundo y el planeta no estaría amenazado. Y esto no tiene nada que ver con la idea expresada por el científico mencionado arribo de lo que es «práctico» para la naturaleza. Para la naturaleza humana en la sociedad patriarcal lo práctico ha sido la guerra, porque operan unos determinados valores o ideas, pero no es nuestra única opción. Ampliar el marco identitario humano para reflejar la realidad identitaria humana no se puede ver como algo «práctico» o «no práctico», ni como algo anormal, sino justamente como algo que, si se respetara la realidad de diversidad de la vida, nos permite construir una cultura más evolucionada, capaz de superar los sistemas de violencia que nos tienen sumidas a las personas en una especie de Edad Oscura. Esperemos nuevamente, que ya hayamos entrado en la era en que conseguiremos superar la tara ideológica de esta cultura represiva, explotadora, destructiva.

Introducción

(p. 8) Tanto el feminismo como el ecologismo nos permiten desarrollar una mirada distinta sobre la realidd cotidiana, revalorizando aspectos, prácticas y sujetos que habían sido designados como diferentes e inferiores. En esta nueva visión, la toma de conciencia sobre la infravaloración de las prácticas del cuidado, así como la crítica a los estereotipos patriarcales, que han sido generadas por la teoría y la praxis feministas, pueden constituir [constituyen] una aportación de enorme valor para el ecologismo.

(p. 9) (…) Crisis ecológica, economía y etilos de vida etán profundamente ligados. (…) se habla de «desarrollo sostenible» para aludir a un modelo de equilibrio entre crecimiento, innovación tecnológica, imperativo ecológico, creación de empleo y protección social [de las personas]. Pero (…) La irracionalidad del complejo economómico-tecnocientífico se hace patente (…)

(p. 10) El documental del demócrata noreteamericano [estadounidense] Al Gore, Una verdad incómoda (An Inconvenient Truth, 2006), marca un hito en el reconocimiento internacional de la crisis ecológica y en el afianzamiento y popularización de la propuesta de un capitalismo verde. (…) el cuidado del medio ambiente es presentado como promesa y proyecto de mayores ganancias ecnómicas, como fuente de enriquecimiento más moderna y menos destructiva.

[Otro documental de gran relevancia: Story of Stuff, de Annie Leonard (10 años de investigación), Historia de las cosas, traducido a muchos idiomas, de 20 minutos, del mismo año (yo lo uso en clase de inglés desde entonces con niveles intermedio alto y avanzado), dirigido a todo el mundo de las sociedades de consumo, explicando el sistema lineal de producción y que falta el cuidado a las personas y el medio ambiente, cómo y por qué fue diseñado, que podemos intervenir y lo estamos haciendo para neutralizarlo y transformarlo, y que necesitamos un sistema circular que se sostenga. Este documental generó un movimiento mundial y en su web ahora hay más documentales.]

(p. 11) Actualmente (2011) (…) El debate sobre el modelo económico reaparece en torno a los límites del ecosistema. (…) El Green New Deal implica asumir los límites del ecosistema y la lucha contra la explotación social a través de cierto decrecimiento de los países desarrollados y un crecimiento sostenible mesurado de los demás.

De acuerdo con las estadísticas, las mujeres somos las primera perjudicadas por la contamiento medioambiental y las catástrofes «naturales» [Conferencia de la Mujer de las Naciones Unidas, 2000]. Sin embargo, por lo general, no se visibiliza la relación entre la estratificación de género y los problemas medioambientales. (…)

El impulso general hacia la igualdad (…) en las sociedades occidentales en las últimas décadas ha tenido también su influencia en el movimiento ecologista. En algunas de sus organizaciones, se está replanteando el tratamiento de ciertos temas como el del trabajo doméstico y se cuida el lenguaje y las ilustraciones de su material de información para no incurrir en sexismo. En otros grupos, en cambio, aunque no se reconozca abiertamente, existe desconfianza y poca disposición a reflexionar críticamente sobre los roles de género como factores de desigualdad. He podido observar que el feminismo encuentra en los medios ecologistas dificultades de aceptación similares a las que suscita en el conjunto de la sociedad. Muchas veces, ecologistas de ambos sexos, muy bien intencionados, no perciben los estereotipos masculinos y femeninos que venimos criticando desde hace muchos años en la teoría y la práctica feministas.

(p. 12) En todo el mundo, son muy numerosas las mujeres que participan como activistas en los grupos ecologistas y en los partidos verdes. Pero la conocida pirámide de género de empresas e instituciones -con la base feminizada y la cúspide ocupada por varones- también se reproduce en muchos grupos ecologistas. A menudo, la militancia de base está mayoritariamente compuesta por mujeres y, sin embargo, predominan los hombres como dirigentes.

He llegado a sentir vergüenza ajena viendo algunos documentales de concienciación ambiental que presentaban una sucesión ininterrumpida de expertos y pensadores, todos varones. Como en tantas otras ocasiones y temas, el nuevo campo del pensamiento ambiental se masculiniza en la medida en que va adquiriendo importancia. (…) tenemos que ser conscientes de este problema y señalarlo. La solidaridad (…) no debe impedirnos practicar la (…) crítica feminista. (…) el feminismo ha sido una de las señas de identidad del ecologismo. Los partidos Verdes fueron pioneros en la aplicación de la paridad.

(p. 13) Desgraciadamente, las mujeres no sólo pertenecemos a un colectivo afectado en todo el mundo por una desigualdad de orden social y político que se manifiesta en el techo de cristal, las diferencias salariales, la escasa representación femenina en puestos de decisión y la violencia de género, sino que también nos vemos más afectadas por la contaminación medioambiental (…). Las sustancias tóxicas se fijan más en el organismo de las mujeres. Con una alimentación que no provenga de la producción ecológica, se puede llegar a consumir hasta cincuenta variedades de pesticidas por día. La Red Medioambiental de Mujeres, con sede en Londres, ha llamado la atención sobre la pasividad institucional ante el alarmante aumento de cáncer de mama en los últimos cincuenta años debido principalmente, a la contaminación medioambiental con xenoestrógenos, sustancias químicamente similares al estrógeno femenino natural que se encuentran en los pesticidas organoclorados, las dioxinas de las incineradoras, las resinas sintéticas, las pinturas, los productos de limpieza, los envoltorios de plástico y otros obejtos de uso cotidiano. Las mujeres deberíamos reclamar políticas medioambientales que nos tengan en cuenta.

Los productos químicos han mejorado nuestras vidas en muchos aspectos. [Pero no se puede ignorar que] La cara amable del desarrollo moderno tiene también una cruz (…)

(p. 14) Poco a poco se filtran datos inquietantes sobre los compuestos nocivos de la industria petroquímica que están presentes en nuestro hogar, en los rincones aparentemente más inofensivos y seguros de la cocina, el baño, los dormitorios, los suelos, en la ropa, en nuestro plato. [ver Greenpeace, informe «La casa química», año …]. Los enormes intereses económicos en juego dificultan la eliminación de productos perjudiciales y su remplazo por soluciones que, muchas veces, son más senicillas y menos costosas. Hoy sabemos que las mujeres se ven afectadas en una proporción más elevada que los hombres por el síndrome de hipersensibilidad química múltiple (SHQM) que la mayoría de los médicos todavía tribuyen a trastornos psicosomáticos o diagnostican como alergia provocada por un animal doméstico. Por cierto, a menudo, éste termina en la calle (…) Se acusa a la Naturaleza (…) De hecho, «somatización» es el concepto que ha reemplazado a «histeria» en la psiquiatría. Es difícil que se sospeche de ambientadores tóxicos, de pinturas venenosas o de las toneladas de pesticidas y herbicidas arrojadas a las tierras cultivadas, a los parques públicos y a los jardines privados. En definitiva, no suele ponerse en duda elmodelo de buena y «limpia» vida del industrialismo insostenible.

(p. 15) La crítica ecofeminista también nos ayuda a cuidar nuestros cuerpos frente a una confianza excesiva en el desarrollo de la tecnociencia (…) Valgan como ejemplo las píldoras para la supresión de la regla, la cirugía etética de senos en la adolescencia, los duros tratamientos de reproducción asistida y las terapias hormonales sustitutorias para la menopausia.

En el Tercer Mundo [Mundo Superexplotado], gracias a las denuncias de la pensadora y líder ecofeminista Vandana Shiva y de otras activistas del Sur, sabemos hasta qué punto se han deterioriado las condicones de vida de las mujeres pobres por el «mal desarrollo» (…) que acaba con el cultivo de las huertas de subsistencia femiliar, arrasa los bosques comunales, las obliga a caminar kilómetros para buscar la leña que antes encontraban junto a su aldea y las enferma con nuevas dolencias provocadas por la contaminación. Antes tenían una vida pobre; ahora su vida es mísera. El «mal desarrollo» tiene muchas caras: la riqueza insultante, la multiplicación de distracciones basadas en la tecnología, una sutil confusión informativa promovida por intereses transnacionales, la miseria de las grandes urbes creciendo sin cesar al ritmo de la destrucción rural, la aniquilación de los animales silvestres y la apropiación y destrucción de su hábitat. Una de las caras siiestras del «mal desarrollo» es la deslocalización de las poblaciones rurales, arrojadas a las chabolas de las grandes metrópolis del Sur. La desaparición de la biodiversidad está acompañada de la pérdida de la soberanía alimentaria propia de los agrosistemas locales y de la desaparición de la diversidad cultural de los pueblos del mundo. El poder de las grandes multinacionales de pesticidas, abonos y semillas transgénicas está acabando con la auonomía campesina y generando hambre donde nunca la había habido.

Las mujeres no somos solamente víctimas. También somos sujetos activos [sujetas activas] en el cuidado medioambiental y en la construcción de una nueva cultura con respecto a la Naturaleza.

(p. 16) la crítica feminista tiene mucho que aportar a una cultura ecológica de la igualdad (…) algo debería cambiar en nuestra relación con la Naturaleza, sea ésta nuestro propio cuerpo censurado y controlado, los animales torturados por diversión, los que nunca verán el sol en los criaderos industriales, los bosques originarios talados, los campos envenenados, los mares contaminados…

Es hora de ecofeminismo para que otro mundo sea posible, un mundo que no esté basado en la explotación y la opresión. Esta sociedad del futuro se vislumbra ya en la lucha contra todas las dominaciones, las antiguas y las nuevas, las de los antiguos patriarcados de coerción y las del patriarcado de consentimiento que impone sus mandatos en la desmesura neoliberal. Transformar el modelo androcéntrico de desarrollo, conquista [dominación] y explotación destructivos implica tanto asumir una mirada empática sobre la Naturaleza como un análisis crítico de las relaciones de poder.

¿Por qué se puede decir que «Los hombres pueden ser feministas» y «Los hombres no pueden ser feministas»? Como todo, porque puedes hablar desde diferentes enfoques, aproximaciones. Los hombres, como cualquier persona, pueden sentir empatía hacia el sector oprimido en la sociedad patriarcal, las mujeres, y comprender que es injusto a nivel de empatía, incluso con algunas razones, y dada la interconexión de todas las personas en las sociedades humanas, es vital que sean feministas, dicho desde aquí.

Por otro lado, ni los hombres respecto a las mujeres en las sociedades patriarcales ni otras personas respecto a otras opresiones pueden entender con suficiente complejidad y profundidad una opresión que no han vivido en carne propia.

Esto quizá sea posible algún día para toda persona, pero hace falta mucha evolución. A las personas nos pasa en todo, el ejemplo más clásico es que respecto a la juventud se acepta la idea «tiene que darse la castaña, no puede aprenderlo de ti», que es, por otro lado, una idea muy patriarcal en algunos sentidos que ahora no puedo comentar porque si no no voy a acabar ya! 😀
VUELVO a mi tema de ahora: por ejemplo, ¿por qué no genera suficiente curiosidad, suficiente emoción una peli feminista como «Mona Lisa Smiles», «La sonrisa de la Mona Lisa»? (Julia Roberts hace de esta profe feminista), ¿por qué no conmueve igual a otras personas, y en general a los hombres, la inteligencia, el valor, el sentido del humor de las científicas de «Hidden Figures», «Figuras ocultas», siquiera en la peli? La cultura no sólo moldea nuestros ascos (comer insectos, si eres de aquí, por ejemplo, o asco a las cucharachas y ratas). También moldea nuestros afectos, y qué nos produce curiosidad.

Ser varón y tener la capacidad de comprender la brutalidad patriarcal, también para con las mujeres, no es el fin del camino, quiero decir. Las mujeres sin o sin mucha inteligencia feminista también tienen que hacer ese trabajo, pero según lo hacen, conocen con más profundidad y complejidad la problemática porque la han vivido como protagonistas de esa opresión.

Un hombre feminista, o con inteligencia feminista como yo prefiero ponerlo, en el grado que sea, puede imaginar que lo del «piropo» no gustara pero es más que probable que no sienta nunca lo degradante que es y menos aún el terror que encerraban esas situaciones.

Si podría acercarse si a él le hubiera pasado una experiencia así, claro. Pero es como lo de ser transexual en cualquier sociedad patriarcal, como gitana y vivir en una España donde la cultura prevalente es xenófoba del pueblo gitano, o ser negra y haber venido en patera a España.

Podemos empatizar y eso importa mucho, porque eso hace que podamos ayudar a quienes se ven sometidas a esa opresión, pero no debemos quedarnos ahí porque hay mucho más trabajo para humanizarnos, para liberarnos de la ideología patriarcal y poder humanizarnos.

(si la cita refleja lo que dice en el contexto más amplio)

Os copio abajo de la foto-cita el mensaje que posteé.

Aquí digo: Es decir, que creo que yo he enfocado o resuelto este tema mejor que esta cita que sacan de Federici, que posiblemente esté en un contexto, el contexto institucional, pienso, y luego el área gris de todo lo que tenemos que mejorar porque al no haber sido antes, estamos ahí luchando por comprender y decir mejor.

igualdadfederici

IGUALDAD. Justo he escrito hoy un post para Desarrollando inteligencia feminista ayudando en la lucha para que se entienda el término (saldrá en oct, creo). Entiendo y comparto lo que dice Federici, pero al tiempo no. Porque no es eso lo que quiere decir el feminismo: eso lo dice el feminismo de los partidos políticos del poder o institucional, que están en las instituciones, y en la universidad, que es quizá donde ella conoce más, no? Pero en general la inteligencia feminista no defiende la igualidad con los hombres, o en el capitalismo, sino los derechos humanos de las mujeres, y por extensión, de las personas. Sigue sin estar claro esto, pero es todo muy reciente, socialmente, en términos evolutivos! POSDATA: Esto lo que demuestra, pienso, es que empezamos a entender que TENEMOS IDEOLOGÍA PATRIARCAL aunque «seamos feministas», y por eso yo acuñé «desarrollar inteligencia feminista», ahora que lo pienso, por sentir esa necesidad: porque viendo que la gente dice «soy feminista» y no ve la cantidad de trampas que hay en lo que pensamos y decimos y hacemos.

DEBATE DE LA TELE 2. Joder, la representante feminista (una periodista) dice que un piropo no es machista. Qué pesadez. No se entiende esto, tan sencillo: es falta de respecto evaluar el cuerpo de las mujeres en la calle, cuando no las conoces de nada. Dice también, como con pesar, que está desapareciendo la costumbre. Será porque ya no somos tan guapas, o porque los hombres se están haciendo gay. (Practicando la ironía, que se me da mal: qué tal me ha quedado?)

DEBATE DE LA TELE 3. UN PIROPO NO ES ALGO QUE TE DICE QUIEN TE AMA. A ESO SE LLAMA EXPRESAR EL AFECTO. El piropo no es algo que te dice quien te conoce y te quiere. Es algo que te dice un tío que no te conoce y construye su machismo usándote públicamente para evaluar tu cuerpo. Por eso lo común es aludir a tu culo, tu chocho o tus tetas. Pero si alguien que te aprecia te dice: «Qué guapa eres» «Qué gran persona» o lo que sea, a eso no se le llama «piropo». Es expresión del afecto. Es decirte algo bonito. Las feministas no estamos contra esto, sino contra lo machista y misógino.

http://www.mujerpalabra.net/pensamiento/analisisfeminista/pirops.htm

Martin Luther King decía: «Los que (en masculino, claro, como siempre: el mundo concebido desde el patriarca y dirigido a los patriarcas) aman la paz deben aprender a organizarse con tanta eficacia como los que aman la guerra». Lo sé porque su mente no tenía nada de inteligencia feminista. El día de celebración cuando dio el discurso «I have a dream» Tengo un sueño, no dejó que las mujeres dieran discursos ese día, a pesar de que Rosa Parks, presentada eso sí como ama de casa cansada y no como lo que era además, una activista, ya era «famosa». Les dijo que ya les organizarían un día para ellas. Es decir, Martin Luther King era un patriarca, como Gandhi, y no podían ni concebir que quizá las mujeres activistas que les rodeaban (vistas siempre como eficaces secretarias o ayudantes) pudieran ser pensadoras y pudieran tener buenas ideas sobre cómo proceder para generar procesos noviolentos eficaces para transformar la sociedad. Ahora tenemos el movimiento feminista y la gente sigue sin ver su conexión con la lucha noviolenta más eficaz. ¡A desarrollar inteligencia feminista! ¡que seguimos sin terminar de arrancar! A dejar de tener miedo a las mujeres que piensan, hostias! A dejar de subestimarlas, desvalorizarlas, demonizarlas. Pesadez infinita, estupidez máxima! ¡QUE NO TENEMOS EL CHICHI PARA FAROLILLOS!

 

La saltadora. Relatos feministas (1991-2014)

Edición enero 2015. Realismo idealista (arcillismo para algunas amigas!)

Primera edición en ebook, publicada en mujerpalabra.net

Índice nuevo de diciembre 2014

Vuelta a revisar las historias, con cambios en la 1, 10, 15, 16

  1. La saltadora
  2. Bella y la bestia
  3. La historia del chico griego en la playa
  4. He hecho croquetas
  5. Escribo en un cartón
  6. Gata*
  7. Dinero (2014)
  8. El misterio de Chihuahua
  9. Buscando trabajo*
  10. En el edificio torcido
  11. Llegar a la Puerta Azul
  12. Diario de una activista estresada*
  13. Carta desde la zona de conflicto*
  14. Era amor
  15. Dos sueños de cuando la saltadora cayó en un pozo
  16. De cuando la saltadora perdió las malditas partículas
  17. (ilustración) Regenerando la identidad perdida

* Rescatados para esta edición

— ENERO 2015: Publicado!!!
http://www.mujerpalabra.net/creadoras/michelle/pages/relatos/heescritounosrelatos.htm

HISTORIAS DE MI MADRE. Bueno, ahora me voy a echar un partida de póker online (con dinero de mentira, eso sí). Me recuerda a mi adolescencia tardía y primera juventud. Mi madre organizaba timbas en casa con mis amigas y amigos o con quien pilláramos. Empezábamos con 5 pesetas, y a veces apostábamos 25 ptas. O sea, jugábamos de dinero, aunque eran cantidades pequeñas. Jugamos también mucho con la gente que trabajaba en el circo, cuando venían a Madrid, el Price. Con buffalo bill y el domador de monos y el de leones, y la troup de acróbatas búlgara. A mí eso me divertía pero me ponía triste el circo y ya sé por qué, claro. Volviendo a mi madre y las timbas de póker, suena fatal pero era lindo e inocente. Me decía siempre, «Si tienes candidatos, tráetelos. Si no saben perder, no te líes con ellos», jajajaja… Mi madre fue adelantada a su época. Me dijo a los 16 lo que necesitaba saber para no quedarme embarazada. Yo entonces tenía como 10 años mentales y me parecía asquerosa la idea de besarse con las babas en la boca con nadie!! También me dijo algo que siempre he creído me salvó de muchas cosas: No tomes drogas con gente que no te quiera de verdad, y si las tomas, sólo pruébalas, no tomes la dosis que tomen quienes te las ofrecen. Cuando lo pienso, me admira. Ella sabía que yo volaría pronto y seguro que aunque temiera mucho que me pasara algo, temería más cortarme las alas. Y pobre! Siempre vivió con el complejo de ser una mala madre, con ese peso insoportable, y teniendo que escuchar a la gente decirla que una madre nunca haría todo aquello que hizo. Cuando me envió a las antípodas porque me preguntó y yo quise, para aprender inglés, la llamaron «mala madre», dijeron que quería «librarse de tener que cuidar a la niña». Qué barbaridad. La violencia patriarcal y sus caminos inexcrutables! Pues voy a echarme un poker! Para despejar la mente antes de irme a descansar. Y un abrazo a la gente que no ve cosas raras en las cosas inocentes y/o sabias.

Violar, aterrorizar y matar el Hombre a las mujeres.

Patriarcado, torturador asesino, padre de todos los sistemas de violencia que conocemos. Basta!

25 nov 2014

No han echado de menos a las mujeres. Siglos de historia de la humanidad, y no las han echado de menos. Incluso piensan, cuando se lo plantean, que se debe a que no hicieron nada reseñable, media especie falta de talentos. Y se atreven a decir que hablar de derechos humanos de las mujeres y visibilizar su existencia es inadecuado, excesivo, repetitivo, que está ya superado. ¡Claro que es inadecuado! Nunca se ha hecho, ¡las mujeres pudiendo libremente vivir y pensar y ser! Nuestra atención para el Hombre, que merece.

Pero la realidad es otra: es justo y además, lo necesitamos: hemos prescindido de millones de personas inteligentes, y además tendentes al uso de la racionalidad empática y al rechazo de la guerra y las otras violencias, y la mayoría eran mujeres.

Sólo una especie arrogante e ignorante seguiría insistiendo en tamaño crimen.

RAE INCAPAZ. Cuando la Real Academia de la Palabra Muerta intenta pretender superioridad intelectual y de conocimientos al descartar socarronamente la crítica a sus sesgos clasistas, machistas, misóginos, homofóbicos, transfóbicos, racistas, gitanofóbicos, especistas (llamémoslos “ningunistas” cuando la violencia se ejerce por omisión; esa omisión que a tantos grupos humanos les ha costado no aparecer en ningún lugar de valor de la Obra Humana), con un triste “Nosotros sólo recogemos las palabras que usan las personas, no determinamos las definiciones” queda expuesto su profundo lío mental y su afán de distorsionar y manipular.
Hay mucho que decir a este respecto. Anotaré brevemente: 1. en la selección de los términos que la RAE hace hay condicionamiento ideológico del tipo en que no se ha asimilado la noción de derechos humanos; 2. en las definiciones hay ese mismo condicionamiento ideológico, al que se suma una ideología política tradicionalista, es decir, patriarcal violenta, el mundo visto desde ahí; 3. ilustración con ejemplos.
Podemos alarmarnos por mis palabras y no prestar atención, pero lo cierto es que basta con hacer estudios de casos: por ejemplo, ¿Qué términos han decidido incorporar de los españoles hablados en América? (esos que tradicionalmente ha despreciado y considera deben someterse a sus opiniones sobre cómo se debe hablar y escribir). Aquí hay uno (descatalogado), “De mujeres y diccionarios” (descargable): http://www.mujerpalabra.net/pensamiento/lenguaje/eulalialledocunill/sobrediccionarios.htm. Si se atiende, se verá la aplicación del método científico al estudio de un DRAE donde se empezaba a querer “incluir” los españoles americanos (quizá por la pérdida de credibilidad de la institución en España) y cómo el DRAE incorpora maneras de evaluar físicamente a las mujeres en América, y no incorpora ¿qué? ¿Es tan importante no incluir palabras que tienen un uso mayor y más importante para la cultura en cuestión que cómo evaluar físicamente a las mujeres? Para una ideología tradicional, validar el orden patriarcal que establece que las mujeres vienen de una costilla de Adán, es decir, están en débito con el Hombre y deben desarrollar sus vidas sirviéndole, es una cuestión vital. Hay que “ponerlas en su sitio” continuamente (nótese la incapacidad de la RAE para comprender que dentro del feminismo hay lingüistas ofreciendo conocimiento y método). Pero no para personas realizando un estudio científico del lenguaje y recogiendo las palabras que se emplean y cómo se emplean (aquí los llaman Diccionarios del Uso del Español; son los descriptivistas, los hijos de la lingüística moderna, muy superiores al diccionario de la RAE respecto al conocimiento de la lengua). ¿Por qué la RAE no presta atención a lo que la mayor libertad del momento histórico humano, desde el siglo 20 y en algunos lugares, de maneras y en grados diferentes, está generando: que resulta que los genitales no condicionan necesariamente una identidad, porque el cerebro y la mente humana es increíblemente maleable e igual que puede aprender a ser Hombre o mujeres puede aprender a ser Persona? ¿Todo lo positivo y cuestionador del orden patriarcal que ha generado el pensamiento/las relaciones/el lenguaje en el último siglo?
No hay ninguna inocencia y desde luego ninguna ciencia (su aplicación del método científico de estudio de la lengua está minada justamente de eso, de ideología, por su creencia religiosa en el prescriptivismo, ya tarada de raíz; y más tarado es que dada la evolución del conocimiento sigan insistiendo en que deben ocupar un papel estrella en cuestiones de estudio de la lengua!) en los criterios de selección de las palabras que llevan a cabo, ni en las definiciones que realizan. Incluso si añadimos cómo las personas usan las palabras para ejercer violencia se puede presentar la definición así, describiendo el uso; pero el diccionario de la RAE no pretende eso, sino prescribir, y de ahí que tengamos que perder tiempo denunciando sus imposiciones ideológicas a través de sus aspiraciones con el lenguaje.
La RAE debe bajarse de su pedestal y especializarse en estudios y diccionarios etimológicos, por ejemplo, para dejar en paz de una vez el avance del estudio científico de la lengua y que proliferen buenos diccionarios, diccionarios que nos sirvan para buscar palabras, saber cómo se escriben y cómo se usan, pues el uso, esa especie de Frankenstein ahora que se ven forzados a disimular, no nos sirve para eso.
Finalmente, anotar también algo sobre la cobardía o la falta de honestidad intelectual de las personas del mundo de la cultura, incapaces de renunciar a participar en la farsa que es la RAE y su diccionario. ¿Por qué razón darles bola? Sólo son razones negativas para el conocimiento. Se comprende de las personas con ambición de promocionar su estatus para ganar fama y dinero, pero no de las personas que en principio aman la lengua, y su estudio y conocimiento.

Aunque hoy el día empezó con alguna dificultad leve pero de tensión (conducir dormida -primera vez-, conducir a través de un incendio, aparcar metiéndome en la trampa de ir a rayar el coche de al lado y conseguir salir después de 30 minutos de milimétricos movimientos, que no sabía cuáles hacer!), y arrastraba algunos disgustos y pesadillas, ha sido un día en que me siento FELIZ en compañía de la gente que veo (qué pleno ha sido, tanta alegría y tranquilidad, a pesar del cansancio!) y de mis cíberamistades y compañías, que acompañan y apoyan tanto en la lucha por sobrevivir como personas pensantes, constructoras de mundos. Feliz incluso conmigo misma, con cómo voy afinando en la lucha y poniéndolo más difícil cuando hay suerte (para las cosas malas). <3

Lo anoto porque aunque yo tiendo a sacarle la alegría a un polvorón en el desierto, y aunque al fin he encontrado mi Utopía, la vida no es fácil y muchas veces te duele y hace dudar y desalienta. Así que he subido esto Fb:

holaplaya

A los 9 o 10, tirada en la playa leyendo tebeos. Mi madre, al sacarme la foto dijo: «Mira que eres femenina» y lo que le respondí fue «¿Por qué (dices eso)?» Resultó que el sufijo era «-ista», feminista, como ella, aunque ella no lo llegó a saber, claro, porque murió en 1990 (o quizá decir murió 7 años antes). Así de «reciente» en unos sentidos sociales de progreso de aceptación del término, de la idea, a nivel más de sociedad, como sociedad. Mi madre sabía que era una revolucionaria, una transformadora de la materia, de las posibilidades imaginadas, pero no llegó aún a la consciencia de que por ser mujer, ser todo eso siendo mujer, eso la hacía feminista, es decir, una rebelde antisistema de violencias!

SOBRE EL DEBATE FEMINISMO/FEMINISMOS. En mi opinión, cuando se contrapone Feminismo a Feminismos se está mostrando ignorancia, la que va unida a un nivel incipiente de conciencia feminista en una persona de una sociedad patriarcal, que necesitará a cada paso echar un poco de mierda a toda iniciativa transformadora del estatus de las mujeres hasta que se libere y aprenda a dejar de hacerlo, a hacer sencillamente crítica.

El ERROR está en que el feminismo no es un credo (pero la ideología patriarcal nos hace pensar todo igual que es en el Sistema, y hay que esforzarse por imaginar más allá, razonar más allá), sino justamente el rastreo a través de la herramienta revolucionaria del lenguaje (con capacidad creativa inagotable) de lo que las mujeres, al margen de sus diferencias, comparten. Se llama «concientizar» y «concienciar» pero no sobre un credo (la interpretación violenta patriarcal de la idea), un dogma, una idealogía, sino sobre por qué una está mal cuando sospecha que podría ser de otro modo (no encuentra las palabras, no es como quiere ser, ni se relaciona con quien desea relacionarse, ni hace lo que quiere hacer…), y esta TOMA DE CONCIENCIA se hizo siempre desde el LENGUAJE, desde las mujeres compartiendo a lo largo de siglos de brutal patriarcado sus experiencias, en África, Europa, América, en cualquier lugar del mundo. Un compartir que conduce a darle una dimensión no personal a una experiencia personal (de ahí Lo personal es político, una idea muy útil y nada violenta hacia nadie, ni impositiva, sino sencillamente crítica con un sistema de imposiciones múltiples).

El PREJUICIO que opera es un clásico de antifeminismo en todo proceso incipiente de concienciación feminista, al menos, desde mi experiencia escuchando a mujeres de diferentes culturas. Yo misma lo tuve («No soy feminista, pero… y dices algo feminista» y más tarde «bueno, yo soy feminista pero no como esas que… y a continuación algo feminista que la persona que habla no puede asumir porque, por ejemplo, no le compensa, como la crítica a un líder o dios patriarcal). Este prejuicio nace del resentimiento hacia mujeres a las que se «acusa» (un clásico de la violencia verbal-conceptual patriarcal) de querer IMPONER una visión del feminismo. Me pregunto DÓNDE ESTÁN esos textos, esas realidades orales o escritas donde desde el feminismo se pretende imponer a las mujeres una agenda política, porque yo aún no lo he encontrado, y sí he encontrado, sin embargo, miles de agendas diferentes, decididas por cada mujer que la tiene. Obviamente, HABRÁ MUJERES que pretendan imponer una agenda, pero el feminismo, como ideal o realidad, tiene que ver con aprender a desaprender comunicándose para construirse y construir un mundo (que desees) donde ninguna persona tiene más valor que otra por sus genitales.

La AGENDA la tiene el Sistema patriarcal y su ideología, siempre machista, misógina, homofóbica, racista, clasista, nacionalista, especista…. brevemente, su ideología de violencias a todos los niveles, contra todo, de crear identidades siempre en guerra con otras identidades, de forzar a concebir la construcción de una identidad siempre siendo a costa de otras identidades. Buscar libertad de decisión, y desarrollar la capacidad de la solidaridad/sororidad, por vías del lenguaje y de la toma de decisiones sobre tu vida propia sólo puede verse como violencia, como algo despreciable, desde la misoginia y el machismo que llevamos dentro por defecto y que permanece si no lo abordamos.

En la HISTORIA del feminismo, la autocrítica en el movimiento ha sido constante, y cuando ha sido veraz, no sencillamente un ataque antifeminista, ha llevado al movimiento a que nos pudiéramos contraeducar/formar mejor, pensar mejor, actuar mejor, respetar mejor. El tema que no se quiere comprender cuando se obsesiona una persona en criminalizar que no criticar (la criminalización es palabras-violencia, la crítica es palabras-argumento, y por tanto refutables o memorables) a gente que está criticando su propia cultura porque pide que no se reproduzcan las opresiones, represiones, explotaciones que sean de su interés concreto, es que el feminismo no pertenece al marco conceptual patriarcal, no es un arma, no es un sistema de violencia, ni de perpetuación de violencias. Es un intento de transformación justamente de eso, un intento que depende de cada persona individual tanto o más que de que la mayoría consiga entender que no es el movimiento social el que impone la violencia, sino el sistema que intenta transformar ese movimiento social.

MOVIMIENTO SOCIAL por cierto desde la ideología patriarcal no es lo que es desde la racionalidad empática. Pero esto es otro tema!

Derecho a ser nombrada. Hay muchas formas de exterminar… Miremos la historia, miremos nuestras identidades culturales. Resistencia! 

Lenguaje y feminismo

derechoasernombrada

FALACIAS PATRIARCALES: INSULTAR ALIVIA. No luches (con tu inteligencia, desde la noviolencia, consecuentemente), perpetúa el sistema, acátalo. Uno de los modos en que el sistema de violencia se perpetúa haciendo que todo el participe es a través de la violencia en el lenguaje. No es sólo insultar, es que los insultos a su vez se generan de injusticias conceptuales, y un clásico es «hijo de puta», que perpetúa como siempre el mandato de distorsión y traslada la violencia a quien no tiene nada que ver, en este caso, siendo además invisibilizada radicalmente (al punto que si recuerdas el significado literal mereces las más de las veces que te escupan en un ojo). Por qué si hablamos de un torturador asesino va a desahogar más llamarle «hijo de puta»? Y por qué va a desahogar insultar en lugar de describir sus crímenes? Buscamos justicia o mejor desahogo? Lo que «desahoga» es perpetuar la «solución» de violencia. Te ampara en el sistema, te acoge, te protege.

Hoy una feminista veterana me ha dicho esto por mi crítica a que el líder de Podemos no jurara o prometiera su cargo hablando de la «ciudadanía» sino de «los ciudadanos». Es decir, haces una crítica científica, refutable o no, pero basada en hechos, y además de racionalidad empática y no de lógica, es decir, fundada en la comprensión de que no hay justicia si no se combina la razón y el sentimiento, y el problema eres tú, como siempre. La falacia contra la persona, no la radical falta de empatía hacia las mujeres en las sociedades patriarcales, entre nosotros desde el neolítico.

Imponer la exclusión no es democrático porque se esté discutiendo, cuánta demagogia, cuánto héroe, cuánta patria, cuánto dios. Lo democrático es favorecer la inclusión, pienso yo, que pienso con más libertad.

Qué más pruebas necesitan para comprender la conexión entre siglos de opresión de media humanidad y su ausencia de todos los lugares excepto los asignados por los patriarcas, y el lenguaje, que refleja toda la realidad humana en su evolución. Cuántos siglos más de lenguaje patriarcal, autoritario misógino.

Los que hagan falta, porque las mujeres son inferiores, no tienen ni derecho a ser nombradas, ni por mínima educación. Hay que resistir tanta imbecilidad de las féminas, que luego se te suben a las barbas.

Qué pena, Pablo Iglesias (como mandan los revolucionarios Anonymous, que olvidan que probablemente la mayoría fueron mujeres, Anónimas, como siempre): no podías decir una sola palabra, «ciudadanía», o «las ciudadanas y ciudadanos», como hace tres siglos, en la Revolución Francesa, que estaba prohibido porque sólo importaban los revolucionarios, el Hombre, los hombres, como ha demostrado la historia patriarcal y sus violencias hasta la náusea. Un mensaje tan meditado.
Es una falta de valor. Requiere mucho valor entender que es preciso desarrollar la inteligencia feminista, defender ideales feministas. El máximo crimen en el patriarcado. La presión máxima, mirándolo en el hecho de hoy.
Qué pena tan grande, mimare. Pero las mujeres ya tenemos derechos humanos y políticos porque los hemos peleado durante siglos, ya al fin, ahora, en algunos lugares del planeta; y ningunear en una situación revolucionaria que hemos conseguido con un ejemplo claro de lucha noviolenta es alejarse de la justicia social. Qué pena tan grande, joder. Para una buena idea que se consigue aportar y que adopten, y tiene que ser tan sistemáticamente machista como todo. Qué pena tan grande. Un poco de desarrollo de inteligencia feminista, por favor. De qué sirve llevarse bien con las mujeres de tu vida si no se entiende el papel del lenguaje en el sistema conceptual y las relaciones humanas. A pesar de tantas pruebas en la historia patriarcal!!!
¿Aprenderá del error? ¿O es un inicio clásico para las mujeres, sin progreso, sin grandes esperanzas? ¿O creerá que perderá votos, como toda la izquierda política en las décadas de nunca mentar el feminismo ni en los carteles del 8 de marzo?

Mujeres de diferentes culturas. No hay nada que acerque tanto darte cuenta de que todas llevamos coleta… 🙂

gitanafridas_coletas

 

norma-quixtanPoblacion-Mujeres-afrobolivianas-Foto-Archivo_LRZIMA20130907_0074_11

 

 

INVISIBILIZACIÓN Y TORTURA. Reflexión sin datos pero con datos. Datos sobre violación y penas. No hay muchos en la conciencia general no? «Gracias a los Códigos penales» sabemos que la tortura puede recibir 3 meses de cárcel y el robo por hambre 30 años. Qué cosas. La propiedad es más valiosa que la gente, pero las mujeres son propiedad de facto (en muy pocos sitios pueden realmente elegir, algo) y no son valiosas, sobre todo como «muñecas hinchables», «cosas para el desahogo del Macho» nos cuentan desde hace siglos. Escucho en las noticias que en India violan a una mujer cada 20 minutos. Leí hace años que en Estados Unidos ocurría cada 3 minutos. Son dos «democracias» con la aberrante legalización de la pena de muerte. En India se quiere mucho asociar la pena de violación a pena de muerte, al menos así lo presentan los medios. En Estados Unidos no sé. En fin, no sé nada de este tema, pero al oír hoy en las noticias que había una cadena humana por «el derecho a decidir» y atender, feliz, pensando que la población apoyaba la defensa del derecho a decidir si quieres gestar, parir y ser madre o no, y ver finalmente que era una cuestión nacionalista, que han tomado la frase para otra cosa, sin reflexionar supongo en las consecuencias para la lucha feminista por este derecho fundamental de las mujeres a ser, he pensado que en el patriarcado, todo el mundo contribuye a borrar a las mujeres, la existencia de las mujeres como sujetas con derechos humanos, radical y de forma total, extrema, y esta inconsciencia sumada a la misoginia y al machismo suman una crueldad insoportable, en mi opinión. La violación es un tema tabú, y como cree la mayoría: no tan grave, bastante natural, biólogico muchas veces. No TORTURA, una de los tipos de tortura más brutales, como el forzar a las mujeres a gestar. Que el Hombre cuando imagina la peor pesadilla, pone en las pelis de scifi a alguien (suele ser una mujer, además!) gestando un alien, que te crezca un ser vivo dentro cuando no lo deseas es brutal. (Luego que me posteen en el blog que pobre yo enferma, que vi así un embarazo, sin quererse comprender nada porque no se entienden los derechos de media humanidad. Que por cierto, jamás he tenido que abortar, una suerte inmensa mía. Tampoco soy negra ni indígena americana ni gitana ni trans y entiendo los derechos humanos de todas las personas e incluso siendo omnívora entiendo que el resto de lxs animales tienen derecho a vivir sin ser torturadxs.)

Lo que explica que a 2014 siga la mayoría haciendo como que no existe y difamando a las personas que luchan en el movimiento feminista es la gran cobardía que hay a la hora de usar términos, ideas que ayuden a desarrollar inteligencia crítica respecto al Sistema. El sistema tiembla porque se enfrenta a la más poderosa revolución noviolenta de la historia que conozcamos de la humanidad.

La palabra tabú es «patriarcado», prohibida, perseguida, qué gran miedo da pronunciarla, y sólo es un nombre: el nombre de un sistema social que aún hoy sigue queriéndose presentar como orden natural no como lo que es, sistema creado desde una ideología contraria a la idea de derechos humanos (imagínese este concepto en una sociedad civilizada), haciéndonos concluir siempre que las mujeres en el fondo son malas y que no tienen capacidad intelectual alguna, ni imaginación, ni capacidad de razonamiento, como igualmente no tienen valor, dignidad, nobleza, por eso todo lo que hacen «las feministas» es ridículo, grotesco, merece el desprecio, el no aprecio, la burla y el linchamiento.

Sin embargo, la realidad está ahí. Hemos acuñado «patriarcado», un término científico, útil para el análisis de una realidad que durante siglos se oculta continuamente bajo la falacia biologicista. Creamos términos porque con el conocimiento se necesitan términos. Porque con la transformación se generan términos. No creamos términos comerciales, que nos forren de dinero, sino términos para le desarrollo de la inteligencia y la capacidad de convivencia.

El caso es que quien sí tiene coraje lucha por comprender las buenas ideas, y la importancia del desarrollo de la inteligencia feminista es vital para superar el Sistema, y no se puede hacer siguiendo un manifiesto, por eso el feminismo no tiene una biblia: plantea ideas para superarse desde lo individual y desde lo social las violencias patriarcales y las taras que provocan a nuestras interligencia. marywollstonecraft«Las feministas» no pueden dejar de comprender lo que comprenden porque es un análisis fundamental para desenmascarar coyunturas y estructuras; porque han dado con un elemento clave para el análisis de las sociedades, y por tanto para su transformación.

Que sigan escuchando a los grandes hombres que jamás usan «patriarcado» porque son obedientes. Es lógico. Temen. Tienen mucho que perder. Al no poder ganar respeto sin trucos ni mentiras y manipulaciones, necesitan jugar a ese juego violento de «quema de brujas» que tanto les sobreexcita.

Descubro galaxias cuando abro los ojos. Crezco como un universo en expansión. No podrán reducirme. Suya la violencia directa, el arma de la omisión, la distorsión, la ceguera y el silencio. Mía la libertad, el amor, mi viaje.

POLÍTICA. Ojalá la gente no se deje marear y podamos rescatar la Política de las fauces de la política de partidos políticos. Lo mejor que podría pasarnos es romper el bipartidismo y que los pequeños grupos acordaran ir a por las leyes franquistas que protegen la corrupción. Y, por otro lado, me pregunto si Podemos, un partido político que intentaría crear Política, como otros pequeños que están surgiendo y espero que sigan intentándolo, sabe lo que le debe a Ada Colau y el movimiento antidesahucios del 15M, con muchísimas mujeres anónimas generando cambio (a las que tb les puede venir bien desarrollar o seguir desarrollando inteligencia feminista). Y si van a considerar desarrollar su inteligencia feminista o creen que van sobrados y eso es irrelevante, como siempre todos antes. Y si va a equiparar lo que es con el 15M porque no es lo mismo un movimiento espontáneo de gente que un partido político por muy transformador que quiera ser, y es agotador escuchar todo el rato tanta equiparación y tanta visión distorsionada y distorsionante porque un movimiento social no es un grupo, ni unas personas concretas, sino un punto de inflexión indicativo de que mucha gente comprende algo importante que puede acarrear un paso en la evolución hacia sociedades menos violentas e injustas.

Una razón más íntima para escribir, pero inevitablemente social también, y la parte de escribir que conlleva un esfuerzo a menudo doloroso y una batalla campal, en breve, un sufrimiento en muchos grados, es cuando parece o constatas que no se entiende lo que dices. Que hay distorsiones, continuos movimientos distorsionantes, y ay la desconfianza adoctrinada en las venas de todas las personas.

Entonces lo intentas, explicarlo, por miles de vías, posibles, medio posibles, imposibles, improbables, increíbles, literales y metafóricas, inconscientes, dogmáticas, pero siempre esforzadas en extremo, aunque escribas a gran velocidad, y tires y taches, y olvides para poder volver a intentar decirlo, radicalmente, para poder volver a empezar como si nunca lo hubieras intentado, siempre buscando la inocencia total y el puente, lograr entrar por esa puerta inconmensurable de la comunicación.

Ser escritora es haber desarrollado la creatividad aprovechando, impulsando la inteligencia lingüística, y haber tenido la fortuna, en determinados momentos, y a veces el talento, de transmutar algo propio en algo que puede comunicar a otras personas, conmoverlas de alguna manera, ayudarlas o inspirarlas para entender algo de alguna manera.

Cada vez que esto ocurre, que desde algo tan pequeño como la propia visión y experiencia, los propios recuerdos e ideas, sepas qué seleccionar y cómo combinarlo, crear esa música, esa imagen, esa idea, para que de pronto algo intransferible comunique, es emocionante y asombroso.

No se comparte por fama, poder y dinero sólo. (Y desde luego, si eres escritora con inteligencia feminista, siempre estarás muy lejos de esto.) Se comparte también o aparte por un instinto animal que es un rasgo de las mejores cosas de las que somos capaces como especie.

Que ojalá desarrolláramos libremente en lugar de siempre someternos a la reproducción ad nauseam de la violencia.

 

El dogmatismo impide la exploración, el desarrollo de la inteligencia. El miedo al error es una de las armas del Sistema para mantenernos obedientes y en guerra. El pensamiento crítico es un estar alerta, y en apertura a la colaboración. Estar en la lucha por un mundo menos violento e injusto no es hacerlo todo bien todo el rato, aunque sí es hacerlo mejor que la mayoría, a ratos al menos. Si no se acepta que se hace lo que se puede, y se puede ir mejorando, mejor dejarlo y obedecer. En el movimiento social tenemos que echarle especial inteligencia y supervisión a cómo hemos aprendido a hacer la guerra. Supérense los prejuicios hacia las personas feministas, y empiécese a escuchar y pensar. No se pide nada de lo que una persona no sea capaz, por difícil que lo tengamos dados los siglos de pensamiento tarado impuesto como lo que es y lo que debe de ser.

ELECCIONES. Aunque soy muy crítica con la política de partidos, porque el sistema mismo distorsiona lo que se intenta hacer, voy a votar a las feministas (si se presentan, pues nadie se plantea nunca apoyar este movimiento de derechos humanos que tanto ha cambiado la vida para bien de personas con sensibilidad a los derechos humanos) en las elecciones europeas, igual que voto al partido de izquierdas que pueda sacar más votos en las generales, para evitar que la derecha, que debería ser ilegal (es una anacronía para la mente sana) en un estado democrático porque no respeta los derechos fundamentales humanos de la mayor parte de la humanidad, no salga votada. (Todo es un proceso, no hay nada que pueda darse en estado absoluto y puro. Así que quieras que no, no todo es exactamente igual, y de hecho, si evolucionamos es por eso mismo, aunque evolucionemos tan despacio, con tanta tara en la inteligencia a cuestas…)

de otro mensaje en el muro fb, sobre los retrasos con publicar a la gente en mujerpalabra.net, o las irregularidades de ritmo!:

Tenemos a gente que ha enviado cosas hace un par de años… y sin publicar aún… No tengo palabras para disculpas, la verdad! Pero es que esto de tener que robar tiempo al tiempo es así. Si veis que el retraso es importante, no nos molesta recibir un email recordatorio, porque a veces se quedan tan abajo las cosas en la carpetita que las perdemos de vista!  Necesitamos mecenas!!!!  En fin, no caerá la breva… somos feministas…

Hoy pensaba, justamente, con lo del partido de Anonymous y Equo, que hasta la gente de izdas monta antes un partido político de cero antes que plantearse «por razones de estrategia política» siquiera apoyar a las feministas… Impresiona un poco, desde fuera, la verdad…

Lo rescato de una discusión en la red.

Violencia de género. El problema de los crímenes contra las mujeres en el patriarcado es que no son importantes, no se perciben como tales. Siglos de violaciones «maritales» cuando la mujer quería hacer algo más que servir y no se sabe que eso, dejarla preñada, ha sido un arma común en el sistema para la encarcelación de mujeres en casas y su esclavitud. Lo mismo la violación fuera de dejarla preñada, y los asesinatos. No se percibe como un tema de derechos humanos. Basta ver cómo sí se percibe así lo mismo pero hecho «por terroristas»: asesinato o tortura. El Sistema patriarcal está muy profundamente enfermo y sigue educándonos.

Mujeres y violencia. Las mujeres en el patriarcado han sido excluidas del uso de la violencia, que se ha especializado en el macho, u Hombre. Por eso en el imaginario da mucho miedo una mujer con un hacha y quedan invisibles las innumerables violencias del Hombre contra las mujeres, niños, niñas, y otros hombres. Y como ha demostrado el patriarcado la violencia es cultural: las Mujeres han tenido que resolver sus problemas sin usar la violencia física, y los Hombres se han especializado (hasta el s. 20 al menos, en masa) en «resolver» sus problemas usando la violencia física y la intimidación de uso de violencia física, además de todas las otras violencias de un Sistema que basa todo, política, economía, organización social, etc., en el uso de la violencia y la perpetuación de la injusticia.

Lo más pesado o exasperante de ser feminista es que ves lo muy corriente que es que se subestime la inteligencia de las mujeres, tu inteligencia, y la pesadez insondable de que siempre eres sospechosa de querer hacer daño y molestar, esta pesadez irracional, idiota, quiero decir, que no necesita ningún fundamento, basta que abras la boca o teclees un mensaje. (Digo «lo más pesado» no porque crea que la injusticia que enfrentamos sea menos importante, digo la pesadez del trato recibido día a día, aunque a ti te vaya mejor que a otras personas.)

La otra cuestión que se desprende es que además de tenderse a entender que el problema eres tú, tu pensamiento crítico, tu análisis aportado, tiende a ser entendido como cotilleo y afán de venganza. Las ideas lo que menos importa. Una degradación de lo que aportas.

Y si no tienes ningún interés en los lugares del prestigio o poder, y encima tienes que combatir tu Ser Mujer patriarcal respecto al valor que le das a lo que haces, es que tus posibilidades de recibir una atención clara centrada en el uso de la inteligencia son muy pequeñas.

Por eso acabas apreciando tanto a la gente que tiene más inocencia en la mirada, y puede hablar con más libertad. Por eso acabas no pudiendo hablar con mucha gente, la verdad.

La suerte es que ahora puedes escribir y compartir. Es una gran posibilidad.

Con todo, mejor crecer, claro, y escapar, de tanta aplastante realidad, porque hay cosas que dependen de tu mirada, cosas muy conectadas con la calidad de tu día, de tu ir viviendo, y sólo vivimos aquí y ahora

Al parecer el posmodernismo* niega la existencia de «mujer» (por centrarnos en esto) y en el feminismo de la diferencia del Movimiento del Afuera (Andrea Franulic) responde, si he entendido bien: mujer es un hecho (no «mujer patriarcal» sino mujer por su sexo), porque tiene que ver con sexuación, y ese hecho sexuado es indiscutible.

*[El posmodernismo para mí: esa onda que después de aportar ideas valiosas, acaba por desbordamiento en la no existencia/vivir/acción?]

Lo que yo me pregunto es ¿por qué es tan importante la genitalidad (que lo llamo yo, pues hablamos de tener vaginas) si tenemos mentes humanas, es decir, capaz de ser incluso lo que no se es (por educación o lavado de cerebro cultural)? Dicho esto, necesariamente tenemos que hablar de hombres y mujeres desde el hecho cultural patriarcal, porque lo somos mal que nos pese y aunque gracias a nuestras mentes-corazón podamos luchar por liberarnos. El cambio social es evolución, un proceso.

Me pregunto si negar la identidad genital significa necesariamente no querer ver a las personas que existen, porque yo no entiendo eso. Lo que entiendo es que al fin estamos diciendo mucha gente en sitios muy diversos que la genitalidad no va asociada a rasgos específicos de personalidad y vida, o funciones, y que hay más cuerpos humanos, y que el cuerpo humano podrá ser diverso, pero ninguna persona debería ser sometida a violencias por su identidad.

Aunque haya «mujeres», si llamamos así a quienes tengan capacidad de engendrar o a quienes tengan vagina (?) (y más tipos de personas según su genitalidad; machacadas todas brutalmente durante siglos), en un mundo civilizado, la info sobre nuestros genitales no sería muy interesante o relevante.

Porque yo no le doy la importancia que se le da en el feminismo de la diferencia (así como en el patriarcado, aunque en un sentido muy distinto, claro), a la identidad biológica, a los genitales. Pienso que los genitales pueden condicionar así de mucho, sin duda, pero no a todo el mundo, ni siquiera a la mayoría. Cuando hablo de Hombres y Mujeres es siempre desde lo que el patriarcado ha determinado durante siglos que somos las personas (puede ser una realidad nuestra total o no, y hay miles de grados), según tengamos (y sólo hay estas dos opciones posibles en la mente patriarcal) vagina o pene.

Comparto críticas con el feminismo de la diferencia, pero no este tema clave para ellas. El tema de la maternidad es duro, pienso. Y me pregunto si en el feminismo de la diferencia hoy en día se sigue manteniendo esa idea de Ser Mujer implica querer Ser Madre. O quizá es que he entendido mal, que eso puede ser, porque he compartido con feministas de la diferencia lo que comparto, y no otras cosas, y desconozco esas otras cosas en su experiencia.

No creo que mi cuerpo no me haya pedido ser madre porque yo no sepa escucharlo dado el lavado de cerebro al que he sido sometida en la sociedad patriarcal. El patriarcado de hecho, de manera impositiva (lo que lo diferencia del feminismo de la diferencia que lo ve natural y no se lo impone a las mujeres), nos empuja a que sea nuestra máxima aspiración: condena este hecho de que una mujer no quiera ser madre o no lo vea como lo que justifica su existencia y es su destino, y nos ha quemado y torturado por ello, violado, impuesto la gestación, el parto y la maternidad contra nuestra voluntad, la voluntad de «mujeres» que no quisieron ser madres, por importante que sea la experiencia (pero sólo para quien la desee vivir; para el resto, puede ser muchas cosas en grados muy distintos). Y la imposición de la gestación es uno de los infiernos creados por el ser humano: de hecho, el Hombre patriarcal cuando lo imagina, el infierno, por ejemplo en películas de ciencia ficción, le plantea a la especia humana (aunque ni se atreve a hacérselo a los hombres de la peli y se lo hace a las mujeres, lo que no le quita horror incluso aunque estamos «acostumbradas/os» a imaginarlas gestando) la pesadilla de que se pueda estar gestando un ser vivo en el cuerpo propio sin desearlo!

Volviendo a lo de querer ser madre. Podría ser, que no supiera escuchar mi cuerpo de mujer, no digo que no, pero también podría no ser. Podría ser que sencillamente, igual que otras personas tienen imaginación, inteligencia, y no la usan, no necesitan usarla, tengamos vagina y periodo y no sintamos la necesidad de usarlas para la reproducción. Es como lo de la homosexualidad y otras sexualidades: por duro que sea el patriarcado con esto, siempre han existido y más gente sería simplemente sexual si no hubiera la presión a la heterosexualidad que hay. Dicho esto, no niego que ser madre sea una experiencia vital y máxima, aunque sólo para quien desee tenerla y pueda. Pero no creo que ese deseo venga determinado por tener los órganos adecuados (concibo que gente estéril o sin los órganos para ello podría desear poder gestar y parir, y ser -eso sí le sería posible- cuidadora de bebés), y no creo que sea exactamente la misma experiencia para todas las personas, con o sin capacidad de gestación.

Comparto con el feminismo de la diferencia parte del análisis Hombre y Mujer (la función determina el desarrollo de la mente-corazón, de la inteligencia-sensibilidad), pero desde que yo entiendo que la cultura es más poderosa que la biología, y hemos vivido en patriarcados durante siglos, sistemas sociales obsesionados con la atribución de roles en función de la genitalidad. Así entiendo «las mujeres somos» y «los hombres son», y no desde la creencia de que efectivamente exista una mente humana femenina o masculina como existe un frutal que da cerezas y otro que da manzanas. Quizá «las mujeres» (según el patriarcado) seamos mujeres (fuera de lo patriarcal); qué, en función de qué, eso ya no lo sé.

La mente humana para mí es más como la naturaleza, la vida, que puede alimentarse de muchas cosas y transformar y crear y evolucionar en uno o muchos sentidos, similares y diferentes, variados, y en muchos grados. Por eso cada persona es única, aunque todas compartamos rasgos de la especie.

No sé bien qué es eso de Ser Hombre y Ser Mujer, fuera de la imposición de identidad patriarcal, y la identidad de género patriarcal me espeluzna, por sus violencias. Pero apoyo a quien quiera explorarlo y pensarlo, ¡mientras no sea para imponerlo!

Para mí la mente humana es increíblemente maleable, y puede desarrollar muchos talentos, destrezas y potenciales, según cómo se nutra. Y lo sé por mi vida, desde mi vida, y desde lo que veo y entiendo. Por suerte, en neurociencia también hay ideas en este sentido que yo entiendo (aunque también hay lo que yo llamaría malas interpretaciones a los datos, lo que se llama neurosexismo, para justificar el orden patriarcal hablándonos de la existencia de un cerebro femenino y otro masculino; si existen, es por los usos, me explico yo, y los usos podrían evolucionar, en mi opinión).

Para mí la mente humana puede ser cualquier cosa, aunque cada una concreta pueda tender a tener ciertos talentos o combinación de talentos y potencialidades. Y ha sido cruel lo que los seres humanos más violentos han impuesto en la especie, esa limitación brutal a las inteligencias, entendiendo inteligencia como mente, cabeza-corazón, porque allí nacen los sueños, los sentimientos y los pensamientos. Yo soy mujer por cultura, pero soy persona por capacidad mental. El sistema no me explica. Soy mucho más. Y así le pasa a más y más gente, a medida que vamos abandonando el miedo y pudiendo mirar alrededor y a todo. [Gracias a Cultura feminista por este subrayadito!]

Cuando hablo de la realidad social, hablo de Mujeres y Hombres, pero estas categorías no me dicen nada personalmente, aunque yo tengo cosas de Mujer aprendidas tan hondas (como la manera de hablar siempre disculpándote, sobre todo al hacer análisis; por eso prefiero escribir). El mundo que yo puedo ver, no obstante, es éste: todo tipo de seres humanos pueden existir (así es la naturaleza, de hecho; si la viéramos sin los ojos educados patriarcalmente). Puedo imaginar que el género en un futuro sería algo de un estadio primitivo de la evolución humana. Y con esto no quiero decir que no hubiera personas teniendo bebés y queriendo a bebés, o haciendo sexo, oliendo a sexo, y todo lo animal humana que exista.

¡Pero quizá me equivoque, claro! No es muy importante. Lo importante es que evolucionemos en nuestro enfoque de la identidad «imposición, imposición!», y dejemos en paz a la gente, para que sea lo más propia que desee. Todas las guerras patriarcales parten de la gran violencia de la identidad, y lo hemos aprendido muy hondamente.

Moon-Jellyfish4

Me preguntas que cómo puedo apoyar a quienes luchan por los derechos de las personas que trabajan en la prostitución siendo feminista. Es sencillo: vivo en este mundo, y hay personas del mundo de la prostitución que ofrecen un servicio a cambio de dinero. A esto se le llama “trabajar” y quienes trabajan tienen derechos: derecho a no ser esclavizada por un abusón que te golpea cuando quiere, derecho a no ser violada por clientes o hombres que pasan por ahí, a no tener que jugarte la vida y la integridad física, emocional y psicológica teniendo que exponerte en zonas aisladas donde cualquiera puede hacerte daño impunemente incluidas “las fuerzas del orden”, derecho a que si te pones enferma no tengas que pasarte sin comer (y puedas ser atendida por profesionales), a recibir una jubilación cuando no puedas seguir trabajando… Derechos laborales para un trabajo que existe en el mundo patriarcal. Proteger a las personas es algo muy feminista.

Por otro lado, como feminista según entiendes, sí, estoy en contra de la prostitución, y la pornografía (patriarcales), los cimientos educacionales patriarcales (como lo fue la mili) para que aprendamos a cosificar sobre todo a las mujeres, a convertirlas en muñecas hinchables para uso y abuso, y cimientos también para que nunca demos con el placer. En otras palabras, claves culturales para la de-formación mental misógina y para que jamás de los jamases tengamos un acceso libre a la noción y la práctica cotidiana de placer. Yo podría imaginar un mundo con Escuelas de Placer, e incluso con un Servicio de Placer, pero no tendría nada que ver con la prostitución y la pornografía patriarcales, que son un infierno para la inmensa mayoría de personas que se ven literalmente atrapadas en esos mundos. Luchar por la libertad sexual y el placer desde el respeto a todas las personas es algo muy feminista.

Me preguntas cómo puedo llamarme anarquista si trabajo para el Estado. Me pregunto para quién trabajas tú, por cierto, pues seguro que trabajas por dinero igualmente, que es algo que no te paras a pensar bien nunca, porque eres víctima de la creencia que hay maneras de hacerlo todo bien, las tuyas. Pero si contesto tu pregunta a un nivel más superficial que este de la cuestión ¿Tú usas el Dinero?, te diré que prefiero ganarme la vida en el servicio público que en el privado y que trabajo de lo que puedo porque tengo que comer y tener un cobijo (sobre todo por los violadores y el frío, aunque también porque se necesitan espacios propios, aunque sean chiquititos, para relajarte y hacer tus cosas), necesariamente. No tengo la suerte inmensa de no tener que ganarme la vida, como los Grandes Anarquistas que admiras; que lo fueron, y que sólo fueron hombres con unas ideas, por cierto. A ver si dejas de cosificarlos y crear mitos patriarcales, de esos que subiendo a alguien en un pedestal se niega la propia existencia de mucha otra gente.

No son contradicciones: es saber que vives en el mundo que hay y poder pensar más allá de esa realidad que se impone socialmente. Se llama tener una mente capaz de plantearse y resolver problemas, algo muy distante del totalitarismo dogmático.

Me pregunto yo ahora por qué tus preguntas no lo eran. Por qué hablas como un juez, como un vencedor, un sacerdote del sarcasmo, claramente, sin pensar ni respetar nada de lo que de hecho nos da posibilidades de mejora. Aunque esto no lo entiendes, porque desprecias el valor de pensar y de construir pensamiento conjuntamente, e infravaloras, cómo no, la mente de “las mujeres”.

Los machistas de la Real Academia de la Lengua Muerta, faltos de empatía y de inteligencia sobre todo, han dicho en la radio que si la sociedad es machista, ellos tienen que reflejar eso, porque el diccionario refleja lo que hay. Claro, como son machistas, no ven que la sociedad ha evolucionado, porque ha evolucionado a que las mujeres existan y dejen de ser invisibles en todo y para todo, y hablamos. Y si existen, se las nombra.

El diccionario podría recoger la realidad machista y la nueva, mucho más justa, como hacen los diccionarios descriptivistas, que recogen, realmente, lo que hay respecto a palabras. El hecho social es que para mucha gente (y las mujeres cuentan, se siente) la -o ha dejado de representar el neutro para pasar a ser lo que siempre ha sido, de hecho, un masculino. Ya hay hasta abogadas, vetustos señores misóginos, y ustedes, ¿qué tienen?: un amante, ¿no? En masculino neutro. ¡A respetar!

nietasdesaussureSegundaparte

No es cierto que en los burdeles
las niñas de ojos inmensos almendrados
aguarden la embestida adornadas con flores y collares.

El poeta no sucumbe a su inocencia.
La usa en el estercolero pringoso del horror que crea
y corre a escribir un magnífico poema.

La única realidad del Poeta es su insensibilidad,
su odio profundo desatado hecho Arte.

Las niñas no importan, no sienten, no piensan,
no pasan a la historia.

 

(Del libro El hombre, la civilización monstruosa – escrito en junio de 1993, revisado en octubre del 2013)

El Sistema patriarcal, origen de los sistemas de violencia que se nos imponen en el planeta, no puede ser transformado (abandonado) sin que desarrollemos inteligencia feminista, una herramienta crítica especializada en enfrentar la violencia de este particular Sistema a través de medios noviolentos.

El feminismo (recuerdo también que con su inmenso campo de trabajo en toda identidad sexual y de sexualidad) ha generado un movimiento social increíblemente diverso que sobresale por su capacidad autocrítica y de evolucionar a partir de lo aprendido en dicha autocrítica. Debería ser un ejemplo a considerar porque ha generado la idea lúcida de que todo lo que se pretende cambiar por injusto y violento lo llevamos dentro, en nuestra ideología por defecto, la construida socialmente durante siglos y la ejecutada por los usos y costumbres que imperan en todos los ámbitos humanos.

El feminismo en su interpretación más amplia, como herramienta que cuestiona el Sistema desde la razón empática (que cuestiona directamente la clásica razón patriarcal) y que aporta alternativas que incluyen de lo más particular a lo que nos permitiría convivir en libertad y solidaridad, y como movimiento social autocrítico (cuestionándose continuamente porque continuamente se encuentra lleno de ideología que desvirtúa lo que busca y debe transformar desde dentro también), ha generado la mayor revolución social que conocemos, que está siendo además de carácter noviolento, aunque todos los cambios que genera sean percibidos como violentos. ¿Qué violencia hay en pretender que una persona (sea Hombre o Mujer patriarcales, o cualquier otra identidad), al margen de qué genitales tenga, pueda decidir libremente con quién relacionarse, si desea relaciones sexuales y con quién, si desea ayudar a personas pequeñas a crecer y desarrollarse y, o se prefiere dedicar la vida a otra actividad, si desea trabajar la tierra, investigar, estudiar, crear, razonar desde la empatía…?

Que no seamos capaces de ver que el feminismo está generando una revolución noviolenta sin precedentes es indicativo de hasta qué punto nuestras mentes son patriarcales, despreciativas de todo lo que puedan generar las mentes humanas de una de las supuestas mitades de la humanidad.

No sabemos si los genitales deberían tener el papel que han tenido en la construcción de las sociedades humanas patriarcales. Sospechamos que esto es innecesario, pues no es necesario imponer roles según genitales, ni para aprender a convivir ni si se desea generar sociedades donde cada cual pueda desarrollar su identidad, individual y colectiva-libre. Lo que sí sabemos cada vez más personas en el planeta, vivamos allí donde nos nos matan de hambre y sed, torturan (incluye la violación), encarcelan y asesinan, o donde sí nos marcan la vida así, es que hemos generado y estamos generando en todos los lugares realidades personales, compartidas, comunitarias, que demuestran que la violencia y la injusticia no son inevitables, que la inteligencia humana puede desarrollarse de otra manera. Desarrollos especialmente notable allí donde se aprecia el valor de las personas que no se imponen por la fuerza, esa más de media humanidad cuya inteligencia ha sido despreciada, ignorada, perseguida, reprimida o aterrorizada.

Una sociedad que opte por el uso de la inteligencia no puede proceder de un sistema patriarcal que no haya sido revisado y combatido a fondo, porque continuaremos reproduciendo todo lo aprendido.

POBLACIONES Y LUCHA NOVIOLENTA

Por michelle renyé (mujerpalabra.net, 2013)

La lucha noviolenta es algo que las personas llevamos haciendo siglos pero que no ha conseguido ser visibilizada en nuestras consciencias culturales porque el patriarcado  ha borrado sistemáticamente los rastros de su existencia, como ha hecho con la inteligencia y la sexualidad de las mujeres, con todas sus aportaciones a la construcción de vida buena. Pero la música siempre se ha podido oír. Y las mujeres hemos sobrevivido como seres inteligentes y no vamos a aceptar esta situación más. Sabemos, además, mucho sobre la lucha noviolenta, por toda la violencia que hemos recibido en todos los ámbitos, por ser mujeres, y por haber tenido culturalmente prohibida el uso de la violencia. La mente es humana, pero de los papeles impuestos hemos aprendido cosas específicas.

La lucha noviolenta en la actualidad es una opción política (de actuación para la construcción social) y ética (de racionalidad empática), aunque el patriarcado tradicionalmente la haya identificado sistemáticamente con religiones y espiritualidades patriarcales, de ahí que la población general sólo sepa de figuras como los líderes espirituales Martin Luther King y Gandhi. Sin embargo, ya contamos con información sobre luchas de las personas y poblaciones en el pasado y ahora, innumerables ejemplos de luchas noviolentas, y tenemos que conocerla y difundirla para seguir evolucionando por ese camino.

La lucha noviolenta permite la participación de todo el mundo, alienta la creatividad y la cooperación, el trabajo en equipo, desarrollando por tanto nuestra inteligencia y nuestra capacidad de construir sociedades menos violentas e injustas, pues los medios asumen el fin, luchamos de maneras revolucionarias, que no reproduzcan la violencia del sistema combatido. La lucha noviolenta es por tanto más barata en todos los sentidos, e igualitaria o no jerárquica por naturaleza, ya que toda participación es vital.

El problema de la violencia no lo han resueltos las soluciones de violencia, son siglos de pruebas al respecto. Las soluciones violentas sólo han intensificado y diversificado la ejecución de la violencia. Necesitamos dar el paso para aislar a los violentos como poblaciones del planeta que reclaman un mundo respetuoso con la naturaleza y con todas las personas, como empezamos a entender en el siglo 20 al dar con la noción de derechos humanos.

Debemos desechar la Razón patriarcal y apostar con toda nuestra inteligencia por la razón empática, pues la noción de justicia no es aplicable sin entender que el sentimiento y la razón nacen ambas en la mente humana y no pueden ser separadas.

Cuando las mujeres de Greenham demostraron que con acción directa noviolenta, es decir, sin dinero, sin armas, usando meramente su cuerpo, su empatía, su inteligencia, se podía poner en jaque la seguridad de una base aérea militar europea llena de misiles mortíferos y que costaba lo que permitiría vivir con dignidad a millones de personas, la interpretación de la gente sin conciencia social ni autocrítica fue que unas sucias odia-hombres lesbianas estaban dándole mala fama a la región.

Cuando las mujeres de Femen se ha puesto a usar sus propios cuerpos semidesnudos en acción política y social noviolenta por la justicia, ofreciendo un contenido muy distinto a Las Mujeres Desnudas que usa el patriarcado incluso en los programas familiares para sus violento adoctrinamiento de lo que es y para lo que sirven las mujeres, así como para amasar dinero y dinero que acumulan unos pocos, la interpretación de la gente sin conciencia social ni autocrítica es que son unas zorras locas con ganas de llamar la atención.

Cuando las mujeres exigen ser nombradas es ridículo e irrelevante, no surrealista y grotesco que se vean obligadas a hacer algo que sencillamente es pedir que se ejerza una mínima educación en la convivencia, nombrando adecuadamente a una persona.

Listad ejemplos y aplicad la mente-corazón, la razón empática. ¿Cómo han interpretado hechos inteligentes, de lucha social de las mujeres? ¿O es mejor abandonarse a esta idea…?: ¡Cómo van a ser las mujeres protagonistas de lucha social contra la violencia y la injusticia? Quienes luchan, en el patriarcado, son sólo los hombres, y eso se hace destruyendo, no construyendo.

Todo lo que hace una mujer, para la gente sin conciencia autocrítica y social, es excesivo, estúpido, exagerado, improcedente, irrelevante, como mandan los patriarcas, por eso el Hombre debe controlarlas. ¡! ¡Los encargados ejecutores de tal catálogo de violencia que no cabe en la cabeza! ¡¿Pero es que seguiremos con la cabeza perdida otro turno de siglos más?!

Así de hondo impacta la ideología patriarcal a quienes no quieren desarrollar la inteligencia a través de evolucionar a una conciencia social y autocrítica, para poder participar en la construcción de un mundo INDUDABLEMENTE ¡mejor que éste!

¡Un poco de coraje y de empatía, por favor! El patriarcado lleva siglos reduciendo a media humanidad a seres ¡de segunda clase! Esto es un crimen contra la humanidad que debemos frenar YA.

tengounpeligro

Soñé que me iba con cualquiera.
Soy exploradora, eso lo hago, cierto.

Si me llamas voy, y cuando van me sumo,
hasta que tomo otro rumbo,
me distraigo, me demoro, salto,
me olvido, paro en seco, trepo.

El hecho lingüístico “compleja”
muere de olvido; es una palabra
desconocida, enterrada bajo
la brea común de “complicado”.

No anhelo la estructura ni me pesa el vacío.
No tengo un interés contable.
Soy un animal vulnerable e inteligente.
Estoy viva, es sencillo.

Todo se nombra mal, se entiende mal,
y difundiéndose se construye
el espacio deformante y sólido
del mundo atroz de la Identidad.

Me voy con cualquiera, cierto.
Me voy con todas las personas.
Y sé caminar sola.

(rev. dic. 2013)