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6 enero 2016. PENSADORA DEL PACIFISMO FEMINISTA (Tribunales de Mujeres y guerra) y reflexión sobre cómo nos desconocemos y por qué. Stasha Zajovich es una pensadora y activista femininista pacifista extraordinaria, que vino a España cuando la guerra de los Balcanes (1990) y sus análisis fueron clave en el desarrollo de la red de Mujeres de Negro contra la guerra en España.
El otro día al escuchar un programa de radio donde teóricamente iban a hablar de Mujeres de Negro y del 7N y ver que quien mencionaba MdN lo llamaba erróneamente (Woman in Black), como si fuera algo del extranjero, y parecía entender que se trataba simplemente de una acción (pintar los cuerpos de las mujeres muertas en la calzada), atendí con asombro al hecho de que en el Espacio feminista y a pesar de que MdN-Madrid existe desde la guerra de los Balcanes y tiene una presencia regular en la calle desde entonces, en este Espacio feminista de la calle se desconocía la existencia de este grupo en concreto y de esta red que es Mujeres de Negro, independiente, lo que por otro lado es un clásico cuando se trata del interés y aprecio por y ya no digamos del comprender la lucha noviolenta (que además, la mayoría sigue sin saber que llevamos décadas hablando de «noviolencia») por parte de la sociedad en general y de los grupos políticos de izquierdas, también de sus secciones feministas. Porque se ve que en las conciencias la noviolencia sigue siendo una tontería, a pesar de que es un tipo de lucha que empleamos desde hace siglos, y a pesar de que este tipo no genera la destrucción, el sufrimiento y el horror que genera la lucha violenta. Dejo la crítica no con ganas de hacer daño, que es siempre como se interpreta la crítica, y más si viene de una mujer, sino con la esperanza de que si bien no podemos conocer lo que hacemos todo el mundo, si se va a hablar de compañeras se conozca al menos quiénes son, qué hacen! 0_0
Y os dejo con un impresionante análisis de Stasha, sobre la necesidad de Tribunales de Guerra feminista, vídeo que han publicado en su web Mujeres de Negro de Madrid, y allí podréis encontrar algunos más:
MdN-Madrid http://www.mujerpalabra.net/…/mdnmad…/pages/fotos/videos.htm

24 enero. MIEDO. Es curioso que cuando posteo cosas de crítica de las mujeres a la guerra, sé que es peligroso. Y se ve que más gente lo sabe, porque no son cosas que se difundan. Porque la crítica no es por hacer daño a los hombres, sino porque deje de hacerse daño a las personas y se entienda que la guerra ha dañado siempre a las mujeres gravísimamente y no se ha registrado en la historia como crimen.

28 enero. OFENDER. La realidad de las mujeres, de toda la violencia que reciben en las sociedades patriarcales por el hecho de ser consideradas mujeres, ha sido silenciada porque no se puede ofender a nuestros líderes, héroes. Pues esto tiene que acabar. Tomar así la denuncia de un problema social es no querer superar un mundo que funciona desde modos violentos de relación. Existe un mundo menos violento e injusto, y pasa por la comunicación, la escucha y el respeto a todo el mundo. Si se dice que los soldados violan en las guerras, esto es un hecho, y si hay soldados que no lo hacen, o se supone que los ejércitos modernos ya no usan la violación como «premio» o arma de terror, que se diga y sustente, y que se celebre que se denuncie lo que está mal. Denunciar eso no equivale a despreciar a nadie, sino a señalar a algo que DEBE SER SUPERADO y sigue ocurriendo.

Todo orquestado

para vivir con miedo

El miedo que reduce

a No eres Nada

y Trabaja y Calla.

Sin miedo, ¡crece!

la belleza, la inteligencia,

la alegría, la solidaridad,

la calma, la generosidad,

tu libertad.

 

Controla tu miedo.

Aspira a la luna.

Te aguarda una sorpresa.

El miedo es un cotidiano que crece desmesurada y complejamente si no lo controlamos, por eso hay que aprender a controlarlo, y a esto se le llama valor. Crece desmesurada y complejamente por la educación que nos imponemos en los sistemas o culturas que creamos o, podríamos decir también, nos crean hasta cierto punto: la educación en identificar el hacer con el ser, y de manera extrema o englobante del todo.

En mi experiencia, el miedo se controla usando muchos recursos. Cuando hay implicada más gente, por ejemplo, puede ser a menudo más fácil controlar el miedo, por el instinto de empatía o solidaridad, reforzado en los casos en que lo esté por la consciencia de justicia, esa idea-sentimiento. Tirando de ello, puedes encontrarte haciendo (incluye «diciendo» pues el lenguaje es acción) cosas que nunca hubieras imaginado poder hacer, por tu miedo.

Cuando estás sola, sólo puedes tirar de ti. Y creo que el instinto que entra en juego, y la idea-sentimiento, es el que llamamos dignidad. Esto tiene muchas formas. Por ejemplo, en lo que es trabajar, realizar una acción que te permite ganarte la posibilidad de una vida digna con aspiraciones de felicidad (así es como está montado), se te manifiesta deseando hacerlo lo mejor posible, y no te sirve de nada engañar o hacer una chapuza, como a la gente de la picaresca innecesaria, que es una opción cobarde y desprovista de inteligencia. Tienes miedo al rechazo, a los obstáculos, a que te quieran destruir o echar, pero tienes que sacar la fortaleza de controlar ese miedo pensando que tú sabes lo que tienes que hacer, y sabes hacerlo, y haciéndolo.

Cuando estás sola, pongamos en aislamiento, por ejemplo, la gente que fue encarcelada por razones políticas, yo he escuchado y leído a muchas de estas personas hablar de que controlaban su miedo pensando que no estaban solas, que había gente luchando por lo mismo, y que no las olvidaba, que sabía de su existencia. Por eso es tan importante escribir a gente presa, la verdad.

Si estás sola porque te azota la depresión, tienes que esforzarte por sacar de dentro tu potencial de coraje, de sacudirte del miedo para controlarlo. Es cierto que las drogas ayudan, porque te hacen una compensación química, y es que la química del cuerpo tiene relación con las emociones, que no nos vienen de dios sino de nuestra mente-corazón. Pero la química no es suficiente para construirse como una persona capaz de ser valiente, es decir, capaz de controlar su miedo. hay que tirar de dignidad, y ayuda mucho comprender cosas, entre otras cosas porque puede nacerte la rabia y la furia, que son grandes emociones para controlar el miedo y superarlo, sobre todo si no te arrastran al comportamiento indigno (que es el riesgo). De ahí que en el movimiento social feminista se valore tanto este tipo de emoción, y para diferenciarla de la rabia y la furia faltas de inteligencia, yo lo llamo furiosidad feminista. Rosa Parks dice en su autobio que no la terminaba de convencer la noviolencia de Martin Luther King (entonces no se sabía que había más que esa interpretación de noviolencia) porque para ella, ante defenderse de las continuas agresiones de la gente racista blanca, era vital ser violenta, agresiva. Se refería a contestaciones que les daba, para pararles los pies. Yo a eso no lo llamo violencia, sino furiosidad. Y lo veo necesario, la verdad, una gran fuente para controlar el miedo y poder sobrevivir y vivir. Lo que se expresa con la metáfora «Poner la otra mejilla», ese concepto bíblico que se le transmite a la gente que sufre opresión, no me parece muy de la noviolencia, sino algo extraño, que quizá sea positivo en alguna situación, no lo sé, pero que ¡no puede ser una pauta de comportamiento saludable!

Luego están los truquillos varios. Cada cual tiene que buscárselos. Pequeños apoyos que ayudan, porque el miedo no es una cosa total y absoluta. Como en la vida, está llena de grados y eso es muy relevante para la posibilidad de controlarlo.

También hay que saber, pienso, que el miedo puede congelarnos en ocasiones, y que eso no significa que no podamos controlarlo nunca. Es bueno entrenarse a controlar el miedo. En los años 80 en el mundo de la noviolencia en situaciones de guerra teníamos entrenamientos semanales llamados sociodramas, donde reproducíamos situaciones de violencia que podríamos enfrentar, como en teatro, intentando creerlas reales, para aprender y entrenar en controlar el miedo. Cuando yo era tutora en secundaria, intentaba también generar sesiones de reflexión sobre qué hacer si intentan violarte, porque a mayor número de escenarios que imagines, de cosas que puedes hacer que imagines, pienso que te preparas mejor para que se te ocurra alguna, para que puedas hacer alguna si llega la situación. O quizá incluso hagas otra que nunca pensaste, pero haber entrenado pienso que ayuda mucho a ser una persona de recursos. Desgraciadamente, la cultura nos imbuye la superstición de maneras muy sibilinas, y era todo un obstáculo para poder montar una clase sobre eso porque el sentimiento supersticioso le decía a las estudiantes que si lo pensaban, facilitaban que ocurriera, algo falso que nos enseñó la religión diciéndonos cosas como que pensar algo era igual que hacerlo, pongamos pensar que quieres que se muera un torturador o pensar en tener sexo con alguien que no lo vas a tener porque sabes que se generaría un desastre emocional o algo. No es lo mismo hablar de la violación e imaginar qué puedes hacer en determinados escenarios, que provocar que te violen. Y bueno, en este tema, ya se sabe, que te violen es algo que no depende en absoluto de quién eres y qué haces, no depende de ti.

Pensar y comprender, analizar y buscar, a mí me han ayudado en muy diferentes grados y todos importantes, a controlar mi miedo. Es una labor continua porque el miedo es algo cotidiano en un mundo humano tan violento en todos los ámbitos. No hay que despreciar los usos que podemos darle a la inteligencia, que son muchos más de los que la cultura nos cuenta.

¡A confiar en nuestra inteligencia! No te dejes acutar «natural», pues es todo por defecto cultural. ¡Construye tu valor! Cuando entiendes ciertas cosas es siempre un suavizamiento del pedregoso camino.