michelle renyé (enero 2025)
FUNCIÓN PÚBLICA Y PERSONAS OPOSITORAS. En 2011, declararon el sistema de Clases Pasivas a extinguir, por lo que las personas que se plantean ser profesoras de la Pública, hacer una oposición-concurso pública para lograr un empleo de asistencia a la sociedad en su conjunto (incluidas personas sin dinero) ya no pueden elegir, al sacar la plaza, entre Seguridad Social o seguro privado con Muface. Estas dos opciones nada tenían que ver con el funcionariado público de los enchufes durante el franquismo, aquel cuerpo de privilegios: venían establecidas en el marco de la democracia para todo el mundo que opositaba-concursaba públicamente.
¿POR QUÉ ELEGÍAMOS EL SEGURO PRIVADO? Porque los servicios púbicos sanitarios (que todas hemos usado porque esto no es Estados Unidos, donde la gente muere por no tener dinero para pagarse atención sanitaria) están infrafinanciados (sobrecargas de trabajo para el personal, falta de recursos suficientes, etc.) e imponen que todo pase antes por la doctora de cabecera, lo que genera demoras con graves repercusiones en la salud y en la calidad de vida, como sabemos todo el mundo por experiencia (a pesar de lo cual, se maltrata al personal de los servicios públicos).
SOLUCIONES QUE EL ESTADO DESCARTA. ¿Por qué no se reforma la Seguridad Social para que se pueda ir directamente a una especialista? Esto descongestionaría al personal sobrecargado y vapuleado, mejoraría la gestión de los centros, y la salud de la gente. En su lugar, se “acusa” de “privilegios” e insolidaridad por ser un “coste insostenible” a unas personas que habiendo contribuido una vida de trabajo y pago de impuestos para sostener el servicio público logran llegar a la vejez (edad humana que también tiene un papel fundamental en la sociedad por el conocimiento de haber vivido). En lugar de reformar la sanidad pública para mejorar la vida de la población en su conjunto, se hacen campañas para confundir, presentando como aprovechadas a personas que no lo son, que sólo son viejas, porque la vejez es “un coste inasumible” (no como la injusticia y las guerras).
PROPUESTA DE SOLUCIÓN. Por todo lo anterior, dado este mundo violento, como profesora veterana de la pública próxima a la jubilación (hoy de excedencia = sin sueldo ni ayudas, y pagándome Autónomas para que no me repercuta en la jubilación con los ahorros para la hipoteca) para curarme porque las inspecciones de la Pública no cumplieron con su obligación de proteger el derecho a la salud en el trabajo), tengo una propuesta para que sea sostenible nuestra vejez y al tiempo que no nos fuerce ahora que más vulnerables estamos a cambios que difícilmente superaremos: que cuando nos jubilemos quienes estamos en MUFACE, recibamos una píldora, para tener la opción de descansar de una vez procurándonos una muerte digna en casa.