profa de inglés - 25-1-2003 at 20:43
¿Alguien quiere analizar la información del artículo de Lecturas interesantes titulado "El peligroso secretismo de la OMC"? (Organización Mundial de
Comercio).
Como el acuerdo que pretenden salga adelante, a la mierda con los logros sociales que medio tenemos!
Dice:
El objetivo del acuerdo que intentan sacar es "la privatización de todos los servicios públicos en todo el mundo [servicios como educación, sanidad,
seguridad social, gestión de residuos, protección del medio ambiente...], salvo policía, ejército, justicia y Banco Central."
Qué sospechosa distribución... ay! Si "lo público" acaba siendo sólo los cuerpos que emplean la violencia... y la pela; la justicia quedará más
dañada, la sociedad más militarizada... ¿Cómo sería el mundo? ¿Volveríamos al medievo?
¿Podríais difundir este artículo, que se analice y que se sepa si es verdad, si va a pasar, qué pasaría, cómo podríamos protestar...?
Qué sábado tan triste.
No parece tan cercano
josé maría - 27-1-2003 at 18:59
Hola
Por supuesto que la sola idea de una privatización total de los servicios públicos es escalofriante, pero creo que pese al secretismo de la OMC no
podrá ir más allá de una declaración de malas intenciones...
Ese mercado que funciona tan bien lo hace sólo en beneficio de unos cuantos, como ya se sabe por las cifras de la distribución de la riqueza en el
mundo (menos de 300 personas acumulan el 70% del total de la riqueza mundial).
Por lo demás, ese proyecto ultraliberal ha fracasado estrepitosamente en varios países en los últimos años: baste pensar en la GB de Margaret T. y en
la Argentina de ahora (con similares resultados). En españa todos sabemos lo bien que funciona la Telefónica ahora que es privada al 100%, y lo
baratas que resultan las llamadas y lo democrática que es, boicoteando a las otras compañías (hay sentencias judiciales) para impedir la
competencia... Y qué rápido nos dejan sin teléfono si no pagamos la factura un mes...
En todo caso, las políticas económicas de los países las deciden los ciudadanos (y cada vez hay menos tontos que crean que el eriquecimiento de unos
pocos les pueda beneficiar... aunque a veces lo dudo seriamente, visto lo visto), y siempre tenemos que mantener la convicción de que la última
palabra está en nuestras manos.
Salud
s
josé maría
