Grupo2x2 - 15-4-2007 at 16:36
Hola,
Os informo sobre la existencia de una plataforma de colectivos
denominada Bloque Alternativo LGTB, creado en 2006, cuyos principales
objetivos son:
- Recuperar el carácter político-reivindicativo de los actos y
manifestación del 28-J
- Visibilizar y contrarrestar la actual sumisión y dependencia del
movimiento LTGB al capitalismo rosa, con su consecuente despolitización
y pérdida de horizonte reivindicativo.
- Recuperar como movimiento social la independencia de partidos
políticos y de entidades empresariales, así como evitar las servidumbres
consecuentes.
Este año estamos preparando diversas actuaciones para aportar nuestro
granito de arena a la actual situación del movimiento LTGB. Nuestros
enfoques están recibiendo apoyos de nuevos colectivos que se suman a la
plataforma.
Os adjunto las ponencias que se han presentado para exponerlas en los
encuentros estatales que se realizarán este fin de semana y que detallan
más concretamente quiénes somos, cuáles son nuestros objetivos y
nuestras líneas de actuación. Nos agradaría recibir recibir vuestras
opiniones, sugerencias y aportaciones en nuestro correo:
bloque_alternativo_madrid(arroba)yahoo.es
Salud-os
Juana
Ponencia
Grupo2x2 - 15-4-2007 at 16:37
PONENCIA DE RQTR PARA XIX ENCUENTROS ESTATALES LGTB
Orgullo es protesta
El “Bloque Alternativo”: presentándonos
El año pasado, por vez primera, las y los miembros de rqtr concurrimos a la manifestación del Orgullo LGTB inaugurando, junto con Liberacción, el
desde entonces llamado BLOQUE ALTERNATIVO. Dos colectivos y unas bases ideológicas compartidas con muchos más que se concretará, durante la próxima
convocatoria, en la adhesión del grupo feminista Las Lilas, Ecologistas en Acción y el Eje de Género y Antipatriarcado de la Plataforma de movimientos
sociales Rompamos el Silencio. Entre otros.
Alternativa.. ¿a qué?
Alternativa a la mercantilización de un movimiento que pierde su carácter reivindicativo a la misma velocidad que suma empresariado rosa para “la
causa”. Por eso, no podemos sino preguntar: ¿a la causa de qué?, ¿cuál es nuestra causa?.
Alternativa a la despolitización, al aislamiento político LGTB, que parece querernos decir que nuestros principios políticos comienzan y acaban en el
hecho bi-lésbico-gay-transexual. Que la lucha por hacer de las experiencias gays, lesbianas, bisexuales y/o trans vidas habitables admiten cualquier
marco político, económico y social que declare su beneplácito con la expresión de nuestra sexualidad, que parece colmar nuestra causa. Una vez más,
tenemos que preguntar, ¿la causa de quién/es aparece reflejada como “nuestra causa”?.
Alternativa… ¿cuál?
El Bloque Alternativo surge como la necesidad de los grupos rqtr y Liberacción de encarnar una voz crítica contra la mercantilización y la
despolitización en la manifestación del Orgullo LGTB 2006. Una voz que no sólo es nuestra, que compartimos pero que no hemos inventado, que
reconocemos en otras compañeras y compañeros, en otros movimientos, que no queremos invisibilizar con nuestra presencia sino proyectar e invitar a
hacerlo.
La reconocemos, a veces, en el movimiento feminista, que ha sabido mantener la independencia y el carácter reivindicativo en una convocatoria de tanta
relevancia para nosotras como el 8 de Marzo; una convocatoria en la que la ausencia de interés por parte de patrocinadores/as es sólo el reflejo de su
carácter crítico.
La reconocemos, a veces, en el movimiento LGTB del Estado Español. Valga precisamente como ejemplo nuestro reconocimiento a la ponencia presentada por
Xega Astur en los XVI Encuentros Estatales y cuyas valoraciones podría asumir la presente.
La reconocemos, a veces, en el ámbito internacional, donde entendemos que el desarrollo de grupos críticos queer está enfrentando los retos de los
nuevos movimientos sociales, las complicadas redes por las que capitalismo, sexualidad, género o clase social interactúan para hacerse indisolubles.
Hablamos de aceptación de un reto en la calle, no sólo en las tribunas de las universidades, ni en el más o menos complejo léxico de las teóricas y
teóricos en la materia. Traerlo a colación hoy, hacerlo aquí, es una labor inexcusable que responde a la indispensable exigencia de situarnos en
perspectiva. Nuestra forma de entender la lucha política sólo puede cobrar sentido cuando aceptamos la tarea de ponerla en relación con visiones
diferentes pero existentes; co-existentes: afirmar que no hay alternativa a nuestra forma actual de hacer política, si acaso coincidimos en que es
esto lo que entendemos que tenemos que hacer, se vuelve problemático cuando en otros lugares, en condiciones distintas pero no necesariamente mejores,
otras y otros convierten la alternativa a la mercantilización y la despolitización en una práctica subversiva material. Si esta era la fuente de
nuestra preocupación, ya no será lo que nos detenga: la alternativa es real, pero ¿es real que queramos verla?
Destacamos la intervención del último Queeruption (Q9) como una demostración de lo que un movimiento inspirado en la reivindicación sexual puede dar
de sí para la crítica a un sistema opresor y la negación a convertir a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en moneda de cambio a cambio de
apoyo. En agosto de 2006, numerosos colectivos aplaudían el soporte del Estado de Israel para la celebración de la primera convocatoria internacional
del Orgullo Gay en Jerusalén que, para mayor inri, se daría a conocer con el subtítulo “Amor sin fronteras”. Q9 reunió a cerca de un centenar de
personas de diferentes países de Europa, América, Australia y Oriente Medio, durante una semana de encuentro, con el lema “Bajo ocupación no hay
orgullo”. Y ello porque en un país cuya bandera es la limpieza étnica y que juega con el comodín del consentimiento internacional, no basta con ser
marica, bi, bollo o trans para sucumbir a celebraciones. Porque sabemos que la celebración en las calles de Jerusalén era ya una forma de violencia
para con nuestras compañeras y compañeros palestinos, una aceptación incondicional del reconocimiento hipócrita del mismo Estado que alza muros en
torno a las ciudades palestinas y propone el éxodo y la violencia como una forma de minar sus vidas. El movimiento queer no quería ser ajeno a esto.
Y, en cualquier caso, no podía.
No hay orgullo con ocupación. ¿Hay orgullo con precariedad?, ¿y sin papeles? ¿lo hay sin vivienda?, ¿y con los poderes cuasi estatales de las grandes
empresas y multinacionales que co-gobiernan sorteando la elección democrática?. Una respuesta afirmativa debería conducir a plantearnos si la presión
del consumismo ha logrado hacernos creer en el efecto burbuja, según el cual, podemos y debemos escapar de los múltiples condicionantes que precarizan
nuestra existencia. Si llegado el caso puedo diferenciar entre dónde termina mi opresión como trans y dónde comienzan mis obstáculos a obtener una
vivienda digna, entonces, es que tales artimañas surtieron efecto. No hay orgullo para todas y todos.
A menos que orgullo sea protesta. La presencia del Bloque Alternativo en estos momentos, superada la manifestación del Orgullo 06, surge para seguir
materializando un espacio de propuesta que no olvida los márgenes. Un espacio que propone:
1- La priorización de nuestra independencia; de nuestra presencia y capacidad de movilización desde la sociedad civil, consolidándonos como
movimiento social antes que como interlocutoras e interlocutores de las administraciones o de las empresas.
2- La configuración de un movimiento transversalizador capaz, no sólo de problematizar las sexualidades y promover la oposición contra el
heterosexismo de las compañeras y compañeros que frecuentan otros ejes de lucha, sino de realizar el giro inverso: reconocer cómo otras sensibilidades
políticas se vuelven cosustanciales a la realidad y a las vidas LGTB.
Ambos principios de actuación definen el corte político del BLOQUE ALTERNATIVO: un movimiento feminista, de izquierdas, crítico con la
institucionalización de la heterosexualidad, contrario al neoliberalismo capitalista, posicionado en contra del consumismo despolitizador que
funciona marcando ciudadanía.
Desde estos encuentros, deseamos anunciar nuestra presencia en la manifestación que tendrá lugar en las calles de Madrid el 1 de Julio de 2007 para
decir que no renunciamos al carácter reivindicativo de la convocatoria ni tan siquiera bajo el yugo de los éxitos cuantitativistas. No necesitamos ser
miles, aún menos si miles significa muchas, y especialmente muchos, de los/as mismos/as. Queremos un orgullo crítico, capaz de entender cómo nuestras
experiencias de vida se complican como jóvenes, mujeres, paradas/os, precarias/os, estudiantes, seropositivas/os o personas sin vivienda. También
queremos un orgullo lúdico, porque el orgullo lúdico nunca estuvo reñido con el orgullo protesta. Porque la protesta se entiende aún mejor desde la
diversión y la parodia.
Porque no somos las y los promotores de la causa de las clases acomodadas, porque no nos preocupan los intereses de las empresas pero sí la
precarización de sus trabajadoras y trabajadores, porque es esta una realidad que preferimos denunciar antes que obviar y hacerlo de manera
consecuente, porque no aspiramos a convertirnos en políticas y políticos de los diferentes partidos en el gobierno, porque reconocemos la importancia
de la relación con las instituciones pero rechazamos la institucionalización del movimiento, porque identificamos nuestras afinidades de lucha en el
espacio político antes que en los gustos sexuales del apoliticismo, la derecha o las políticas neoliberales. Por todo ello, os invitamos a todas y
todos a participar en esta convocatoria; a hacerla vuestra a vuestra manera.
Mucho se ha dicho de la brecha entre asimilacionistas y comunitaristas como resumen del panorama LGTB en el Estado Español y, hoy, no lo traemos aquí
para debatirlo sino para desmontarlo. La auténtica cuestión que define y dirime nuestros caminos, aquella que responde a ese interrogante sobre cuál
es nuestra causa, bien pudiera hallarse en otro lugar diferente: priorizar nuestro compromiso como movimiento social o avanzar por la senda fácil de
la mercantilización y la despolitización que tantos éxitos otorga a la lógica capitalista. La diferencia es a quiénes abandonamos o, al menos,
supeditamos a nuestros intereses y con quiénes continuamos el camino. El primer reto después de estos encuentros será la manifestación en las calles
de Madrid. Qué duda cabe que allí viviremos nuestras discrepancias.
¡Saludos revolucionarios!
pd- ¡Contra la precariedad laboral hazte marica!
Ponencia 2
Grupo2x2 - 15-4-2007 at 16:37
RECONSTRUYENDO UN MOVIMIENTO SOCIAL POR LA LIBERACIÓN SEXUAL
A modo de contextualización.
Desde hace tiempo ya que muchas personas y colectivos venimos reflexionando sobre el actual proceso de mercantilización y despolitización que padece
el mundo LGTB. Es un proceso similar a lo que está ocurriendo de forma más avanzada en otras partes del mundo. Allí, la alianza entre organizaciones
LGTB político-institucionales y organizaciones empresariales ha conllevado la anulación de la capacidad crítica y reivindicativa de las primeras por
parte de las últimas. Los resultados políticos son escasos, y la presencia de la publicidad y las relaciones mercantiles abrumadores.
Por la parte institucional, en el caso específico del Estado Español, los últimos años de democracia han sido reveladores.
Un candidato Zapatero que en el 2002 respondía sobre las adopciones gays con un “ya veremos”, las aprueba solo 3 años más tarde entre un gran rechazo
de la derecha y la jerarquía católica y una gran aceptación de los votantes de izquierdas. Una franja de votantes sensible al desencanto provocado por
políticas neoliberales, tendente a la abstención pero que se movilizó extraordinariamente el 14 de marzo del 2004. Otro hito muy importante y positivo
supone la reciente aprobación de la Ley de identidad de género. Colectivos tan vulnerables como inmigrantes y menores quedan fuera de sus beneficios
y su tramitación ha sido contestada y recibida con un sentimiento agridulce desde muchos colectivos transexuales no subvencionados, lo que denota una
calculada cicatería a la hora de su redacción por parte del gobierno.
Por todo esto y conociendo la actual mayoría parlamentaria de “izquierdas” solo podemos considerar que los avances legales no siempre provienen de las
convicciones reales del actual gobierno social-liberal, sino que son administrados cuidadosamente y electoralmente, ya que este tipo de políticas se
cuentan entre las pocas que las diferencia de las de otros partidos que comparten su credo neoliberal. Ese credo neoliberal tan practicado por
supuestos rivales políticos, que entroniza al mercado como medida de todas las cosas, confunde ONGs domesticadas con participación ciudadana,
sustituye derechos por cuidados paliativos, y sacrifica el lazo social en el altar de la competitividad y el éxito.
En el plano de las “movilizaciones” en las manifestaciones del orgullo LGTB asistimos asombrados a la absoluta preponderancia de la defensa de los
beneficios empresariales por encima de cualquier mínimo decoro. Manifestaciones patrocinadas por marcas de refrescos, sometidas a un absoluto
bombardeo publicitario. Parece que cualquier espacio es válido a la hora de conseguir fantásticos beneficios económicos. Y si unos cuantos vendedores
ambulantes chinos hacen bajar un poco la tasa de ganancia, nada como la seguridad privada para ponerles a raya, como ocurrió en las calles del barrio
madrileño de Chueca los días previos a la manifestación del Orgullo LGTB. Calles atestadas de ciudadanos, o de potenciales clientes, según que
miradas.
Como en otros los ámbitos, este no iba a ser diferente, el mercado llega a casi todos con una buena dosis de sonrisas, que enmascaran una buena dosis
de autoritarismo. Lo que le hace diferente a este ámbito es que quienes hacen perseguir a los vendedores chinos hace poco en el tiempo eran también
perseguidos. Y esa es la gota que colma el vaso, enseña relaciones de poder y motiva muchas reflexiones de esta ponencia.
Chinas y bolleras, en la misma escalera.
¿Cuándo se produce el paso de perseguido a perseguidor?, ¿ Se puede ser gay y de derechas?, ¿ Puedes ser lesbiana y disfrutar a la vez de la economía
de mercado? En el neoliberalismo que buena parte del mundo padecemos y no disfrutamos, lo que más cuenta es tu capacidad económica para salir a flote.
Las distintas realidades que a todas nos atraviesan: género, raza, nacionalidad, religión, orientación sexual o identidad de género están
subordinadas a nuestra capacidad adquisitiva y esta condiciona nuestra clase social. Por ser mujer, gitano o transexual una sigue siendo
discriminada, pero esto no se afronta igual con dinero y poder, sino que se lo pregunten a Condoleeza Rize.
Nos quieren convencer que se puede ganar en derechos y respetabilidad por el camino de la tolerancia y la multiculturalidad disecadas que ofrece el
Dios Mercado. ¿Todo el planeta puede vivir según el patrón de consumo occidental? ¿ Y si todas las chinas algún día pueden comprar tanto como un
feliz gay blanco, varón, de profesión liberal y propietario de un pisito en Chueca? A cualquier ecólogo le daría un ataque de risa, o de pánico. El
sentido común también nos dice que donde avanza el neoliberalismo, avanza la exclusión social y la pobreza. Las manifestaciones del orgullo LGTB, con
sus patrocinios y ostentación, no son ajenas a estas dinámicas globales, ni mucho menos. Ecólogos, chinas, bolleras y trans tenemos muchos problemas
en principio diferentes pero irresolubles sin un trabajo conjunto, frente al mismo denominador común. Y es que compartimos escalera, cambio climático
y empresarios sin escrúpulos heteros o gays.
No queremos que nuestros avances sean a costa de otros. Bolleras, maricas, trans y raritas hemos conocido y aún conocemos de cerca la opresión y por
eso mismo queremos defender una práctica política de liberación incompatible con crear o potenciar otras discriminaciones. Somos conscientes que las
relaciones de poder son múltiples y que una persona discriminada en algunos planos puede actuar como discriminador en otros. La línea que separa el
ser oprimido y opresor a veces es muy delgada y nosotras queremos estar muy atentas, sin que nos ciegue ningún brillo, y menos aún el de la
publicidad.
Quien quiera encontrarnos: abajo y a la izquierda.
Queda mucho por hacer y por lo que luchar mientras la transfobia y la homofobia campen a sus anchas.
Entendemos que los movimientos sociales son el lugar idóneo desde el cual realizar este trabajo, reinventando el espacio de lucha política pero sin
ser correa de transmisión de necesidades que provengan de arriba. Como siempre, el poder se reorganizar para neutralizar los movimientos sociales, con
el fin de garantizar el adormecimiento de la sociedad y la transformación en beneficios de derechos a los que no se debería acceder previo pago.
Es en la calle donde se sufren los problemas y es desde la calle donde queremos contribuir a solucionarlos. Desde abajo queremos marcar nuestra agenda
y destino, no que nos los marquen desde arriba. Las reivindicaciones de nuestros derechos no son moneda de cambio de nada, ni los recursos que
necesitamos para llevarlas a cabo deben hacernos depender de necesidades ajenas.
Valga un ejemplo de todo esto, nosotras nunca pediremos el voto afirmativo para la constitución europea, y mucho menos para ayudar a un gobierno que
supuestamente se esfuerza tanto por nosotras. Añadiendo la anteriormente citada perspectiva política de liberación, que nunca debe crear nuevas
discriminaciones, aún hoy queremos socializar una reflexión sobre los profundos efectos negativos que dicho texto neoliberal podría producir en una
Unión Europea, que mira para otro lado ante las políticas homófobas de algunos de sus estados miembros.
Lejos de Bruselas en muchos sentidos, en los barrios madrileños de Entrevías o de Lavapiés empezamos a trabajar con feministas, ecologistas,
sindicalistas y otros tantos colectivos cercanos. Sabemos que hay luchas particulares que tienen muchos puntos en común, que el trabajo conjunto puede
crear condiciones de realización más eficaz de nuestras reivindicaciones y que cuando llegamos al nudo gordiano del poder económico, este se revela
como cualquier cosa menos democrático.
No admitimos como argumento que los derechos se ganan con una buena posición económica, ni que los empresarios son necesarios en las manifestaciones
del orgullo porque pueden ayudar a la creación de lobbys de presión institucional. Hay que diferenciar y separar espacios. Nuestro principal espacio
es el de la movilización popular en la calle, y no vamos a permitir que nos sea arrebatado por las marcas comerciales, sean rosas, azules o verdes.
La lucha por la liberación sexual en el estado espanyol tiene mas de 30 años y dos terceras partes de los mismos ha priorizado más la horizontalidad y
el acercamiento a los movimientos sociales que la coordinación con las cajas registradoras. El trabajo realizado por organizaciones como la COFLHEE no
ha perdido vigencia aunque aún no haya sido reconocido. Labor de todas es reconstruir y enriquecer aquella vitalidad.
Los derechos se deben ganar porque son nuestros, por nuestra única condición de personas, sin importar nuestro bolsillo. Las manifestaciones para
reivindicarlos no necesitan patrocinadores. Y esos derechos, como todos, se conquistan desde la calle, no desde las moquetas.