Activismo - Poblaciones en resistencia - 15M
Impresiones del lenguaje inclusivo en el Movimiento 15M
Isabel Sánchez
Desde el día en el que empezó el movimiento 15M las personas que van a las asambleas y las que componen los grupos de trabajo o comisiones hemos hecho mucho hincapié en la utilización de un lenguaje que mire por todas, un lenguaje democrático y que no discrimine sexualmente, en definitiva, un lenguaje inclusivo.
La mayoría de los hombres y muchas mujeres no sabían qué era el lenguaje inclusivo antes del 15M, ni siquiera se imaginaban el poder hablar para todas las personas a la vez sin tener que especificar, acabando las palabras en "o" y "a". Muchas se sorprendieron a sí mismas y otras ni siquiera lo pensaron, usaron el lenguaje inclusivo porque sí, porque tuvo tan buena aceptación que se convirtió en "moda" dentro del 15M.
Ahora bien, esto hay que llevarlo a la práctica constantemente en los debates, en las comisiones, en las manifestaciones, en las pancartas y en las propias asambleas. Y os aseguro que cuando la "moda" pasa no es nada fácil, hay que hacer un gran esfuerzo mental para no caer en la tentación de lo aprendido durante todos los años de vida. A veces se olvida y las propias compañeras te dan un toque de atención para que uses un lenguaje correcto, otras veces las frases se hacen algo más largas por tener que especificar al no tener otra alternativa y se hace algo tedioso.
Entre las personas que han optado por usar bien el lenguaje se encuentran mujeres y hombres con una mente muy abierta a los cambios, a un mundo mejor. Pero por desgracia no son todas ni todos, hay algunas personas que no lo ven importante y que por tanto pasan de hacer este esfuerzo de aprendizaje. ¿Pero por qué pasan? ¡Ésa es la cuestión! Al igual que ocurre con un adolescente que no quiere aprender matemáticas, el resto de personas tenemos que estar en la obligación de hacerle entender lo positivo que es este aprendizaje para estar en contacto con el mundo y para su propio yo, estamos en la obligación de enseñar a aprender y de estar alerta de las personas que no practican al 100% el lenguaje, dando esos toques de atención que necesitamos todas para seguir creciendo y madurando el habla.
Este cambio de expresión es vital para conseguir ese mejor mundo que queremos, es una cuestión de justicia social, es una cuestión de mencionar a toda la gente que te rodea y no solo a unos pocos (lo que hace el masculino).
Hablar correctamente es usar nuestra inteligencia.
Información sobre uso de este material: consultar con la autora
Publicado en mujerpalabra.net en el otoño del 2011