Experiencia base
Por michelle

Septiembre 2007

Después de más de 25 años participando primero en grupos y luego en redes o foros (físicos), quisiera recoger una serie de reflexiones sobre el activismo social y la sociedad. Me he dedicado al activismo de carácter pacifista y feminista partiendo de una manera de ver el mundo anarquista (su base es la libertad y la solidaridad y los modos de actuar de la democracia directa) y artística (incluyendo lo aprendido del arte). Es decir, el activismo por el que trabajo aspira a transformar la sociedad desde la raíz: sus concepciones, sus lenguajes, sus modos de relación y organización.

Menciono aquí la experiencia con grupos y redes que me ha servido para escribir las reflexiones que aquí encontraréis:

Años 80: Grupos

Amnistía Internacional: hice allí mis primeras traducciones gratuitas para el movimiento social, y fui parte de un pequeño grupo de trabajo, la Coordinadora Meran, donde encontré a personas muy inteligentes con quienes pude aprender mucho y analizar muchas cuestiones (lo considero afortunado sabiendo como sé ahora lo difícil que es poder analizar manejando sólo ideas).

Brigadas Internacionales de Paz (PBI, en inglés): tras mi primer entrenamiento en noviolencia, me uní a esta organización internacional. Trabajé primero y fundamentalmente con PBI-Guatemala. Después estuve en el Proyecto Exploratorio en Nicaragua. A mi vuelta, trabajé un tiempo en el grupo de PBI-Madrid.
La experiencia centroamericana fue especialmente intensa en varios sentidos. De día y de noche, aprendí sobre la lucha noviolenta en los contextos de guerra, leí sobre noviolencia (yo había llegado a ésta desde la renuncia personal a usar un modo tan primitivo y falto de inteligencia como la violencia para la resolución de los conflictos), sobre Centroamérica y sobre la llamada Guerra de Baja Intensidad de la administración estadounidense y los militares centroamericanos;  a nivel interno de organización, aprendí que en el movimiento social podía haber personas enemigas de reflexión y/o sin escrúpulos morales a causa de sus convicciones.

Años 90: Redes

Internacional de Resistentes a la Guerra: En 1989 me uní a la IRG (WRI, en inglés) y viajé a Londres para trabajar de voluntaria en el Secretariado Internacional, ayudando, por suerte, a personas muy competentes y experimentadas, que trabajaban con muy pocos recursos, en la organización de campañas, publicaciones y reuniones internacionales. Le eché trabajo, pues, a la Campaña Pres@s por la Paz, la “WRI Newsletter”, “El Fusil Roto” (en 4 idiomas), la Conferencia de Bradford sobre Defensa Social, la Reunión Internacional de Mujeres de la IRG en Tailandia, formé parte de los Grupos de Trabajo internacionales de Mujer y de América Latina, y ayudé con traducciones y en algunas reuniones anuales (Consejo) y trienales (Trienal) de la red.
En la oficina de Londres, fue maravilloso poder mantener apasionadas e interesantes discusiones, que me permitieron no sólo ir comprendiendo las diferentes situaciones o realidades de la sociedad y del activismo, sino también desarrollarme personalmente como activista social, aprendiendo a usar la tecnología (ordenadores) e introduciéndome en el feminismo.

Campamento pacifista de mujeres de Greenham Common: alterné mi trabajo con la IRG con mi vida en el campamento, en la Puerta Azul, Bloo Gate, donde aprendí sobre la Acción Directa Noviolenta en el contexto de una participación espontánea y creativa, libre. En Greenham mi aprendizaje fue tan intenso como en Centroamérica y la IRG, y espero escribir al respecto aquí.

Entorno MOC (Movimiento de Objeción de Conciencia): mi trabajo con la IRG y en Greenham desarrolló más mis contactos con el Movimiento de Objeción de Conciencia de Madrid. Con el Grupo de Mujeres Antimilitaristas del MOC organizamos una gira de las mujeres de Greenham en el estado español. Asimismo, puse en circulación una serie llamada Traducciones Ilegales con textos que sirvieron para debates internos, que el MOC celebraba entonces pues se cuidaba mucho la formación.

Red de Mujeres de Negro contra la Guerra: la IRG me proporcionó conocer a muchas y muchos activistas de diferentes países (lo que antes se llamaba “contactos”), entre ellos, a las MdN-Belgrado. A mi vuelta a Madrid, por la Guerra de los Balcanes, participé con contactos, traducciones y difusión de informaciones en apoyo a MdN-Belgrado aquí, lo que se sumó al trabajo de gente del MOC, lo que en Madrid llevó a que surgiera MdN-Madrid. Hasta 2007 mi papel en la red internacional de MdN se ha desarrollado sobre todo en tareas de difusión de la información y reflexiones internas, aunque desde Mujer Palabra mantenemos una web para el grupo.

Mujer Palabra: en el cíberespacio, con dos amigas, empezamos en 1999 este proyecto (el sitio se publicó en el curso 2000-01), que crece cada año en todos los sentidos, que asume el funcionamiento transformador y en red (por empezar a llamarlo), y al que dedico ahora muchas horas de mi trabajo como activista.

Versión imprimible Reflexiones Activista 02 Experiencia, 2 pp