Especulaciones,
o el postimpresionismo en la prosa(1913)
por Mabel Dodge
De la ciberrevista North
Side nº 119
Traducciones Ilegales 2001
"El nombre de Gertrude Stein es
más conocido en NY hoy ¡que el nombre de Dios!,
exclamó Mabel Dodge en 1913, en la época del
Armory Show. Dueña de un salon modernista y mecenas
del modernismo, Dodge fue responsable en parte por aquel primer
reconocimiento.
(...) [I]mprimió copias de Retrato de Mabel Dodge
en Villa Curonia en 1912 (...) y las repartió
en el Armory y entre (...) quienes iban a sus inluyentes veladas
del 23 de la Quinta Avenida.
Para un número especial del Armory Show, Arts and
Decoration, Dodge escribió un texto que vinculaba
las intenciones de Stein a las de los artistas modernistas
y proporcionaba un vocabulario para comprender la escritura
hermética de Stein.
(Del capítulo 1 de Prepare for Saints, de Steven
Watson.)
(
) En un amplio estudio de París, repleto de
cuadros de Renoir, Matisse y Picasso, Gertrude Stein está
haciendo con palabras lo que Picasso está haciendo
con la pintura. Ella está consiguiendo que el lenguaje
provoque nuevos estados de conciencia, y cuando ella lo hace,
el lenguaje se convierte en un arte de creación y no
en un espejo de la historia. En su escritura impresionista,
utiliza palabras comunes para crear percepciones, circunstancias,
y estados del ser nunca antes experimentados con la suficiente
consciencia. Lo consigue usando palabras que para ella tienen
el significado que parecen tener. (...) con su método
está descubriendo la naturaleza interna y oculta de
la naturaleza.
Para presentar sus impresiones elige las palabras por su cualidad
inherente, en vez de por su significado aceptado.
Trabaja de manera metódica y deliberada. Siempre trabaja
de noche, en el silencio, centrando toda su voluntad en desterrar
imágenes preconcebidas. Concentrándose en la
impresión que ha recibido y que desea transmitir, suspende
su facultad de selección, y espera que emerja de su
subconsciente a la superficie de su mente la palabra o el
grupo de palabras que puedan interpretar a la perfección
el significado que ella encontró.
Sólo entonces entra en juego la razón: examina,
sopesa y calibra la capacidad que tengan de expresar su significado.
Se trata de una prueba en funcionamiento de la teoría
de la intuición de Bergson. No persigue las palabras;
espera a que lleguen a ella, y así ocurre.
Sólo cuando el arte persigue así al artista,
su producción lleva el sello de lo inevitable. Sólo
cuando el elan vital conduce al artista a la riada creativa,
surge vida de su producción. La vitalidad vertida en
la expresión consciente es la definición moderna
de genio. (...)
Conocerlos es cuestión de experiencia personal; nadie
puede llevar a nadie de la mano por ese camino. En primer
lugar, antes que el pensamiento ha de venir el sentimiento,
primer paso hacia la experiencia, porque el sentimiento es
el principio del conocimiento.
No importa mucho cómo nos afecta una primera impresión.
(...) Lo que importa es que se produzca el acercamiento.
Sólo en la indiferencia no existe el acercamiento,
y la indiferencia rezuma muerte. Es la tumba de la propia
vida.
Una conciencia más que ya es nuestra precisará
de muchas nuevas formas de expresión. En la literatura
todo lo que ha sido sentido y conocido hasta ahora ha sido
dicho como ha sido dicho.
Lo que pueda haber que tengamos que comprender debe ser expresado
de una manera nueva. El lenguaje ha quedado cristalizado en
cuatro o cinco formas literarias establecidas, que hasta el
día de hoy han sido sagradas e intranscendentales,
pero toda la verdad no puede contenerse en uno o en un número
limitado de moldes.
(...) Casi todas las cabezas pensantes de hoy en día
están sublevadas contra algo, porque la necesidad del
individuo es de más conciencia, y porque la conciencia
se está expandiendo y está reventando los moldes
que la han contenido hasta ahora. Así, dejemos que
se detenga todo aquel cuya verdad particular sea demasiado
grande para las condiciones existentes antes de que se aleje
de la pintura de Picasso o de la escritura de Gertrude Stein,
pues su lucha es la de esa persona también.
Sin duda, los comentarios son la mejor de las señales.
Cualquier comentario. El que Gertrude Stein escucha más
a menudo procede de las almas concienzudas que se han esforzado
sin éxito por sacar algo de su obra. Pero
¿por qué no la haces más comprensible?,
exclaman. Porque ésta es la única manera
en que puedo expresar lo que quiero expresar, responde
invariablemente, lo que sin duda es la respuesta incontestable
de todo artista honesto a todo crítico. Frente a los
lienzos de Picasso, se escucha una y otra vez: Pero
¡es tan feo, tan brutal! ¿Y cómo
se sabe que es feo? ¿Cómo se sabe? En el mundo,
cada vez que se ha renovado la belleza ha sido preciso hacer
un reajuste total de la percepción de los sentidos,
ya demasiado hechos a los borrosos contornos, los colores
desvaídos, la muerte en vida de la belleza en su declive.
Ha quedado hastiada de una excesiva familiaridad, de una prolongada
asociación y de la inercia. (...) ¿Belleza?
De algo, no cabe duda: que si debemos rendir culto a la belleza
que hemos conocido, debemos aceptar que estamos rindiendo
culto a una cosa muerta. Une grande, belle chosemorte.
Y lo feo, ¿qué es? Sin duda, sólo la
muerte es fea.
En la escritura de Gertrude Stein todas las palabras tienen
vida y, al margen del concepto, tienen un ritmo y una cadencia
tan exquisitas que cuando se leen en alto y se reciben como
puro sonido, son como una especie de música sensual.
(...) si uno escucha las palabras de Gertrude Stein olvidándose
de comprender lo que significan, uno se vaya rindiendo a su
gradual encanto. Huntley Carter, del New Age, dice que el
uso del lenguaje de Stein tiene un curioso efecto hipnótico
cuando se lee en alto. En una parte de su obra utilizó
la repetición y la recolocación de ciertas palabras
una y otra vez, y así, parecía un encantamiento,
y al escuchar, se siente que de la combinación de sonidos
repetidos, con una variación tan pequeña, va
emergiendo gradualmente la percepción de algún
significado bastante distinto al de los contenidos de las
frases. Mucha gente ha experimentado esta evocación
mágica, pero no se ha podido explicar la forma en que
ocurrió; sin embargo, aunque no sabían qué
significaban las palabras, ni cómo éstas les
afectaban, habían empezado a saber lo que todo aquello
significaba, porque no habían quedado indiferentes.
En un retrato que ha terminado hace poco, ha creado una totalidad
coherente a través de una serie de impresiones que,
tomadas oración por oración, le parecen a la
mayoría incoherentes. Para ilustrarlo, la siguiente
cita tiene palabras agotadoras palabras que pesan y
califican circunstancias (conditions); palabras que
no son suaves pero tampoco duras; parecen peligrosas
abstracciones, que contienen agonía y movimiento y
que transmiten una capacidad de vivir delegada (vicarious
livingness).
Es una división áspera, aquella que no
plantea obstrucción alguna, y la hinchazón olvidada
es sin duda atrayente. Es atrayente la división más
blanca, no se está hundiendo para ir creciendo, no
se está oscureciendo para ir desapareciendo, no tiene
tantos años como para molestar. No puede haber suspiros.
Ésta es la bendición.
Se están rompiendo muchos caminos qué
preciosa palabra: romper y del terremoto y la petrificación
de hoy surgiendo de la escisión y la desintegración
veremos emerger el orden mañana. ¿Es tan difícil
recordar que la vida en su inicio es siempre dolorosa y rara
vez preciosa? Es extraño pensar que el áspero
sendero de hoy será mañana el cauce de menos
resistencia, sobre el que paseará la mayoría
con toda la facilidad y serenidad de la costumbre. Todos los
esfuerzos de la evolución se condensan en este único
hecho, de la vitalidad del individuo que le abre el paso a
muchos. No podemos más que admirar el gran coraje de
los rompecaminos, admitiendo como debemos hacer, en palabras
de Gertrude Stein, y con verdadera fe bergsoniana: Algo
sin duda sale de ellos.
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