Relato
de Geography and Plays (1908-20)
dedicado a Alice B. Toklas
Según la traducción de Michelle Reñé, 2001
Aquí el relato en inglés y su lectura en inglés (TP Podcast) - Actualizado mayo 2008
Barnes
Colhard no dijo que no lo haría pero no lo hizo. Lo
hizo y después no lo hizo, ni siquiera lo pensó
nunca. Sólo pensó en algún momento que
podría llegar a hacer algo.
Su padre el Sr. Abram Colhard hablaba de esto con todas las
personas y muchas de estas personas hablaban de esto con Abram
Colhard y él siempre las escuchaba.
Después Barnes se enamoró de una chica muy agradable
y ella no quería casarse con él. Él lloró
entonces, su padre el Sr. Abram Colhard le consoló
y se fueron de viaje y Bames prometió que haría
lo que su padre quería que estuviera haciendo. No hizo
aquella cosa, creyó que haría otra cosa, no
hizo la otra cosa, su padre el Sr. Colhard no quería
que hiciera la otra cosa. En realidad, no hizo nada entonces.
Cuando fue mucho mayor se casó con una chica muy rica.
Él había pensado que quizá no la pediría
que se casara con él pero su hermana le escribió
diciendo que aquello sería una buena cosa. Se casó
con la chica rica y ella creía que él era el
hombre más maravilloso y alguien que lo sabía
todo. Barnes nunca se gastó más de lo que era
la fortuna que él y su esposa tenían entonces,
que es como decir que ellos no se gastaron más
de lo que tenían y esto fue una sorpresa para muchos
que conocían su historia y lo de casarse con una chica
con una fortuna tan inmensa. Él tuvo una vida feliz
mientras estuvo viviendo y una vez muerto su esposa e hijos
lo recordaron.
Él tenía una hermana que también tuvo
bastante éxito siendo un ser viviente. Su hermana fue
alguien que llegó a ser más feliz de lo que
la mayoría de la gente llega a ser viviendo. Llegó
a ser una persona totalmente feliz. Doblaba en edad a su hermano.
Había sido una muy buena hija para con su madre. Ella
y su madre se habían contado siempre historias muy
bonitas la una a la otra. A muchos ancianos les encantaba
oírla contar estas historias a su madre. A todas las
personas que conocieron alguna vez a su madre les caía
bien su madre. Muchas sintieron más tarde que no a
todo el mundo le cayera bien la hija. A muchas sí les
caía bien la hija pero no a todas las personas igual
que a todas las personas les había caído bien
la madre. La hija era encantadora en el interior de su ser,
no todas las personas lo veían por el exterior de su
ser, pero indudablemente algunas personas sí lo veían.
Ella a veces sí pensó que a su madre la agradaría
una historia que no le agradaría a su madre, cuando
más tarde su madre estuvo más enferma la hija
sabía que algunas historias que ella podía contar
no le agradarían a su madre. Su madre murió
y en realidad en general en conjunto la madre y la hija habían
compartido una con la otra historias que las habían
hecho muy felices.
La hija entonces llevó la casa de su padre y cuidó
a su hermano. Había muchos familiares viviendo con
ellos. A la hija no le gustaba que vivieran con ellos y a
ella no le gustaba que murieran con ellos. A la hija, la habían
llamado Ada como a su abuela quien tenía una forma
deliciosa de oler las flores y de comer dátiles y azúcar,
no le gustaba nada en ese momento igual que no le gustaba
tanto lo de morir y no le gustaba la vida que estaba llevando
entonces. De vez en cuando algún viejo caballero le
contaba historias deliciosas. En general entonces nadie en
su vida le contaba bonitas historias. Ella le dijo a su padre
el Sr. Abram Colhard que a ella no le gustaba nada ser un
ser viviente entonces. Él nunca dijo nada. Ella tuvo
miedo entonces, ella era una persona que necesitaba historias
encantadoras y que se las contaran felizmente y no tener esa
cosa de estar siempre temblando. Entonces todas las personas
que podían vivir con ellos estaban muertas y quedaron
entonces el padre y el hijo un hombre joven entonces y la
hija que llegaba a ser ésa entonces. Su abuelo les
había dejado algún dinero a cada uno de ellos.
Ada dijo que ella iba a usarlo para marcharse de ellos. El
padre no dijo nada entonces, entonces dijo algo y ella no
dijo nada entonces, entonces los dos no dijeron nada y entonces
fue cuando ella se marchó de ellos. El padre se puso
muy tierno entonces, ella era su hija entonces. Él
la escribía cartas tiernas entonces, ella le escribía
cartas tiernas entonces, ella nunca volvió a vivir
con él. Él quería que ella volviera y
ella le escribía cartas tiernas entonces. A él
le gustaban las cartas tiernas que ella le escribía.
Él quería que ella viviera con él. Ella
le contestaba escribiéndole cartas tiernas y contándole
historias realmente bonitas en ellas. Él no escribió
y después él volvió a escribir y hubo
un poco de espera y después él escribió cartas tiernas otra vez y otra vez.
Ella llegó a ser más feliz que cualquier otra
persona que estuviera viviendo entonces. Es fácil creer
esto. Ella le estaba contando a una persona, que estaba amando
cada historia que era encantadora. Una persona que estaba
viviendo estaba casi siempre escuchando. Una persona que estaba
amando estaba casi siempre escuchando. Esa persona que estaba
amando estaba casi siempre escuchando. Esa persona que estaba
amando estaba contando lo de ser una persona que entonces
estaba escuchando. Esa persona estando amando estaba entonces
contando historias que tenían un principio y una mitad
y un final. Esa persona era entonces alguien que estaba siempre
totalmente escuchando. Ada era entonces alguien y todo su
estar viviendo entonces alguien que totalmente contaba historias
que eran encantadoras, totalmente escuchando historias que
tenían un principio, una mitad y un final. Temblar
era vivir enteramente, vivir era amar enteramente, una persona
era entonces la otra persona. Indudablemente esta persona
estaba amando a esta Ada entonces. E indudablemente Ada durante
todo su estar viviendo entonces fue más feliz viviendo
que cualquier otra persona que pudiera, estuviera, esté,
o pueda estar jamás viviendo.
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