Debería haber desdobles en todos los grupos y más horas lectivas de lenguas extranjeras a la semana.
Debería haber profes de apoyo especialistas en la lengua extranjera que sacasen a los acnees del aula y les pudiesen hacer adaptaciones DE VERDAD y no
las chapuzas (en el mejor de los casos) que nos vemos obligados/as a hacer por imposibilidad física, material, mental, etc., porque, lo siento, mea
culpa, yo aún no he logrado dividir mi materia corpórea (i.e. mis carnes apretás) para atender tanto a la diversidad (que es muy "diver" )
como pretenden los y las burrócratas que no pisan un aula ni para hablar con los y las profes de sus hijos e hijas.
Te exigen resultados (ej.: la prueba oral que viene en las nuevas PAU) cuando no es posible hacer una clase comunicativa con las condiciones que nos
imponen, que se resumen básicamente en: ratios demenciales con el tipo de alumnado que tenemos. Nos ofrecen a cambio escasez de personal, recursos
materiales bastante cutres en la mayoría de los casos y en otros bastante alejados de las necesidades reales del día a día en las aulas.
Debería olvidarse esta estúpida tendencia a convertir todo servicio público en negocio. Mal negocio a la larga.