El Periódico de Catalunya
Sociedad
4-3-2004

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA
Casi el 15% de los niños y adolescentes catalanes de 10 a 18 años sufren trastornos de conducta que, en muchos casos, se traducen en comportamientos agresivos difíciles de contener por sus familias, aseguró ayer el doctor José Ángel Alda, responsable de Psiquiatría en el Hospital Infantil de Sant Joan de Déu.El servicio de urgencias psiquiátricas de este centro --el único de España en guardia permanente-- ha triplicado en cuatro años las consultas. En el 2003, este hospital y su red de dispensarios psiquiátricos atendieron a 15.000 adolescentes."Los trastornos de conducta están aumentando de forma muy preocupante, aunque no hay un único motivo que los explique --añadió Alda--. Ha habido un cambio general en la forma que tienen los niños de expresar la violencia, pero éstos, en concreto, muestran muy poca tolerancia ante las frustraciones, no aceptan que se les pongan límites y necesitan satisfacer de forma inmediata sus deseos".

AGRESIVOS E INADAPTADOS
Un 30% de los menores atendidos en el 2003 en el área psiquiátrica de Sant Joan de Déu sufrían un trastorno de comportamiento que manifestaron con conductas agresivas y problemas para adaptarse al ritmo escolar. Un 15% de todos los atendidos sufrían trastornos de aprendizaje que se tradujo en una dislexia o en un déficit de atención por hiperactividad."Una excesiva exigencia escolar puede influir en estas conductas, pero eso sólo explicaría el fenómeno en los colegios de alto nivel", añadió el psiquiatra. El tiempo que los menores pasan solos a diario es otro de los factores que pueden haber llevado a esta situación, añadió el doctor Jaume Pérez Payarols, director médico de Sant Joan de Déu."Una forma de prevenir estos trastornos sería que el padre o la madre estuvieran con sus hijos a diario, que los conocieran, jugaran y fueran al cine con ellos, y que participaran de sus problemas, pero, siendo sus padres, no sus amigos", afirmó Alda, en alusión a la pérdida de autoridad que toleran muchas familias para compensar el poco tiempo que dedican a sus hijos."Ésa es una de las razones que explican que, en general, ahora los adolescentes sean más maleducados que antes", añadió Pérez Payerols.Otra consecuencia de este fenómeno es el consumo de drogas ilegales o alcohol a partir de los 10 o 12 años. "La encuesta española del 2002 sobre consumo de drogas entre la población escolar indica que un 22% de los chicos de 14 a 18 años fuman cannabis de forma regular, lo que supone el mayor porcentaje de toda la UE", aseguró el doctor Alda.Un 21% de los niños que frecuentan el porro, añadió el psiquiatra, sufren pérdidas de memoria y otro 13% muestra apatía, tristeza, depresión y rechazo al ritmo escolar.

DEPRESIÓN MUY PRECOZ
En opinión del doctor Luis Rojas Marcos, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Nueva York, que ayer participó en un acto en el Hospital de Sant Joan de Déu, bajo estos trastornos subyace en muchos casos una depresión no identificada. "Hasta los años 70, se consideraba imposible que un niño pudiera sufrir depresión, pero es evidente que la padecen incluso a los 3 o 4 años", aseguró.La depresión infantil, añadió Rojas Marcos, es una nueva patología que exige una formación especializada, algo que no existe en España. "Los niños son víctimas de otros muchos problemas, graves, que deberían ser detectados a tiempo --aseguró el psiquiatra--: aumentan los abusos sexuales, las humillaciones y el maltrato, unos problemas que, si no se tratan a tiempo, desembocan en alcoholismo, toxicomanías, delincuencia o suicidios".