Queridos Javier y Diego:

Me niego a creer que el mundo en el que vais a vivir vaya a ser así de inhumano.

Javier, tú con tus tres añitos apenas cumplidos aún no eres consciente del horror que tus semejantes pueden provocar. Tu noción del mal se queda en si te han hecho pupa, o si te han empujado o si te han quitado un juguete. A esos "ataques" respondes con tu lengua de trapo "muy mal, fatal: ¡a pensar!", tal y como te educamos en tu escuela infantil y en tu familia.

Tú, Diego, estás ya deseando salir del vientre de mamá, la incubadora más perfecta, que a pesar del inmenso amor que te transmite, resulta absolutamente vulnerable en una tragedia como la que vivimos hoy.

Hijos, hoy estais notando que mamá llora mucho. Llora por quienes están, por quienes no están, por quienes esta noche no dormirán buscando a su gente, y por todos nosotros, por el futuro que os estamos dejando. Por tantas personas que ya no tienen futuro. Por quienes el futuro es una pesadilla.

Por quienes son capaces de cometer una carnicería tras otra y seguir viviendo y justificarse: víctimas "civiles" ¿qué es eso?

Hoy más que nunca es el momento de proponerse, empeñarse y comprometerse en educar a toda una generación en el respeto, la generosidad, la solidaridad, la empatía, el civismo, la democracia, sin demagogias, para de una vez por todas acabar con tanto sufrimiento inútil.

Hijos, quiero que el mundo que vais a vivir os quede en las condiciones mínimas como para que seais capaces de mejorar las chapuzas vitales de las generaciones anteriores.

Un abrazo fuerte, Paquésufrí...

Sí, tenemos que luchar por defender la democracia, contra el terror asesino pero también contra la demagogia que insta al odio y la irracionalidad. Tenemos la esperanza de que toda la gente ya está harta de tanta miseria y violencia, que ya estamos hartas y hartos, y ya no nos creemos las "amenazas" en el sentido de que ya no creemos que para combatir a la gente demente haya que actuar de manera demente también, porque eso es una espiral de violencia que ya está más que demostrado que no lleva a ningún lado.

Quizá con luchas verdaderamente democráticas, noviolentas, coherentes con la justicia y la solidaridad no se pueda contra los locos, pero volviéndonos locos ya sabemos que no se puede.

Tenemos nuestros cuerpos, como decían las feministas, y con ellos podemos decir NO a la violencia, y exigir a los gobernantes que no lleven a cabo políticas de división y odio. En este mundo hay para todo el mundo, yo, al menos, ya no me creo que no. Hay y sobra y aun puede haber ricos, si se empeñan. La democracia vale más de lo que la hacen valer, y no hay que caer en la trampa de porque unos belicistas y unos asesinos ataquen la desprestigiemos. Tenemos que luchar por hacerla efectiva, tenemos que defenderla. Como hemos salido a la calle a ayudarnos estos días, tenemos que estar juntas y juntos en esta lucha por un mundo racional con justicia social y solidaridad. Se puede luchar de muchas maneras sin que se tenga que recurrir a la demagogia ni a la violencia. La gente tenemos que exigírselo a los políticos. Y hacer muchas cosas junta: escribir, pintar, hacer música, actuar, hacer deportes, hacer LO QUE NOS GUSTA Y COMPARTIRLO, así el mundo tendrá que cambiar. Un poco de rebeldía de la buena: intentemos disfrutar de lo que tenemos, aunque el trabajo y la vida nos lo ponga difícil, hablemos, compartamos las cosas, y ya sólo con eso, el mundo estará empezando a ser mucho mucho mejor. Expresaros, observad la realidad, reflexionad, habladlo, analizadlo... La realidad es más fiable que las interpretaciones que nos dan... Y el corazón que mira y la ve, siempre la comprende. Y si no, nos ayudaremos a comprenderla.

Así que, Paquésufrí, si necesitas algo, ya sabes, avisa!

Un abrazo y ánimo!!!

Sí, totalmente de acuerdo.
Empezamos en casa, en mi caso con mis hijos, seguimos con nuestros alumnos y nuestras alumnas, con nuestro entorno. Seamos consecuentes.
Es nuestro homenaje a quienes nos faltan desde el jueves y al resto de víctimas, que son miles. Que somos todos y todas.
Vamos a seguir socializando, no el terror, que decían los terroristas, sino la inteligencia, la capacidad de crítica constructiva y el sentido del humor. Vamos a comprometernos a hacer nuestra parcelita de realidad un poquito mejor cada día para luchar contra la irracionalidad.
La gente está dando lecciones de solidaridad muy importantes, y eso ayuda en momentos tan duros como éste, sobre todo en una ciudad que a veces nos parece tan deshumanizada.
La realidad es tozuda, me han dicho, y es verdad, de lo contrario no estaríamos aquí después de tantos siglos.
Besos y gracias, compi.