Alucina: lo que vivieron nuestras abuelas
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"EDIFICANTE
Queridas amigas y amigos queridos, les adjunto un pequeño texto de 1958 sobre los consejos que la sección femenina daba a las mujeres españolas sobre
cómo comportarse en relación a sus maridos. Con tamaña herencia cultural afirmo que aun nos queda mucho camino, mucho trabajo y muchas lágrimas para
desprogramar nuestras mentes, porque queramos reconocerlo o no, todos estos mensajes forman parte de nuestro inconsciente colectivo. Son la marca de
género de la que nos habla Marcela Lagarde o el "imprinting" que comenta Morin. Estos mensajes iban dirigidos a nuestras madres. Algunas lo
cumplieron con celo y otras, las menos, los combatieron. Gracias a estas mujeres valientes de los 50, nuestras vidas se han alejado de aquel destino.
Pero no nos engañemos, los significados culturales en relación a cómo debemos ser siguen activos, de manera difusa y muy sutil siguen ahi. Con otras
formas, otra intensidad, pero siguen ahi. Al menos una mujer muerta a la semana, la discriminación salarial, las políticas públicas que piensan que
los problemas de las mujeres se resuelven con más guarderías, la historia que estudian los jóvenes en la escuela, la desvalorización social del
trabajo de las mujeres, la subordinación, las ideas en torno al amor, etc. son parte del saldo que tales mensajes han dejado en nuestra sociedad y en
nuestras vidas. ¿Seremos capaces algún día de establecer unas relaciones con el otro o con la otra basadas en el reconocimiento mutuo, la valoración,
el respeto de la diferencia, la justicia, etc., en todos los planos y todas las esferas en las que transcurren nuestras vidas?
Abrazos cálidos"
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Extractos de "Sección Femenina" de la Falange Española y de las JONS-partido único del Movimiento Nacional-, editado en
1958.
Ten preparada una comida deliciosa cuando él regrese del trabajo. Especialmente su plato favorito.
Ofrécete a quitarle los zapatos.
Habla en tono bajo, relajado y placentero.
Prepárate, retoca tu maquillaje. Coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él.
Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo.
Durante los días más fríos deberías preparar y encender un fuego en la chimenea para que él se reuna frente a él. Después de todo, preocuparse por su
comodidad te proporcionará una satisfacción inmensa.
Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspiradora.
Salúdale con una calida sonrisa y demuéstrale tu deseo de complacerle.
Escúchale, déjale hablar primero, recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos.
Nunca te quejes si llega tarde o si sale a cenar a otros lugares de diversión sin ti. Intenta en cambio comprender su mundo de tensión y estrés y sus
necesidades reales.
Haz que se sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo o que se acueste en la recámara.
Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones ni cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que
es el amo de la casa.
Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tu tienes alguna afición,
intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres.
Al final de la tarde, límpia la casa para que esté limpia de nuevo por la mañana.
Prevé las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante
positivo.
Una vez que ambos os hayais retirado a la habitación, prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que aunque la higiene femenina es de
máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño.
Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama, si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que
él esté dormido, ya que podría resultar chocante para un hombre a última hora de la noche.
En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales, si él siente necesidad
de dormir, que sea así, no le presiones o estimules la intimidad.
Si tu marido sugiere la unión, entonces accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de la mujer.
Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar.
Si tu marido te pidiese prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes.
Es probable que tu marido caiga entonces en en sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus
productos para el cabello.
Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té para cuando
despierte.
Sacado de "Economía doméstica para bachillerato y magisterio" Sección Femenina 1958
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