El País, 11-11-2004

Ocho compañeros de Jokin, el joven de 14 años que se suicidó el 21 de septiembre en Hondarribia (Guipúzcoa) tras sufrir presuntamente durante meses las vejaciones de otros alumnos de su instituto, declararon ayer como imputados en las diligencias que instruye la Fiscalía de Guipúzcoa. Los ocho, siete chicos y una chica, compañeros de clase del menor en el instituto Talaia de dicha localidad negaron que le propinasen palizas, aunque admitieron que le dieron cachetes y participaron en algunas burlas contra él los primeros días de este curso, informa Efe.

Los ocho menores declararon de forma individual entre las ocho y media de la mañana y las tres y media de la tarde ante el fiscal del caso y en presencia de sus abogados y del letrado de la acusación particular, que representa a la familia de Jokin.

En sus declaraciones, los jóvenes restaron importancia al episodio de diarrea que el joven sufrió en clase hace algo más de un año, aunque admitieron que ello dio lugar a burlas e insultos por parte de casi todos los alumnos de su clase y del instituto, e incluso de chicos ajenos a este centro.

Los menores dieron en cambio más importancia, según las fuentes informantes, a otro hecho. Jokin y sus compañeros fueron sorprendidos en un campamento este verano por un monitor cuando fumaban porros. Los organizadores de la colonia informaron por carta a todos los padres, pero sólo los de Jokin la recibieron -el resto la interceptaron antes- y revelaron lo ocurrido a las demás familias. Desde entonces, el menor fue acusado de chivato por sus compañeros.

Los alumnos declararon ayer que desde este hecho "abandonaron" a Jokin y los primeros días de este curso le dieron algunas "collejas" y le "insultaron", pero en ningún caso le propinaron palizas.

Los padres de los ocho menores imputados hicieron ayer público un comunicado en el que aseguran que acusar a sus hijos de la muerte de Jokin "es una injusticia atroz".

El texto agrega que los ocho "son unos chicos normales, con las virtudes, aficiones, preocupaciones y problemas de la mayoría de los chicos de su edad, y nunca han participado en una acción de acoso contra Jokin". Reconocen que los jóvenes "se equivocaron cuando se sintieron traicionados por Jokin", pero que el enfrentamiento que tuvieron no fue "de ningún modo parte de un acoso ni mucho menos de palizas". "No vamos a permitir que nadie se exima de su responsabilidad a costa del sufrimiento de nuestros hijos", agrega el texto.

ABC, 11-11-2004

SAN SEBASTIÁN. Los ocho menores que presuntamente acosaron a Jokin C. L. , el joven que se suicidó el pasado mes de septiembre al arrojarse desde la muralla de Fuenterrabía, reconocieron ayer ante la Fiscalía de Menores de San Sebastián que le dieron alguna «colleja» y le «insultaron», pero como «hacía todo el mundo dentro y fuera» del instituto». Aunque admitieron que le dieron cachetes y participaron en algunas burlas los primeros días del presente curso, negaron haberle propinado palizas.

La toma de declaraciones a los ocho jóvenes -siete chicos y una chica compañeros de Jokin en el instituto Talaia de Fuenterrabía-, que se prolongó durante más de seis horas, versó sobre las supuestas palizas y vejaciones que presuntamente sufría Jokin antes de que decidiera acabar con su vida el pasado 21 de septiembre. Los jóvenes acudieron al Palacio de Justicia acompañados por sus padres y declararon individualmente ante el fiscal en presencia de su abogado y el letrado de la acusación particular, ejercida por la familia del fallecido.

La situación de acoso de la que, al parecer, era víctima el menor habría empezado hace algo más de un año, después de que se hiciera sus necesidades encima a consecuencia de una diarrea, informa Efe. Este acoso fue en aumento después de que un monitor le descubriera en un campamento cuando fumaba porros junto a otros alumnos, motivo por el que los organizadores de la colonia informaron por carta de lo ocurrido a los padres de todos los jóvenes. Sin embargo, sólo los progenitores de Jokin recibieron la misiva y revelaron lo ocurrido al resto de padres, por lo que desde ese día el escolar fallecido fue tachado de «chivato» por sus compañeros.

En sus declaraciones, los ocho menores restaron importancia al episodio de la diarrea, aunque admitieron que este hecho dio lugar a risas, burlas, chanzas e insultos de una forma generalizada por parte de casi todos los alumnos de su clase y del instituto Talaia, e incluso de jóvenes ajenos a este centro escolar, informaron fuentes del caso. Estas fuentes precisaron que estos menores dieron más importancia al asunto de los porros a raíz del cual «abandonaron» a Jokin y los primeros días de clase le propinaron algunas collejas, en ningún caso palizas.

Comunicado de sus padres

Mientras tanto, los padres de los ocho menores aseguraron en un comunicado que culpar a sus hijos de la muerte de Jokin «es una injusticia atroz». Aunque reconocen que sus hijos se equivocaron cuando «en episodios muy concretos» se enfrentaron con él, afirman que «el enfrentamiento no pasó de insultos, empujones y algún cachete, y no fueron de ningún modo parte de un acoso ni mucho menos de palizas», por lo que aseguran que «culpar por esta actuación a nuestros hijos del suicidio de Jokin es una injusticia atroz». Además recuerdan que «cuando a comienzos del curso pasado otros le dieron la espalda, ellos acogieron a Jokin en la cuadrilla» y que «cuando otros chicos se mofaban de él, salían en su apoyo». «No sabemos si las mofas y vejaciones que Jokin sufrió en el instituto y la calle se pueden denominar acoso escolar. No sabemos hasta qué punto le influyeron en su decisión de quitarse la vida. Lo que tenemos claro es que si se quieren investigar las causas del suicidio de Jokin habrá que investigar todos los factores que pudieron influir en la personalidad de Jokin para que llegara a tomar tan extrema decisión», agrega el comunicado.



La acusación particular pide que declaren cuatro jóvenes con pruebas del acoso



La acusación particular pidió la semana pasada a la Fiscalía que presten declaración cuatro menores que han facilitado a la familia de Jokin datos sobre el acoso que presuntamente sufrió antes de que se quitara la vida. Las pruebas testificales han sido «en principio» admitidas por el fiscal, aunque todavía «no hay fecha señalada» para su celebración, informaron a Ep fuentes de la familia. Por otro lado, la representación legal de la famila de Jokin prepara la denuncia contra el director del centro en el que estudiaba el menor, la jefa de estudios y una profesora. Esta última «le mandó recoger todos los rollos de papel higiénico» que los compañeros habían repartido por la clase para reírse de él por un episodio ocurrido hace un año.