AMNISTÍA INTERNACIONAL ALERTA NUEVA CRISIS HUMANITARIA EN IRAK
Amnistía Internacional
En una nota para los medios de comunicación publicada con motivo de una conferencia internacional que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) ha convocado en Ginebra para los días 17 y 18 de abril, la organización ha pedido que otros Estados contribuyan de inmediato a
aliviar la situación de los refugiados iraquíes que, en creciente flujo, huyen a Siria y Jordania, especialmente desde el atentado cometido por
insurgentes armados contra uno de los principales santuarios chiíes de Irak, la mezquita de Samarra, en febrero de 2006. Este atentado provocó un
nuevo estallido de sangrienta violencia sectaria, que es más intensa aún que antes y entre cuyas principales víctimas figuran los civiles de las
comunidades cada vez más divididas de Irak.
"Siria y Jordania, que acogen ya entre las dos a unos dos millones de iraquíes, han sido hasta ahora los países más afectados por el éxodo de
refugiados, pero tiene que haber un límite más allá del cual no podrán soportarlo dado el aumento constante del número de iraquíes desesperados por
escapar del conflicto –ha manifestado Malcolm Smart, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional–. Es
esencial que otros gobiernos entren ya en acción y presten –no sólo prometan– asistencia directa a fin de garantizar que los refugiados tienen
vivienda y alimentación adecuadas y acceso a la atención de la salud y a la educación en Siria, Jordania y otros países que están ayudando ya a
aliviar las consecuencias del desastre de Irak."
Además de pedir que se preste ayuda directa a las comunidades de refugiados iraquíes y a los países que las acogen, Amnistía Internacional insta a
Estados Unidos, la Unión Europea y otros Estados a que establezcan generosos programas de reasentamiento a fin de ayudar a los refugiados iraquíes, en
especial a los que sean más vulnerables y estén en situación de riesgo, a iniciar una nueva vida lejos de la zona del conflicto y a que brinden
protección efectiva a todos los refugiados y a todos los solicitantes de asilo rechazados.
"El gobierno del Reino Unido y otros que persisten en la práctica de devolver a solicitantes de asilo rechazados a Irak, aduciendo que las zonas
kurdas del norte del país están relativamente en paz, deben desistir de inmediato de hacerlo –ha señalado Malcolm Smart–. No debe ponerse en peligro
la vida de los iraquíes para que los gobiernos demuestren a su ciudadanía que pueden ser duros con los solicitantes de asilo; es jugar con la vida de
otras personas."
Asimismo, Amnistía Internacional pide que se tomen medidas para ayudar a los centenares de miles de iraquíes que se han visto desplazados
internamente.
"El gobierno iraquí, los Estados que aportan tropas a la Fuerza Multinacional y otros gobiernos y líderes políticos y religiosos de la región deben
redoblar sus esfuerzos por encontrar una solución pacífica, que ponga fin a la violencia sectaria y las demás formas de violencia y permita a los
iraquíes regresar a sus hogares y vivir en paz –ha manifestado Malcolm Smart–. Mientras no lo hagan, mientras no se encuentre una solución que respete
los derechos humanos básicos, los iraquíes seguirán pagando el precio con su vida y la estabilidad de la región entera continuará amenazada".
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