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Soy pobladora de un espacio abierto, en Internet, llamado Mujer Palabra, donde difundimos ideas para la construcción de un mundo menos violento e injusto, es decir, donde, entre otras cosas, cuestionamos que el Sistema patriarcal (el padre de todos los sistemas que hay en nuestra conciencia cultural) sea la única opción para la inteligencia humana y para nuestra organización social. Muchos de los trabajos que Francisca publica en Internet, y que comentamos en la red social donde coincidimos, son investigaciones sobre una Antigüedad que este violento Sistema ha ocultado y definido más allá de toda realidad, regido por la misión de "demostrar" que las mujeres son seres humanos menores.

Cuando intentamos reconstruir cosas que ocurrieron, igual que cuando miramos la realidad que nos rodea, nuestra mente soporta el condicionamiento distorsionante de esa forma de ver el mundo, transmitida usando todos los medios posibles y haciendo uso de todas las violencias imaginables. El genio del Sistema patriarcal está en cómo nos ha impuesto y hecho creer que sus nociones básicas, siempre presentadas en binomios contendientes donde una parte ha de imponerse a la otra, son "naturales" y "universales" (es un sistema poco humilde). Y esto, para desgracia nuestra y del planeta, ha implicado siempre tener que borrar, frenar, marginalizar, machacar y asesinar a las personas menos violentas y más inteligentes, entendiéndose la inteligencia como la capacidad de razonar empáticamente, no como la cruel Razón Patriarcal. Como pensadora, como artista, como persona (y todo esto va unido porque ella es de esa saga perseguida), Francisca abre caminos, nos abre la posibilidad, a través de múltiples conexiones, de liberarnos de la mentalidad patriarcal que nos ha impedido desarrollar sistemas sociales donde podamos convivir, así como Conocimiento y nuestra misma inteligencia. ¿O acaso alguien puede creer que el mundo que tenemos es lo mejor que podemos dar de sí como especie? Pretender limpiar la mirada y buscar con libertad, pretender acceder a conocimientos y crear ideas que nos permitan evolucionar a mejor, implica, en nuestro contexto, vivir peligrosamente. Por lo que encontrar las investigaciones de Francisca, llenas de datos liberados de la interpretación patriarcal, llenas por tanto de aire o espacio y de brillantes ideas nacidas de la inteligencia (feminista), es como emprender un viaje donde puedes participar, nutrirte, sentirte acompañada, continuar caminando, beber agua de fuerza, ver aparecer o cambiar tu identidad y tu "ser posible", un viaje que necesita desesperadamente de ese aire agreste, rotundo, y libre.

La distorsionante ideología misógina crea un mundo hostil que niega la identidad a personas que no encajan en sus esquemas. A las mujeres, muy particularmente, las aliena de todo lo que las hace humanas, negándoles la capacidad intelectual, una vida sexual elegida, una maternidad elegida, unas relaciones elegidas, actividades elegidas, estéticas elegidas, negándoles incluso el derecho a ser nombradas, con ese extremismo del odio que ejerce en todos los puntos de su Sistema, encerrándolas además en la celda de la emoción distorsionada. Este Sistema siempre ha sido enemigo de quienes puedan expresar algo tan real como lo que expresó aquella niña del
cuento que pasó a la Historia como un niño porque a ella la mataron a golpes*, "El rey está desnudo" (esa música siempre se ha podido oír, a pesar de todo: "Dime de qué me acusas y te diré lo que me estás haciendo"). Los trabajos de Francisca, todos, cualquiera, son entonces un regalo: un pista sobre cómo ubicarse para atreverse a mirar con inteligencia; una ayuda para explorar, desaprender y luego aprender mejor, dejando de temer lo crítico o rebelde, pues es en realidad una semilla transformativa, y dejando de seguir ciegamente a los más violentos.

Para mí, Francisca es una hermana. Sin ella y sin su obra, la vida tendría más vacío, menos esperanza y, sin duda, ¡menos cosas interesantes que pensar e investigar! Por eso está muy bien celebrar aquí que Chiado Editorial publique ahora este libro de Francisca, "La sexualidad femenina en diversas culturas". Felices orgasmos.

* Es inventado, ¡sí! Una metáfora