Pensamiento - Tecnología y Ciencias
En el cíberespacio no hay hogueras. De la libertad, el pensamiento y la tecnología
michelle
Escrito en inglés para Martyn Lowe e Information for Social Change, número del verano 2009, La ciencia y la tecnología al servicio de la utopía. Traducido en diciembre 2008 para Mujer Palabra.
Como mujer, pensadora, artista, activista social, debería haber ardido en la hoguera. En lugar de eso, tengo acceso a Internet. Puedo escribir un poema, una historia y publicarlo todo en este espacio internacional. No tengo que asistir a cócteles, ni sonreírle a personas con las que no me quiero relacionar. No tengo que soportar comentarios acríticos y paternalistas sobre mi trabajo, ni interpretar indirectas sexuales. No tengo que conocer a la gente adecuada, expresarme de maneras que les parezcan aceptables, ni encontrarme allí donde se supone que pasan las cosas… No tengo que calcular nada. Puedo escribir ideas y publicarlas directamente, en foros, chats, blogs, sitios web… Hasta puedo hacer grabaciones audio y vídeo, si quiero. Puedo explorar el mundo y cualquier idea que se me ocurra, con otra gente o sabiendo que va a ser leída. Lo que también significa que puedo ser espontánea, creativa, salvaje, al pensar. Puedo improvisar. Al no tener castillo que guardar ante los reputados expertos que convierten el pensamiento en un campo de batalla útil para promocionarse, no tengo que preocuparme de si cometo algún error. Puedo expresar lo que creo, incluso lo que tan sólo sospecho. Si me doy cuenta, o si las palabras de otras personas me hacen darme cuenta, de que lo que creo es erróneo, puedo volver a trabajar el tema. Tengo toda la libertad que deseo para explorar. Los errores se corrigen o incluso pueden servir para aprender y descubrir. A mí me parece que todo esto es lo que más se aproxima a mi idea de lo que sería darle un buen uso a la inteligencia. En Internet, tanto si has dado por terminado un proyecto o una idea, como si no, puedes compartir tus palabras con cualquier persona que esté interesada en prestarles atención, y puedes verlas crecer, o pulirlas, también como resultado de esa interacción. Fuera de Internet, la gente dice que las ideas mueven el mundo, pero eso solo se tolera cuando quien las tuvo ha muerto, y eso suponiendo que llegaran alguna vez a algún lugar del que luego se las pudiera rescatar.
Como mujer, como pensadora, artista, activista, yo no habría tenido ni la más remota posibilidad de haber sido mencionada en los libros de Historia, como la inmensa mayoría de las mujeres que han sido, y como algunos hombres. Así, habría sido como si no hubiera tenido nada que ofrecer a la sociedad, a la gente de mi tiempo y de cuando yo ya hubiera muerto. Pero ¡mirad el cíberespacio! Personas que no están en ningún tipo de posición de poder con la oportunidad de acceder al conocimiento, de compartirlo o intercambiarlo, más allá de cualquier limitación física… La Historia nunca ha sido buena, una buena retratista de lo que estaba ocurriendo. La Historia ha ignorado, sistemáticamente, numerosas ideas, experiencias, logros inteligentes. A lo largo de los siglos le ha sonreído siempre a los poderosos, ha practicado el silenciamiento intensiva y extensivamente, con brutalidad. Hoy, sin embargo, si tienes algo que decir, no necesitas la Historia. Puedes explotar todas tus libertades fundamentales, quiero decir la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de asociación, hacerlo público y que eso perdure, y con esta práctica, aprender además a amar y a comprender el valor de lo que es aprender, comunicarse, evolucionar, sola y en la compañía de otras personas. Esto tiene que ver con lo que yo llamo construir un mundo mejor. A mí qué me importa que me atienda la Historia...
Están ocurriendo cosas. No tienes que morir o ser asesinada o ser reprimida para poder expresarte públicamente y para que otras personas escuchen tus palabras. No tienes que adoptar un estilo de vida ajeno para poder tener la oportunidad de decir lo que quieres decir. Y sin duda, no tienes que forzar a nadie a que te escuche, porque tu trabajo será disfrutado por quienes deseen disfrutarlo. No tienes que estar en el poder, ni en el de la posición social, ni en el de la economía. Esto es un hecho, y es un hecho diferente a todos los anteriores. La inteligencia, como la muerte, ignora el poder, y esto se ve en la Red. No importa quién eres. Lo que importa es que tengas algo que decir, tu inteligencia; y ni siquiera necesitas un nombre para compartirla.
Por lo tanto, sí, lo diría sin dudarlo: "Vivo en Utopía".
Vuelo en el cíberespacio
michelle, 2008
* Soy feminista, pacifista y anarquista. Desde 1980, he participado en el activismo de Amnistía Internacional, Brigadas de Paz Internacionales (Guatemala, Nicaragua y Gran Bretaña), Movimiento de Objeción de Conciencia, Internacional de Resistentes a la Guerra (Gran Bretaña, WRI), campamento de mujeres pacifistas de Greenham Common (Inglaterra), Mujeres de Negro (Madrid y Belgrado)... He dedicado unos 25 años a traducir gratis para el movimiento social. En 2006, publiqué mi primera traducción (pagada y en formato de libro) gracias a Protection International (un estudio sobre la lucha noviolenta en países en guerra). Está a punto de aparecer la segunda, el "Nuevo manual de protección para defensoras y defensores de derechos humanos", también de PI. Creé y administro los sitios Mujer Palabra y Talking People, que cuentan con el valioso trabajo de muchas personas, entre ellas, las amigas con las que empecé esta aventura. Con Mujer Palabra, publiqué una colección de poemas en 2003 (formato cuadernito) y sacaré su reedición en formato libro, con CD audio, en 2009. De vez en cuando participo en actividades artísticas que organizan personas independientes, leyendo poemas y otros escritos, dando charlas o haciendo preguntas.
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Publicado en mujerpalabra.net en 2009