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Activismo - Activistas - José Manuel López Blanco

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Antes de las redes sociales y después de que el Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) lograra que llegara el fin del servicio militar obligatorio (ver RTVE 20 años sin mili vínculo externo)* tuve la suerte de conocer y hablar y hacer cosas con Jose desde el activismo de la lucha noviolenta, concretamente la antimilitarista e incluso artísticas, pues nos invitaba a actividades artísticas multidisciplinares que montaba como director independiente de coros, reuniendo activistas y artistas como él.

Con Jose compartí puestas en común difíciles, de pensar temas del activismo y discutirlos, por correo electrónico, cuando llevaba la web del MOC Carabanchel vínculo externo. Aquello para mí, poder pensar “en comandita” con un pensador independiente, siempre ha tenido un valor muy preciado, porque no es fácil no tener miedo a la autocrítica, propia y de la comunidad de lucha donde se esté. Con Jose siempre podía hablar sin miedo a que se sintiera agredido o a que no entablara el diálogo entre iguales, sin miedo a mí, con su voz. Siempre tenía su voz. Yo creo que se piensa mejor en comandita, desde la libertad individual, sin presión de dogmas "necesarios", poniendo en común ideas y experiencias de cada cual, que luego se pueden desarrollar o rectificar, todo para poder pensar mejor, más allá de los condicionamientos de la milenaria cultura prevalente y sus sistemas de violencias. Creo que sin comunicación no hay evolución propia profunda ni transformación social durarera, o revolución, eso tan de procesos vitales. Con Jose, no hablaba con quien piensa exactamente igual, no entablabamos una lucha de prevalencia, era hablar con un igual, y un hermano, en el sentido de todo lo fundamental que compartíamos. Hablar para aprender y comprender mejor en un viaje. Jose tenía esa clara inteligencia, y me encantaba su generosidad en la lucha social, su pasión o energía vital…

Nos alejó la vida cotidiana en la ciudad grande (horas en transportes e inagotable falta de tiempo). Quizá también pudo ser un poco la decepción, por su parte, de que yo no participara habitualmente en las marchas contra el complejo químico-militar La Marañosa vínculo externo. Era muy apasionado para convocarnos y que fuéramos más, y cuando volví de Greenham esperaba que me uniera, pero sólo pude ir una vez. Las acciones en La Marañosa no tenían el contexto que tuvo Greenham, pero si hubiera habido mucha más gente podría haberse convertido en algo parecido. Qué sueño! Pero en aquella época, que luego empezaron nuestros apoyos a Zene U Crom, Mujeres de Negro en los Balcanes, por la guerra, yo tenía mi pequeño gran problema: luchar por encontrar ingresos, tras 10 años de activismo 24/7 (todo el día) y no tener dinero ni para un alquiler compartido en el Madrid de la gentrificación. Tuve que resolver qué hacer para ganar dinero, y decidí entrar en exámenes (Oposiciones) para ser profe-activista en La Pública (terminar antes asignaturas pendientes de cuando lo dejé para irme con PBI-Guatemala vínculo externo 10 años atrás), algo muy largo, esforzado y costoso en tiempo. No hay escapatoria a lo de ganar o tener dinero, nos genera mucha frustración y sobrepeso en esto del activismo. Jose lo pudo resolver de alguna manera, ya no recuerdo. Y aunque como insumiso vínculo externo fue a la cárcel luego no le aplicaron la inhabilitación para trabajar en la Pública, pero descartó la Pública, optó por no trabajar para el Estado y buscar ganarse la vida con su talento con la música (dirigir coros, por ejemplo). Yo admiraba esa resolución, aunque no le veía la contradicción a lo mío: mi lugar en el Estado era para el servicio público, un buen lugar para una activista social, mejor que las academias privadas, y además me libraba de los chistes verdes y machistas de los jefes. Volviendo a echarle de menos, como pienso que cada cual hacemos lo que podemos, contra tanto, y a favor de tanto, para mí Jose era un hermano, de discutir con pasión, pero con respeto, una compañía importante en la vida, nos viéramos o no. Aquí tengo el vacío ahora.

La lucha noviolenta, poderla ver y nombrar, valorar, lleva con la especie desde siempre, la vemos a diario, aunque a las mujeres, p.e., como a los pueblos indígenas, aún no nos la ven y no interesa a quienes tienen recursos... Los mitos del Héroe pesan totalmente aún, más disimulados. Menos mal que tenemos internet para ir escribiéndola y comunicándola, no interesa ni a los patriarcas de las luchas como no sea para usarla a modo de lo de siempre: guinda del pastel. Hombres no como Jose, que sí compartía y tenía visión para ver a más gente. Una visión igualitaria viene de un sentimiento de respeto por otras personas, pienso.

El Hombre aquel (el modelo de varón del patriarcado) que obligatoriamente se "hacía Hombre" en la mili, aprendiendo misoginia de forma normalizada y a despreciar la naturaleza y las vidas por razones ideológicas enfermas, por una mala concepción de lo que es “defensa” o “protección”, ya no es un aprendizaje obligatorio (algo que ha liberado a muchos varones de muchas cosas, y repercutido sin duda en el resto de la comunidad, sobre todo en librarnos a las mujeres de aquellos grupos de soldados salidos que aterrorizaban a las adolescentes) gracias a que hombres como Jose se negaron a empuñar las armas y se entregaron a denunciar todos los males que nos trae el militarismo y la guerra. Con su vida entera, haciendo eso, ofrecía alternativas, ejemplos de otras formas de lucha, pero también ejemplos de cómo hacer la vida, y las relaciones. Aquel esfuerzo atravesó su vida igual que la nuestra y nos ha traído a un mundo menos deshumanizado que el que teníamos: sí. Gracias a internet sabemos a ciencia cierta que desde el 2005 las poblaciones de todas partes del planeta están saturadas de violencias y se manifiestan masivamente contra la guerra como “solución” a nada, contra la violencia como solución a los problemas, que es lo único que concibe la ideología patriarcal, y curiosamente la sociedad sigue sin ver "la lucha noviolenta", sin siquiera nombrarla. 

Desde este punto de vista político, la visión de la política de Jose y mía, hablando (algo que importa mucho para poder pensar y evolucionar o desobedecer mejor), era más amplia que las concepciones de la política de partidos porque venía del movimiento social, ¡la tierra misma o la sangre! Política como modo de vida y organización de respuestas a tantas violencias. Jose se centraba en objetivos concretos, yo en general no sabía por dónde iba porque todo se me conectaba, era muy desbordante (pero iba, ya lo sé, e iba bien también). Con las acciones mezclando arte y activismo era como oxigenarse, creo. No lo sé. Tendría que preguntarle... Él quería centrarse en levantar una lucha social para combatir la Marañosa, por ejemplo, y yo iba aprendiendo sin parar de un montón de fuentes diversas y compartiendo conexiones por los foros del activismo, conexiones cuyo valor conozco ahora, no entonces. Os cuento esto como ejemplo: desde lugares diferentes, conversábamos y analizábamos. Yo veo a Jose concentrado en un esfuerzo gigante por ofrecer la contrainformación (respuestas a la información sesgada y distorsionante, falsa; información vital ignorada) y la oportunidad de acciones directas noviolentas en la calle. Su trabajo en la web de Carabanchel un trabajo de amor a su comunidad, para que todo el mundo accediera, dispusiera de la info. Yo también valoraba eso mucho, y es algo que también he hecho siempre. Ser piedrita de río para apoyarse y cruzar. Si la sociedad tiene tantos destellos y cauces buenos hoy es gracias a personas como Jose, con valores críticos, noviolentos, creativos, solidarios, autocríticos... todo aplicado a diario, en esa lucha noviolenta específica antimilitarista y más amplia vital. Mi gratitud a su vida es que podíamos conectar, no tenía miedo a conectar.
           
Me duele haberme perdido poder acompañarle de alguna manera cuando supo que estaba enfermo así de grave. Sé que habiendo dejado Madrid, no habría llegado a verle físicamente, pero hoy en día la tecnología es un regalo para la comunicación, ¡nos trae la palabra, la voz, la imagen, incluso viva con su sonido!, y podríamos haber hablado.

Envío un abrazo inmenso a Eva, Maripi y Nacho (podéis leer cosas suyas en Planeta Desarmado vínculo externo), personas que seguro que hicieron la vida de Jose infinitamente mejor de lo que habría sido sin ellas. Os asocio a la época de las actuaciones artivistas y la marcha a La Marañosa vínculo externo a la que pude ir, en aquel esfuerzo rotundo continuo de Jose de tirar, atraer a la gente a luchas que conocía bien, que sembraba con sus manos, por decirlo metafóricamente, y que realmente la sociedad debía considerar. Qué bueno comprobar por la lista de distribución que no se ceja en el empeño de informar sobre qué se pasa allí.

Aprovecho también para enviar otro abrazo a las Mujeres de Negro de Madrid, que se habrán quedado con un doble vacío ahora, porque había dos hombres muy bonitos que asistían a sus valiosas acciones de presencia en Madrid, Howard Clark y Jose Manuel López Blanco--para mí dos personas suelo. Hombres-persona, más evolucionados, quienes, desde la autocrítica a su ideología patriarcal (que tenemos todas las personas por cultura prevalente), no daban por hecho saberlo todo, tener razón, aunque siempre defendieran sus ideas con pasión, no con autoritarismo, con la lucidez y la pasión por lo que se puede imaginar porque se puede ser, se trabaja y practica. Howard y Jose no temían la autocrítica, aprendían al vuelo, y yo seguiré atenta a recordarles y llevarles dentro siempre.


* Nota: La lucha noviolenta del MOC, una lucha emocionante con objetores y luego insumisos, pero también con objetoras e insumisas aunque la ley no las tuviera en cuenta. Con las mujeres del MOC, ausentes en las narrativas de los menos feministas o más ciegos, pensando, diseñango acciones, aprendiendo, analizando, escribiendo, haciendo pancartas, limpiando y ordenando, organizando, accionando... Que respondieron a su no existencia para el sistema represor creativamente con las autoinculpaciones, una ADNV vital para reventar las cárceles porque se multiplica el número de personas a reprimir, estrategia muy positiva y difícil en las luchas por la justicia y los derechos humanos. No se había conseguido la abolición del ejército, fin último de aquella lucha de los años 80 para la gente pacifista/antimilitarista, pero al menos (y hablo por mi pueblo) en Madrid se había recuperado la acción directa noviolenta para sorpresa de la policía y júbilo de todas las personas que participamos y/o aprendimos de ella.

 

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Webita publicada en noviembre 2023 (pendiente desde marzo 2022)