Activismo - Poblaciones en resistencia - Pueblo gitano

El feminismo gitano nació hace 20 años con la primera asociación de mujeres gitanas como respuesta a un feminismo que avanzaba y dejó atrás a mujeres de distintas etnias que no avanzaban por igual.

Todas las mujeres no hemos luchado en masa por las mismas cosas paralelamente y a la vez; lo que son hechos normalizados para unas, para otras suponen aún avances que no se han alcanzado y metas a las que se deben llegar.

La mujer gitana hoy todavía debe superar obstáculos simplemente para acceder a una formación continuada y de calidad. Hoy por hoy ya tenemos grandes profesionales cualificadas en muchos ámbitos pero aún queda mucho trabajo para que esto sea un hecho normalizado en nuestro pueblo.

Pienso que nuestra lucha empieza por visibilizarnos ante nosotras mismas como mujeres capaces e independientes primero, y luego ante el pueblo gitano en particular, para al final hacernos patentes en toda la sociedad. Romper la doble discriminación de ser mujeres y ser gitanas. Y la clave es el acceso a una educación, a una independencia intelectual masiva generalizada. Hemos de luchar ahora por lo que se luchaba hace treinta años.

Personalmente, esta que suscribe entiende la superación de la desigualdad de la mujer gitana con la superación del Pueblo Gitano en general, reivindicando la igualdad desde la diferencia. Y siendo fan de un feminismo inclusor: todas contando con todas, una cosa que puede resultar obvia. No autentificar los estereotipos basados en generalizaciones que a veces nos culpabilizan a nosotras mismas.

Las gitanas también podemos liderar el cambio necesario para la transformación. Pero para ello primero hemos de cambiar nuestros pensamientos. Y luego, simplemente, sentir en las entrañas que tenemos derecho a hacerlo.