Activismo - ADNV Cuerpo
Una ADNV de las mujeres gitanas contra la campaña genocida de la Gran Redada
michelle renyé
El otro día gracias tuve oportunidad de leer el artículo de Silvia Agüero Fernández, Prisión General de Gitanas: la Gran Redada de 1749 (publicado en arainfo.org, aunque supe de él por el reposteo de Editorial Imperdible en IG, ¡gracias!). Trata de Rosa Cortés y sus compañeras resistiendo otra campaña genocida en el reino de España. Resistiendo con sus cuerpos (ADNV Cuerpo), con sus maravillosa imaginación humana, Rosa Cortés y sus compañeras hicieron lo que se llamaría acciones directas noviolentas para no dejarse machacar y lograron incluso escapar de su secuestro. Quería mencionar una: "no dejaron de cometer actos rebeldía durante todo su cautiverio. (…) las mujeres se rebelaban (…) iban desnudas por la casa (…) para evitar así tener que acudir a las misas o que las sometieran a trabajos forzados" (del artículo en arainfo.com). "Las mujeres gitanas se rebelaban contra aquella injusticia de forma transgresora e inteligente238: se desnudaban, rompiendo sus ropas para herir el pudor de los curas y las monjas encargados de su vigilancia" (del libro Resistencias gitanas por Silvia Agüero y Nicolás Jiménez). Nota 238: Manuel Marínez Martínez: "Clamor y rebeldía. Las mujeres gitanas durante el proyecto de exterminio de 1749" (Historia y Política, 40, 25-51, 2018).
Esa acción de desnudarse para que no te toquen, para que no puedan ni tocarte porque —imaginaos— cómo se escandalizarían, tenía el objetivo de impedir violencias a los violentos: que quienes te habían secuestrado y estaban destrozando la vida no pudieran contigo, forzarte a hacer todo (aquí, a llevarte a su lugar religioso para que quienes actúan criminalmente construyan la farsa de su bondad a tu costa). Es, como dice Silvia Agüero, una acción transgresora que en la cultura de violencia-prevalencia no se puede ni conceptualizar como autodefensa. Es una acción increíblemente creativa, valiente, visionaria o sabia, y eficaz, de poderío, que ilustra muy bien lo que es la lucha noviolenta: conocimiento de las personas que te quieren sometida, explotada, muerta; conocimiento de cómo transformar lo que les da poder sobre ti en algo que no les da poder sobre ti, para impedirles su violencia, su poder absoluto; y también para no verte tú como quieren que te veas, chiquitita y sin fuerzas.
Luchas así, pienso, nos han dado mucho, no porque nos llegara saberlas por la historia, sino en el impacto que pasa de generación a generación, desde quienes las vivieron, ese espíritu de lucha se transmite. Pero mejor si las podemos recordar, contar. Se multiplica el bien que nos hacen. Podemos solucionar conflictos y problemas usando la imaginación y nuestros cuerpos. La realidad humana no es sólo lo que prevalece y nos destruye. Rescatarnos nuestras historias borradas —¡y hay tantísimas! ( estoy preparando unos talleres sobre esto para subir aquí a Clases y talleres)— es empoderante. Somos una especie con gran inteligencia para resolver problemas.
La lucha noviolenta sirve para proteger la vida y también, a menudo, para salvarnos la vida; no para salvarnos todas las vidas, cierto, pero la lucha armada de autodefensa tampoco ha podido. Tenemos que avanzar en la consciencia, la percepción que ayude a que no perpetuemos el borrado y la distorsión de todas las luchas que realizamos cotidianamente personas, comunidades y pueblos, esas que nos sostienen la vida.
En 2020 se creó la Plataforma Rosa Cortés por la Memoria Histórica Gitana para seguir con la lucha noviolenta del pueblo gitano por proteger su identidad colectiva, y todas y cada una de sus vidas individuales. No piden que se quiten las estatuas del marqués de la Ensenada (el que diseñó la campaña genocida), pero sí que se ponga una placa explicativa de lo pretendió hacerle y le hizo al pueblo gitano, porque es importante conocer la historia, y en este caso además para reparar, superar la violencia de esa estigmatización tan antigua y tan real que para la vergüenza de nuestra sociedad, se perpetúa hasta hoy.
Aclaro términos, que ni en las escuelas donde se aborda la transversal de Cultura de Paz se enseña nuestra asombrosa y empoderante historia de lucha noviolenta, y por no saberse, no se sabe ni escribir la palabra "noviolencia" ni qué significa la abreviatura ADNV [Acción Directa (AD) Noviolenta (NV; es abreviatura también de "noviolencia")], a pesar de que en España el Movimiento de Objeción de Conciencia (con objetoras e insumisas también) rescató y desarrolló la ADNV en unas campañas que dieron al traste con el servicio militar obligatorio y "noviolencia" se escribió muchísimo. Noviolencia, lucha noviolenta, acción directa noviolenta. Hoy tenemos antiguas ADNV como la huelga y las manifestaciones como parte del normal proceder de las luchas sociales.
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