Activismo - Feminismo - Aborto y Derechos Reproductivos (Recursos Américas Indígena y Latina)
Mitos y realidades sobre el aborto
Mujeres al Oeste (2004)
El aborto legal y seguro es un derecho de todas la mujeres
Fuente: Mujeres al Oeste
El aborto es una práctica que se realiza frecuentemente en Argentina —se estima que se hacen entre 350.000 y 500.000 al año (ver vídeo 2012)— pero de la que se habla poco, tanto en público como en privado. Cuando se rompe este silencio y se abre la discusión, se escuchan una y otra vez diversas afirmaciones, con pretensiones de verdades científicas, acerca de las causas y consecuencias del aborto que, en realidad, sólo son mitos construidos desde el prejuicio y la falta de información.
Con este folleto Mujeres al Oeste se propone contribuir a develar algunos de estos mitos, como aporte al debate racional y realista sobre el aborto en Argentina.
MITO: Si se legaliza el aborto, las mujeres se harán más abortos.
REALIDAD: El índice de abortos no depende de su legalización, sino de otras condiciones como la disponibilidad de servicios de anticoncepción, el acceso a educación sexual adecuada para toda la población y la eliminación de las asimetrías de poder entre hombres y mujeres.
Países donde se han desarrollado programas respetuosos de los derechos sexuales y reproductivos que incluyen la legalización del aborto, tienen tasas mucho más bajas de aborto que las estimadas en países donde éste es ilegal. Por ejemplo, en dos países donde el aborto es legal como Holanda y Canadá se realizan 0.53 y 1.20 abortos por cada 100 mujeres en edad reproductiva, respectivamente. En Argentina, donde está penalizado, se estima que se practican 5.35 abortos cada 100 mujeres en edad reproductiva.
MITO: Penalizar el aborto sirve para eliminar su práctica
REALIDAD: La penalización del aborto lleva a las mujeres a realizarlo clandestinamente en condiciones inseguras, provocando daños para su salud y su vida, pero no disminuye su práctica, tal como lo demuestran las siguientes cifras del ministerio de salud de Argentina: cada año son hospitalizadas alrededor de 70.000 mujeres por complicaciones en sus abortos (hemorragias e infecciones) y más del 30% de las muertes relacionadas con el proceso de gestación son resultado de complicaciones por abortos inseguros.
MITO: El aborto es siempre peligroso para la mujer
REALIDAD: El aborto integrado a un buen sistema de atención en salud, realizado por expertos/as dentro de los primeros meses de embarazo es un procedimiento sencillo y seguro. En los países donde el aborto es legal, la probabilidad que una mujer muera a consecuencia del mismo no es mayor a 1 de cada 100.000 abortos practicados , mientras que, en los países donde es ilegal, esa cifra se eleva a 70 por cada 100.000. En estos países las mujeres que no quieren continuar su embarazo recurren a abortos inseguros, que son aquellos abortos practicados por personas no calificadas y/o realizados en un ambiente carente de los estándares médicos mínimos necesarios, siendo esta situación la que genera riesgos para su vida y su salud.
MITO: El aborto causa trastornos psicológicos a las mujeres que recurren a él
REALIDAD: Hay estudios que demuestran que el negarle la realización de un aborto a una mujer cuando ella lo requiere por propia decisión le produce consecuencias negativas en su salud mental y agrava la condición de aquellas que padecen enfermedades mentales.
La condición de ilegalidad, la clandestinidad consecuente, la soledad y el silencio en que se practican los abortos en Argentina son las causas principales de sufrimiento y/o de sentimientos de culpa para algunas mujeres. Aún en estas circunstancias otras muchas sienten un gran alivio cuando realizan un aborto de un embarazo no buscado o no planeado o producto de la violencia.
También las decisiones de una mujer cuando queda embarazada sin desearlo o en circunstancias difíciles, son traumáticas y en ocasiones no se resuelven en mucho tiempo. Tal es caso del casamiento forzado, dar el hijo/a en adopción, o tener un hijo/a que en realidad no se puede criar. Esto genera, en la mayor parte de los casos, problemas psicológicos tanto para la mujer como para el/la niño/a, afectando, en consecuencia, negativamente a la sociedad.
MITO: Las mujeres que abortan son irresponsables y egoístas
REALIDAD: Tener un embarazo no es lo mismo que ser madre. Las mujeres que debido a cualquier tipo de razones deciden interrumpir un embarazo, lo hacen después de sopesar sus capacidades, sus deseos, sus posibilidades y concluir que en ese momento no pueden llevarlo adelante.
Muchas de las razones por las cuales las mujeres recurren al aborto no son razones exclusivamente personales, sino más bien circunstancias sociales, culturales o económicas, como por ejemplo: cuando el embarazo es consecuencia de una violación, por falla, mal uso o falta de acceso a métodos anticonceptivos seguros, por falta de información sobre los anticonceptivos, debido a desconocimiento acerca del funcionamiento del propio cuerpo o porque no pueden alimentar a un hijo más debido a la falta de trabajo.
MITO: El aborto desaparecería si todas las personas utilizaran anticoncepción
REALIDAD: En la medida en que no hay un método anticonceptivo ciento por ciento eficaz —cada método tiene un porcentaje de falla aún correctamente utilizado— habrá embarazos no deseados o no planificados o inoportunos o no buscados.
Debemos tener en cuenta también que muchos embarazos no deseados son producto de violaciones, incluidas las violaciones dentro del matrimonio.
MITO: La educación sexual incrementa los embarazos y el aborto en la adolescencia
REALIDAD: La educación sexual para los y las adolescentes es una buena estrategia de prevención de los embarazos no deseados y de las enfermedades de transmisión sexual (ETS). En 1997 de la revisión de 53 estudios que evaluaban programas específicos de educación sexual implementados alrededor del mundo se concluyó que dichos cursos ayudaban a retrasar el inicio de la actividad sexual, reducían el número de parejas sexuales y disminuían los porcentajes esperados de embarazos no planeados y de ETS.
El negar información sobre sexualidad a los adolescentes no sólo es discriminatorio sino que los coloca en desventaja cuando llega el momento de manejar su vida sexual y reproductiva.
MITO: Las mujeres que abortan son jóvenes y solteras
REALIDAD: Diversas investigaciones realizadas en la mayoría de los países de la región han concluido que no existe un perfil de las mujeres que interrumpen un embarazo, pues pertenecen a todos los sectores socioeconómicos, niveles educativos, edades, religiones y situaciones de pareja.
En Colombia el 54.5% de las mujeres que han abortado estaban casadas o unidas. En Santiago de Chile, la gran mayoría de las mujeres que abortan tienen entre 20 y 30 años, con uno o más hijos, sólo el 10% corresponde a mujeres entre 10 y 19 años. En Santo Domingo, República Dominicana, se encontró que el 79% de las mujeres que abortan están unidas o casadas, mientras que el 84% tiene hijos.
MITO: La mayoría de las religiones se oponen al aborto
REALIDAD: Casi todas las ramas del protestantismo y judaísmo conceden a la mujer el derecho al aborto. También el budismo y el hinduismo. Lo prohíben las religiones más patriarcales: la católica, la judía ortodoxa y algunos países islámicos, a pesar que el Corán lo permite en los primeros meses.
Dentro de la mayoría de las religiones existen debates importantes sobre aspectos éticos y morales claves, incluido el aborto. Ocultadas por las afirmaciones antiaborto de algunos funcionarios religiosos se encuentran una diversidad de opiniones y una gran tolerancia hacia la práctica del aborto entre la mayoría de las personas que practican alguna religión.
En Argentina el aborto es ilegal. La ley establece penas tanto para la mujer que se lo practica como para quien realiza el procedimiento (artículos 85, 86, 87 y 88 del Código Penal).
La misma ley estable dos causas de excepción a estas penas: cuando el aborto se practica para "evitar un peligro para la vida o la salud" de la mujer o si el embarazo proviene de una violación de "una mujer idiota o demente" (artículo 86, incisos 1º y 2º del Código Penal).
Estas dos excepciones en la práctica raramente se cumplen; en casi todos los casos que entran dentro de estos supuestos los médicos se niegan a practicar el aborto por sus propias creencias religiosas.
El aborto ha sido la primera causa de muertes por gestación (muertes maternas) entre 1996 y 2001 (último año del que se disponen datos del Ministerio de Salud de la Nación).
Las mujeres que mueren por realizar abortos inseguros son las que no tienen recursos económicos para practicarlos en el lucrativo circuito clandestino. La mayoría de ellas tienen entre 20 y 34 años de edad, están casadas o en pareja y tienen varios hijos.
El aborto legal y seguro es un derecho de todas las mujeres
Información sobre uso de este material: consultar con las autoras
Publicado en mujerpalabra.net en 2004