¡Agur, Reglamento!
De "Bye-bye bylaws", del boletín de la Puerta Azul, 1991
Texto y dibujos de Dido. Traducción de michelle
El 12 de julio [de 1991] Georgina y Jean ganaron un juicio de las bylaws [reglamento interno de la base aérea militar estadounidense en G.C.) en la Cámara de los Lores: el veredicto fue que es ilegal que exista ese Reglamento Interno, por lo que YA NO ES DELITO ENTRAR EN LA BASE (en nuestra Common Land), a pesar de los carteles de "prohibido el paso". Ya no pueden detenernos, así que: ¡a pasear, la tierra es de todo el mundo!
Soy un pobre reglamento solitariooo, lejos, muy lejos de mi hogaaar...
FLASHBACK
OBJETIVO: manos a la obra, a ver si nos detienen por todas y cada una de las normas del Reglamento Interno...
Como estábamos bastante seguras de que G. y J. ganarían el juicio de las bylaws, decidimos ir desobedeciendo cada una de las reglas antes de que dejaran de ser operativas. Así que estuvimos bastante ocupadas del 1 de junio al 12 de julio.
¡A POR EL REGLAMENTOOO!
BYLAW 2(a)
Qué fácil. Te detendían si abandonabas o accedías a la base por alguna entrada "no autorizada". Nos pillaron cuando volvíamos al bosque por uno de los maravillosos boquetes que misteriosamente se abrían en la valla a nuestro paso. Et voilá!, detenidas por la 2(a).
BYLAW 2(b)
Bueno, esta regla la quebrantamos 400 veces en 1990 (considerar que fuimos entre 6 y 15 mujeres con una permanencia en el campamento a rachas). Esta regla castiga la entrada no autorizada a la base (trespassing). No tuvimos que esmerarnos mucho.
BYLAW 2(c)
Bonita regla, porque es lo suficientemente general como para que se nos ocurrieran muchas cosas: "Nadie podrá causar o permitir que ningún vehículo terrestre o aéreo, animal o cosa entre en o pase por encima de la valla de la base, ni que permanezca en o sobre el Área Protegida sin autorización o permiso". Se nos ocurrieron miles de maneras de no respetar esta regla, incluida la de catapultarnos por encima de la alambrada. Sin embargo, sólo pudimos llevar a cabo con éxito cuatro acciones. Primero, entrando con Raggy (un precioso perro barbas que vive con nosotras a pasear por la base, para que conociera los lugares que frecuentábamos en nuestras aventuras. Le encantó, y también la posterior visita al prefabricado centro de detención (portacabin). Nuestro segundo logro fue cuando nos detuvieron por entrar en bicicleta; el tercero, cuando algunas se las apañaron para entrar en coche y llegar hasta la zona de alta seguridad de los silos, donde los vigilantes se pusieron histéricos y las detuvieron. Por último, a otra mujer la detuvieron por lanzar un sándwich por encima de la alambrada. (Otra lanzó después una barra de pan, pero -no se sabe por qué- no la detuvieron. ¡Ah! Fracasamos en la construcción de la catapulta, pero se intentó).
BYLAW 2(d)
Ésta regla se nos resistió. Nos negamos a abandonar el territorio una vez capturadas pero ¡no nos acusaron de eso! Para que lo hicieran, teníamos que conseguir previamente que colara que estábamos allí para cumplir una misión X.
BYLAW 2(e)
No conseguimos que nos acusaran de esto hasta el cuarto intento. Se trataba de "mentir verbalmente o por escrito, o utilizando cualquier otra forma que suscite ambigüedad, con el fin de entrar en la base". Nos hicimos una bonitas identificaciones -muy logradas, por cierto-, pero no coló. Nos decían que se notaba demasiado que eran de mentira. ¡¿De mentira esto?!
No sabemos cómo, pero al final llegaron al campamento unos pases de verdad, en blanco, y resultó que acabamos siendo detenidas por la 2(e).
BYLAW 2(f)
Fracasamos en la misión 2(f): "obstrucción de la labor del personal de la base en el desempeño de su labor". ¡Cachis! (suspiros). [Tiene gracia porque, como se nota, por ejemplo, en el propio reglamento, la organización interna de la base llevaba años haciéndose en función de la presencia de las mujeres de Greenham en el campamento. Esto lo sabíamos porque era evidente, pero también porque nos lo decían los y las policías y el personal de la base que simpatizaban con nosotras. Información secreta, ¿eh?]
BYLAW 2(g)
Conseguimos, sin embargo, que nos detuvieran por ésta. "Queda terminantemente prohibido entrar en el Área Protegida, de lo que se informa en los carteles ex-puestos", esos tan bonitos que reciclábamos. Sí, nos detuvieron por la 2(g), pero al llegar al centro de procesamiento llegó la decepción: cambiaron la acusación a la 2(b) (¡buuu!), la ultra conocida detención por entrada ilegal. Lo bueno fue que gracias a aspirar a ser detenidas por la 2(g) estuvimos varias veces en las zonas de almacenaje de los diferentes tipos de combustibles empleados allí.
BYLAW 2(h)
"Nadie podrá abordar, intentar abordar o interferir en el movimiento o pasaje de ningún tipo de vehículo [etc.]". Ésta ha sido siempre una de nuestras acciones más populares, pero -para gran sorpresa nuestra- ni haciendo que las tuvieran todas de su parte nos detenían por esto.
BYLAW 2(i)
Chupao. "Nadie podrá distribuir panfletos [etc.], ni mostrar, adherir [etc.] carteles, anuncios, circulares [etc.] en el Área Protegida ni en ninguno de los lados del perímetro de la valla". Conseguimos que nos detuvieran primero por poner pegatinas en la valla, y después, asombrosamente, por tirar ramitas por encima de la alambrada y por atarlas en la valla para que quedara más bonita, lo que celebramos con exuberante alegría.
BYLAW 2(j)
Esta regla trata de robos de material de la base, pero no pudimos quebrantarla porque no conseguimos averiguar cómo hacerlo sin ser acusadas de robo.
BYLAW 2(k)
Bueno, por ésta nos detuvieron una vez y casi varias veces más, pero en ese "casi" nos volvimos muy competitivas. La regla prohibía a las mujeres [sic] que dañaran, destruyeran, borraran o hicieran desaparecer intencionadamente los carteles de "prohibido el paso" (no trespassing) que había en la base. Fue muy divertido, había que ver cuántas variantes llevamos a cabo. Y es que ya teníamos experiencia.
BYLAW 2(l)
Muy parecida a la acusación de daños dolosos [de derecho penal]. Pero no conseguimos quebrantarla. Decía: "Nadie podrá dañar, manchar, borrar o marcar ninguna de las paredes, vallas, estructuras, suelos, aceras o demás superficies del Área Protegida". No sabemos si esta regla la sacaron después de algunas de las acciones que realizamos en las oficinas de los jefes, y que consistían en decorar las salas con coloridas pintadas sobre el hecho de que tenían obligación moral de devolverle la tierra robada a la comunidad de Greenham o el de que no podían dedicarse a matar a la gente, ni a gastarse el dinero en eso, entre otras cosas.
Así, como conclusión, podemos decir que la acción de quebrantar el reglamento de la base fue muy divertida y que casi nos dio pena que se ganara el juicio.
¡Que no!, ¡que es una broma! De hecho, empezábamos a preocuparnos por estar dejando de lado las nobles ideas de colaboración y no competitividad. Y es que aquello empezaba a parecer la Olimpiada de las proscritas.
Resultado final: detenidas por 7 de las 12 prohibiciones de la base.
Aprobaíllas, ¿no?