Talleres: Resistencia noviolenta en la defensa de los derechos humanos, por Cath y Ronika
Del Boletín de Greenham. Invierno 1989-90, traducido por michelle
El 25 de noviembre Ronika y yo llegamos a París para dar una charla en y asistir a una conferencia sobre Resistencia Noviolenta en la Defensa de los Derechos Humanos.
Nuestro taller fue sobre la Resistencia Noviolenta al Armamento Nuclear. También habló Solange Fernex de Francia y Jutty y Volk Volke de la Casa de la Paz de fuera de la base de pershings en Mutlangen, Alemania Occidental. Ronika habló un francés maravilloso (yo no entendía, así que pudiera ser que me equivoque). Yo hablé en inglés y me tradujeron (fui una cobarde). El taller fue bien, vino mucha gente, y al final se montó un buen debate, aunque ya para entonces estábamos las dos un tanto agotadas.
La sesión de la tarde fue buena, salvo por lo de que todos los ponentes eran hombres, aunque moderaba una mujer. Eran cinco hombres de Líbano, Palestina, Sudáfrica, Uruguay y Bangladesh. Hablaron de sus experiencias: emocional e informativamente de los horrores y traumas que habían tenido que vivir y que sus países están siempre soportando.
Hablaron de los problemas que tienen cuando intentan hacer contactos, con los grupos que no se oponen a la violencia, y el idea errónea de que 'noviolencia' significa 'apatía' y 'pasividad'. Añadieron que en algunos países es imposible ser neutral, por ejemplo, en Sudáfrica, donde que la gente blanca diga que es "neutral" opera a favor del apartheid, de hecho. Para entender la opresión ¡hay que hablar con las personas oprimidas, no con el opresor!
La mayoría de los ponentes eran creyentes, y decían sacar fuerza de sus creencias. [Aparte de esto,] saber lo que pasa a tu alrededor todos los días, el que nunca puedas estar segura o seguro de que estás a salvo, o tu familia, es suficiente para mantenerte en la lucha y te da energía para no rendirte nunca.
A pesar de sus traumáticas experiencias, conservaban la esperanza y una actitud constructiva, y dijeron sacar fuerzas también y esperanza de los análisis y de las acciones de otras personas. El ponente palestino dijo que él sacó la fuerza de su madre. Su padre y otras personas habían sido asesinadas y su madre le dijo: "Tú no mates, no provoques que haya mujeres que pierdan sus compañeros y niñas y niños que pierdan a sus padres y madres".
Ver dolor y sufrimiento a tu alrededor genera angustia pero también valor. Estas emociones se van transmitiendo y dan fuerza a otras personas para continuar. Como dijo el ponente de Uruguay, "No es posible ser feliz cuando las personas que tienes cerca están llorando".
Mucha gente envía sus mejores deseos y un montón de fuerza para las mujeres de Greenham.