Activismo - ADNV - La Acción Directa Noviolenta (80s RU)

Es fácil acabar metidas/os en un conflicto verbal cuando estamos intentando comunicarnos con la policía o las autoridades, con gente que pasa por la calle, o con otros grupos que participan. Puede ayudar considerar estas ideas:

Cuando hables con la gente no olvides que son personas, y no representantes de nada. Por ejemplo, luchamos por la abolición del ejército y la policía, por ejemplo, contra las instituciones que se fundan en la violencia, pero no contra las personas que trabajan de eso concretamente.

La comunicación es un proceso en dos direcciones: que tú te expreses no debe implicar que no escuches a tu interlocutor/a. Incluso pregúntale qué piensa, si estás lista/o para aceptar que su opinión no sea la misma que la tuya. Cuando te estén hablando, escucha con atención, sé amable.

Si se está generando una discusión que podría llevar a la violencia (verbal también), intenta encontrar puntos en que podéis estar de acuerdo, que es posible (p.e. hay policías que trabajan en eso porque creen que así ayudan a la sociedad).

No hables en nombre de nadie. Di tus razones como persona, p.e., "Estoy aquí porque...". Cada persona tiene su voz, sus palabras, y los liderazgos acaban despojando a la gente de su voz.

Hazte la introspección, obsérvate en el proceso: tienes que identificar si te estás cabreando para evitar actuar como no quieres, o sentirte así de mal. Si ves que estás mal, aléjate, o retírate de la acción. No pasa nada. Por suerte, ¡ya estamos superando el tiempo de los héroes y los mártires!

Recuérdate por qué estás allí, las razones estructurales, sobre todo si en la coyuntura se pudiera perder el referente...

Cuando en la acción haya grupos con comportamientos u objetivos diferentes, y contrarios a las razones que os han llevado allí incluso, es útil identificar con claridad el conflicto y abordarlo con serenidad: pregúntale a cada persona cómo se llama, qué le pasa, qué hace...; explica lo que piensasy sientes a raíz de lo que está pasando de la manera menos agresiva, esto es, sin gritar, sin juicios de valor, sin victimismo, sin culpabilizar; sólo dando las razones objetivas desnudas, amablemente. Si los eslóganes se pasan de tono, tenéis que saber qué vais a hacer para redireccionar la situación. La espontaneidad es positiva, pero puede a veces dar pie a errores, y hay que saber reaccionar para corregirlos. Por ejemplo, pasando a la percusión y los aullidos tipo indio, echando agua fresca a la gente si hace calor o frotar las manos de la gente para que entre en calor...