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Activismo - Antimilitarismo Feminista - Tribunal de las Mujeres

Volver a Tribunal de las Mujeres de Sarajevo, un enfoque feminista a la Justicia Decisiones y recomendaciones del Tribunal de las Mujeres de Sarajevo (2015)

Sarajevo, 9 de mayo de 2015

I. JUSTICIA FEMINISTA

Las mujeres hemos creado el Tribunal de las Mujeres para desarrollar una visión de la justicia feminista que trascienda las fronteras estatales a favor de la Justicia, no para satisfacer una burocracia de la legalidad. Las mujeres que habéis testificado sois las sujetas principales del Tribunal de las Mujeres. Hemos puesto fin a vuestra invisibilización. En los procedimientos legales formales sois tratadas como víctimas o como fuente de pruebas legales. Sin embargo, en el Tribunal de las Mujeres habéis hablado con vuestros propios nombres y con vuestra propia voz, como testigas de crímenes y violencia cuyas voces y experiencias no pueden seguir siendo ignoradas. Sois parte de la realidad en la historia. Sin vosotras, el Tribunal de las Mujeres no habría sido posible. Valoramos vuestro coraje y honestidad, y os agradecemos vuestra confianza.

Asimismo, queremos valorar el trabajo de las organizadoras, las expertas que testificaron, y las activistas de la región de los Balcanes y de todo el mundo, que han hecho posible este Tribunal de las Mujeres.

Después de haber escuchado atentamente durante dos días los testimonios de las mujeres, el Consejo Judicial formula las siguientes decisiones y recomendaciones preliminares:

II. LOS CINCO CRÍMENES TEMÁTICOS

¡Se han cometido incontables crímenes! Ante ellos, las autoridades locales, los gobiernos nacionales y la comunidad internacional han sido incapaces de actuar. Hemos escuchado testimonios sobre un gran número de crímenes y también sobre las heroicas resistencias de las mujeres:

1. El crimen de la guerra contra la población civil
Incluye los siguientes actos:
• Separación de hombres y mujeres
• Asesinato y desaparición de personas pequeñas, adultas y ancianas
• Destrucción de familias
• Traslado forzoso fuera de los hogares
• Destrucción de propiedades, incluidas las viviendas
• Desplazamiento interno, especialmente de las mujeres
• Civiles, incluidas mujeres, forzadas a asumir roles militares para defenderse
• Tortura y trato humillante y degradante

2. El crimen de usar el cuerpo de las mujeres como campo de batalla
Incluye los siguientes actos:
• Manifestaciones extremas de violencia sexual durante el conflicto armado, lo que incluye violación individual y en grupo, tortura y humillación sexual, detención para ejercer violencia sexual y otras formas de violencia sexual
• Continuación de la violencia sexual después del conflicto en las esferas pública y privada de la vida
• Supervivientes empujadas a la pobreza extrema después del conflicto

3. Los crímenes de la violencia militarista
Incluyen los siguientes actos:
• Imposición de las identidades de género del militarismo
• Creciente represión y abuso de las mujeres
• Magnificación de la identidad masculina militarista
• Reclutamiento y movilización forzosas de hombres y niños
• Abuso de drogas y alcohol para promover la belicosidad en el campo de batalla
• Incitación a la violencia contra las personas vecinas (comunidad)
• Silencio sobre la participación del Estado en el fomento de la hostilidad y el conflicto
• Éxodo de miles de hombres para evitar el reclutamiento

4. El crimen de persecución de aquellas personas que son diferentes en la guerra y en la paz
Incluye la producción e imposición violentas de identidades: identidades nacionalista, étnica incluida la romaní, religiosa, de género, sexual, de edad y discapacidad, para dividir la comunidad y legitimar las prácticas violentas de desplazamiento por medios tales como:
• Fomento aún vigentes del odio y exclusión
• Pérdida de empleo, ingresos y ayudas sociales
• Pérdida de hogares y otros derechos de propiedad
• Pérdida de los derechos de ciudadanía, que desemboca en el estatus de apátrida y en la indigencia
• Imposición de marcadores visibles de diferenciación tales como cruces y brazaletes
• Construcción de la exclusión social, la hostilidad y la persecución en la norma
• Las mujeres son forzadas a los roles tradicionales mediante, por ejemplo,
• Expulsión de la población activa
• Expulsión de sus hogares (pregunta: desplazamiento? parece que es que las echan de casa, donde queda la familia)
• Restricción de su acceso a la educación
• Imposición de la responsabilidad absoluta sobre cuidados a las personas dependientes en el contexto además de la eliminación de todo apoyo social, o Imposición de la responsabilidad absoluta de alimentar a sus familias y satisfacer sus necesidades materiales básicas en el contexto de una carencia extrema

5. El crimen de la violencia económica y social
Incluye los siguientes actos:
• Privatización de los activos públicos al amparo de la guerra de forma que los beneficios han ido a las élites privilegiadas
• No regular que los empresarios ofrezcan condiciones de trabajo justas, seguras, dignas y que no exploten, lo que incluye el mismo salario por el mismo trabajo y baja por maternidad remunerada
• No garantizar que los salarios y los beneficios acumulados se paguen a las personas empleadas al finalizar su contrato laboral
• No prestar atención a las quejas de las trabajadoras ni atender sus legítimas preocupaciones
• No detener y revertir la feminización del desempleo, la pobreza y la miseria

Todos estos actos son crímenes contra la paz y violaciones de los derechos humanos en sí mismos. Muchos de estos actos también constituyen un crimen de genocidio perpetrado por el Estado de Serbia contra las poblaciones no serbias. Es más, los actos también son pruebas de crímenes contra la humanidad cometidos por todas las partes del conflicto, lo que incluye a las milicias.

Las mujeres opusieron valientemente resistencia a estos crímenes en el momento en que fueron cometidos y se han organizado desde entonces para asegurarse de que nunca se volverán a cometer. Las mujeres también han mostrado valor y fortaleza para sobrevivir a estos crímenes y continuar trabajando juntas para superar los efectos persistentes que la perpetración de estos crímenes tienen sobre sus vidas y sobre la vida de la comunidad.

Buscamos justicia para todas las declarantes, y para todas las demás personas que han sobrevivido a estos crímenes, así como para las que han sido asesinadas o han desaparecido como consecuencia de estos crímenes.

III. EL CONTEXTO DE LOS CRÍMENES: LA GUERRA COMO CRIMINALIDAD SISTÉMICA

El conjunto de los testimonios revela que estos crímenes fueron posibles gracias a estrategias de criminalidad, que refuerzan e intensifican relaciones de poder desigual entre hombres y mujeres.

Estas estrategias constan de ocho elementos claves que demuestran la responsabilidad individual en la participación en crímenes sistémicos:

(1) Los criminales de guerra incluían a líderes políticos y militares, así como a élites intelectuales. Crearon y mantuvieron el conflicto, y las ideologías fascistas etno-nacionalistas, que son misóginas, heterosexistas y militaristas.

Estos líderes estaban apoyados por:

(2) Los militares, paramilitares y grupos armados, que implementaron esta ideología mediante el poder de las armas y el terror;

(3) Los medios de comunicación que perpetuaron las ideas etno-nacionalistas de femineidad, maternidad, condición de víctima y de las masculinidades que las sostienen;

(4) Los profesionales que usaron sus habilidades y posiciones de poder para crear diferencias étnicas, de género entre otras;

(5) Los mercaderes de la guerra, cuyas actividades económicas para su propio enriquecimiento alimentaron la economía de guerra. Estas actividades empobrecieron a la población en general y aumentaron el sufrimiento de las mujeres durante la guerra, prolongada en la posguerra en la feminización de la pobreza;

(6) Los altos cargos del gobierno y funcionarios administrativos que idearon e implementaron regulaciones discriminatorias y violentas de impacto directo sobre la supervivencia en tiempos de guerra de las mujeres. Esto continúa en el periodo de posguerra y no se resuelve mediante la provisión de reparaciones y compensación

(7) Las instituciones religiosas y los líderes religiosos que participaron en este sistema de criminalidad; y

(8) La comunidad internacional, que incumplió el deber de proteger a aquellas personas a su cargo.

IV. LA RESPONSABILIDAD

El Consejo Judicial del Tribunal de las Mujeres determina:

1. Que todos los Estados de la región de los Balcanes son responsables por su participación en la planificación, ejecución y encubrimiento de los crímenes que se han descrito. Todos los Estados deben reconocer su responsabilidad pública, clara e inequívocamente.

2. La sociedad es también responsable por apoyar, tolerar o practicar la ceguera ante la comisión de los crímenes que se han descrito. Además, tiene la responsabilidad civil pública de no mitigar las consecuencias de los crímenes o no ofrecer su apoyo.

3. Por algunos de los crímenes descritos, los líderes y las comunidades religiosas también tienen responsabilidad, porque han alentado, encubierto o justificado crímenes y violencia. Pensamos concretamente en los crímenes que tenían por objetivo la subyugación o denigración de las mujeres.

4. Por los crímenes socioeconómicos, la responsabilidad también incumbe a las corporaciones e individuos que han desarrollado la especulación durante las guerras y en la transición de posguerra.

Todos estos crímenes tienen en común que atentan contra la dignidad humana. Las condiciones mínimas necesarias para el respeto a la dignidad humana incluyen tres comidas al día, una vivienda para resguardarse, el respeto a las mujeres, la ausencia de violencia, el empleo digno y la solidaridad con las mujeres. Todavía la mayoría de las mujeres no disponen de estas condiciones y son los gobiernos de todos los Estados que han sucedido a la antigua Yugoslavia quienes deben satisfacerlas. Exigimos esto incondicionalmente.

V. RECOMENDACIONES

Junto con todas las personas asistentes, el Consejo Judicial del Tribunal de las Mujeres ha escuchado vuestras peticiones de Verdad, Justicia, Reparación y Compromiso para que estos crímenes nunca vuelvan a ocurrir. Las siguientes recomendaciones preliminares apuntan directamente a este fin.

1. Es preciso que la historia que estos testimonios narran y los cinco años de trabajo del Tribunal de las Mujeres sean documentados y hechos públicos de diversas maneras: además de las publicaciones preparadas por el Tribunal de las Mujeres, recomendamos que esta historia de las mujeres sea difundida en la radio, la televisión y las redes sociales, así como en el sistema educativo, especialmente en la asignatura de Historia, en los libros de texto y las bibliotecas. Recomendamos también que se realice un reconocimiento a las mujeres supervivientes y resistentes con monumentos y premios. Nos comprometemos a asumir lo que hemos escuchado aquí y a difundir esta información y estos análisis en nuestros países y globalmente.

2. Es preciso que se ponga fin al militarismo y a las formas en que éste manipula y refuerza los roles de género. Recomendamos implementar el desarme total y reducir el gasto militar en favor del gasto para atender las necesidades sociales. Nos tenemos que oponer a la movilización forzosa de población civil por parte de los militares y a la privatización de la Seguridad.

3. Es preciso que todos los gobiernos respeten los derechos humanos, sociales y económicos de las mujeres, que incluyen el derecho al trabajo, a un salario no discriminatorio por razón de género y regular, a la baja por maternidad y paternidad remunerada, a una vivienda adecuada, a protección social y atención sanitaria, y que incluyen también sus derechos sexuales y reproductivos. Recomendamos que la situación particular de las mujeres por la que se les impone el trabajo de cuidados sin reconocimiento ni remuneración, sea visibilizada y remunerada. Es obligación mínima necesaria de todos los gobiernos y empleadores observar los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

4. Es preciso que se revierta la privatización de los servicios públicos y que el Estado asuma su responsabilidad para con el bienestar social de la población. La justicia económica y social es a la vez un derecho individual y colectivo de todas las personas.

5. Los gobiernos tienen la responsabilidad de debida diligencia para proporcionar Justicia a las mujeres y de trabajar para poner fin a todas las formas de violencia hacia las mujeres así como a los abusos de derechos humanos en la guerra y en "tiempos de paz". Esto requiere la prestación de servicios, tales como la atención sanitaria, apoyo durante las crisis, una vivienda segura, asistencia jurídica y otras formas de protección social.

6. Los gobiernos tienen la responsabilidad de proporcionar Reparación y Compensación y de poner fin a la impunidad de los autores de crímenes contra las mujeres. Esto requiere una investigación eficaz, el enjuiciamiento y condenas, en un marco del sistema de justicia penal que posibilite que las mujeres puedan prestar declaración respetándose su dignidad. El fin de la impunidad tiene necesariamente que impedir que los criminales de guerra condenados como tales puedan ejercer cargos públicos. Igualmente, es preciso tomar medidas para evitar que sean tratados como héroes.

7. Los Estados y otras instituciones sociales, como los medios de comunicación, sistemas educativos, entidades religiosas, familias, así como todas y cada una de las personas, comparten la responsabilidad de acabar con las actitudes patriarcales y militaristas que perpetúan y alimentan todas las formas de violencia y discriminación hacia las mujeres.

8. Las personas y las comunidades deben comprometerse a todos los niveles a condenar la intolerancia y la violencia basadas en las diferencias (origen étnico, nacionalidad, religión, género, sexualidad, edad o discapacidad) dado que éstas se utilizan para dividir y excluir a las personas. En particular, es preciso cuestionar las prácticas de odio que continúan desarrollándose y que están basadas en estas justificaciones. De esta forma, podremos movernos hacia la construcción de la confianza y el respeto a la dignidad humana y los derechos de todo el mundo, sin daños a nuestra diversidad.

Las mujeres dicen: Verdad, Justicia, Reparación, Solidaridad y Nunca más.

Miembras del Consejo Judicial

Profesora Vesna Rakić-Vodinelić (Belgrado, Serbia) Presidenta
Charlotte Bunch (Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres, Universidad de Rutgers University, EEUU)
Dra. Kirsten Campbell (Goldsmiths College, Londres, Reino Unido)
Gorana Mlinarević (activista e investigadora feminista, Sarajevo, Bosnia y Herzegovina)
Profesora Dianne Otto (Escuela de Derecho de Melbourne, Australia)
Dra. Latinka Perović (Instituto para la Historia de Serbia, Belgrado, Serbia)
Vesna Teršelič (Documenta - Centro para afrontar el Pasado, Zagreb, Croacia)

Traducción del inglés: Eva Aneiros con Yolanda Rouiller (Mujeres de Negro). Revisión: michelle renyé. Edición: mujerpalabra.net

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Publicado en mujerpalabra.net en agosto 2024