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2011. "Nada es más peligroso que la verdad en un mundo que miente", afirma con rotundidad la escritora egipcia, amenazada de muerte, encarcelada y disidente política Nawal El Saadawi, que a sus 80 años nada ni nadie la ha conseguido detener en su empeño por plasmar a través de la palabra los sufrimientos de la mujer árabe. Activista, además de literata, está intentando organizar la Marcha del millón de mujeres en Egipto. Ella es un ejemplo de las componentes de estos I Encuentros con Mujeres que transforman el mundo, en los que mantendrá una charla con la periodista de El País y enviada especial a países en conflicto Georgina Higueras.

Egipto, plaza Tahir, febrero 2011 (con traducción abajo):

Transcripción/Traducción MP:

- El problema ahora, es que el partido que gobierna y los matones del gobierno fueron sobornados con 50 libras cada uno de pollo. Les sobornan para que nos venzan, para echarnos de aquí, para que la gente tenga miedo. Mis amistades, mi hija, mis familiares, la gente con la que estoy, me dicen "Vete", y yo digo "No, me tengo que quedar aquí porque así si nos pegan, podremos responder todas y todos juntos". Tengo 80 años pero estoy lista para luchar. Así que no deberíamos irnos a casa. Porque tienen una estrategia, para meternos miedo y para matarnos de hambre. Es su castigo: asustarnos. Y matarnos de hambre.
- ¿Hubieras imaginado ver manifestaciones así alguna vez?
- Nunca. Nunca las vi con el rey Faruk, en los años 50, cuando yo era pequeña, nos manifestamos contra el rey Faruk, contra Nasser, contra Sadat, contra Mubarak. Me encarcelaron con Sadat, me exilié con Mubarak, pero aquí estoy, tengo 80 años y no nos vamos a rendir. Algo así, no lo he visto jamás. Nunca en vida he visto algo así. Así que tenemos que seguir ocupando este espacio.

Conferencia en inglés con impresionante presentación en NYC, donde Nawal habla de creatividad, disidencia y mujeres: Creativity, Dissidence and Women Le preguntan: ¿De dónde sacas la energía? (pq tiene aquí 80 años, y la sociedad no entiende la vejez!) Dice que no es de publicar, ni de los empleos, ni de premios, ni la reacción general a mi obra (que la reciben dándole duro a ella), sino de tener noticia de que algo que ella haya escrito puede haber tenido algún efecto en alguien (lo dice por la presentación que la hacen). "Lo que yo puedo hacer es intentar des-hacer la educación que os dieron". Habla de la necesidad de reeducarse y de cómo ayuda la creatividad y el derecho a la disidencia. "La creatividad es usar el sentido común, usar nuestros cerebros, pero la educación nos impide usar nuestros cerebros (...), nos hace perder la confianza en nosotras y nosotros mismos, porque así es cómo la política monta el sistema educativo, para que sirva a sus intereses". "El sistema educativo es como un sistema policial que tiene el objetivo de controlar las mentes, para ponerles encima un velo." "La educación nos impide hacernos preguntas, nos vuelve obedientes al sistema" "Una buena educación es la que crea desobediencia, insatisfacción". "Y qué es la disidencia? La disidencia es decir NO a un sistema que es muy injusto. Si la ley es injusta, tengo que desobedecer. Es mi derecho. Es de sentido común. La creatividad es sentido común. Y nos plantea preguntas que ya nos llegan en la niñez". "Vivimos en un mismo mundo dominado por el mismo sistema de patriarcado capitalista que oprime a las mujeres y a las personas pobres. Las mujeres y la población pobre es oprimida en todo el mundo, en todos los sistemas políticos, en todas las religiones, en todas las sociedades". "¿Por qué existe la guerra?" "¿Por qué tenemos que matar a la gente con las guerras?" "Cuanto más nos rebelamos, cuanto más decimos NO a la opresión, desarrollamos la creatividad. Perdemos la creatividad cuando obedecemos." "Existe una relación entre entre creatividad y la capacidad al pensamiento crítico y a la autocrítica".

Del muro de Asun Ansaldo:

Nawal Al-Saadawi es una escritora feminista egipcia que dedicó su vida a reconocer el papel de la mujer en la sociedad musulmana y reclamar la igualdad. Con tan sólo diez años se negó a casarse contra su voluntad con un hombre mucho mayor que ella y a los 26 entró en prisión por denunciar la situación de la mujer en su país, Egipto, en su primer libro Memorias de una doctora. Su lucha la ha llevado a la cárcel y le ha supuesto procesos judiciales, persecuciones, pérdida de derechos y hasta condenas a muerte dictadas por grupos fundamentalistas.

¡Aquí estamos, Nawal, ocupando espacios!