Pensamiento - Introspecciones
Las mujeres no tienen sofocos; tienen oleadas de poder
Texto desarrollado y adaptado por Aída Suárez
Para un patriarcado orientado sobre todo hacia la juventud, convertirse en mujer mayor es convertirse en alguien invisible, en una no-entidad. Pero desde una visión arquetipa esta tercera etapa es una época de plenitud e integración personal, en la cual nuestros actos devengan la expresión de nuestra identidad más profunda.
Al final de la década de los treinta o al inicio de los cuarenta la mujer puede empezar a sentir un persistente sentido de pérdida, generado por esa valoración patriarcal de la juventud y la menopausia llega sobre los cincuenta, cinco años más, cinco años menos; digamos entre los cuarenta y cinco y los cincuenta y cinco. Generalmente es la mujer quien decide que ha pasado la menopausia y se ha transformado… pero llegadas a esta edad las mujeres no tienen una idea clara de la persona en quien van a convertirse, no conocen o no comprende que se encuentran en el umbral de una etapa de sus vidas en la cual desarrollan su personalidad como jamás lo habían hecho antes.
Pero… ¿cómo puede la mujer estar preparada para recibir los cambios de su cuerpo, cuando tenemos por ejemplo, una píldora anticonceptiva que te inhibe por completo la menstruación o tratamientos de substitución hormonal que pueden provocarte la menstruación? En mi opinión estas dos cosas, entre otras muchas, complican mucho más de lo que ayudan. Es verdad que entre los síntomas de la menopausia se da un cierto malestar físico y psicológico; y la reacción de los demás, especialmente de los hombres, hace de la menopausia un acontecimiento fisiológicamente confuso que la mayoría de las mujeres no celebra. También he observado que muchas veces este cambio, esta época puede ser de intenso tumulto emocional en el que la mujer se ve enfrentando a los sueños perdidos, a las decepciones y los rechazos que han ido llegando al vivir una vida plena. Y coincide, también, con otros cambios: cambio de rumbo profesional o jubilación anticipada, la salida de los hijos de casa, etc. Con el inicio de la menopausia, cada acontecimiento puede provocar cambios profundos tanto en la mente como en el cuerpo.
Los cambios hormonales y los síntomas de la menopausia a menudo hacen que entendamos el entrar en la tercera etapa de manera fisiológica (si bien el cese de la menstruación no implica convertirse en una mujer sabia, ni tampoco llevar el tipo de vida de una mujer que está viviendo su tercera etapa).
La menopausia como la menarca (el inicio de la menstruación) son dos rituales importantes en la vida de una mujer, marcan las transiciones principales de este importante ciclo (los misterios de la sangre), que vinculan a las mujeres, la luna y la divinidad femenina.
Cuando me refiero a la menopausia como la tercera etapa, estoy considerando las tres etapas de la vida de la mujer, su triplicidad. La Diosa Tripartida.
La niña que empezaba a sangrar y se convierte en doncella = luna creciente = primera fase.
La mujer que se queda embarazada por primera vez, gestar vida = segunda fase (si bien no es necesario convertirse en madre biológica para entrar en esta fase o para gestar), se dice que durante el embarazo y la lactancia la mujer retiene su sangre en el cuerpo para hacer un niño. En la segunda fase las mujeres que toman compromisos y, al asumirlos, maduran, están gestando vida, esta etapa es la de la entrega y el esfuerzo activo, del compromiso (con una persona, profesión, causa, talento, etc.).
Por último la menopausia = cese de el sangrado menstrual = luna menguante, la mujer retiente su sangre en el cuerpo esta vez para Gestar Sabiduría.
Doncella, Madre, y Anciana, las tres etapas de la diosa tripartida, los estadios de la vida de una mujer con indiferencia de que haya o no dado a luz.
Doncella Madre (o matrona) Anciana
Mujer Joven Mujer Madura Mujer Sabia
¿Qué pasaría si cada vez que una mujer tuviera un sofoco, sintiera realmente una ola de energía (de cómo si sus arquetipos de sabiduría y autoridad interior fueran activados?
Referencias literarias
- El viaje heroico de la mujer, Maureen murdock
- Las brujas no se quejan, Jean Shinoda Bolen
- Las diosas de la mujer madura, Jean Shinoda Bolen
Información sobre uso de este material: consultar con la autora
Publicado en mujerpalabra.net en diciembre 2010