Creación - Alvar Mora Pereyra - Muestra de Mil voces
XXVI. La historia de Barbara: ¿Rota o resilente?
Alvar Mora Pereyra
Central Park. Estoy sentada sola. La gente pasa, hablando, riendo. Tres adolescentes pasan delante mío; parecen hablar de una compañera de escuela. Uno de ellos dice: "No hay nada que hacer con ella, está rota" y las dos restantes ríen cruelmente.
"¿Rota?" Una y otra vez, escucho en la tele y leo en revistas que la gente "está rota". Eso escuchaba en la clínica donde me trataban por anorexia: "un espejo roto para una joven rota." ¿Qué quieren decir con eso? Yo me miraba en el espejo y me veía gorda, aún cuando estuviera esquelética y mi madre se esforzará para contener las lágrimas. El espejo no estaba roto, yo no estaba rota: estaba enferma.
No estoy rota. Una persona no es un objeto que pueda romperse. Alguien puede estar sufriendo pero no significa que esté roto. Una persona puede tener muchos problemas y no encajar con su medio. Alguien puede tener que luchar con muchos demonios internos y puede sentirse en el infierno pero no está "roto".
No bajo los brazos fácilmente. He luchado por mi salud, por vida y he ganado. Ahora soy más fuerte que antes. Esta es mi vida; éste es mi futuro, ésta es mi felicidad; nadie va a impedir que lo logre. Así que si alguien piensa que estoy "rota", déjenme mostrar quién soy realmente.
Voy a triunfar y a brillar. Nadie me va a desmoralizar. Soy fuerte. Superaré esto. Me herirán y golpearan pero saldré triunfante, con la cabeza en alto y los ojos llenos de luz, esperanzas, sueños, saldré llena de amor.
La anorexia es una enfermedad que afecta a muchas personas jóvenes, en especial a las muchachas. Con ayuda profesional y apoyo de la familia y de amigas y amigos, BARBARA trabajó mucho para construir su resiliencia porque había tomado la decisión de reconstruirse a toda costa.
La terrible idea que la sociedad ha creado sobre que alguien esté "roto" (como si sufrir fuera un estado permanente e irreversible) es totalmente absurda y derrotista. Nunca es demasiado tarde para sanar. Nunca es demasiado tarde para continuar peleando por tu felicidad. No dejes que nadie controle tu vida y tus esperanzas. Levántate; toma control de tu vida, lucha, sonríe y vive. Con tiempo y trabajo, vas a curarte. El orden cronológico es: víctima, superviviente, resiliente y vencedor.
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Publicado en mujerpalabra.net en noviembre 2016